—Está bien — Su piel se enrojeció un poco — ¿Te gusta mi bebé?
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—No es eso solamente. No soy capaz de sentir atracción por nadie — Vio el dibujo — ¡Que lindo!
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El psicólogo, con otras preguntas, le fue sacando el perfil psicológico.
Sufría complejo de Edipo y mantenía ciertos rasgos obsesivos de la personalidad.
Con el tiempo, Tsukasa fue mejorando y ahora podía llegar a fijarse en otras chicas. Aunque todas las que le gustaban tenían cierta característica similar a su madre: forma de ojos, figura corporal, grosor de los labios…
— ¡Gakupo! Mi lindo bebé — Lo mimaba Meian.
—Mamá, no debes hacer eso.
— ¿Por qué no? Eres mi varoncito además de tu hermano Tsukasa. Tengo derecho a mimarte.