Nombre: Para Siempre
Autora: Dresti
Género: romance y tragedia
Clasificación: todos los públicos
Advertencia: ninguna
Publicaciones: MundoSasuSaku, imperio-shippuden y anteriormente Fanfic.esHiii!! iosh aki dejo la historia mas bonita k he escrito(k no sea SasukeSaku xD) spero k os guste.El cielo estaba tan negro que los pequeños puntos brillantes que lo adornaban brillaban como las hermosas luciérnagas en las ciénagas y pantanos. El aire removía perezosamente las hojas de los sauces llorones que se encontraban junto a la orilla del pacífico lago. El suave sonido del agua meciéndose se entremezclaba con el canto de los grillos y algún que otro pajarillo nocturno que pernoctaba en el bosque.
El aire estaba cargado de un intenso olor a humo proveniente de una pequeña hoguera que estaba situada en el extremo norte del lago, resguardada del viento por dos grandes pinos. Una joven con kimono de color dorado con motivos rojos y pelo castaño recogido en dos moños mantenía su espalda apoyada en uno de los pinos mientras su mirada de color ojimiel se perdía en el horizonte, hacia las inmensas montañas que rodeaban el valle.
Dos gruesas lágrimas escaparon de sus ojos que ardían en la más cruda de las penas.
Al fondo escuchó el ruido de los ladridos de los perros y las partidas de caza que sin duda su padre habría convocado para salir en su búsqueda. Bien, ella había puesto mucho cuidado en buscar un lugar donde nadie la fuese a buscar y mucho menos la pudiese encontrar.
Sin duda el Valle del Lago era el sitio idóneo para mantenerse oculta de cualquier persona. Nadie, nunca, pondría un pie sobre aquellos terrenos. Al menos no nadie que creyese en los estúpidos rumores que hacían referencia a aquel lugar.
Se decía que hacía muchos años, para ser exactos cincuenta antes del período Edo, había vivido en esos terrenos un apuesto guerrero perteneciente a la familia más poderosa de aquella región por aquel entonces, la familia Hyuga.
Contaban que en todos los ejércitos aquel guerrero era temido y respetado por sus habilidades en la lucha. Lo llamaban el ''Dragón negro'' ya que poseía la fuerza y la valentía de aquel poderoso animal, él y su ejército eran invencibles.
El emperador del país allende al mar de China le tenía un inmenso odio ya que a causa de ese guerrero China veía imposible la conquista total de Japón. Como sabía que mediante la lucha sería incapaz de derrotarlo decidió investigar sobre su vida y buscar el punto débil de aquel magnífico guerrero y no tardo en encontrarlo.
La familia Hyuga poseía una esclava china, que antiguamente había servido de cantante al emperador chino, muy hermosa con la que al parecer el guerrero mantenía un romance secreto.
El emperador chino eligió un festival que se celebraba en diciembre en Japón para dar su golpe de gracia, al parecer el guerrero y la esclava había quedado para verse a solas en un lugar alto donde poder ver juntos los fuegos artificiales.
Tras saber eso, camufló a dos de sus guerreros en el camino por donde se suponía que el Hyuga atravesaría él solo para reunirse con su amada. Fui una tarea fácil y a las pocas horas el emperador mandó ejecutar al guerrero y a uno de sus magos le ordenó que maldijese el alma inmortal del guerrero a que vagase eternamente por el Valle del Lago.
En ese momento entró en el escondite del emperador la esclava china quien a parte de cantante también sabía algo de magia. Observó impotente como su amado era asesinado y, aún sabiendo que las maldiciones son imposibles de cancelar, ella formulo otra para que el alma de su amado no fuese sacrificada.
Los dos morirían y el alma del guerrero vagaría por el Valle del Lago esperando a que su amada fuese a buscarlo.
Y esa era la leyenda que pesaba sobre aquel lugar. Todos se estremecían de miedo tanto que ni siquiera se habían guardado registros del nombre de la esclava china y mucho menos de aquel valiente guerrero que tanto había hecho por su país. Pero ella lejos de sentir miedo veía aquello como una preciosa historia de amor. Algo que era muy probable que ella nunca conociese.
Volvió a sollozar al recordar de nuevo el motivo por el que ella había escapado de su casa.
A penas tenía dieciséis años y su padre la había prometido con uno de los feudales más poderosos de Japón. Ella era una joven guapa y como su familia era de ascendencia china y no contaba con mucho prestigio decidieron utilizar su belleza para medrar en la sociedad. Pero ella no quería casarse con ese señor, ella quería hacerlo con alguien al que amase.
Cerró los ojos y vislumbró el rostro que ella había construido para el príncipe de sus sueños y sonrió, aunque fuese tristemente, sabría que ella sola no podría sobrevivir pero prefería morir antes que verse esclava de los deseos de aquel avaro hombre.
