Escucha las mejores radios de Anime en tu celular

Autor Tema: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]  (Leído 47857 veces)

Dresti Desconectado
« en: Febrero 16, 2011, 08:42 am »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 116
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Mi foro
    • Awards
[+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« en: Febrero 16, 2011, 08:42 am »
Historia: Seducción. ¿el día o la noche?
Autora: yo, Dresti, y nadie más xD
Género: Romance
Clasificación: +18
Advertencia: Lemon y puede que más adelante algo de violencia, asi k si eres sensible no leas xD
Publicaciones: MundoSasuSaku, imperio-shippuden y anteriormente Fanfic.es(hasta k borraron mi cuenta)
 
Resumen: Sasuke Uchiha es el hijo del gran acaudalado de Konoha, es arrogante, frío y mujeriego, cada semana se le conoce una nueva 'novia', Sakura Haruno es una chica impopular, la empollona de clase, no viste atractivo y ningún chico se fija en ella, la historia empieza cuando Ino le ofrece trabajar a Sakura en su discoteca, esta como anda mal de dinero acepta, lo que no se espera es que tendrá que hacerlo atendiendo la barra y con un atuendo al que no está acostumbrada y fingiendo ser alguien que no es, ¿pero que pasa si empieza a gustarle su nueva vida? ¿cómo llevará ser la inocente Sakura Haruno de día y ser la explosiva Kristen Drave de noche? y todo es más dificil cuando su primer cliente es nada más y nada menos que un Sasuke Uchiha dispuesto a todo con tal de acostarse con ella.


Hiii! bueno aki traslado mi fic :) sera una lata volver a subirlo todo pero hago cualkier cosa x mis lectores(o casi todo xD) en fin tratare de subir los capis lo + pronto posible, el k kiera segir leyendo x donde va el fic realmente k entre en mi foro k es donde pongo primero las contis arteanime.foroactivo.com

1.

Él nunca se había dado a conocer como hombre de una sola mujer, siempre le había gustado tener a todas a sus pies pero no estar atado a ninguna, ¿él estar de novio con alguien? ja, no estaba dispuesto a perder su libertad.

Era arrogante y trataba con muy poco respeto a los demás, sobre todo a aquellos que consideraba que no merecían su atención.

Apenas si tenía 18 años y ya se había acostado con las chicas de media ciudad provocando así la ira de su padre, uno de los grandes acaudalados de la ciudad.

-¿Nunca asentarás la cabeza? me dejas en muy mal lugar delante de los demás con tu fama de mujeriego y juerguista.

Y él nunca le hacía caso, total, ¿qué le importaba lo que su padre pudiese decirle? él era dueño de su vida y nadie le decía lo que tenía o no tenía que hacer.

Apenas si prestó atención a la regañina de su padre.

Y entonces, un mensaje en el móvil.

esta noche se inaugura una nueva discoteca, ¿te unes?

Sonrió de medio lado y se fue hacia su cuarto dejando a su padre con la palabra en la boca.


Ella nunca había sido popular ni mucho menos una persona que se metiese en líos.
No llamaba la atención y más bien la gente solía reírse de ella y de su aspecto.

No tenía por costumbre vestir muy llamativa, siempre llevaba ropa holgada, sus gafas dejaban mucho que desear(eran de esas de culo de baso) y el pelo rosa lo llevaba recogido en un moño.

Cualquiera diría que tenía 18 años.

Era de la típica a la que todo el mundo ve en el instituto y la tacha de ''empollona'' y no les faltaría razón, pues de las 24 horas del día 30 las pasaba estudiando.

Por eso no entendía como se había dejado engatusar por su amiga Ino y meterse en semejante embrollo, aunque ella también se había dejado enrredar sin perdir explicaciones.

Ino era todo lo contrario a ella, una chica rubia de ojos azules muy guapa y coqueta, allí por donde iba llamaba la atención de todos los hombres, uno de ellos su actual novio, Sai.

Vivían juntas desde hacía un año y a pesar de lo poco que tenían en común ambas se llevaban muy bien y se contaban todas las cosas.

Hacía unos cuantos meses a Ino se le había ocurrido la brillante idea que ahora dejaba a Sakura en problemas.

-Sai y yo vamos a abrir una discoteca-anunció un día después de llegar de clase a la noche.

-¿Y de dónde sacaréis el dinero?-preguntó la pelirosa.

-Bueno, el padre de Sai nos lo dejará.

-¿Y qué quieres que haga yo? porque si me lo cuentas con ese tono de voz es que algo quieres que haga.

La rubia sonrió inocentemente.

-Solo quiero que nos ayudes, te pagaremos-dijo-no te puedes negar, tú misma has dicho que necesitas dinero urgentemente.

Sakura suspiró, eso era cierto, su economía no andaba muy allá.

-¿Qué queréis que haga?

-Mmm, nada importante ya te avisaré, gracias por aceptar.


Pero para nada se había pensado que Ino se atrevería a meterla como camarera y menos con aquel uniforme.

El uniforme consistía en un top azul elétrico y una minidalda del mismo color, con unas botas negras de tacón de aguja.

¿Cómo iba ella a vestirse así? y lo más extraño ¿cómo había aceptado aquello cuando Ino se lo contó todo el día anterior?

Pues muy simple, por no herir a su amiga y por el sueldo que se llevaría cada mes.

y hablando del rey de roma, en ese momento Ino llegó al apartamento.

-¿Qué haces todavía sin vestir?-le dijo su amiga-la apertura será dentro de dos horas y necesitas arreglarte.

-No me lleva dos horas vestirme Ino-dijo la pelirosa.

Ino se llevo una mano a la cara.

-Vamos a ver querida, tendrás que maquillarte y arreglarte el pelo, ah, y nada de esa actitud tímida y distante tuya ¿eh? tendrás que ser alguien diferente.

-¿Alguien diferente?-preguntó la chica con cierto temor.

-Si, quiero que saques a la Sakura explosiva que llevas dentro.

La pelirosa puso cara de espanto.

-Por favor Sakura, esta noche es muy importante, además a la apertura va a venir el hijo del mayor acaudalado de la ciudad y necesito que todo esté como deba estar.

Sakura miró de nuevo su uniforme y suspiró, en menudo papel se había metido.

-Mi reputación de niña impopular quedará tirada por el suelo, ¿qué dirán las grandes empresas cuando vean en mi curriculum que trabaje de cabaretera.

-Camarera-corrigió Ino-y no te preocupes ya había pensado en eso, te cambiarás de nombre.

Sakura se la quedó mirando.

-Por el día serás la buena e inocente Haruno Sakura y por la noche serás la explosiva Kristen Drave.

-Te odiaré toda mi vida por esto-dijo la pelirosa.

Ino sonrió.

-Lo sé, pero no te viene nada mal un ca,bio de aieres, por Dios Sakura tienes 18 años y llevas la vida de una monja de 50, tienes que salir con gente de tu edad y conocer chicos.

Las dos se quedaron en silencio.

-A ver doña jefa, ¿y como quieres que me arregle?

-De eso ya me encargo yo.

Naruto y él iban en el despampanante descapotable rojo que se había comprado hace poco.

-Oye teme, y dime ¿es verdad eso de que tu padre está enfadado por tus salidas?

-Hmp, a mi ese que diga lo que quiera.

El rubio sonrió.

-¿Y a quién te has traído hoy? ¿A Karin, a Temari, a Tenten...?

-A ninguna de esas odiosas, son unas perras que no hacen más que molestarme, cuando las quiera ya las llamaré.

-Así que hoy vamos de cacería ¿eh? ¿quién caerá esta vez en tus redes?

-Hmp, ya hemos llegado.

La entrada de la discoteca estaba abarrotada de gente, la apertura de la discoteca Daikiri había dado mucho de que hablar y la verdad es que tenía muy buena pinta, los dos se colocaron en la cola para entrar.

El guarda les dio la entrada y ambos entraron adentro.

El lugar estaba abarrotado de gente y la música sonaba a todo volumen.

Caminaron un poco y se dirigieron a la barra.

-Mira quién hay ahí Sasuke-dijo Naruto.

En frente de ellas había dos chicas que estaban bien buenas, una rubia y otra pelirosa.

La rubia le estaba explicando algo a la otra, que parecía estar muy nerviosa.

Sasuke conocía a la rubia, según tenía entendido ella y el novio eran los dueños de la discoteca, pero quién realmente llamaba su atención era la pelirosa, nunca la había visto y con solo mirar las curvas de su cuerpo el calor se le acumulaba, sobre todo en cierta zona.

Sonrió, ya había encontrado a su próxima presa.

-Y ves, un mojito se sirve así.

Ino y ella habían llegado una hora antes de la apertura para que la rubia le explicase como tenía que servir, ya que Sakura en la vida lo había hecho.

Asentió, si había entendido bien, sabría defenderse en la barra, el problema era como tratar a los clientes.

-Si ellos te hablan les sigues la conversación y ya está-repitió Ino por enésima vez-y ahora te dejo que mira como está esto lleno de gente, suerte Sakura.

La pelirosa se quedó sola en la barra.

Suspiró y se giró, quedando en frente a las botellas de las bebidas.

Aquello no estaba hecho para ella, no señor, aquel ambiente, aquella música, la gente, y sobre todo la ropa y el maquillaje.

Volvió a echarse un vistazo, el uniforme solo tapaba lo justo y necesario e Ino la había maquillado dejándola irreconocible, sobre todo por el largo pelo rosa que solía llevar recogido en un moño y que ahora caía en cascada por toda su espalda hasta rozarle el trasero.

-Hola-dijo alguien a sus espaldas.

La pelirosa se giró, su primer cliente, y casi se queda de pidra cuando sus ojos verdes chocaron con aquellos negros.

Aquel sin duda era el chico más guapo que había visto en toda su vida.

Alto, moreno y de tez blanca, con una media sonrisa altanera y una mirada traviesa pero mezclada con frialdad.

Hubiese reaccionado normal sino fuese porque aquel físico de infarto y aquella mirada que la deboraba.

Se sonrojó y trato de hablar pero solo consiguió balbucear.

Él sonrió divertido, como si acabase de empezar un juego.



2.

Sintió como la miarada del chico la quemaba.

-Ho-hola-balbuceó, sonrojada.

Apesar de la semi oscuridad de la discoteca el chico lo notó y sonrió de medio lado.

Un ardor irreconocible para Sakura le quemó el cuerpo.

El pelinegro se la comía con la mirada y ella cada vez estaba más caliente, dios mío, ¿cómo conseguía ese tío ponerla así? si ni siquiera lo conocía.

Ella, Sakura Haruno, una persona con una vida monótona y aburrida en una situación así el primer día de trabajo, aunque claro está, en su trabajo tampoco era para esperarse menos y más con aquel uniforme.

-¿Qué te pongo?-se decidió a preguntar.

Él apartó la vista del cuerpo de la chica y la clavó en sus ojos.

Sakura casi se siente estallar cuando el pelinegro le susurró su pedido al oído, rozando los labios con el lóbulo de su oreja.

-Bacardí limón.

Las manos le sudaban y temblaban y él al notarlo sonrió.

Tenía que tranquilizarse o quedaría en el mayor de los ridículos.

Se giró y fue a por la botella para servir la bebida.

¿Cómo había logrado un completo desconocido ponerla tan caliente? es más aún notaba su mirada clavada en su trasero, dios mío, es que era tan sexy que imágenes y deseos que nunca antes había tenido ahora inundaban su cabeza.

Volvió a la barra y se concentró en servir la bebida sin mirarlo ni un momento.

-¿Y cómo te llamas?-preguntó él con su seductora voz.

-Sa...etto Kristen Drave-dijo.

Estaba tan nerviosa que casi largaba su verdadero nombre.

El ojinegro ladeó la cabeza, sin dejar su continuó escrutinio mientras ella se afanaba por mirar la botella.

-¿Y cuantos años tienes Kris?

-18.

Para su pesar el vaso casi estaba lleno a reventar así que sin levantar la vista le entregó la bebida.

El chico cogió el vaso y sus manos se rozaron.

El calor parecía querer abrasar a Sakura.

-¿Y cuál es tu nombre?-preguntó ella intentando sonar indiferente.

-Sasuke Uchiha, también tengo 18.

El chico se llevó la bebida a la boca de una forma tan sexy que a Sakura casi se le escapa un sonido de placer.

-¿Quieres un trago?-preguntó él.

Ella no solía beber, pero en esos momentos de calentón, sentía que nada más podía ayudarla.

Cogió el vaso y se bebió un buen trago, a decir verdad aquello no sabía tan mal.

-¿Tienes algo que hacer después de salir del trabajo?

aiaiai, aquello estaba tomando un tono del que ella no sabía si podría seguir, le había prometido a Ino que seguiría la conversación de los clientes pero aquello estaba llegando a un extremo muy fuerte.

-N-no-contestó.

Entonces para sorpresa de ella Sasuke se levantó, puso las manos sobre la barra y se inclinó hacia ella con una mirada que mataba de lo lujuriosa que era.

-¿Vendrías conmigo?-preguntó a unos dos centímetros de la boca de la chica.

''Ay Dios ahora que hago'' se preguntó la pelirosa''es que está tan bueno...no irá...no irá''

No acabó, los labios de Sasuke se movían a un ritmo frenético sobre los de ella.

Abrió los ojos, impactada, su mente le gritaba que se partase, solo lo conocía de aquella noche y aquello no estaba siendo correcto, pero el diablo de su cabeza le instaba a corresponder a aquella llamada al deseo y por una vez accedió.

Nunca había besado a nadie por eso se le hizo tan complicado responder al exigente beso del chico.

El pelinegro le mordisqueó el labio y ella abrió la boca dejando así paso a la irrefrenable lengua de Sasuke.

Concentrada ya en el beso y en las nuevas sensaciones que estaba experimentando Sakura se pegó todo lo que pudo al cuerpo del chico(tenían la barra de por medio).

Un gemido se escapó de su boca cuando una mano de Sasuke se posó sobre su trasero y se lo apretó fuerte.

Dios se iba a morir de deseo, estaba comportándose como una fulana y le estaba dando igual.

Las manos de Sasuke eran como fuego sobre su piel y apenas si se despegaban para tomar un poco de aire antes de volver a fusionarse.

-Ejem-dijo alguien al lado de Sasuke.

Sakura y él se separaron, un chico rubio los miraba con una sonrisa pervertida.

Solo entonces Sakura fue consciente de la escena que ambos presentaban.

Sasuke tenía las manos en el trasero de ella y las de ella estaba amarradas a la camisa de él.

Se puso roja como un tomate y se apartó rápidamente de Sasuke.

-Siento interrumpir, si queréis me voy y vuelvo más tarde no quiero estrpearos la velada-dijo el rubio.

Sakura se puso aún más roja, ¿qué había hecho? eso no era propio de ella, tenía que alejarse de allí o moriría de la vergüenza.

-Eh no es igual-dijo al ver su salvación, otro cliente-debo seguir atendiendo, ¿tú querías algo?

El rubio puso cara pensativa.

-Lo mismo que le has puesto al teme-dijo con tono pícaro y en doble sentido.

Sakura se puso roja como un tomate.


Sin saber porqué el comentario que hizo su amigo no le hizo gracia.

Clavó su vista en Kristen que se había puesto como un tomate.

-Era broma-dijo Naruto-con que me pongas la misma bebida llega, por cierto me llamo Naruto ¿y tú?

-Kristen Drave-contestó Sasuke con tono afilado.

Naruo sonrió, Sasuke era demasiado territorial con sus presas y con esta sobre todo.

Kristen le tendió el vaso de Barcardí y luego se fue como alma que lleva al diablo al otro lado de la barra.

-Tú no pierdes el tiempo ¿eh?-dijo el rubio dando un sorbo a u bebeida.

Sasuke hizo lo mismo con la suya.

-La tenía casi en el bote, ¿no podías haber llegado en otro momento dobe? realmente eres una molestia-dijo el moreno ácidamente.

-Bueno, siempre podrás llamarla para quedar más tarde.

Sasuke no contestó.

-Un momento, ¿no le has pedido el número? ¿quién eres y que has hecho con Sasuke Uchiha?

-Estaba ''pensando'' en otras cosas como para preguntarle el número de teléfono.

El pelinegro hablaba con Naruto pero aún así tenía la vista clavada en el movimiento de las caderas de Kristen cada vez que esta se movía, de solo imaginar lo que sería hacerla suya y hacerle gemir su nombre, la tela del pantalón le oprimía el miembro erecto con fuerza.

