Sin embargo , Meian lo que más odiaba en el mundo era que la utilizaran. Y ella ya se había resignado a una vida de no-aventuras.
No sería la segundona de nadie y mucho menos la prostituta de un tipo , ni por más que este fuese famoso y le pudiera sacar algo.
-¿Que pasa , Gakupo?- Preguntó Gumi.
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Kaito fue a ver por la mirilla quien era... Se quería matar , pegar un tiro , cortarse las venas con una galletita... lo que fuera para no existir para vivir ese momento.