Revolvió su kimono y del interior sacó una bolsita de piel donde guardaba sus pertenencias más queridas. Una pequeña cajita de madera que tenía desde pequeña donde guardaba sus joyas, un colgante que había sido de su madre y una hoja muy vieja en la que había una canción que ella misma había encontrado un día cuando se perdió en una de las alas abandonadas del palacio de su padre.
Cuidadosamente desdobló el fino papel y se quedó mirando la pulcra escritura. No tenía melodía, pero a ella le gustaba mucho la música y se la puso ella misma. Con la voz desgarrada empezó a cantar bajito aquella preciosa historia narrada en canción.
UTAKATA HANABI - SUPERCELL
Afureru hito de nigiwau hachigatsu matsu no omatsuri
Yukata wo kite geta mo haite
Karan koron oto wo tateru
Fui ni agatta hanabi wo futari de miageta toki
Muchuu de miteru kimi no kao wo
Sotto nusumi mita no
(A finales de Agosto el festival se llena con la gente
estoy usando yukata y geta
que hacen sonidos de click-clack.
Inesperadamente los fuegos artificiales se fueron de pronto
alzo la mirada y observo tu rostro embelesada.)
Volvió a cerrar los ojos y, tal como hacía todas las noches mientras cantaba, se imaginó una noche de verano, ella estaría sentada en lo alto del monte mientras observaba desde arriba a toda la gente que había asistido al festival mientras de fondo se oirían los ruidos de los fuegos artificiales. Sentiría como alguien se sentaba a su lado y entonces todo dejaría de importar, Se giraría y sonreiría a aquella hermosa cara a la que tanto amaba.
Kimi no koto kirai ni naretara ii no ni
Kyo mitai na hi wa kitto
Mata omoidashite shimau yo
(Sería mejor si yo pudiera odiarte
pero en un día como hoy una vez más
aún te recuerdo.)
Su amor sería imposible, pero nada de aquello podría con sus sentimientos.
Konna kimochi shiranakya yokatta
Mou nidoto aeru koto mo nai no ni
Aitai… Aitain da
Ima demo omou kimi ga ita ano natsu no hi wo
(Yo nunca supe que tenía estos sentimientos
sin embargo, aun cuando no podamos reunirnos de nuevo
quiero verte, quiero verte
Incluso ahora pienso en los días de verano cuando estabas aquí)
Pasara lo que pasara mantendrían sus sentimientos incluso aunque fuese necesario luchar por ello por muy imposible que resultase porque se negarían a vivir el uno sin el otro.
Sukoshi tsukarete futari michibata ni koshikake tara
Tooku kikoeru ohayashi no ne hyururira nari hibiku
Yozora ni saita ookina ookina nishiki kamuro
Mou sukoshi de natsu ga owaru
Futto setsunaku naru…
(Cuando nos sentábamos y descansábamos en el borde del camino
podíamos oír el sonido de un ''Ohayashi'' a lo lejos, el eco venía revoloteando.
Bordados de seda con dibujos de coronas de flores en el cielo nocturno
mientras que el verano termina pronto, de repente me siento triste.)
Entonces, así como se terminaban las estaciones del año, él se levantaba y le decía que debía marcharse mientras en el cielo seguirían dibujándose los contornos de los pálidos fuegos artificiales, y luego él le decía que era un honor haberla visto en un lugar tan lleno de gente.
Sakasama no haato ga uchi agatteta
[Ahaha] tte warai atte
[Suki da yo] tte kisu wo shita
(Mi corazón dio un salto hacia abajo hasta
que ambos comenzamos a reír [ahaha]
[Te amo] y nos besamos.)
Entonces él le sostenía la cara con las manos y muy bajito susurraba que la amaba mientras unía sus labios con los de ella.
Mou wasureyou kimi no koto zenbu
Konna ni mo kanashikute
Doushite deatte shimattandarou
Me wo tojireba
Ima mo kimi ga soko ni iru you de
(Quiero olvidar todo sobre ti
pues bien, aún estoy triste
¿Por qué solo a veces que te encuentro?
Si cuando cierro los ojos
puedo sentir como si estuvieras aquí.)
Y luego ella se maldeciría a sí misma por querer vivir en un sueño mientras él se alejaba paso a paso de ella, pocos serían los momentos para estar a solas y que su amor era un castillo en el aire pero aún así alejaría la tristeza porque sabía que él estaría siempre para ella.
Amai toiki binetsu wo
Obiru watashi wa kimi ni koishita
Sono koe ni Ah.. Sono hitomi ni kizukeba toki wa
Sugi satteku no ni
Mada kimi no omokage wo sagashite
(Un suspiro dulce que intensamente me enamoró de ti
esa voz, esos ojos, a pesar que el tiempo ya transcurrió
aún busco la imagen de tu rostro.)
