—Ya veo… ¡Pero Sakura nunca quiso ofender a Vermillion! ¿Cierto, princesa? Discúlpate. El susto ya pasó. — Sonrió y la animó a que se acercara a él otra vez.
Sakura dejó de llorar de a poco, y una vez que el dolor de cabeza se le fue, se acercó y articuló un: “Perdóname”.
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Era verano y Kokone siempre andaba en pijama o ligera de ropa, pero no por provocar, sino por razones obvias. A pesar de que había aire acondicionado, el calor era insoportable y cuando se abría la puerta, la casa se tornaba un horno.
Ese día estaba haciendo sus estiramientos , para no perder la elasticidad en sus miembros corporales… y cuando volteó la cabeza , Len la estaba mirando , solo que no se dio cuenta porque andaba muy concentrada.