Las chicas empezaron a gritar de la emoción e histeria, todas menos Kokone. Kokone era más fría que las demás, pero eso no quitaba que tuviera sus momentos de euforia.
—“Seguro que ella va a ganar el puesto otra vez… Pero bueno, no pierdo nada con intentarlo”— Pensó un poco deprimida aun. Cuando se quiso acordar, era su turno.
Así que empezó a hacer giros y volteretas, en media punta y en punta de pie, todo de una forma muy expresiva y melancólica. Su cuerpo parecía una pluma en el viento. Era bastante flexible.
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—Parece que ha adquirido un gusto por hablarme… ¿No?—Preguntó Meian atrevidamente con una sonrisa encantadora , pero que tenía un claro doble sentido.