Hubo un momento en que el brillo de su espalda se intensifico más que antes, luego ceso, la marca que tenía en su espalda, además de la forma de remolino que ya tenía, ahora tenía formas como de llamas al rededor, eran pequeñas llantas en total ocho, luego de eso recobro la conciencia y los vio.
Monique solo lo quedaba viendo.