-Oye teme, en mi presencia no te pongas libidinoso eh?-dijo el rubio al notar el ''estado'' de Sasuke.

El pelinegro apartó la vista de la chica, pero aún así esta parecía llamarlo co gritos silenciosos, obligándole a clavar la mirada una y otra vez en aquellas deliciosas curvas que hacía un rato había acariciado.

Cerró los ojos y se relajó, hasta que consiguió doblegar su deseo.

La chica rubia que había estado hablando con Kristen se les acercó con un teléfono en la mano.

-Eres Sasuke Uchiha ¿no?-preguntó estudiándolo con la mirada.

-Hmp, si.

-Es tu padre-dijo tendiéndole el teléfono.

Sasuke contestó sin mucha ansia.

-¿Dónde estás?-preguntó Fugaku-¿en una discoteca verdad? nunca cambias.

-No te interesa.

-Esto se va a terminar Sasuke, mañana mismo empezarás en la Universidad de Konoha.

-¡¿Qué?!

-Lo que oyes, o estudias y empiezas a hacerte responsable o te mando interno a un monasterio y dile a Naruto que su padre está aquí y que la misma advertencia va para él.

Sasuke colgó, furioso.

Tiró el teléfono de un golpe al suelo.

-Oye que me ha costado dinero-dijo la rubia-desde luego, serás guapo pero un estúpido mal educado.

Ino se marchó pero Sasuke no le prestó atención.

-¿Qué pasó?-preguntó Naruto.

-Que nos han jodido la vida-dijo Sasuke levántandose de su sitio y dirigiéndose a la salida.

Naruto lo siguió.


Hacía una hora que la discoteca había cerrado y ella e Ino volvía a casa andando.

-¿Y qué tal tu primer día? ¿has sacado a la chica explosiva que llevas dentro?-le preguntó la rubia.

Sakura no respondió, estaba roja como un tomate.

-Bueno...no me hizo falta actuar-contestó.

-Por cierto, ¿sabes que me encontré con el hijo del acaudalado de Konoha? ese chico del que te hablé, arg es un impresentable, aunque está bien bueno.

Sakura apenas prestaba atención.

-Pues eso, su padre lo llamó para echarle la regañina, parece que el nene se pasa todo el día de juerga y no da un palo al agua, pero parece que a Sasuke ya le acaba lo bueno.

Sakura se paró en seco al escuchar aquel nombre.

-¿Has dicho Sasuke?

-Si, ¿por?-dijo su amiga extrañada.

-Por nada, por nada.

Ino no podía estar refiriéndose al mismo Sasuke que ella pensaba, no por Dios, había hecho el ridículo delante del chico más guapo y rico de toda Konoha.

-Por cierto llamaron de la Universidad de Konoha-dijo Ino-empezamos mañana, estarás contenta, así podrás apartarte al menos por el día de la según tú, estúpida idea de hacerte pasar por Kristen Drave.

Sakura solo sonrió, le alegraba que la hubiesen cogido en la Universidad, pero había otra cosa que la inquietaba, ser Kristen Drave aquella noche no había sido tan malo como esperaba.

Se llevó una mano a los labios y cerró los ojos, abochornada, se había jurado dar su primer beso a su verdadero amor, y no darlo como cualquier zorra al primero que se le pusiese a tiro, no debía dejarse corromper, aunque debía de reconocer que teniendo delante a Sasuke Uchiha era difícil no dejarse llevar por su parte mñas enterrada y que ahora parecía salir aflote, la chica descarada y explosiva que guardaba bajo llave en el fondo de su interior.



3.

-Me parece muy fuerte-dijo Ino mientras cenabamos en casa.

Acababa de contarle mi aventurilla con Sasuke el día anterior y mi amiga estaba que no se le creía, normal casi que ni yo misma lo hacía.

-Y encima te llama fea esta mañana, si supiera quien eres...-dijo.

Yo ya le veía las intenciones.

-Ino, por tu bien espero que no digas nada.

-Tranquila, prometo que estaré bien calladita-dijo levantando una mano.

Las dos acabamos de cenar hablando de otras cosas.

-Por cierto, he hecho unas cuantas compras para ti-dijo arrastrándome hasta la habitación.

Me quedé de piedra cuando encima de mi cama vi cinco enormes bolsas de tiendas de ropa.

-Te hará falta para ir a trabajar-dijo la rubia.

-Pero el uniforme...

Mi amiga puso cara de culpabilidad.

-Me inventé lo del uniforme para que aceptaras ponerte otro tipo de ropa más moderna-dijo.

La taladré con la mirada, no, la fulminé.

-Es bueno saber que no tengo motivos para vestirme como tú.

-Oh, si que los tienes-dijo ella con una sonrisa-¿qué dirá Sasuke si se entera de quien eres?

Ups, no me acordaba de ese detalle.

-Esta bien-refunfuñé.

-Otra cosa-dijo mi amiga.

-Ahora no me vengas con que me has comprado más cosas-dije.

-No, no es eso, yo hoy tengo que estar antes para organizar unas cosas con Sai, el pobre ya se encarga de casi todo y de vez en cuando tengo que ayudar-dijo-así que hoy tendrás que ir tú sola, ¿te acuerdas del camino?

-Si-dije en un suspiro.

-Entonces, nos vemos dentro de hora y media-dijo ella despidiéndose.

Ino siempre igual, no me cuenta las cosas hasta el último momento.

Miro la cama y empiezo a sacar la ropa, no me sorprendo, sé de sobre como viste Ino y lo que me encuentro es como si fuese para ella.

Mini faldas, camisetas de tirantes, de manga corta, de palabra de honor, pantalones, shorts....y también tres pares de zapatos y unas cuantas joyas.

Intento pensar como ella para saber que es lo más adecuado para ponerme.

Opto por un short rosa claro y una camiseta negra con letras rosas en las que pone ''taste me''(saboreame), típico en Ino.

De zapatos cojo unas francesitas negras, me miro en el espejo.

Quito las pinzas que sujetan mi pelo en un moño y lo dejo suelto, estoy irreconocible, y lo más sorprendente es que me gusto.

Me peino bien, me pongo unos pendientes, cojo la caja de maquollaje que mi amiga me ha dejado, no estoy segura de que hacer pero intento hacerlo como Ino me dijo.

El resultado no ha sido malo, me puse la raya en los ojos y una sombra rosa claro, y gloss, si creo que se llama así.

Ya estoy lista, cojo una chaqueta del mismo color que el short, el bolso que me ha dejado Ino ayer y me marcho.

He acabado de arreglarme.

Me he puesto unos vaqueros y una camisa blanca de manga corta, me peino(o por lo menos lo intento ya que mi pelo es muy rebelde) cojo mis cosas y salgo de mi cuarto.

-¿A donde vas?-preguntó mi padre al verme pasar por delante de su despacho.

-Hmp, que yo sepa las salidas nocturnas no están prohibidas-dije.

-Va a ver a una chica-dijo Itachi apareciendo detrás mío-se llama Kristen.

Lo fulminé con la mirada, es culpa mía fiarme de mi hermano aún sabiendo que lo larga todo.

Mi padre cerró los ojos.

-¿Algún día sentarás la cabeza?-preguntó en voz baja.

-Hmp, me voy.

Me alejé de mi padre y mi hermano.

Salí a la cálida noche y entonces una sonrisa se formó en mi rostro mientras comenzaba a andar.

Hoy iba yo solo y por lo tantao nadie me interrumpiría, iba a pasar un muy buen rato con Kris.

Justo para sorpresa mía, cuando estaba llegando a la discoteca dicisé una arga cabellera rosa.

Kristen caminaba delante mío, con sus dulces y sensuales movimientos.

Me acerqué a ella y le puse una mano en el hombro.

-Buenas noches.

Ella me miró y sonrió.

-Buenas noche Sasuke-contestó con su cantarina voz, algo nerviosa, creo que por mi cercanía.

Lo que ella no sabía es que yo pretendía estar mucho más cerca.

Me gustaba ponerla nerviosa.

-¿Me has echado de menos?-le susurré al oído.

-No hemos visto ayer y...conocido-dijo alejándose un poco.

Al parecer no lo voy a tener tan fácil, me gusta, los retos difíciles son los interesantes.

Caminamos juntos, ella mirando al frente y yo con la vista clavada en ella.

-¿Y Naruto?-preguntó.

Me molesté, ¿por qué se interesaba por Naruto?

-Hmp, en su casa, castigado, ¿a caso querías verlo?

Ella alzó una ceja.

-No, pero ambos parecéis lo que se dice, ''amigos que siempre salen juntos de fiesta''

-Bueno, si me das a elegir yo prefiero con creces que me acompañes tú si quieres-dijo mientras le daba un mordisquito en la oreja.

La escuché suspirar, pero me miró decidida.

-Para quieto por favor.

-¿Te pongo nerviosa?-pregunté.

-No es eso-contestó atropelladamente.

Llegamos a la discoteca y yo me fui por el lado de los clientes y ella por el de los empleados.

Entré y esperé paciente a que apareciese por la barra.

No tardó en aparecer, esos shorts rosas y esa camiseta negra y menuda camiseta ''taste me'' decía, la hacían verse más hot de lo que ya era.

-¿Quieres algo?-me preguntó.

-A ti-contesté.

Creo que la hice sonrojar pero supo mantener el control, bien eso sería por poco tiempo, ya me encargaría yo de eso.

-Hablo en serio-dijo.

-Un cubata estaría bien-dije sin apartar la vista de ella.

Tenía todo lo que cualquier hombre pudiese desear, unas piernas largas y torneadas, un trasero perfecto y una delantera...que ya la quisiesen para si algunos equipos de fútbol, pero esa noche solo yo gozaría de ella.

No sé porque me pongo tan nerviosa al estar cerca de él, será por la forma en que me mira.

De todas formas no puedo evitar sentirme un poco enfadada por su actitud conmigo a la mañana, Uchiha es el típico que se las lleva a todas de calle, y no me extraña, pero yo no quiero caer, solo seré su amiga.

Pero cuando me dice cosas como la de ahora me desarma.

Le doy lo que me ha pedido(el cubata ¿eh?) y me voy a servir a la demás gente, hoy la discoteca está muy llena y tengo que ser rápida, algo difícil siendo el segundo día que llevo en esto.

-Te hecho una mano-me dijo él.

Lo miré boquiabierta, ¿cómo había llegado hasta ahí?

-¿Cómo has entrado?-pregunté.

El señaló el hueco que había por uno de los lados de la barra.

Empezó a ayudarme sin que yo pudiese decir nada.

-Así acabarás antes-dijo.

¿Pensaba esperarme hasta que acabase de trabajar? sería muy tarde.

-No me importa hacerlo-dijo con una sospechosa sonrisa como si supiese lo que acababa de pensar.

Entre los dos atendimos a toda la multitud, de vez en cuando nos cruzábamos y él se rozaba conmigo o me miraba y eso ya bastaba para hacerme suspirar.

Estaba tan tentador sirviendo copas y más como iba vestido, me mordí el labio inderior.

Reaccioné, no podía pensar esas cosas, no, tenía que centrarme pero era completamente imposible.

-Ya hemos acabado-dijo unas cuantas horas después.

Estaba demasiado cansada, esta noche el trabajo había sido duro, menos mal que mañana era domingo.

-¿Vamos a dar una vuelta?-me preguntó con su grave voz.

Cada membrana de mi cuerpo tembló.

-Es muy tarde-dije.

-Mañana es Sábado, anímate, no quiero volver a casa y me gustaría...conocerte mejor-dijo mirándome de arriba a abajo.

Me derretí, esa forma en que me miraba me hacía delirar.

Acabé aceptando y los dos salimos juntos.

-¿Estudias?-le pregunté para romper el hielo, y debo confesar que tambien para saber más de ´rl, aunque conocía la respuesta a la pregunta.

-Hoy empecé la Universidad obligado-dijo con su tono frío.

-¿Obligado?-eso era nuevo para mi.

-Mi padre dice que me paso toda la vida de juerga con Naruto y que debo preocuparme más por mi futuro y bla bla bla.

-Tal vez tenga razón-dije, sabiendo que la tenía.

-Hmp, pero él sabe que a mi nadie me dice lo que tengo que hacer.

-¿Y no tienes novia?

Sonrió de medio lado.

-¿Importa?

-No me gustaría ser el juguete del mujeriego de la ciudad-dije, y eso es cierto aunque en ese momento creo que no me importaría.

-No eres fácil y eso me interesa-dijo él.

Entramos en un bar.

-¿Qué quieres?-me preguntó.

-Nada.

Lo que menos me hacía falta era emborracharme con Sasuke.

-Dos tequilas-pidió.

-¿Tequila?-dije-¿estás loco? yo nunca bebo.

-Mira que bien, siempre hay una primera vez para todo.

El camarero nos sirvió y Sasuke se lo bebió todo de un trago.

En fin, no hay mal que por bien no venga.

Agarré mi vaso y me lo bebí todo, aquello sabía muy fuerte.

Y después de aquel vinieron más y en seguida empecé a notar los efectos.

En cambio el seguía tan sereno, o por lo menos lo aparentaba.

-Eres malo Sasuke-balbuceé.

-¿Por qué?

-Me has emborrachado-dije riéndome.

-Lo has hecho tú sola-contestó él también con una risa.

Vaya, parece que si le hizo efecto.

-¿Nos vamos?-preguntó.

No me creía capaz de aguantar más tiempo así y si seguía bebiendo no quería ni maginar lo que podría llegar a hacer o decir.

Sasuke lo pagó todo y los dos salimos.

Él me guiaba por la calle, me di cuenta de que no íbamos hacia la ciudad sino a las aueras.

-¿A dónde vamos?-pregunté.

Él se giró y no sé en que momento me acorraló contra la pared, no tardó ni un segundo en atrapar mis labios en un feroz beso.

Yo entre que estaba borracha y que ya no podía sostener lo que sentía me dejé llevar y le respondí con la misma intensidad.

Que bien besaba el condenado y lo caliente que me estaba poniendo, ahora mi razón quedó enterrada y solo me dejaba llevar por el mismo instinto animal que él.

Nos separamos, y entramos en un pequeño hostal, alquiló cuarto y subimos.

Sonreí, ahí la tenía, tumbada en la cama debajo mío.

Los dos estabamos borrachos, ella más que yo, pero no era el alcohol el que nos incitaba a hacer esto.

La volví a besar con furia introduciendo mi lengua en su boca y protagonizando con la de ella una infernal danza.

Dejé sus labios y me concentré en su bonito y seductor cuello.

Mordí, besé, lamí, hice de todo.

-Ahh-gimió ella.

Bendito el que la crease y me permitiese tenerla así.

Con mis manos acaricié todo ese cuerpo perfecto.

Gimió fuerte cuando le pellizqué uno de los senos por encima de la ropa.

-Sa-sasuke...espera...-murmuró empujándome un poco.

-¿Qué pasa?-pregunté ansioso.

-Yo...-dijo ella con un sonrojo-es que yo...

No me costó mucho entender y me llevé una gran sorpresa, una chica como ella y vorgen, era increíble.

La miré a los ojos pero ella aprtó la vista avergonzada.

-Que más da-dije volviéndola a besar.

El echo de que yo sería el primero lo hacía todo más excitante

El alcohol y mis caricias hicieron que no volviese a interrumpirme.

Sus manos se movían ritmicamente por mi espalda y empezaron lenta y dudosamente a inspeccionar mi cuerpo mientras yo la seguía besando en el cuello.

Le saqué la camiseta que ya me estaba estorbando y la dejé en sujetador, se veía demasiado tentadora.

Ella hizo lo mismo con mi camisa.

-Eres tan sexy...Sasuke.

La forma en que pronunció mi nombre me hizo enloquecer.

Le saqué el sujetador y comencé a lamer y succionar con desesperación uno de sus senos mientras que mi mano atendía al otro de una forma igualmente placentera.

-Ahh-gimió.

Eso es pequeña Kristen, disfruta.

Sus manos masajeaban mi cabeza y mis hombros mientras soltaba dulces gemidos.

Bajé mis manos hacia el cierre del short y se lo quité.

Ella siguiendo lo que yo hacía dirigió sus temblorosas manos a mi pantalón y lo desabrochó.

Con su mano rozó sin querer mi ya animado amigo, tuve que morderme el labio para no gemir.

Kristen me atrajo hacia si y volvimos a besarnos, rocé nuestros miembros aun cubiertos por la ropa y acariciándole los senos con las manos haciendo que ella arquease la espalda y me besase con más violencia.

Si ella era así en su primera vez, como sería cuando tuviese más experiencia.

