-Las uso , pero solo si me arden - Se fregó un poco los ojos y se paró - Ya vengo - Y se fue rápidamente a una tienda en su moto deportiva, donde compró un vestido al azar que cubriera bien sus pechos , o sea , que le llegara hasta el cuello. Tenía un tajo al costado de la pierna que le llegaba hasta la mitad del muslo , un corte bastante sensual. Fue a la casa tan rápido como se había ido , pero vestida con ese vestido - Ya podemos irnos.
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-Bien... - Celinda secó los platos.