-Con una condición : No me lo vuelvas a pedir en tu vida.
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-A ese señorito le voy a romper la cara de nuevo - Se paró y empezó a correr tras ellos , dejando a Iris atrás.
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Meian miró por última vez a Gakupo con una tristeza infinita. No podía creer que de ser tan tranquilo, dulce y masculino hubiera pasado a ser tan malo.
Agarró a todos sus hijos y los sacó de la casa también.
Al salir afuera , inmediatamente dejaron de actuar como robots.
Era como si la mala energía se hubiera quedado dentro.
-Vamos a ir a un lugar muy bonito - Les dijo a los ocho para no preocuparlos.
-¡Dejé a mi Shigure-san adentro! - Exclamó Aimo llorando y fue corriendo hacia la casa.
-¡NO! ¡AIMO!
Cuando esta entró , pudo ver el espectro demoníaco de su padre enfurecido y se asustó mucho al verlo de esa manera. Comenzó a llorar pues no se estaba sintiendo protegida por él , sino atacada.