Eso me descolocó un poco, por lo general yo no era de esos que se acostaban con una mujer varias veces, pero había algo en Kristen que me hacía tener más y más ganas de ella.

-¿Lista para un poco de sexo oral?-le susurré al oído.

-¿Q-que?-dijo-no no Sasuke por favor.

Sus suplicas no sirvieron de nada, le quité las bragas undiéndo mi cabeza en su zona íntima y estimulándola con mi lengua.

-Ahh Sasuke...para...por favor.

-Si quieres que pare-dije mirándola-deja de gemir así, me incitas.

Volví a mi trabajo haciéndola gemir, noté que en poco rato se correría, y en efecto poco después me encontré relamiendo los restos de su primer orgasmo, provocado por mi.

Ahora sus manos me agarraban la cabeza y me suplicaba que no parase.

Esta vez introducí un dedo en su cavidad, haciéndola gemir más fuerta cada vez que lo movía dentro de ella, luego fueron dos y más tarde tres, y estos no tardarían en ser sustituídos por mi miembro que ya deseaba fundirse en aquella cavidad.

Busqué a tientas mis pantalones y saqué un condón, me quité el boxer y me lo puse.

Kristen me observaba muy atenta.

-No quiero que me metas eso por ahí-dijo algo asustada-no cge.

Una carcajada se escapó de mi boca al oír aquella referencia a mi miembro.

-Cogerá-le susurré mientras me posicionaba en su entrada.

Sabía que iba a dolerle y ella también por eso me agarraba con tanta fuerza.

Se veía tan linda con los ojos cerrados, la fui penetrando poco a poco sin perderme un detalle de cada expresión que ponía, era la primera vez que lo hacía, nunca había sentido interés pero ahora si, ella fruncía el ceño y apretaba los labios debía dolerle mucho, decidí acabar con aquello y la penetré de una estocada fuerte.

Ella abrió la boca y tomó una bocanada de aire, nos quedamos quietos.

-La metiste toda de golpe-dijo con molestia-casi me matas de dolor.

Si claro, dijo eso pero ahora era ella con su movimiento de caderas la que me pedía que continuase y así lo hice.

Estar dentro de ella era tan placentero que me volví a dejar llevar por mi instinto animal.

No sé en que momento comencé a gemir yo también, pero es que aquello era delicioso, sentir sus paredes rondeándome y su trabiesa lengua jugando con mi cuello y mis hombros...

Alcanzamos un ritmo frenético en el que ambos gemíamos fuerte, ella iba a llegar pronto a su segundo orgasmo y yo no tardaría en seguirla.

-Sasuke-gimió arqueando la espalda.

-Ahh-me vine yo también.

Suerte del condón porque sino fijo que la dejaba preñada.

Me salí de ella y ambos quedamos boca arriba en la cama.

-Estoy muerta-dijo.

Sonreí, satisfecho de haber conseguido lo que quería.

Se levantó de la cama.

-¿Qué haces? ni sueñes que te dejaré marchar-le dije.

-Tengo frío y todo me da vueltas, no creas que llegaré muy lejos-dijo-además no es tan mala idea quedarse contigo.

Los dos nos pusimos nuestra ropa interior y nos metimos a dormir en la cama.

A la mañana siguiente...



4.

El sonido de mi móvil sonando me despierta.

-Mmm, que dolor-digo en medio de la oscuridad.

Me duele todo el cuerpo, en concreto la cabeza y mi zona más íntima.

No sé donde estoy, prendo la luz para encontrar el móvil y contesto.

-¿Diga?

-¡Hasta que al fin me contestas!-gritó Ino al otro lado.

Hago un gesto de dolor.

-Ino baja la voz por favor.

-¿Dónode estás Sakura?

Buena pregunta, ¿dónde estoy?

Me revuelvo en la cama en busca de una explicación y la encuentro justo a mi lado.

Me quedo sin palabras, Sasuke duerme placidamente en ropa interior a mi lado y solo entonces me doy cuenta de que yo también estoy en ropa interior.

De repente me acuerdo de todo y mi cara se pone más roja que una ensalada de tomate.

Ayer en la noche hice el amor con Sasuke.

-¿Me quieres contestar?-insistió Ino.

-Ino, ya hablaremos luego, chao-y le colgué.

Me llevé una mano a la frente y cerré los ojos, todo volvió a cobrar orden.

Habíamos tomado unos cuantos tequilas y habíamos acabado aquí.

Volví a mirar a Sasuke y una sonrisa se escapó de mis labios, no estaba segura de haberme enmorado pero estaba claro que entre él y yo existía por lo menos una gran atracción fisica que nos hacía perder la razón.

Le pase la mano por el suave pelo negro y él empezó a removerse.

Abrió sus bonitos ojos y se quedó mirándome, luego sonrió de medio lado, yo sabía que aquel había sido su objetivo, acostarse conmigo, era consciente de que me había utilizado, pero en cierto modo yo también lo utilicé a él.

Lo utilicé para liberar la carga que venía enterrando todos estos años, la parte de mi a la que le gusta ser ''mala''

Dos idiotas utilizándose mutuamente.

-Te ves bien en ropa interior-dijo-pero me gustas más sin ella.

Sonreí como nunca lo había hecho, de manera seductora.

Muchas cosas debían haber cambiado esa noche porque ni yo misma me conocía.

La distancia entre nosotros ya era mínima y acabamos comiéndonos la boca el uno a otro de forma desnfrenada como si aquella noche no hubiese existido.

Volvió a sonar el móvil, esta vez el de él.

-Mierda...-mumuró.


Como fuese Naruto o alguien de mi familia el que me molestase en ese momento me los tragaría vivos.

Pues bien no era ninguno de ellos, sino más bien Karin, una zorra a la cual no me doy sacado de encima.

-¿No contestas?-me pregunta Kris.

-No es importante-digo.

-Karin-dice al ver el nombre en la pantalla-me dijiste que no tenías novia.

Me mira con el ceño fruncido, no sé porque pero me molesta que crea que le he mentido.

-Yo no tengo novia, soy un alma libre-la miré bien observando su reacción.

Alguna que otra vez me había ganado un buen numerito después de acostarme con una y decirle eso.

-Me he dado cuenta, sabes tu fama te precede-dijo.

Arqueé una ceja, el móvil seguía sonando, Karin era incansable.

-¿Tantas esperanzas le has dado para qué no te deje en paz?-me preguntó.

-Está harta de saber lo que hay pero no le importa, ella sigue.

Me saca el móvil de la mano y dice.

-Bueno yo puedo ayudarte.

La observo contestar.

-¿Quién es?

-¿Quién eres tú? ¿dónde está mi Sasukito?-se escucha karin al otro lado.

-¿Para qué quieres hablar con mi novio?

Sonreía de medio lado, en esos momentos la cara de Karin debía de ser impagable, y debo reconocerlo me gusto cuando dijo que yo era su novio.

Maldición, debo quitarme esas cosas de la cabeza, yo no soy de esos.

-¡¿Novio?! Sasukito solo es mío.

-Bueno, pues para tu información te diré que eres la mayor cornuda del país-dijo Kris-y por otro lado felicidades, tu novio es muy bueno en la cama.

Acto seguido le colgó.

-No creo que tenga más ganas de llamar-dijo devolviéndome el móvil.

Estoy empezando a preocuparme por lo que empiezo a sentir, no es bueno amarrarse a una mujer Kristen no será la excepción.

Me levanto de la cama y me visto, bajo la atenta mirada de ella, y luego parecía inocente.

-¿No te duele la cabeza?-me preguntó mientras ella también se vestía.

-Hmp, no-contesté recuperando mi tono habitual, la verdad es que si me duele.

Ella lo notó pero hizo como si nada.

-Pues yo en cuanto llegue a casa me voy a tomar una aspirina.


Los dos salieron juntosdel hostal, el día parecía que sería tan soleado como el anterior.

Llegaba la hora de despedirse.

La verdad ninguno sabía que decir.

Sakura no se sentía ya tan segura como lo había estado en el cuarto, realmente se había enfadado un poquito al ver que Karin llamaba a Sasuke pero ella misma se daba cuenta que era inútil dejarse enamorar por un picaflores como Sasuke, sería su amiga pero nada más.

-Quiero que sepas que yo no soy como Karin-dijo-sé muy bien lo que significa esto y no voy a reclamar nada, los dos teníamos...ganas de...pasarlo bien y nada más, pero también quiero que sepas que esto no volverá a suceder, no quiero enamorarme de ti porque sé que tú nunca te atarías nadie y por eso es mejor que solo seamos amigos.

Sasuke se quedó algo sorprendido, la verdad no se había esperado aquello para nada y quizá eso hiciese que sintiese un poco más de atracción por ella.

-Hmp, me da igual.

Sakura sonrió, no porque estuviese contenta sino para dejar a entender que los dos tenían un auerdo, no pasarían de los limites de la amistad, aunque sería muy difícil aguantar a la tentación.

-Entonces...adiós-dijo la pelirosa empezando a andar.

-Oye pelirosa-dijo él frío-me debes una copa.

Estaba de espaldas al pelinegro por lo que él no pudo ver su sonrisa, ella alzó la mano a modo de despedida y después se alejó por la calle.


Creo que me he anticipado en todo lo que dije.

Eso de que no me molestaba nada de lo pasado esa noche.

En verdad no me arrepiento y no le reprocho nada a Sasuke, él ya ha dejado más que claro que no quería una relación y yo me acosté con él igual por lo cual no hay nada que discutir.

Pero en verdad ahora que pienso bien, en el fonde de mi corazón me hubiese gustado que esa escena se repitiese una y mil veces, Sasuke es muy sexy.

Entonces entró en otra parte de mi reflexión que me preocupa aún más.

¡¿Cómo puede dejarme llevar de esa manera?! ¡Sakura Haruno nunca habría hecho algo así!

Y no es que me arrepienta, precisamente ese es el tema, que no me arrepiento.

Pero en fin ahora ya es tarde para lamentarse, no puedo negar que había una parte de mi que ansiaba ser así como fui con Sasuke.

Ahora había provado el veneno y ya me había vuelto adicta.

Me encontré a Ino esperándome en la puerta de casa, puso vara de espato, a saber que cara tenía.

-Es largo de explicar-dije antes de que me preguntase-primero déjame tomar una aspirina antes de que me estalle la cabeza.

Después de que me tomase la aspirina nos sentamos a la mesa.

-Empieza-dijo mi amiga.

Yo no sabía como empezar, me daba vergüenza contarle eso a Ino(Inner: que chic más bipolar, primero es una atrevida que le echa los perros a la zorra(karin) y ahora vuelve con su timidez).

-A ver, después de trabajar me fui a tomar un tequila por ahí-dije.

-¿Con?

No contesté.

-¿Con?-insistió.

-Con Sasuke-suspiré.

Mi amiga abrió los ojos y la boca sin dejar de mirarme.

-Nos emborrachamos y entre una cosa y otra...acabamos en un hostal.

-Acostándoos-dijo mi amiga.

-Si, ala venga ya puedes echare el sermón.

Pero Ino no me echó ningún sermón.

-Bueno, yo no soy quien para decirte con quien te echas un polvo, aunque sea el bragueta floja ese.

Solté una carcajada.

-¿Y qué, como fue?-me pregunto con una sonrisita-a ver no pido detalles ¿eh?

-Ardiente-contesté de una.

-Osea que volverás a repetirlo-dijo ella.

-No, bueno al menos con él no.

Ino me miró extrañada.

-No quiero enamorarme de un tipo tan liberal como él, me haría daño, llegamos a un acuerdo y hemos quedado como amigos.

-Lo verás todos los días en clase, es más te recuerdo que él se ríe de Sakura.

Me había olvidado de ese detalle.

-No sabes mentir Sakura-dijo Ino con toda la razón del mundo-¿qué harás cuando Sasuke se encuentre a Sakura en la universidad?

-Ni hablarle-contesté-me muero como él se entere de que soy Kristen.

En ese momento alguien abrió la puerta de la calle.

-Bue...¡ala!

Sai acababa de entrar y ahora me miraba con ojos desorbitados.

-Sabía que Ino había hecho un buen trabajo pero ni en sueños me había imaginado esto-dijo-Sakura eres realmente linda.

-Gracias-dije algo sonrojada.

-¿Debo ponerme celosa?-dijo mi amiga.

Sai e acercó a ella y la besó.

-Tú eres mi chica favorita.

-Ino, me voy a cambiar-dije dispuesta a dejarles su rato a solas.

-Ni se te ocurra vestirte como tú y yo sabemos, este fin de semana será solo de Kristen.

-Oye, que necesito ser yo durante un rato.

-Creo que no habías sido tú misma tanto como está noche-dijo ella con una sonrisa.

Me puse como un tomate.

-¿Me he perdido algo?-dijo Sai.

-Nada, cariño, nada, que Sakura está aprendiendo a divertirse.
Los valientes son los que saben llorar con la cara descubierta y luchar contra el miedo. El valiente nunca se rinde.

Si Justin Bieber amenaza con saltar de un edificio:
El 85% de personas entran en depresión
El 10% le dicen que salte
Copia y pega esto en tu firma si eres del 5% de las personas que suben y le da una ayudita (lo empujan) (^w^)

Greenie Desconectado
« Respuesta #1 en: Febrero 22, 2011, 01:58 pm »

  • Blablabla!
  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 136
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
  • ¿Porqe confundimos la costumbre con el amor? :S
    • http://www.imperionippon.co.cc/foro/index.php?action=profile;u=90;sa=forumProfile
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #1 en: Febrero 22, 2011, 01:58 pm »
Me encanto!
Tiene una Trama, que Wauu, como diria Deidara-sempai "una trama explosiva" jajaj
Espero con ansias la conti!
un Beso
¿Como puedo y Sin Embargo Eres Un Presumido y un Arrogante de Primera?, pero aun asi me encantas :D


Sakuramin20 Desconectado
« Respuesta #2 en: Febrero 25, 2011, 10:28 pm »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 73
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #2 en: Febrero 25, 2011, 10:28 pm »
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!
vas a poner de nuevo todas tus historias o solo estas dos?
quiero volver a leer el chico de la habitación de alado, todas tus historias son muy buenas pero esa me trae michos bellos recuerdos *-*

Espero que si, mientras volvere a leer tus historias una vez mas

Nos vemos

Sakuramin20 :P

Dresti Desconectado
« Respuesta #3 en: Febrero 26, 2011, 07:37 am »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 116
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Mi foro
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #3 en: Febrero 26, 2011, 07:37 am »
Konnichi wa mina-san!! aki vengo con mi humilde aportacion super rapidin k tengo prisa :Den fin km dije kien haya leido ya stos caps y kiera segir el hilo de la historia por donde lo deje en la anterior pagina k entre en mi foro: arteanime.foroactivo.com y depaso echa un vistazo al foro ;D en fin k ya os dejo leer, nos vemooos 8)

5.

Ino y yo caminábamos por la calle de camino a la Universidad.

-Aún no me has contado que es lo que estuvisteis hablando ayer a la noche tú y Sasuke-dijo mi amiga mirándome con ojos de pervertida.

-Ai Ino ya te dije que quedamos como amigos-dije yo-solo estuvimos hablando de cosas banales.

-¿Cosas banales?-dijo con cara de repugna-¿te acuestas con un tío y solo hablas con él de cosas banales?

-Pues si, aunque no lo creas Sasuke es una persona con problemas como el resto del mundo.

-¿Te estuvo contando sus problemas?-`reguntó mi amiga aún más sorprendida.

-Bueno, yo no lo diría así, pero si, estuvimos hablando sobre él.

LA NOCHE ANTERIOR

Era domingo por la noche pero aún así yo tenía que ir a trabajar a la Daikiri, la discoteca.

Sai e Ino estaban sentados en unas banquetas. descansando un poco de su actividad de dueños y charlando un rato conmigo mientras yo les servía algo para beber.

-Deberías vestir así todos los días-insistió Ino por enésima vez-mira el éxito que tienes con los hombres.

Me puse roja de solo recordar lo que había pasado en los pocas noches que llevaba existiendo como Kristen.

-No me lo recuerdes Ino-le dije entre dientes-sabes que esto lo hago porque necesito el dinero, yo soy muy feliz con mi vida normal.

-Bueno, que yo sepa con Sasuke no te has acostado con Sasuke por dinero, sino por placer, reconoce que está vida te gusta más de lo que pensabas.

-¿Qué se ha acostado con quién?-preguntó Sai sorprendido mientras me miraba.

-Ino eres una bocazas-dijo toda colorada.