Pasarían tal vez horas o días mientras no pudieran verse pero siempre habría un momento en que podría buscar su rostro aunque solo fuese de lejos.
Hitorikiri de miageru hanabi ni
Kokoro ga chikuri to shita
Mou sugu sugi no kisetsu ga
Yatte kuru yo
Kimi to miteta utakata hanabi
Ima demo omou
Ano natsu no hi wo
(Como puedo mirar los fuegos artificiales por mi misma
si mi corazón tiene espinas de dolor
Muy pronto, tal vez la próxima temporada estarás aquí
Pocas veces he visto los fuegos artificiales contigo
incluso ahora pienso en ese día de verano.)
Pero al final el amor podría con todo y de nuevo ambos estarían juntos, allí viendo los fuegos o en cualquier otro lugar al que escapar y en el cual serían felices.
Volvió a doblar el papel y lo guardó, incluso ella sabía que esos solo eran sueños de niña tonta, su destino era aquel, o volver a casa y ser infeliz o morir allí en medio del bosque.
-Solías cantarme esa canción cuando lográbamos estar a solas-susurró una voz etérea.
La joven se puso de pie de un salto, oh no, la habían encontrado, ¿pero quién? miró hacia todas direcciones más allí no había nadie.
-Si supieras cuantos años te he esperado Tenten-volvió a hablar la voz-llegué e pensar que te habías olvidado de mí.
La ojimiel se asustó, ¿cómo sabía ese sujeto su nombre? ¿qué broma era aquella?
-¿Quién eres? ¿cómo sabes mi nombre? ¡muéstrate!
Delante de ella se produjo tal haz de luz que la joven se vio obligada a cubrirse los ojos por unos segundos. Luego fue apartando las manos poco a poco para quedar ante ese hermoso y alto ser corpóreo. Pestañeó varias veces para cerciorarse de que aquello era cierto, que lo que estaba viendo era un fantasma.
-¿Ya no te acuerdas de mí, Tenten?-preguntó triste.
La joven alzó los ojos y se quedó muda al ver el rostro del príncipe azul que cada noche se le aparecía en sueños, él mismo que ella se imaginaba cada vez que cantaba la canción. El pelo largo castaño le caía sobre los hombros, llevaba el traje con el que Tenten lo veía siempre, el uniforme negro de guerra, la frente cubierta con un símbolo intrincado de color verde, y aquellos ojos perla que siempre la habían mirado con tanta ternura.
-Me dijiste que vendrías a por mí y aquí estás, pero no entiendo que te pasa Tenten, háblame-le rogó.
La ojimiel era incapaz de contestar, la mente le danzaba en imágenes que hasta ahora había creído producto de su imaginación pero eran tan reales que solamente podían ser...recuerdos.
FLASH BACK
Llevaba un año viviendo en aquel palacio donde residían sus amos.
El señor Hyuga la había hecho prisionera en una de sus incursiones a China y la había llevado como esclava a su casa.
El señor Hyuga era un tirano horrible, pero nada que ver con su hijo, el joven Neji Hyuga al que todos temían y al que le llamaban el ''Dragón Negro''. Él era muy amable con ella y por eso le amaba en secreto.
Cada vez que el joven volvía de una campaña de guerra ella iba en su búsqueda para comprobar que estuviese bien y sanar sus heridas, a cambio él siempre le traía regalos que le daba a escondidas.
Ese día el joven había regresado de una de sus tantas batallas y se mantenía callado mientras ella lo curaba.
-Hyuga-dono es increíble, siempre vuelve a casa con pocos rasguños-dijo.
-Te has perfumado-dijo él en un tono neutro.
Ella se sonrojó y agachó la cabeza. La verdad es que había aprovechado un momento libre para bañarse y le había robado unas pocas gotas de perfume a su ama. El pelo castaño se lo había recogido en dos moños y había intentado adecentar un poco su raído yukata de esclava, todo para recibirlo a él.
-No le diré nada a nadie, así que puedes estar tranquila-dijo él con una sonrisa mientras se levantaba-todavía me cuesta creer por qué te portas tan bien conmigo.
Tenten siguió con la mirada en el suelo, nunca soportaba mirarle a los ojos sin sonrojarse.
-Eso es porque Hyuga-dono me trata bien.
-Una esclava nunca está agradecida a sus captores-añadió él mientras ponía una mano en el picaporte de la puerta, dispuesto a irse.
-No es eso Hyuga-dono, yo lo hago de buena gana-se animó a decir ella-porque usted es la persona más importante para mí, aunque usted a penas si se fije en esta pobre esclava, lo cierto es que ya no hay manera de ocultar que lo amo y por esto que acabo de decir estoy dispuesta a recibir el peor de los castigos.
