—Obviamente… Pero bueno. Me gritan para que los mate a patadas en la cabeza y luego aplique el “Uno,Dos,Tres…”
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Meian veía como le había quedado el vestido. Era moderno, pero a la vez clásico. Conservador, pero sexy. Y rosado. Se la notaba ilusionada.
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—Yo estoy unos cuantos años delante de ti. Creo que me va a tocar primero y más si sigo fumando. Pero es el último gusto que me quiero dar. Ya me enamoré , maté , tuve hijos , trabajé y tengo dinero de sobra.