-¿Y qué más, seguro que él ya se lo ha contado a medio barrio, los hombres son así-dijo mi amiga.

-Gracias por la àrte que me toca-se quejó Sai.

Ino no le hizo caso.

-Me da igual-dije disimulando el bochorno que sentía-él dirá que se acostó con Kristen Drave, mi vida no se verá perjudicada.

Ino miraba hacia la entrada y sonrió.

-Como tú digas, pero ahora te toca lidiar con ''tu amigo'', viene hacia aquí.

Era cierto, Sasuke y Naruto se acercaban a la barra.

Debo reconocer que el corazón se me aceleró de una manera que nunca antes lo había hecho.

-Te dejamos sola, tenemos mucho trabajo-dijo mi amiga llevándose a rastras a su novio.

Poco después Naruto y Sasuke llegaron junto a mi.

-Buenas noches, Kris-chan, ponme algo ligero ¿si?

Le saludé con una sonrisa y pensé un poco tratando de adivinar que era ''algo ligero'' para Naruto, después de decidir le serví la bebida.

En ningún momento miré a Sasuke, aunque mis ojos luchaban contra mi mente mirándolo de reojo.

Estaba súper guapo, con una camiseta de manga corta ajustada y de color rojo y unos vaqueros negros con una cadenita, se me escapó un suspiro que quedó ahogado en la alta música.

-¿Tú que vas a querer Sasuke?-pregunté al fin.

No debía tener vergüenza, al fin y al cabo nadie sabe,excepto Ino y Sai, quien soy yo en realidad, así que técnicamente no hay ningún problema.

Me miró con esos ojazos negros y sonrió de medio lado.

-Hmp, me da igual.

Acabé por servirle lo mismo que a Naruto.

-¿Y qué tal la noche Kris-chan?-me preguntó el rubio.

-Pues bien, no hay tanto trabajo como estos días anteriores-respondí.

-Si, ya me dijo que el teme que el viernes había estado ayudándote en la barra y que después os fuistéis juntos.

Menos mal que estábamos semiaoscuras, sino verían el notable sonrojo en mis mejillas, ¿qué más le habría contado Sasuke?

Notaba la mirada del pelinegro clavada en mi, esperando mi reacción mientras tomaba un trago, entonces contesté algo que pensé que nunca diría en mi vida.

-Si, la verdad es que fue un buen polvo.

Naruto escupió el trago que se había bebido y Sasuke sonrió de medio lado, algo sorprendido, normal yo misma lo estaba.

-¿Así que vosotros dos...?-dijo Naruto señalándonos.

¿Qué no lo sabía? ahora si que había metido la pata hasta el fondo.

Debo reconocer que me sorprendió lo que dijo, nunca ninguna chica había soltado un comentario así sobre mi y después quedarse tan ancha, no paso lo mismo con Naruto que casi se ahoga con su bebida.

No pude evitar sonreír de medio lado, que dijese aquello hacía crecer mi ego enormemente, aunque yo ya sé que soy bueno en la cama, todas me lo dicen.

-Si-le contesté secamente a mi amigo.

-Pero hemos quedado como amigos-aclaró ella.

-A ver si lo entiendo-dijo el dobe-¿folláis y después quedáis como amigos? ¿me estoy perdiendo un capítulo intermedio o es que los dos os habéis vuelto locos?

-Pues si quedamos como amigos-repitió Kristen.

Habíamos quedado como amigos pero a mi no me importaría repetir de vez en cuando la noche del viernes, debía reconocer que había una gran atracción sexual entre los dos y su cuerpo parecía estar llamándome constantemente, y el hecho de saber que solo era mía lo hacía todo más excitante.

-Además no veo porque no podemos ser amigos-continuó-solo fue una noche sin importancia.

-Y yo que pensaba que era el pirado pero vosotros...os dejos solos con vuestras historias y me voy a ver si encuentro alguna novia por ahí.

Naruto nos dejó solos.

-¿Y qué tal el día?-me preguntó ella tras un rato de silencio.

-Hmp, en casa.

-Vaya parece que no lo hayas pasado muy bien.

-Creo que ya sabes que hago yo para pasarmelo bien-dijo con una media sonrisa acercándome peligrosamente a su cara.

-Si, pero esa no es una respuesta válida-contestó ella con una sonrisita.

-Mi padre me ha vuelto a echar el sermón, o me vuelvo un chico responsable o me convierto en monje.

-Vaya, pues ya puedes empezar a estudiar, sería una pena que te encerrasen en un convento-dijo.

Me reí, esta chica no es como las demás, es fácil hablar con ella.

-Si, pero soy un desastre en los estudios.

-Pues búscate a alguien bueno que te de clases particulares, así tendrás ayuda.

Me quedé pensativo, tenía razón.


EN EL PRESENTE...

-Pues suerte con vuestra amistad-dijo mi amiga no muy convencida-¿y te hizo caso cuando le dijiste lo de las clases particulares?

-Creo que si, no sé.

Habíamos llegado a la puerta de la Universidad y para mi sorpresa Naruto nos estaba esperando.

-Hola chicas, te estaba esperando Sakura-chan-dijo.

Me quedé sorprendida.

-¿A mi? ¿por qué?

-Verás...el teme y yo te agradeceríamos que...

-Os diese clases particulares-dijo Ino empezando a partirse de la risa.

Me puse roja como un tomate.

-Cl-claro.

-Genial, pues lo mejor es que empecemos la semana que viene ya te diremos de los horarios, gracias Sakura-chan-dijo dándome un fuerte abrazo.

Después se ,archó, dejándome clavada en el sitio roja como un tomate y a Ino que aún seguía riéndose.

-No tiene gracia-le dije.

-Si, si que la tiene-contestó-te ha salido el tiro por la culata, querías que Sakura no tuvoiese relación con Sasuke pero con tu brillante comentario sobre las clases particulares te ha fallado el plan.

-Pues que gran amiga tú, que te alegras de las desgracias mías-me quejé.

-Vamos Sakura, será divertido verte intentando no cometer ningún error para que no te descubran, Oh si, yo quiero estar presente, me apunto a esas clases.

-No me lo hagas más difícil Ino, tú y tus comentarios haréis que me ponga nerviosa.

-Perdona, si quieres me llevo a Naruto conmigo y os dejo a solas a Sasuke y a ti-dijo en tono de molestia fingida-para que habléis de ''cosas banales''.

Le di con el maletín en el brazo y me coloqué bien mi gorra que se me había movido a causa del abrazo.

Tenía que procurar que mi pelo no se viese o sino quedaría al descubierto.

-Es digícil acostumbrarse a ver a Sakura cuando has visto a Kristen-dijo mi amiga, de nuevo criticando mi forma de vestir.

No le hice caso y entre a la Universidad sin esperarla.


Estaba apoyado en la puerta de clase cuando Naruto llegó junto a mi corriendo.

-Ya he conseguido a alguien que nos de clases, a la mejor.

Resoplé.

-Hmp, ¿y quién es?

-Sakura-chan.

Volví a resoplar.

-¿La fea? ¿no encontraste a alguien mejor?

-Pues si no te gusta hubieses buscado tú, además es la que mejores notas saca y para que lo sepas es muy buena persona.

-Hmp.

-Le dije que ya hablaríamos con ella sobre los horarios y deja ya de poner esa cara, hay mujeres que aunque no sean bonitas son buenas, deberías aprender a fijarte en eso también.

Lo miré de arriba a abajo, él no era el más indicado para hablar de esos temas, no por nada siempre iba picando de flor en flor.

-¿Te has hecho filósofo dobe?

Iba a contestarme pero en ese momento llegó Kakashi-sensei y el resto de alumnos, entre ellos Sakura que mantenía la cabeza gacha.

-Pero que gran milagro, Uchiha y Uzumaki los primeros en llegar, me alegra que os toméis las clases tan en serio.

-Kakashi-sensei no juegue con nosotros-dijo Naruto-mire que nos jugamos la existencia en este mundo.

-Entrar en el convento de los agustinos tampoco es el fin del mundo.

Naruto y yo lo miramos significativamente.

-Desde luego, los mayores y sus ideas anticuadas, no sabéis nada de la diversión-dijo mi amigo.

-Tal vez no, pero si sé hacer unos partes tan bonitos como el que te voy a hacer ahora, felicidades Naruto, si sigues así pronto estarás pelando patas para el caldo en un convento.

Kakashi-sensei y el resto de alumnos entraron en clase.

-Que vida más injusta la del estudiante joven-dijo mi amigo con cascadas en los ojos.

Suspiré y entré en clase, dejándolo solo con su retaíla filosófica.



6.

Caminaba por la calle de camino a la discoteca, esa noche como tantas otras de aquellas dos semanas tuve que ir sola, ya que Ino tenía que llegar antes para solucionar ciertos asuntos con los subministradores de bebidas y más cosas.

Iba pensando en el asunto de las clases particulares, por cuestiones familiares ni Naruto ni Sasuke podían empezar así que decidimos que lo dejaríamos para más adelante, lo que supuso un gran respiro para mi.

La verdad es que no me gusta caminar de noche sola por la calle, no soy miedosa pero si soy consciente de que esta es una de las zonas nocturnas más conflictivas y no quiero tener problemas.

Ya estoy empezando a ponerme paranoica, me ha parecido ver la figura de una persona en una de las columnas que acabo de dejar atrás, me giro, pero no hay nadie.

-Tranquila Sakura-murmure.

Seguí caminando pero la sensación de sentirme observada continuaba, ahora hasta me parecía escuchar el sonido de pasos siguiéndome.

Empecé a caminar más rápido y ahora si que noté que alguien venía detrás mío, me giré disimuladamente y vi que dos chicos me seguían, uno de pelo rojo y otro de pelo largo y castaño.

Me asusté, estaba completamente segura de que me seguían.

Pronto me alcanzaron y se pusieron por delante mío.

-Buenas noches precios-dijo el pelirojo-¿qué haces sola a estas horas de la noche?

-Alguien podría hacerte daño-dijo el otro.

Tragué grueso pues cada vez se acercaban más a mi y pronto me tuvieron acorralada contra la pared.

En mi cara se reflejó el miedo que estaba pasando y ellos sonrieron.

-¿Estás asustada gatita?-dijo el pelicastaño pasándome una mano por la cintura, yo me removí-solo queremos pasarla bien y nada más, mamacita.

-Esa ropa que llevas te sienta muy bien-me dijo el otro.

Llevaba puesta una mini vaquera y un jersey de manga larga de color azul y con escote en forma de ''V''.

-No me toques-le dije.

-Vamos, no te hagas la estrecha, ya verás que la pasaremos bien-me dijo el pelirojo.

Sabía que no iban a dejarme, empecé a llorar.

-Dejadme.

-No mamacita te quedarás con nosotros.

-¡Ayuda!-empecé a gritar.

El pelirojo que tapó la boa y se arrimó más a mi con intención de quitarme el jersey.

-Si le ponéis un solo dedo encima mañana vuestras tripas estarán colgando del tendido eléctrico-dijo una voz.

Ellos se movieron y yo pude ver a mi salvador.

Sasuke estaba apoyado en una de las columnas, fumando un cigarrillo y fulminándolos con la mirada.

-¿Y tú quién eres?-dijo el del pelo largo.

-El que te matará como le toques un solo pelo-respondió glacial-Kristen, ven aquí.

Yo salí corriendo como alama que lleva el diablo hacia él y tan asustada como estaba me abracé a él, Sasuke me rodeó la cintura con el brazo y eso me hizo sentirme más segura.

-Nadie te dijo que pudieras dejarnos sin un buen rato con la chica-dijo el pelirojo-cuando me entere de quien eres te las verás conmigo, nadie estorba en mis planes.

-Hmp, estaré encantado de romperte esa cara de muñeco que tienes como vuelvas a aparecer delante de mis narices.

La cosa se estaba poniendo serie, eran dos contra uno, y Sasuke llevaba las de perder.

-Sasuke, vámonos por favor-le pedí-por favor vámonos ya, no quiero seguir aquí.

El pelinegro empezó a caminar sin quitar la vista de aquellos dos.

-Nos veremos pronto mamacita-gritó el pelirojo desde lejos.

Al estar libre de presión toda la angustia que había sentido y el miedo fueron expulsados en lágrimas.

-¿Te han hecho algo?-preguntó él.

-No, gracias por defenderme Sasuke.

-Hmp, si te vuelven a hacer algo les parto las piernas.

Una calided invadió mi corazón, me ponía feliz que Sasuke se preocupase por mi pero no estaba dispuesta a dejar que le pasase algo.

-Dejaré de venir por aquí y ya está-dije.

Él no contestó, entonces me di cuenta de como íbamos, yo arrimada contra su pecho y el con su brazo rodeándome la cintura. Me puse roja como un tomate, pero no dije nada, me sentía tan bien arrimada a él, Sasuke desprendía un calor reconfortante y olía muy bien.

-¿En serio quieres ir a trabajar? no parece que estés en condiciones.

Era cierto, las piernas me temblaban como nunca y sino fuese por él sería incapaz de mantenerme de pie.

-Le pediré a Ino la noche libre-dije sacando mi móvil del bolsillo de la falda.

-¿Si?

-Ino soy S...Kristen, verás es que no me encuentro bien, unos tipos me han salido en la calle y no me dejaban en paz.

-¿Te han hecho algo?-me preguntó mi amiga.

-No, por suerte Sasuke me salvó.

-¿Sasuke? ¿pero seguro que estáis bien?

-Si, no te importa que vaya para casa ¿verdad?

-Claro que no, tómate la noche libre pero ten cuidado por favor.

-Gracias Ino.

Colgué el teléfono y me separé de Sasuke.

-Buen ahora me vuelvo para casa, gracias Sasuke.

-Te acompaño.

-N-no hace falta-dije sonrojada.

-Esos tíos podían volver a hacerte algo.

Lo pensé mejor y acabé aceptando, no me apetecía más miedo por esa noche.

En todo el trayecto hacia casa caminamos en silencio, yo de vez en cuando lo miraba de reojo, se veía tan lindo, nada en comparación con el Sasuke de la Universidad, bueno después de todo yo no soy la única que tiene derecho a tener doble vida.

-Ya hemos llegado-dije-gracias por acompañarme Sasuke.

-¿Puedo subir?

Noto que la pregunta la ha puesto nerviosa, o será impresión mía, normal que estuviese nerviosa después de lo que acababa de pasar.

Apreté los puños solo de recordar como esos miserables la tocaban y de imaginar lo que le llegarían a hacer si yo no llego a tiempo.

No había tenido un buen día, la enésima bronca de mi padre, las bromas pesadas de mi hermano y el lote de deberes de la Universidad, nunca me hubiese imaginado que de camino a la Daikiri me encontrase con esa escena.

Me puse muy furioso, y sigo estándolo, nunca me he sentido así por una mujer, sentir tanta necesidad de protegerla.

-Como quieras-me contestó bajito.

Abrió la puerta del portal y entramos en el ascensor, ella sigue temblando y yo le pasé mi chaqueta, aunque presiento que no temblaba por el frío.

Entramos en el piso, no era muy grande pero si acogedor.

-Aquí vivo con Ino y con Sai, cuando viene a estar con ella-me dijo.

No sé por qué, pero la idea de ver a un hombre conviviendo con ella me deshacía.

-Hmp.

Fue al frigorífico y sacó una cerveza para mi y un zumo para ella.

-¿No eres de por aquí verdad?-le pregunté-tu nombre es extranjero.

-Mi padre es inglés pero yo soy japonesa-contestó.

Asentí.

-¿Quieres algo de comer?-me preguntó.

-No.

La observé moverse de un lado a otro en la cocina.

En cierto modo comprendía a aquellos dos, Kristen está bien buena, pero algo hace que no la vea como la primera vez, ahora es como sila viese con otro tipo de belleza, una belleza más pura.

Ella me miró y se sonrojó.

-No me mires tan fijamente-me dijo.

-¿Por qué no?

-Pues...porque me da...vergüenza que me miren tan fijamente-contestó.

-No acostumbro a apartar la vista de lo que me gusta.

Estábamos cerca, demasiado cerca, el uno del otro.

No podía más, necesitaba tanto sentirla que no me lo pensé dos veces y la besé.

Ella dudó un momento pero poco después me correspondió y permitió la entrada de mi lengua en su boca.

Empezamos suave pero luego la danza entre nuestras lenguas se hizo frenética, cada una luchaba por ganarse el control pero ninguna lo conseguía.

La agarré por la cintura y la alcé, ella me rodeó las caderas con sus piernas y se apegó más fuerte a mi.

-¿Dónde está la habitación?-le pregunté.

