En el departamento, Artemis dejó una nota para Yosuke: “Ellos pronto saldrán a buscarte”.
Ella sabía bien que sus hijos cuando tuvieran la edad suficiente, viajarían a Japón a visitarlo y tal vez, reclamarle muchas cosas… y presentía que Nagisa sería la primera en hacerlo.
A la edad de cuatro años, Artemis llevó a los niños a un campeonato nacional de patinaje sobre hielo. Nagisa quedó tan maravillada y encantada que le pidió que la anotara en algún lugar que le pudieran enseñar. Evolet al principio se mostraba un poco reacio, pero cuando vio que su hermana se divertía mucho practicando, decidió que la acompañaría.
Si bien al principio tenía bastante dificultad para mantener el equilibrio, Evolet quería estar a la altura de su hermana, que ya tenía habilidad nata. Y con un poquito de voluntad y confianza, se largó y alcanzó rápidamente a Nagisa.
Los profesores decidieron enseñarles, en vez de solamente individual, sino también como pareja, para así en un futuro se decidieran si querían competir en la categoría individual o de pareja.
Todos los días venían con rapones y moretes. Principalmente cuando les enseñaban trucos.
Para el cumpleaños número cinco , Artemis decidió comprarles unos patines nuevos.
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Celinda entrecerró los ojos y sonrió macabramente.
-Espera un momento - Fue a buscar sus guantes de cuero y cuando se los puso , volvió al cuarto - Empecemos.