El cuarto se quedó en absoluto silencio.
-Tú no eres una vulgar esclava-dijo él-tus padres fueron gente importante de China, sabes leer y escribir, algo increíble en una mujer...
-Mis padres me vendieron al emperador de China porque no les era de utilidad Hyuga-dono-cortó-yo no valgo nada.
-Y después mi padre te trajo aquí-siguió él-y fue cuando te conocí y todo cambió.
Tenten enmudeció ante el cariz que estaba tomando la conversación.
-Cada vez que llegaba tú me recibías con una sonrisa y me curabas sin tener en cuenta todo el daño que te había hecho mi familia, siempre me sonreías a mí y yo no pude más que querer a mi pequeña Tenten-dijo usando el apodo que le había puesto-que absurdo, sabiendo que es imposible y aún así...
Se dio la vuelta y acunó el rostro de la joven en sus manos acercándose hasta fundirse en un lento beso.
FIN FLASH BACK
-Llevo casi doscientos años esperándote pero ha valido la pena porque ahora estás aquí, mi pequeña Tenten.
Las piernas de la joven fallaron, dejándola caer al suelo, mientras miles de lágrimas y de recuerdos pasaban ante sus ojos.
FLASH BACK
Sus piernas echaron a correr todo lo rápido que podían.
A penas veía a causa de las miles de lágrima que inundaban sus ojos.
Los soldados del emperador Chino habían arrestado a Neji, ella lo había visto todo oculta tras unos arbustos y ahora corría tras de sus caballos. No permitiría que nadie le hiciese daño a Neji, nunca.
Los soldados se detuvieron ante un edificio de madera improvisado donde los esperaba el emperador.
Tenten lo escuchó todo, la sentencia fue firme, Neji moriría y un brujo lo maldeciría para siempre.
Se llevó las manos a la cara, desesperada. Debía hacer algo inmediatamente. Ella sabía algo de brujería y eso debería ser suficiente para ayudarlo a él.
Entró en el edificio y abrió la puerta justo en el momento que una gran katana atravesaba el cuerpo de Neji.
-Yo condeno a tu alma a vagar sin descanso por toda la eternidad y la confino a los límites de los terrenos del Valle del Lago.
-¡No!-gritó Tenten entrando.
-Huye Tenten-dijo Neji mientras borbotones de sangre le salían por la boca.
-¡No!
-¡Es inútil esclava, tu amo está sentenciado, su alma nunca tendrá descanso!
Tenten no apartó la cara de Neji, con todo el dolor de su corazón comprendió que él no sobreviviría y que sería condenado para siempre.
-Te amo-le susurró al joven antes de levantarse.
-En ese caso, yo daré mi vida a cambio de que su alma algún día sea libre-dijo-y yo prometo que sea cuando sea iré a buscarte mi amor y entonces los dos podremos parte en paz.
Tenten arrancó la katana del cuerpo de Neji y se la clavó con decisión en su propio corazón, cayendo muerta al instante.
-¡Tenten!-exclamó Neji con el último aliento de su vida.
Una fina capa blanca salió del cuerpo de la joven, su alma.
-Algún día volveré a por ti Neji, lo juro, no olvides que te amo.
FIN DEL FLASH BACK
Tenten lloró más fuerte al darse cuenta de la verdad, su alma había viajado de un cuerpo a otro buscando desesperadamente a su amado. Ella era la esclava china.
-Neji, yo...te estuve buscando por tantos años...-murmuró-creí que mi magia no había funcionado.
Él sonrió.
-El tiempo nos ha separado pero ahora has venido a cumplir tu cometido.
-Mi padre...el de ahora-se corrigió-quiere casarme con un feudal que vive lejos de aquí, si me encuentra no volveremos a vernos.
Neji palideció, si era posible en un fantasma.
-Entonces, nosotros...
Ella hizo un gesto de silencio.
-Te juré que te encontraría y estaríamos juntos para siempre-dijo-¿te acuerdas de aquel festival de agosto?
-El de la canción, nunca lo olvidaría-dijo él.
-Recuerdo haberte dicho que por ti moriría las veces que hiciese falta...
Neji se puso serio.
-No estarás pensando... ¡no! ¡no te dejaré!
-Es la única forma de estar juntos, la única-dijo ella apuntando con una rama a su corazón y acto seguido clavándosela.
Neji vio como ella moría otra vez ante sus ojos y se desesperó al no poder hacer nada.
-Neji-susurró una voz tras él.
Se giró y vio a otro fantasma. Era ella y le sonreía.
-Por fin podemos estar juntos susurró-para siempre.
Ambos se dieron la mano mientras sus cuerpo etéreos iban desvaneciéndose, era hora de descansar. Podían irse tranquilos porque por fin volvían a estar juntos.