-Al...fondo a la...derecha-contestó.

Volvimos a fundirnos en un intenso beso y así la fui llevando hasta la habitación, esa noche no la dejaré escapar.

Llegaron a la habitación unidos en un infernal beso.

Era como si no hubiesen comido y en ese momento ante sus ojos se hayase el vocado más exquisito.

Sakura jalaba con fuerza los cabellos del azabache mientras este apretaba con fuerza su trasero.

Un momento de cordura atravesó la nublada mente de la pelirosa, se separó y lo miró.

-Esto no es lo acordado-dijo.

-¿A caso importa?-preguntó él fastidiado.

La pelirosa lo miró fijamente, tan sexy, tan provocador...por su puesto que no importaba, por lo menos no en aquel momento.

Cayeron con brutalidad sobre la cama, quedadon Sakura sentada sobre el abdomen del pelinegro.

-¿Qué voy a hacer contigo Sasuke-kun?-dijo ella sensual mientras paseaba sus manos por el pecho del chico-yo no quiero caer en este juego pero tú me obligas, si no fueses tan...perfecto.

Él sonrió de medio lado.

-A lo primero te contestaré que hagas lo que quieras y a lo segundo...ya lo sabía.

-Engreído-sonrió ella de forma lujuriosa.

Volvieron a besarse con furia.

Ella lo sabía.

Él lo sabía.

Puede que aquello los lastimase.

Ella por vrlo en un futuro con otras.

Él al no saber con quien se acostaba.

Puede que solo fuese un juego.

Pero a los dos les gustaba jugar.

Sin importar el resultado.

La pelirosa empezó a desabrochar la camisa del pelinegro y luego se la quitó.

-¿A donde se quedó la niña buena y asustada?-dijo el pelinegro divertido al ver la mirada voraz de Kristen.

-La deje guardadita en el armario-le susurró al oído antes de darle un mordisquito.

Sasuke jadeó, no sabía que le pasaba con aquella mujer, nunca en su vida se había dejado dominar en el sexo pero en ese momento estaba dispuesto a dejar que Kristen hiciese con él lo que le diese la gana, nunca se había sentido tan deseoso de hacer gemir y llegar a la locura a una mujer.

Sakura paseaba su lengua por toda la extensión del cuello del azabache mientras una de sus manos estaba enredada con la del pelinegro y la otra recorría toda la anatomía del chico, él con su mano libre hacía exactamente lo mismo.

-Esta vez seré yo la que te enseñe algunas cosas-dijo la chica-puede que sea inexperta pero conseguiré que me supliquesa.

Su lengua traviesa empezó a jugar con los pezones de Sasuke mientras este no dejaba de acariciarla por todas partes y mantenía la boca cerrada intentando controlar tantas sensaciones que en ese momento lo inadían, sobre todo en cierto sitio.

Lo que menos comprendía era como se dejaba hacer todas esas cosas pero se sentía incapaz de detener a Kristen.

La pelirosa permitió que el chico le quitase la camiseta, se sentían tan bien las manos de Sasuke recorriéndola entera...

Volvió a apoderarse de los labios del pelinegro mientras que desabrochaba el pantalón y hundía una mano dentro del boxer, tomando el miembro erecto del chico entre sus dedos.

Sasuke cerró los ojos pero ni un sonido salió de su baoca, eso no podía seguir así, guiada por su instinto la chica empezó a mover la mano de arriba a abajo en un movimiento lento y torturador, conseguiría que Sasuke pidiese más.

El pelinegro estaba al límite de su aguante, Kristen le rodeaba el miembro de tal manera que si seguía así estallaría pero lo peor vino cuando ella dejó su boca y comenzó a bajar hasta llegar a la altura de su miembro.

Sabía lo que iba a hacer.

La lengua de la chica se posó en la punta del pene delineando cada parte de esta, provocando en Sasuke olas de placer y escalofríos.

-¿Te gusta Sasuke-kun?-dijo ella dando un mordisquito en aquella zona.

Al ver que el azabache no contestaba decidió jugar un poco.

-Bueno entonces paro-dijo.

Sasuke, que ya en esos momentos estaba abandonado completamente a ella solo acertó a suplicar.

-No, no lo hagas...-susurró.

La pelirosa sonrió, al haber conseguido aquello que deseaba.

Con la punta de los dientes recorrió toda la estensión de la hombría de Sasuke, que ahora ya era incapaz de contener las oleadas de placer, se estaba humillando, si, pero Kristen era la culpable por darle tanto placer.

Se estremeció cuando la lengua de la chica jugueteó con sus testículos, ¿y ella decía que era inexperta? no se la imaginaba cuando tuviese experiencia, en la vida había tenido tan buen sexo.

No aguantaba más y se lo hizo saber a la chica.

-Kristen, métela ya, Dios.

Ella sonrió, cogió un condón colocándoselo en la boca y luego se metió todo lo que alcanzó de la erección de Sasuke al tiempo que se lo colocaba.

-Umm-gruñó él.

La ojijade succionaba y lamía toda la extensión mientras que con movimientos ascendentes y descendentes simulaba el acto de penetración.

Sasuke llevó sus manos al pelo de la pelirosa profundizando más el actó.

Toda su excitación llegó al límite acabando en la boca de la pelirosa.

La chica se incorporó y observó a Sasuke que tomaba aire a bocanadas.

-Te dije que te haría suplicar-dijo divertida.

Para nada duró su podición, Sasuke la jaló fuerte y se colocó encima de ella, le quitó toda la ropa y él se liberó por completo de la suya.

Su rodilla se abrió pasó entre las piernas de Sakura y empezó a frotar la intimidad de la chica mientras con sus manos aprisionaba sus senos y con la boca la besaba ferozmente.

-Sasuke-gimió cuando sintió la lengua del pelinegro sobre uno de sus pezones.

-El que juega con fuego se quema Kris-dijo el rozando con su aliento el erecto pezón de la chica.

Siguió con su actividad hasta que se cansó, empezó a bajar por su barriga, ella también tendría un poco de tortura.

-¡Ah, Sasuke!-gimió esta más fuerte cuando la lengua del chico rozó su clítoris.

Dsifrutaba dándole tanto placer, intrudujo su lengua todo lo que pudo en aquella exquisita cavidad y saboreó todo y más de lo que la chica tenía para entregarle.

La ojijade estaba por llegar al orgasmo cuando él se detuvo y alzó la miarada para verla.

-¿Por qué te detienes?-dijo insatisfecha.

-Tú serás mala, pero yo soy maléfico.

Volvió a besarla y sin previo aviso la penetró de una fuerte estocada.

Los ojos de Sakura se abrieron de par en par al igual que su boca que buscaba insistente el aire que Sasuke le robaba con cada embestida.

-Más...rápido-suplicó.

El pelinegro aceptó la orden sin miramientos y la embistió más rápido aún.

-No pares...no pares, por favor.

-Esa no es mi intención-dijo él agitado con una media sonrisa.

Aquello estaba llegando a un extremo irrefrenable, ninguno de los dos se controlaba, estaban abandonados a su propio deseo, hasta que empezaron a notar el familiar cosquilleo.

Pronto llegarían.

La estocadas se hicieron más profundas y certeras y el grito de Sakura al llegar al orgasmo retumbó por toda la habitación.

-Ahhh-gimió él acabando.

Se quedaron quietos, mirándose a los ojos.

-Mentería si te dijese que no me importa que mañana estés con otra-dijo la chica-pero soy consciente de lo que conyeba esto, tú siempre me lo has advertido y yo también soy culpable si me dejo llevar, no pretendo atarte Sasuke, pero esta noche quédate por favor.

Él se quedó mudo ante la sinceridad abrumadora de aquellas palabras, a pesar de estar utilizándola ella aceptaba la situación como estaba. Claro que se quedaría.

Se salió de ella y se tumbó a su lado.

-No puedo prometerte nada Kristen, yo soy como soy.

-Lo sé, de hecho creo que no estoy enamorada de ti, pero si algún día eso pasase esto se acaba, no es necesario que nadie sufra solo por un juego., pero quédate por favor.

-Quiero que sepas que eras la primera con la que...-le daba un poco de corte decir aquello-repetí.

Observó la reacción de Sakura, esta se echó a reír.

-Vaya, es bueno saberlo-dijo sonrojada.

-Y tengo ganas de volver a hacerlo-susurró.

La chica se quedó pensativa.

-La vía de la amistad no funciona-dijo ella-porque aunque quiera negarlo yo también deseo que se repita, ¿entonces como se le llama a esto?

-Amigos con derecho a roce.

-Nunca pensé que llegaría a estar así.

-¿Así cómo?

-Así con una persona, va en contra de mis pensamientos estar con alguien solo por sexo, es como si yo...fuese una puta.

-Si fueses una puta hubiese dejado que aquellos tipos te hiciesen de todo-dijo él con algo de rencor recordando la escena-pero no lo hiciste y según me has dicho, yo soy el primero que llega a estos extremos contigo, ¿es eso ser una puta?

Ella sonrió y le dio un beso.

-Bueno amigo con derecho a roce, tenemos que dormir que ya es bastante tarde.

Los dos recogieron su ropa interior y se la pusieron.

Sasuke apretó el cuerpo de la chica contra él y ella los tapó con las sábanas, mañana sería un nuevo día.

A la mañana siguiente...



7.

Ino abrió la puerta de casa silenciosamente, eran las 8 de la mañana y había tenido que pasar toda la noche arreglando unos asuntos de la discoteca y no había tenido tiempo ni siquiera para preguntarme que tal estaba, como me aclaró más adelante.

Al girarse, las llaves se le cayeron al suelo, y no era para menos ante tal escenita que tenía delante de sus ojos.

Sasuke Uchiha estaba sentado en su sofá viendo en la tele, sin camiseta (bueno, eso en realidad no le molestó) y con una lata de cerveza en la mano.

El pelinegro la miró con su típica mueca fría y luego volvió a clavar la vista en la tele.

-Sasuke el desayuno ya...está hecho-dije yo entrando en la sala en bragas y top.

Me puse roja como un tomate al ver a Ino clavada en la puerta mirándonos a los dos alternativamente.

-Ah, hola Ino-dije nerviosa.

Ino prestó toda su atención en mi.

-Bueno veo que no era necesario que me preocupase tanto-dijo-al parecer tuviste a alguien que te cuidase.

Yo me ponía carmesí por momentos.

-Em si bueno.

Sasuke se levantó como si nada del sofá y se fue andando hasta la cocina.

Ino se arrimó de inmediato a mi.

-¿pero tú estás loca?-me dijo en susurros-¿y si se llega a enterar de quién eres en realidad?

Agaché la cabeza, había estado ''demasiado ocupada'' como para pensar en eso.

-¿Y yo que sabía que las cosas iban a terminar así?

-Por Dios Sakura, dijiste que solo erais amigos-continuó en susurros.

-De hecho solo somos amigos.

Ino se llevó una mano a la cabeza y negó.

-Y yo que te tenía por alguien con cabeza y juicio, vamos a ver los amigos no se acuestan.

Ante eso yo no supe que contestar.

Ino aspiró varias veces hasta recuperar la calma.

-Tienes que decirle que se vaya.

-Pero...

-Sakura tenemos que ir a la Universidad, tienes que ir a la Universidad-especificó.

Era cierto, teníamos que ir a la Universidad y yo no podía salir vestida de Kristen.

Suspiré y eché a andar hacia la cocina donde mi Dios de la belleza desayunaba tranquilamente.

-Tendrás que irte Sasuke, sino llegaré tarde a la Universidad.

Él clavó su vista en la mía sin dejar de comer.

Era una escena tan dulce que me entraron unas ganas enormes de ir a abrazarlo pero me contuve.

-Te llevo yo-contestó.

-De eso nada, tú también tienes que ir a la tuya, o tu padre te mandará al monasterio-contesté rápidamente.

Se lo pensó mejor y acabó asintiendo.

Terminó su desayuno y se levantó, yo estaba apoyada en la puerta y al llegar junto a mi me agarró de la mano y me llevó hasta el cuarto.

Yo lo seguí con curiosidad.

Cuando entramos el cerró la puerta y se quedó mirándome.

Enseguida leí en sus ojos las intenciones que tenía, me puse colorada, si lo sé es extraño después de haberme acostado dos veces con él, pero lo hice.

-Sasuke no tenemos tiempo y además Ino anda por la casa.

Él puso una mueca molesta que me hizo mucha gracia.

Recogí su ropa del suelo y se la tiré para que acabase de vestirse.

-¿Tú no te vistes?-me preguntó al ver que solo me dedicaba a mirarlo.

-Em...no, ya lo haré cuando desayune.

Cuando acabó de arreglarse lo acompañé hasta la puerta.

-Bueno, ya nos veremos-le dije.

Él me miraba fijamente.

Y en un acto rapidísimo me dio un corto beso en los labios.

-Hasta esta noche-dijo con una media sonrisa y dándose la vuelta.

Cerré la puerta y me quedé apoyada en ella, solté un suspiro.

-¿Ya se fue?-preguntó Ino.

Asentí sin borrar la sonrisa que me había aparecido en la cara.

-Acabarás sufriendo Sakura, te conozco y sé que no eres de las de solo un lío.

-Pues ya ves que si.

-Ya, por eso sonríes como una tonta.

-Si hubieses vivido lo que yo esta noche me entenderías.

-¿Qué parte? ¿la de que casi te violan? no creo que eso me hiciese mucha gracia.

Arrugué el gesto al recordar aquel momento.

-Y ahora apúrate o llegaremos tarde.

(Sasuke)
Naruto y yo ya estábamos dentro de clase cuando Ino apareció con Sakura.

-Ahora es el momento de hablar con ella teme-dijo Naruto-tenemos que decidir sobre las clases particulares.

Gruñí, tener clases particulares con Sakura no era precisamente algo de mi agrado, sería mejor si fuesen con Kristen.

Sonreí de medio lado al recordar lo bien que me lo había pasado aquella noche, esa chica era una auténtica caja de sorpresas.

Seguí a Naruto hasta donde se sentaban Ino y Sakura.

Las dos estaban hablando cuando llegamos junto a ellas.

-Perdón chicas, él teme y yo queremos hablar contigo Sakura-chan.

Ella apartó la vista de Ino y nos miró a los dos.

Aquellos ojos verdes...se parecían mucho a los de Kristen.

-Claro, ¿q-que queréis?

Y esa voz suave, me era tan familiar pero no conseguía identificarla.

-Pues decirte que ya desde mañana podemos empezar las clases particulares-dijo Naruto-¿te parece bien en casa del teme a las 5 de la tarde?

Ella se puso roja como un tomate, como toda chica que le decían de ir a mi casa, no era nada nuevo para mi.

Asintió.

-Teme dale tu dirección.

Escribí la dirección en una papel y se la di, nuestros dedos se rozaron y una especie de calambre atravesó mi corazón.

¿Qué me pasaba? debían ser los efectos secundarios de una noche de locura porque yo en mi vida reaccionaría así por alguien como Sakura.

Ella pareció pensar lo mismo y cogió el papel y lo guardó de inmediato.

-Bueno pues allí te esperamos-dijo Naruto-girándose-¡hola Hinata-chan!

Los ojos de mi amigo estaban fijos en la chica que se sentaba a mi lado, Hinata, al parecer Naruto había encontrado algo en ella que le gustaba, pero ella solo tenía ojos para mi.

Le deseaba suerte al dobe, yo no tenía ganas en ese momento de andar de picaflor, y eso era muy extraño en mi, pero por ahora tenía a una mujer que valía por cinco a la hora de pasármelo bien con ella.

-Sasuke.

Ino me llamaba.

-Tengo un recado para ti de parte de Kristen.

Sakura a su lado se encogió y agachó la cabeza, todas se entristecían cuando hablaban de otra chica con la que hubiese estado delante de ellas.

-Hmp.

-Dice que está noche no es necesario que la vayas a buscar, dice que ya irá en taxi.

Me quedé extrañado.

-Hmp.

Algo habría pasado, ¿por qué Kristen no quería que la fuese a buscar?



8.

La pelirosa temblaba de nervios.

Estaba apostada delante de la casa de Sasuke, justo el día señalado, a la hora señalada.

Era curioso, a pesar de ir vestida como Sakura, hubiera dado todo lo que fuese por ser Kristen en ese momento, ya que tratar con el pelinegro se le hacía más fácil de esa forma.

Pero no podía ser, ahora tenía que ser Sakura, ''la fea y empollona profesora de clases particulares'', y tendría que hacer todo lo posible para que Sasuke no la descubriese.

