Lo beso también, cerró los ojos para disfrutar mas el momento.
--
El estaba demasiado apenado por todo eso. Miró las flores, vio que tenia un jarrón y fue a ponerle algo de agua, luego las puso en este, se miraban muy lindas, su cuarto era algo único había una pared llena de discos, aunque también parecía la habitación de un niño pequeño lo cual era adorable.
--
-Cuando tu quieras.- le sonrió aun tímido.- Yo también lo tengo, pero no he tenido tiempo de jugarlo completo.-
--
Su gorro salió volando, era Yukina pero en ese momento estaba irreconocible, tenia el cabello castaño y unos contactos azules que cubrían sus ojos dorados. Aunque en sus discos salía con el cabello en varios colores, pero siempre con los ojos azules.
-Vaya, que emoción.- soltó una risita.