Meianne abrazó a Shoune fuertemente.
El sonido de las notas del instrumento flotar alrededor de ella, la sensación del marfil de las teclas en la yema de sus dedos, y el hermoso brillo de la madera recién fabricado ante sus ojos; Su compañero de toda la vida.
Y ahora que no tenía nada para hacer en el día, y se había animado a tocar bellas melodías en el único piano del sótano, estaba destruido por la persona que más amaba.