Bueno, por suerte, Naruto también estaría presente, lo que le hacía las cosas más llevaderas.

Suspiró, era hora de enfrentarse a la realidad.

Se miró en el espejo retrovisor de un coche cercano y se aseguró de que su pelo quedase totalmente tapado por el gorro y de que su ropa estuviese lo suficientemente holgada.

Tras eso se dirigió a la puerta y pulsó el botón del timbre.

-¿Qué se le ofrece señorita?-preguntó la sirvienta que abrió la puerta.

-Em... soy Sakura, vengo a darle clases a Sasuke y a Naruto.

-¡Ah, si! el señorito Sasuke me lo dijo ayer-dijo la mujer sonriendo y cediéndole el paso-ahora mismo le guiaré hasta donde ellos le esperan.

La pelirosa siguió a la mujer mientras trataba de regularizar su respiración y nervios.

Un solo fallo, uno solo, y su doble vida quedaría al descubierto y sería el hazmerreír de todos, en especial de Sasuke.

La sirvienta se paró delante de una puerta cerrada por la cual se escuchaba el ruído de disparos, obviamente de un videojuego.

-La señorita Sakura ha llegado-anunció la mujer.

Naruto y Sasuke estaban sentados delante de la televisión jugando con la play station.

Mientras que Naruto le sonrió abiertamente, Sasuke la miró de forma indiferente.

Tenía una extraña marca violácea en el cuello, en seguida supo lo que, mejor dicho ''quien'' se la había causado.

Se sonrojó y como acto reflejo agachó la cabeza.

-Entonces será mejor que empecemos-dijo el rubio levantándose-ya puedes irte Mair.

Al parecer Naruto tenía mucha confianza, se comportaba como si estuviese en su propia casa.

Mair se marchó, dejándolos a los tres solos.

Sakura estaba cada vez más nerviosa, allí en medio de los dos, sentía la incesante mirada indiferente de Sasuke sobre ella, como si la considerase un mero insecto, y seguro que eso era lo que pensaba.

-¿Dónde vamos a dar clase?-medio susurró.

-En esa mesa-contestó el rubio, señalando una mesa situada al fondo de todo.

Dejó sus cosas allí y los tres se sentaron, ella en medio de los dos.

Sentía la mirada de Sasuke clavada en ella, solo rezaba porque no sospechase nada.

La miraba y la miraba y cada vez estaba más seguro de que algo en ella le resultaba familiar.

-¿P-por dónde empezamos?-preguntó ella nerviosa.

-Por... matemáticas aplicadas-sugirió el rubio, ajeno a todo-ambos somos un desastre.

-Hmp.

Aquello resultaba demasiado incómodo, ¿en que mal momento había aceptado darles clases particulares?

-De acuerdo, es mejor que os explique lo más elemental, supongo que sabéis hacer logaritmos-dijo mirándolos.

Sasuke miraba al suelo con mueca de indiferencia y Naruto la miraba con una sonrisa, avergonzado.

-¿Eso es una ecuación de segundo grado?

A la pelirosa se le cayó una gotita al estilo anime, un poco incómoda se giró hacia Sasuke.

-¿Tú... sabes Sasuke...?-preguntó-¿kun?-añadió al final.

El pelinegro odiaba reconocerlo pero si alguna vez había logrado hacer un logaritmo correctamente era porque estaba hasta arriba de alcohol.

Sakura no pudo evitar preguntarse mentalmente como aquellos dos habían conseguido acabar el instituto, pero no tardó en comprender, ambos eran hijos de personajes importantes de Konoha, seguro que eso había influido en sus notas.

-Tendremos que empezar por ecuaciones-dijo en un suspiro-bien id sacando los libros.

-Am... Si los libros... ya has oído Sasuke-teme los libros-dijo el rubio.

-Tenías que traerlos tú dobe-dijo el ojinegro.

Sakura empezaba a comprender el cariz de la situación.

-¿Y cómo los voy a traer si aún no los he comprado?

Perfecto, así que ninguna de ellos tenía libro.

Por lo poco que lo conocía Sakura sabía que Naruto en verdad se le había olvidado, pero a Sasuke lo conocía bastante como para saber que no los tenía a propósito.

-Deberías saber ya de antemano que yo no iba a traerlos, te recuerdo que la estúpida idea de las clases fue tuya-dijo altivamente el chico-y hubiera sido más ameno si se lo hubieses pedido a cualquier otra que no a la sabionda de clase.

Aquello fue un verdadero golpe bajo para Sakura, miró al pelinegro y solo vio desprecio en su mirada.

¿Por qué? ¿qué había hecho ella? ¿a caso Sasuke era realmente así?

-¡Cállate, teme!-gritó el rubio-Sakura-chan se ha ofrecido a darnos clase y gratis, deberías ser más agradecido.

-No pasa nada Naruto-kun-dijo ella al ver que se avecinaba una pelea-si eso piensa pues que sea así, eso no influirá en el estudio y bueno será mejor que empecemos la clase.

Sabía que la había herido, lo notaba en su cara por mucho que ella tratase de mostrarse neutral, por alguna razón se sintió un poco mal al verla así, pero pronto esa sensación desapareció de su cabeza.

La verdad es que estaba molesto porque tanto Sakura como Naruto eran un impedimento para ir a buscar a Kristen.

Ayer a la noche la había ido a esperar a casa pero ella ya no estaba, y cuando llegó a la discoteca la chica estaba tan ocupada que no le había prestado ni la más mínima atención.

No aguantaba más, sacó el móvil y le mandó un mensaje.

-Sasuke-kun...estoy explicando no es momento de...

-Mira, yo hago lo que quiero ¿ok?

La chica estaba empezando a cansarse, aunque no se sentía lo suficientemente valiente como para plantarle cara.

En ese momento su móvil empezó a sonar, tenía un nuevo mensaje.

-¿No contestas?-preguntó Naruto.

-Estamos en clase, ya miraré luego.

-Bah, Sakura-chan a nosotros no nos importa, bueno creo que el teme ya te lo ha demostrado.

Asintió y sacó el móvil, enrojeció completamente al ver el mensaje de Sasuke.

''Esta noche te iré a buscar, necesito pasarla bien contigo''

Su corazón se aceleró sobre manera, ¿que debía hacer?

Alguien llamó a la puerta, Sasuke dio permiso y Mair entró.

-Tiene una llamada de teléfono señorito.

-¿Quién es?

-La señorita Olsson.

La cara de Sasuke se arrugó en una mueca de pesadez.

-No pienso contestar-dijo-cuélgale.

Sakura observaba todo sin comprender.

-Yonehara Olsson, es hija de un importante empresario de Estados Unidos, hace apenas un mes vio una foto de Sasuke-teme y se encaprichó con él y de algún modo consiguió que su padre convenciese a Fugaku para que se casasen, ahora ella es la prometida de Sasuke.

La pelirosa se quedó de piedra, sintió como su espacio se reducía y después se expandía en padacitos por toda la estancia.

-¿Sakura-chan estás bien?

-Lo siento, hoy no podremos continuar la clase, acabo de acordarme que tengo que ir a arreglar unas cosas para mi madre que necesita urgentemente, mañana recuperamos el tiempo.

Y salió de la casa a todo correr, alejándose por la calle mientras secaba las incontables lágrimas que caían por su rostro.

Empezó a llover, empapándola de arriba a bajo, en situaciones normales se habría resguardado por temor a coger una pulmonía pero ahora eso no le importaba, solo quería alejarse lo máximo posible de Sasuke Uchiha.
--------------------------------------------------------------------------------------------

-Ya está aquí-dijo Ino entrando en la habitación de la pelirosa-es la cuarta vez que timbra.

Sakura estaba tirada boca abajo en su cama con los ojos llenos de lágrimas clavados en un punto fijo de la ventana.

-Te dije que esto acabaría así Sakura-dijo Ino desde la puerta-te avisé acerca de Sasuke pero no quisiste escucharme...

-Si yo lo sabía Ino, pero... ¿comprometido? está comprometido con una persona y aún así...

-Lo sé amiga, debes sentirte fatal.

El timbre sonó por quinta vez.

-Dile que ya me he marchado o que me encuentro mal y me quedo en casa-susurró-no quiero verlo.

-Sabes que estará en la discoteca, y le darás clases particulares todos los días, tendrás que enfrentarlo.

La pelirosa lo sabía, hundió la cara en la almohada para ahogar un nuevo sollozo.

-Por favor Ino, ahorna no quiero verlo.

-Bueno, está bien pero por lo menos vete a comer algo.

No tenía estómago, al parecer se había resfriado a causa de la lluvia y se sentía mal físicamente.

Ino la fue a tocar para levantarla.

-Sakura estás ardiendo-dijo preocupada-¿Sakura?

La pelirosa no contestó, se había desmayado.
-------------------------------------------------------------------------

Sasuke pegó un puñetazo en la pared, ¿qué coño le pasaba a Kristen que no contestaba?

Volvió a llamar por enésima vez y esta vez le contestó Ino.

-¿Si?

-Dile a Kristen que baje.

-Kristen está enferma y hoy no irá a trabajar-le contestó con voz glaciar.

-¿Qué le pasa?

A Sasuke le pareció escuchar un murmullo parecido a: ''tú sabrás''

-Se encuentra un poco mal, nada más, márchate.

Y dicho eso le colgó.

El pelinegro maldijo, ese día nada le salía bien.
----------------------------------------------------------------------------
Días después...
La flamante limusina aparcó delante de la mansión de los Uchiha.

El conductor se bajó y fue de inmediato a abrir la puerta trasera del vehículo.

De ella bajó una linda chica de largo cabello negro y ojos azules, vestida con un corto vestido lisa de color crema y un pequeño bolso blanco.

Odiaba aquella situación más que cualquier cosa.

Ella, Yoko Olsson, teniendo que sustituir a su hermana gemela en la primera cita con su prometido, aquello era el colmo.

¿Pero qué podía esperar?, Yonehara siempre había sido igual, se encaprichaba con un chico y por miedo e inseguridad siempre era ella la que se hacía pasar por Yonehara en su primera cita.

A parte que conocía de sobras a Sasuke Uchiha aunque dudaba que él se acordase de ella.

Hacía apenas un año se habían conocido en una fiesta y se estuvieron dando el lote casi todo el rato, después ella lo había pillado morreándose con otra a la salida.

Era un tipo totalmente superficial que le importaba un comino dañar los sentimientos de las mujeres con las que estaba.

Además, ella ya tenía novio y sinceramente Gaara no se había tomado nada bien que ella anduviese haciendo aquello, era un chico bastante celoso y autoritario.

Mismamente de camino a Konoha la había llamado 3 veces.

-Buenos días señorita Yonehara-saludó Mair al abrir la puerta-el señorito Sasuke está en su cuarto preparándose, bajará ahora mismo.

-Que bien-rezongó ella-lo esperaré con ansias en el salón.

-¿Quiere tomar algo?

-No, no es necesario, muchas gracias.

Como siempre nadie había notado la diferencia entre ella y su hermana, eran idénticas, aunque solo físicamente, su hermana era lo que se podía llamar una barbie hueca rematada, la típica niña rica, mientras que ella procuraba vivir con total normalidad, como cualquier otra chica de su edad, odiaba las cursilerías de los ricachones y procuraba mantenerse alejada de las cenas y comidas que organizaba su padre, hasta su novio era un chico corriente de barrio.

Poco después la puerta del salón se abrió y por ella apareció Sasuke.

Seguía igual que siempre, esa cara y esa actitud arrogantemente fría, aquella pose de ''chico way'' y esa mirada descarada.

Hubiera caído en sus redes de no ser por que lo conocía perfectamente.

-Hola Yoko-saludó él-¿no era Yonehara la que se quería casar conmigo?

La chica se quedó de piedra.

-No Sasuke-kun te equivocas yo...

El chico bufó molesto.

-Eres Yoko, me acuerdo perfectamente de ti, además solo una chica que ha estado conmigo y luego se llevó una decepción me miraría de esa forma altiva con la que lo hiciste cuando entré.

La chica se quedó sin palabras, ¿cómo lo sabía? él ni siquiera conocía a Yonehara y lo más extraño de todo era que se acordase de ella.

-He hablado con Yonehara por teléfono y casi me ha contado toda su vida, es de estas chicas que si me ve si me tira encima, tú no lo has hecho.

La chica abrió la boca de par en par pero luego la volvió a cerrar, menudo creído que era ese tío.

-Además, la foto que me mandó de ella me sonaba de algo y cuando me dijo que tenía una hermana gemela que se llamaba Yoko todo me cuadró y me acordé de ti, y en fin aquí estás Yoko.

-Impresionante-dijo ella con tono aburrido-¿el señor Uchiha quiere una medalla por tan brillante deducción?

-Hmp, con que te largues me basta, tu presencia es una molestia.

-Vaya, pues siento decirte que me quedaré aquí por una semana y tendrás que fingir que estás con Yonehara, créeme si te digo que esto resultará mucho peor para mi que para ti.

Sasuke maldijo por lo bajo, eso no podía ser verdad, si eso era cierto no tendría tanto tiempo para conseguir que Kristen le prestase atención.

Le había estado mandando mensajes durante esos tres días pero ella no le contestaba y tampoco había ido a trabajar.

No quería reconocerlo, pero realmente estaba preocupado, ¿y si realmente estaba muy enferma?

Se sacudió la cabeza, aquello no le importaba, Kristen solo había sido una más, tendía que dejar de pensar en ella y punto.

-Que pesadez-dijo.

-Yonehara deberá compensarme esto con creces-rezongó la pelinegra.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------

-¿Quieres hacerme caso cuando te hablo Sakura?-dijo Ino.

Ambas estaban en el supermercado comprando.

Ino la había convencido para salir a la calle y lo que más, de salir vestida de Kristen.

La rubia le había pedido algo pero ella se encontraba en una nube, pensando en Sasuke, como venía haciendo desde hacía tres días.

El catarro se le había curado pronto y ni siquiera sabía de donde había sacado la fuerza para presentarse a las clases particulares los dos días anteriores.

Él parecía despreocupado, tranquilo y sereno, mientras ella tenía que hacer un gran esfuerzo para no derrumbarse y que él descubriese que Sakura era Kristen.

Estaba completamente segura de que no estaba enamorada de Sasuke, ella nunca se enamoraría de alguien así, pero el hecho de que fuese una persona que era capaz de engañar a su prometida, de engañarla a ella que supuestamente era su amiga, con derecho a roce, pero amiga, le dolía muchísimo.

Se había sentido usada y humillada hasta tal punto que optó por dejar todo lo que era Kristen atrás, pero Ino se lo impidió, diciéndole que la vida seguía y no merecía la pena dejarla por un tipo como ese.

-¿Otra vez pensando en él?-dijo Ino-¿qué más tengo que hacer para que te olvides ya de ese idiota?

Tan distraídas iban andando que se chocaron contra alguien que venía de frente.

-Oh, lo siento-se disculpó Ino.

-No pasa nada-dijo la chica.

Se habían chocado contra una chica peliazul y un chico de pelo castaño y largo.

-Pero si eres Hinata, la que va en nues...digo en mi clase-dijo Ino.

-Si, y tú eres Ino.

-Ella es mi amiga Kristen-dijo la rubia.

Pero Sakura no prestaba la mayor atención

Sus ojos estaban clavados en los perla del chico que mostraba una pequeña sonrisa.

Aquel era uno de los que habían intentado aprovecharse de ella.

Las piernas empezaron a temblarle y un sudor fría le recorrió la espalda.

-Kristen, está es mi compañera Hinata, reacciona Sakura-dijo esto último en un susurro.

La chica despertó del trance y fingió una sonrisa.

-Un gusto conocerte Hinata.

La chica sonrió.

-Este es mi primo Neji-dijo presentándolo.

-Encantada, soy Ino.

El chico saludó con la mano a la rubia.

-Un placer conocerte, Kristen-dijo con una risita burlona.

-Si, claro-dijo ella sin tenderle la mano.

-Sentimos lo del carro, no nos íbamos fijando.

-Ah, no pasa nada-dijo la peliazul-no nos lastimó.

Sakura sentía la mirada de Neji abrasando por todo su cuerpo, ella se obligó a mantener la suya clavada en Ino y Hinata.

-Bueno, tenemos que irnos ya-dijo Hinata-nos vemos en la Universidad.

-Adiós-dijo Ino.

Poco después volvía a estar solas.

-Fue uno de los que me atacó-dijo la pelirosa sin más ni más-él.

-¿Neji?

Asintió.

-¿Estás segura?

