-¿No me iba a sacar a bailar? - Preguntó Meianne aun con los ojos cerrados.
Parecía que lo tentaba a hacerle cualquier cosa , de todo tipo , en su mente perversa. Además que no era nada fea , puesto que su piel era blanca y parecía porcelana. Y su cabello era tan largo que incluso peinada y recogido llegaba hasta por debajo de su cintura y de un color oscuro que resaltaba su piel.
-¡No lo puedo creer! Meianne se está agarrando un pez gordo al fin. Por primera vez está haciendo las cosas bien - Su madre estaba muy contenta mientras hablaba con su padre.
-No debes exigirle demasiado. Ya lo sabes. Y si , si se casa con él tendríamos la vida asegurada para ella.