—Pero tampoco me gusta que arriesgues tu salud…
En eso, salió Kokone de la cocina con un pastel y una taza de té en la mano.
—Viniste a tiempo, hermana — La niña era igual de hermosa que Meian , solo que tenía un aire más inocentón y unos ojos un poco más grandes.
Esta vio a Gakupo y se le lanzó encima.
— ¡DONDE LO CONOCISTE , MEAIN?
— ¡o-OYE! — La sacó de encima — Disculpa, es que ella es muy fan tuya.
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—No tienes que darme explicaciones, no es necesario… por el momento.