-Es algo que en mi vida olvidaré, además estaba todo el rato mirándome.

-Si quieres avisamos a la policía...

-No, ya tengo demasiados problemas, déjalo estar, ahora volvamos a casa.

-De acuerdo.
Los valientes son los que saben llorar con la cara descubierta y luchar contra el miedo. El valiente nunca se rinde.

Si Justin Bieber amenaza con saltar de un edificio:
El 85% de personas entran en depresión
El 10% le dicen que salte
Copia y pega esto en tu firma si eres del 5% de las personas que suben y le da una ayudita (lo empujan) (^w^)

Hinoshi Hazuno Desconectado
« Respuesta #4 en: Febrero 27, 2011, 10:22 pm »

  • Konnichiwa, watashi ha Imperio Nipon suki desu
  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 90
  • Karma: 1
  • Sexo: Femenino
  • FaHrEnHeIt & VoCaLoId!!!!
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #4 en: Febrero 27, 2011, 10:22 pm »
Estuvo super, perdon, ya me habia leido el cap uno pero no soy mucho de los comentarios, bueno en cuanto al cap. estuvo muy bien eres de las mejores escritoras, ni yo tengo esa habilidad de narracion  mira k tengo varios fics, bueno no aki pero en otras paginas n_n''' wow me encanta, haber k día me das una ayudadita jajaja, Inner: Aun k no pueda decir lo mismo de tu firma, yo soy del 85% Yo: Callate!!! deja de insultar a la gente ¬¬ aun k no estes de acuerdo guarda tus opiniones, a ella no le gusta y punto, perdón por la intervencion de esta molestia n_nU, ok bye bye
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.

Sakuramin20 Desconectado
« Respuesta #5 en: Febrero 28, 2011, 04:20 pm »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 73
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #5 en: Febrero 28, 2011, 04:20 pm »
ayyy.. pero que bueno que es este fic, adoro leerlo, estare esperando el siguiente capitulo

Nos vemos

Sakuramin20 :P

Dresti Desconectado
« Respuesta #6 en: Marzo 04, 2011, 05:12 pm »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 116
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Mi foro
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #6 en: Marzo 04, 2011, 05:12 pm »
Holaa, aki traigo la conti^^ ya sabeis si kereis leer x donde va entrad en la direccion k di en el primer mensaje(y asi no teneis k preguntarme x el msn xD)

9.

-Esto es increíble-bufó la rubia sentada en una de las banquetas de la barra.

Después de tres días sin verle el pelo por la discoteca, razón que viene explicada por la ausencia de contacto con Kristen, el muy imbécil se atrevía a aparecer por allí con su prometida.

-No se puede ser más gilipollas-continuó.

Sakura se dedicaba a frotar los vasos vacíos con un trapo y así quitar las marcas de bebida que quedaban al fondo.

Su vista estaba clavada en la pareja, que iban agarrados de la mano, increíblemente ese hecho no le dolía, porque aunque Ino se empeñase en decir que estaba enamorada de él, Sakura podía demostrar que no era cierto.

De hecho ella misma se sorprendía al darse cuenta de ello, sentía algo por Sasuke pero estaba completamente segura de que no era amor.

Por lo cual su cara no mostró más que un rayo de desprecio en los ojos.

Le había quedado perfectamente claro que ella y Sasuke no tenían nada, es más había sido ella la que lo había recalcado, pero aún así no soportaba aquella humillación, el hecho de que él estuviese jugando a dos bandas y no se lo hubiese dicho siendo, supuestamente, ella su amiga.

-Sakura o te tranquilizas o tendré que mandarte la factura de los vasos.

La pelirosa apenas se había dado cuenta de que apretaba con una fuerza descomunal el vaso que tenía en las manos, aspiró y lo dejó encima de la mesa.

-¿Es que tengo que verlo a todas horas?-gruñó.

Ya era suficiente tener que fingir por la tarde en las clases particulares.

Así era su vida ahora, hasta con su verdadera identidad tenía que fingir, en mala hora había aceptado el trabajo de Ino, pero no, aquello no se iba a quedar así, por algún motivo que no alcanzaba a comprender cuando estaba en el papel de Kristen se sentía mucho más segura y estaba decidida a no dejar que ese estúpido se riese más de ella.

-Eso es algo en lo que tú te has empecinado-contestó su amiga-nadie te obliga a que sigas dándole clase.

-No, ¿y qué le digo? verás Sasuke no quiero seguir dándote clases porque con mi otra identidad descubrí que eres un capullo-dijo con ironía.

La rubia esbozo una sonrisa, aunque su amiga se negase a ello, haberse encontrado con el papel de Kristen la había ayudado en muchos aspectos, como por ejemplo aprender a valorarse, ahora hasta la veía más de Kristen que de Sakura...

-¿Y me dirás que es lo que tienes pensado hacer?

Sakura no contestó, en ese momento Sasuke había girado la cara y la miraba fijamente, una media sonrisa se esbozó en su rostro.

La pelirosa hizo un esfuerzo por imitarlo.

-Viene hacia aquí, yo me voy-dijo Ino.

El pelinegro se acercaba solo, dejando a su prometida esperando en una de las butacas que había en frente a la tarima.

Sakura sintió verdadera lástima y frustración por ella, la había conocido la tarde del día en que llegó, Yonehara Olsson era una chica muy amable y simpática, a parte de tener un físico espectacular, sin duda lo único que a Sasuke le importa de las mujeres.

Se sonrojó nada más pensar que siguiendo esos términos se había acercado a ella porque le parecía guapa.

No tuvo tiempo de pensar más.

-Hasta que al fin apareces-dijo el pelinegro sentándose delante de ella.

Por su parte Sakura se dedicó a trastear con los objetos de la barra, sin mirarle a los ojos y fingiendo que estaba ocupada.

-¿Por qué no has contestado a mis mensajes?

-Bueno, no me dijiste que te contestase-dijo ella intentando sonar lo más normal posible.

Escuchó como el ojinegro bufaba, claramente insatisfecho con la respuesta.

-¿Qué tal la enfermedad esa que tenías?

-Bien, ya estoy curada-contestó.

A pesar de sus esfuerzos Sasuke acabó notando que algo le pasaba.

-¿Te pasa algo?

-No.

-Estás muy rara.

La chica dejó lo que estaba haciendo y clavó la vista en los ojos curiosos de él.

-¿Por qué?

Algo en el tono de ella lo dejó descolocado.

-Hmp, estás rara.

La pelirosa no contestó.

-En fin, ¿está noche salimos por ahí? ahora estoy haciendo de niñera pero en cuanto me deshaga de esa-dijo señalando a Yonehara con el dedo-paso a buscarte.

El grado de estupefacción de Sakura estaba llegando al punto de convertirse en ira.

Le estaban dando ganas de agarrarlo por el cuello de la camisa y zarandearlo de un lado a otro y por último destartalo contra la pared.

No le había bastado con su jueguecito que ahora quería seguir tratándola como a una cualquiera y por encima riéndose también de Yonehara, en fin machitos como aquel necesitaban de una buena lección.

-Lo siento pero ya estoy ocupada, esta mañana llegó un amigo mío de América y tenemos intención de pasarla bien por ahí...muy bien-añadió con tono misterioso al final.

Una molesta punzada recorrió el interior de Sasuke, ¿a caso Kristen se estaba viendo con otro? la idea resultaba molesta, pero como él era un tipo con recursos no tenía de que preocuparse, ella que hiciese lo que le diese la gana, ya volvería a caer.

La pelirosa sonrió en su fuero interno al ver la reacción de él, sabía que diciéndole que lo sustituía por otro heriría profundamente el ego del chico, pero eso era lo que quería.

-Hmp, cuidado con las habladurías.

-Creo que tú más que nadie sabes que poco me importa eso-dijo la chica-solo es mentalidad machista.

El pelinegro arqueó una ceja.

-De igual modo que un chico, tú por ejemplo, se lía a todas las del barrio y todo el mundo piensa que es un fenómeno, una mujer como yo debería denominarse fenómena, aún así creo haber dicho que solo la pasaré bien con él, no seas mal pensado-contestó llanamente-se trata de lógica aplastante.

Y tan aplastante, el pelinegro se había quedado sin argumentos para contestar.

-Hmp.

Sakura sonrió de medio lado, al estilo de él.

-Aunque si quieres, tú amiga, tú, yo y mi amigo podríamos salir juntos, luego la noche decidirá donde acabaremos, como...y con quien.

Dicho esto se fue al otro lado de la barra, dejando a Sasuke más sorprendido que otra cosa.

Era la primera vez que una mujer lo rechazaba por otro y aún encima proponía que él conociese a ese ''otro'' y se fueran a tomar juntos unas copas tan tranquilamente.

-Se te nota tenso-dijo Yoko apareciendo detrás de él-¿quién es esa chica con la que hablabas?

-Kristen ¿te importa? ¿a caso tienes miedo de que engañe a tu hermana?

-De eso estoy segura y ya se lo advertí, no me ha hecho caso pues genial, ella misma sufrirá las consecuencias-contestó-solo preguntaba porque me suena de algo.

-Su padre es americano, tal vez la hayas visto por allí.

Pero Yoko estaba segura de que no la conocía de EE.UU

-No, no la he visto en Los Ángeles, pero me suena mucho, diría que se parece a la chica esa que va a tu casa.

-¿A Sakura?-preguntó el pelinegro-no seas absurda y conéctate las neuronas, no hay más que mirarla para darte cuenta de que Sakura a su lado es un trol.

Yoko lo miró con puro asco.

-Algún día alguien te pondrá en tu sitio y espero estar delante para verlo.

-Si, como sea, ese novio tuyo se tarda un montón, ya tengo ganas de perderte de vista.

-Tranquilo que acaba de entrar con su amigo.

Sasuke se giró con desgana hacia la puerta, quería ver la cara de idiota de ese tío, pero lo que vio lo dejó sumamente helado.

El novio de Yoko y su amigo no eran otros que los que habían atacado a Kristen.

Yoko se lanzó a los brazos del pelirojo, así que se llamaba Gaara, entonces el otro era Neji, Yoko le había hablado de ellos.

-Chicos, este es Sasuke, el prometido de mi hermana-presentó con desgana.

Ninguno de los tres dijo nada.

Detrás de Sasuke se escuchó el ruido de cristal rompiéndose.

Al girarse vio a Kristen, con el miedo y la sorpresa reflejados en su cara.

-Bien Yonehara-dijo Sasuke-ya te puedes largar con tu novio y el otro, adiós.

-Id vosotros-dijo Neji-yo me quedaré, a lo mejor encuentro a alguien con quien pasar el rato.

Los otros de se fueron.

La situación se había vuelto muy tensa, Sakura miraba a Neji, Sasuke la miraba a ella y el ojiperla se dedicaba a alternar la mirada.

No lo aguantó más y se fue al otro lado de la barra, pero aún así vio como el castaño se levantaba y la seguía.

-Tranquila, muñeca-dijo al pasar por su lado-esta noche no quiero problemas, ya tendremos otro día para conversar y demás, ahora ya sé donde encontrarte.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de la chica, aún así no se movió, no quería verle la cara.

Sasuke también se había levantado y estaba detrás de Neji.

-Lárgate de aquí-dijo.

Neji lo miró con una sonrisa y luego se fue.

-Kristen...

-Vete Sasuke-dijo ella en un tono glacial dándole la espalda.

-Pero...

-Vete-repitió.

-Hmp.

El pelinegro se giró enfadado, en serio que no la entendía.

Pero claro, no podía hacerlo porque fue incapaz de ver las lágrimas que rodaban por la cara de la pelirosa.

Lágrimas, porque su corazón le decía una cosa y su mente otra, y muy a su pesar sabiendo que la única verdad era la que decía su mente.

Mentirse a uno mismo era la peor humillación que podía sufrir, incluso más de la que había sentido cuando Sasuke la había usado.


10.

Sakura e Ino estaban sentadas en las escaleras de la entrada de la Universidad, las clases habían terminado y estaban esperando por Sai, que había quedado en ir a buscarlas.
-Hola-dijo alguien a su lado.
Hinata se sentó al lado de ella y clavó su vista al frente.
-¿Tambiéb esperas a alguien?-preguntó Ino.
La chica asintió.
-A mi primo Neji, viene a buscarme.
La sola mención del nombre hizo que Sakura se estremeciese de arriba a abajo.
Ino, que ya conocía la historia, no hizo más que incomodarse.
-Me...han dicho que le das clase a Sasuke-kun-dijo Hinata un poco sonrojada mirando a Sakura.
-Si-respondió secamente.
-T envidio-soltó de golpe.
-¿A ti te gusta?-preguntó Ino
Hinata se sonrojó aún más.
-No...es eso.
-No merece la pena-intervino Sakura-es un prepotente al que solo le importa el aspecto físico de la gente.
-Yo no creo que sea así-murmuró la peliazul-yo creo que debajo de esa fachada que lleva hay alguien sensible.
Una risa irónica escapó de los labios de la pelirosa.
-No te dejas engañar por el envoltorio-dijo-a Sasuke no le importan los sentimientos.
Hinata la miró impresionada, el rencor que destilaba la voz de Sakura era como veneno.
-Parece que no os lleváis muy bien.
-No soy el tipo de persona que le gusta a Sasuke-contestó la ojijade-y yo no soporto a la gente que humilla a los demás por ser feos, no te dejes engañar.
-¡Sakura-chan!-la voz de Naruto sonó como la pólvora en medio del campus.
La mencionada se giró, para su buena suerte, Naruto venía solo.
El chico se paró en seco cuando vio a Hinata y bajó la cabeza, cohibido.
-Hola Hinata-saludó suave.
La chica contestó con la mano.
-¿Pasa algo Naruto?-preguntó Sakura.
-Es que hoy no podré ir a clase-dijo-tengo que ir a un evento con mi padre y me llevará la tarde entera.
La cara de la ojijade demudó por completo, aquello solo significaba una cosa, estaría sola con Sasuke.
-¿Estás bien Sakura-chan?-preguntó el rubio pasándole la mano por delante de la cara.
-Si, no pasa nada-contestó-entonces nos vemos mañana.
-Si, bueno pues ya me voy, adiós chicas, adiós Hinata.
A pesar de que Naruto se había ido, Sakura continuó de pie, sin moverse un pelo.
La bocina de un coche sonó detrás de ella, al girarse vio que Sai ya había llegado.
Ino se lanzó a los brazos de su novio y le dio un fogoso beso.
Sakura la envidiaba, Ino tenía suerte de tener a alguien que no la engañaba.
-Si quieres esperamos a que llegue tu primo, para que no te quedes sola-se ofreció la pelirosa a pesar de que la idea de ver a Neji la aterraba.
-No hace falta, él siempre hace lo mismo, iros tranquilos.
La pelirosa se encogió de hombros y se subió al coche con Ino y Sai.
En el momento que el coche arrancó se sacó el gorro de la cabeza.
Llevaba el pelo recogido en dos moños y sujeto con una decena de orquillas para que no se le viese nada debajo del gorro.
Se quitó las gomas y las orquillas y dejó que el pelo rosa le cubriese todos los hombros y la cara.
-¿Estás bien?-preguntó Ino.
-¿Cómo voy a estar bien?-susurró-esta tarde tendré que enfrentarme a solas con él, estando Naruto es soportable pero...
-Si no recuerdo mal, ayer a la noche le plantaste cara-dijo Ino.
''Y después me puse a llorar como una idiota'' pensó.
-Es diferente, Kristen puede encararlo pero Sakura...
-Sois la misma persona-intervino Sai-si una puede, la otra también.
''Pero con Kristen es fácil mentir, Kristen siempre miente'' pensó.
-Si no vas le darás motivos para que desprecie a Sakura, para que te desprecie-dijo Ino-tú dijiste que no dejarías que eso pasase.
Era verdad, ella lo había prometido.
No tenía por qué escapar de él.
---------------------------------------------------------------------------------------
-¡¿Qué?!-dijo el pelinegro con el teléfono pegado a la oreja-¿y por qué le digiste que viniese? pues no, no quiero estar solo con ella, ya tengo suficiente con Yoko.
Naruto, por la otra línea, empezó a soltarle royos de que tenía que ser más amable.
-Si bueno, disfruta de tú reunión-dijo con ironía.
Al colgar el teléfono soltó un bufido.
Naruto no iría a las clases esa tarde, por consiguiente estaría a solas con el estorbo de Sakura.
Miró el reloj, para su suerte Yoko no llegaba hasta dentro de una hora, y Sakura lo haría media hora después.
-Buenos días hermanito-saludó Itachi, entrando por la puerta principal.
-Hmp.
-¿Y Yonehara?
-A saber.
-No sé Sasuke, es tu prometida, deberías tratarla mejor-dijo con una sonrisa burlona.
-Vete a la mierda.
-¿Otra vez peleando?-dijo Fugaku apareciendo por el vestíbulo-¿cuándo aprenderéis a comportaros según las normas?
-Tal vez cuando dejen de existir-musitó Iyachi, antes de desaparecer escaleras arriba.
-¿Y tú qué?-añadió Fugaku mirando a su hijo pequeño.
-¿Qué de qué?
-¿Dónde estás Yonehara?
-No lo sé-contestó con molestia.
-¿No lo sabes?-exclamó su padre-¿es tu futura mujer y no sabes donde está?
-No le tengo un localizador puesto-murmuró.
-Debes aprender a decirle que no puede salir sin decírtelo a ti antes.
Ya empezaba otra vez, Fugaku y sus charlas.
-A las mujeres si les das una mano te cogen el brazo entero, te cogen todo el dinero y luego se largan con otro a la primera de cambio.
Sasuke hacía esfuerzos por no prestar atención al pesado de su padre.
-Sino mira a la zorra de tu madre, después de engañarme me dejó por ese estúpido de su amante.
Sasuke tenía los puños apretados con firmeza.
-Aprende eso hijo, las mujeres son venenosas, no dejes que te dominen.
Dicho eso, su padre se marchó, dejándolo solo.
-¡Arg!-rugió dándole una patada a la pared.
Su padre tenía razón, todas las mujeres eran iguales, unas rameras que solo servían para engatusar y engañar a los hombres, sino que se lo dijesen a él.
Su madre se había largado con mitad del dinero de su padre y con un chaval poco mayor que Itachi, de eso hacía ya 5 años y desde esas no la había vuelto a ver.
La odiaba con toda su alma.
-¿Se encuentra bien señorito?-preguntó Mair al verlo en ese estado-¿quiere que...?
-¡No quiero nada!-gritó mirándola iracundo-¡si quisiera algo ya te lo habría pedido!
Mair bajó la cabeza abochornada.
-Lo siento señorito-se disculpó mientras se retiraba.
Enfurecido consigo mismo subió las escaleras y se encerró en su cuarto.
Minutos más tarde Yoko abrió la puerta.
-Me he encontrado a Mair llorando en la cocina cuando he llegado, no me ha querido decir que le pasaba pero creo que me hago una idea-dijo seria.
-Es la sirvienta, que se limite a servir-respondió.
Yoko alzó las cejas.
-Me preocupa que mi hermana acabe con un tipo como tú-dijo.
-¿Qué tiene de malo?
-¿No te das cuenta? eres egocéntrico, egoísta, materialista, prepotente y machista-contestó.
-¿Y qué?
-''¿Y qué?'' cualquier mujer que esté contigo acaba sufriendo, Sasuke.
-Hmp, si que te dolió que te dejase.
-Me utilizaste y no quiero que hagas lo mismo con mi hermana, ¿cuando aprenderás? las mujeres servimos para más cosas, no solo para...
-Tal vez es que estás celosa, cuando quieras repetimos-dijo.
Yoko le cruzó la cara de una cachetada.
-Yo no soy ninguna ramera tuya, a mí me respetas imbécil-luego lo miró con altanería-si tan poco valemos, ¿por qué los hombres siempre acabáis rogando que volvamos con vosotros? solo sois un puñado de idiotas.
Sasuke no supo que contestar, con esa ya iban dos mujeres que lo dejaban sin palabras.
-Potándote así no conseguirás que tu madre vuelva-dijo ella antes de irse.
-------------------------------------------------------------------------------
Sakura estaba parada en frente del espejo de su cuarto.
Llevaba puesto unos pantalones vaqueros y una fina camiseta blanca de manga larga.
Se había maquillado un poco y llevaba el pelo suelto.
Su mirada era de determinación.
Ese mismo día se acabaría todo, le diría a Sasuke la verdad y así le borraría esa sonrisa de imbécil que tenía.
Iba a decirle cuatro cosas y a enseñarle que enfadar a una mujer, en concreto a ella misma, no era nada bueno.
Cogió su bolso y salió del cuarto.
Poco después salió a la calle.
-------------------------------------------------------------------------------------
Naruto estaba apoyado en una de las ventanas con cara de soberano aburrimiento.
Todo el salón de su casa estaba lleno de gente importante de la ciudad, bien trajeados y presumiendo de sus lujos.
Se echó un vistazo de nuevo, el traje negro que le había dejado su padre le quedaba grande y el exceso de gomina en la cabeza daba el mismo efecto que si una vaca le hubiese chupado todo el cabello.
Odiaba todo aquel tipo de reuniones en las que no se hablaba de otra cosa que no fuese dinero y más dinero.
-Que aburrimiento-susurró.
Miró a su padre, que hablaba animadamente con un señor algo serio y estirado.
Luego su padre se giró y lo apuntó con el dedo mientras sonreía, luego el otro señor también lo miró.
-¡Naruto ven aquí!-lo llamó su padre.
El rubio caminó hacia allí bufando y arrastrando los pies.
-Naruto, este es el señor Hiashi, dueño de la cadena de hoteles más importante de Japón.
-Un gusto, señor-dijo con la mayor amabilidad que pudo.
Hiashi lo miró de arriba a abajo pero ninguna expresión cruzó su rostro.
-Yo también he traído a mi hija conmigo-dijo-me gutaría que la conocieses.
''Genial'' pensó el rubio, ahora le tocaría aguantar a una de esas niñas ricas y pijas.
-¡Hinata!-exclamó Hiashi.
El corazón del rubio se paró por un momento, ¿había dicho Hinata?
Sus ojos se abrieron de par en par cuando delante de él apareció la peliazul con un vestido gris perla largo que hacía juego con sus ojos.
-Naruto-kun-dijo la chica, también sorprendida de verlo.
-¿Os conocéis?-preguntó Minato.
-Vamos en la misma clase-respondió el rubio sin apartar la vista de la chica.
Un rubor cubrió las mejillas de Hinata que agachó la cabeza.
-Entonces sobran las presentaciones-dijo Minato con una sonrisa demasiado radiante.
Naruto comprendió, aquello no era un encuentro casual, aquellos dos se traían algo entre manos y al ver las miradas ansiosas que ambos les dirigían a él y a Hinata comprendió lo que pasaba.
Miró a Hinata para ver como reaccionaba, pero la ojiperla parecía no enterarse de nada.
-¿Vienes un momento Hinata?-preguntó.
Ella asintió y lo siguió hasta la ventana.
-¿Qué quieres Naruto-kun?
-Esos dos-dijo señalando a sus padres-quieren que nos casemos.
Los ojos de Hinata se abrieron aún más.
-¿Casarnos?
-Conozco esa mirada que tiene mi padre y solo significa una cosa-dijo el rubio.
-Ah...
La chica parecía abatida y Naruto no pudo evitar sentir algo de molestia, Hinata había empezado a gustarle, era una chica tranquila y que no llamaba la atención, justo lo contrario a él.
Pero él sabía que no era correspondido, como siempre, la chica que le gustaba solo tenía ojos para su amigo Sasuke.
-Ya pensaremos algo para que nos dejen-dijo.
Hinata lo miró y luego asintió.
------------------------------------------------------------------------------------
Llamaron al timbre justo en el mismo momento en el que el bajaba las escaleras para exigirle a Yoko que le pidiese perdón.
Soltó un bufido, al parecer hoy todo el mundo quería molestar.
Abrió la puerta y allí se quedó clavado como un tonto.
-Hola Sasuke ¿puedo pasar?
La chica lo miraba completamente seria.
-¿Kristen?


11.

-¿Qué haces aquí?-preguntó el pelinegro extrañado.
-Bueno...verás, es que yo...
La determinación que había sentido momentos antes había quedado reducida a cenizas.
-¿Tú qué?-preguntó el ojinegro con impaciencia.
¿Qué demonios hacía la pelirosa allí a esas horas? es más, ¿cómo sabía donde vivía?
Las manos de la pelirosa temblaban de tal manera que sentía que el bolso que llevaba se le caería al suelo.
-Yo...
El móvil de la pelirosa empezó a sonar estrepitosamente de forma que ella casi se cae al suelo del susto.
Contestó al teléfono bajo la mirada atenta de Sasuke que se recargó en el marco de la puerta.
-¿Si?
-¿Ya se lo has contado?-preguntó Ino emocionada detrás de la línea.
-En eso estaba-dijo mientras miraba al chico de reojo-pero no sé que hacer, estoy cagada de miedo.
-Lo suponía-dijo la rubia-siempre pasa lo mismo.
-Bueno, ¿y qué hubieses hecho tú si estuvieses en mi lugar?
Su amiga no contestó.
-La verdad es que creo que ni siquiera hubiese ido a su casa-dijo al final-pero bueno, debes tener fuerza para decírselo, es hora de que deje de reirse de ti ¿no?
Ino tenía razón, había que decir la verdad, y lo haría en ese mismo instante.
-De acuerdo, ahora mismo se lo diré-dijo antes de colgar.
Guardó el móvil en el bolso y tomó aire antes de girarse hacia Sasuke.
-¿Me dirás ya lo que quieres?-preguntó el pelinegro.
-Si, tengo que decirte algo muy importante, verás yo...
-¡Sasuke-kun!
Un coche se había parado en frente de la casa y de él bajó Yonehara.
Se lanzó a los brazos del plinegro y le estampó un beso en todos los morros.
Tanto la pelirosa como él se qudaron sin palabras.
-Por fin nos vemos, amor-dijo la chica.
Ante aquella escena Sakura no pudo más que sentir como su corazón se rompía en mil pedazos.
-¿Qué haces tú aquí?-preguntó el pelinegro, apartándosela de un manotazo.
Era obvio que aquella era la verdadera Yonehara ya que Yoko ni borracha se hubiese comportado así.
-¿Me extrañaste amor? ¿y quién es esa?-preguntó mirando a Sakura con desdén.
¿Qué quién era? pero si estaba cansada de saberlo, ¿qué le pasaba a esa tía? la pelirosa agachó la cabeza, había sido una estúpidez ir hasta allí, cualquier intento de llamar la atención de Sasuke sería en vano, y nunca llegaría a compararse con Yonehara.
-Hmp, no es nadie-contestó con indiferencia.
-Yo...ya me voy...-dijo dándose la vuelta y echándose a correr.
Se alejó de aquel lugar lo más rápido que pudo, sin mirar atrás, no quería volver a verle, aquel último comentario le había hecho realmente daño, sobre todo en la forma n que lo había dicho.
Ella no era nada, nunca lo sería y era una ilusa por haber pensado lo contrario.
Siempre sería igual, ella no sería nada más que la chica empollona a la que nadie quiere.
Las lágrimas rodaron por su cara como puñales, si aquello era amor, aquel sentimiento que todos defendían como lo más hermoso que existía en el mundo, o bien aquello era mentira o era de que todos eran unos embusteros, ya que lo único que ella sentía era un inmenso dolor que amenzaba con partirla en pequeños pedacitos.
Sasuke era vil y cruel con todas las mujeres, para él no existían ni amigas ni novias, solo objetos para satisfacer su deseo sexual, toda aquella galantería barata no había sido más que una artimaña, ella no le importaba.
Él mismo lo había dicho: ella no era nadie.
-------
Kristen se había marchado a todo correr sin que él tuviese tiempo de saber que había ido a decirle.
Ahora la verdadera Yonehara lo arrastraba hacia el interior de la casa.
-¿Verdad qué no te esperabas que llegase tan pronto? decidí no llamar para darte una sorpresa amor-dijo mientras se agarraba al brazo del chico.
-¿Yonehara?
Yoko salió del salón comedor con los ojos abiertos como platos pero en seguida fue a abrazar a su hermana.
Era sorprendete lo identicas y a la vez distintas que eran las dos, una: una niña mimada que solo se interesaba en sus capichos de niña rica, y la otra: una persona definible como normal.
-No sabía que venías-dijo.
-Lo sé, es que quería darle una sorpresa a Sasuke-kun y que se pusiese contento.
Yoko miró a Sasuke, estaba segura de que el pelinegro sentía de todo menos alegría.
-¿No viene hoy la chica esa, Sakura?-le preguntó.
-¿Sakura? ¿era la chica que estaba en la puerta?
-¿Quién estaba en la puerta?-preguntó Yoko.
-Una chica pelirosa-contestó su hermana con desdén.
-¿Kristen la camarera?-dijo mirando a Sasuke.
Este no contestó, es más parecía ausente.
-¿De que habláis?
-No es que una amiga de Sasuke que es pelirosa trabaja en la Daikiri, una discoteca-contestó Yoko.
Su hermana gemela arrugó la cara, en una expresión de celos.
''No te queda nada'' pensó Yoko.
-¿A dónde vas?-preguntó al ver que Sasuke salía a la calle.
-Tengo algo que hacer-contestó él.
-¿Y qué hago si viene Sakura?
-Hmp, lo que te de la gana.
-¡Sasuke-kun yo quiero ir contigo!-exclamó Yonehara.
-Tú te quedas aquí, eres un estorbo-dijo él antes de irse.
-Jo-dijo haciendo un puchero-bueno iré subiendo mi equipaje.
Mientras Yonehara fue a atender sus maletas Yoko se quedó pensativa.
¿Sasuke le había dado su dirección a una chica? aquello era muy raro y él mismo parecía sorprendido por el tema.
Luego había algo que le hacía pensar que ella había visto a Kristen en otro lugar.
Miró el reloj, pasaba de la hora acordada y Sakura todavía no llegaba.
Entonces algo pasó por su cabeza, la pelirosa siempre era muy puntual.
Una idea descabellada pasó por su cabeza.
La chica simpre vestía muy extraño y llevaba el pelo oculto en un gorra, pero una vez ella había visto un mechón de pelo de color rosa, y luego estaban aquellos ojos jade y esa forma de tratar a Sasuke, como si tuviesen algún tipo de relación profunda.
Fue hacia el listín teléfonico y buscó el teléfono de la pelirosa, era un fijo.
Según tenía entendido Sakura vivía en un apartamento con una amiga suya, Naruto para esos temas era muy entendido.
Bien, pondría a prueba sus sospechas.
Marcó el teléfono y al segundo toque contestó una voz desconocida, seguramente la amiga de Sakura.
-¿Eres Kristen?-preguntó.
-No, soy su amiga Ino, Kristen ha salido y no volverá hasta dentro de unas horas, ¿le quieres dejar un recado?
La voz de Ino sonaba extrañada.
-No, gracias, ya la llamaré más tarde.
Yoko colgó y una sonrisa cruzó sus labios.
Según aquello, Sakura y Kristen eran la misma persona.
¿Pero quién era la verdadera? ¿y con qué objetivo mantenía aquella doble identidad?
--------
Ojalá que esa noche él no apareciese por allí, sería incapaz de mirarlo a los ojos y mucho menos de mantener cualquier tipo de conversación con él.
Lo detestaba, pero más se detestaba a si misma por haber llegado a enamorarse de él aún sabiendo como era y lo único que buscaba.
Pero ahora otra cosa la preocupaba de igual manera, cuando había llegado a casa Ino le dijo que alguien había llamado preguntando por Kristen y eso la extrañaba ya que no le había dado su número a nadie.
-¿Ya estás mejor?-preguntó su amiga acercándose a ella.
-Hago lo que puedo-contestó.
-Sé que ahora no sirve de nada, pero te avisé de que algo así sucedería, ¿cómo pudiste volver a caer? todos los Uchiha son igual de machistas, bueno excepto Itachi, dicen que él por lo menos le tiene algo de consideración a las mujeres, como vivirá la señora Uchiha.
-No vive con ellos-dijo Sakura-Naruto dice que se divorció del señor Uchiha.
-No me extraña-murmuró la rubia-genial, mira quién viene por ahí.
Sakura se giró pensando que sería Sasuke pero se sorprendió al ver que era la misma Yonehara la que se dirigía hacia ella.
-Buenas noches Kristen, ¿o prefieres que te llame Sakura?-dijo la pelinegra.
La ojijade abrió los ojos de par en par, ¿cómo la había descubierto?



12.

¿Cómo es que Yonehara se había enterado de verdadera personalidad?

-Veo que te has sorprendido-dijo la pelinegra-la verdad es que no ha sido fácil resolver el misterio peo en fin tu pelo ha ayudado mucho, la próxima vez escóndelo mejor debajo de la gorra.

Sakura no sabía que decir, se había quedado muda.

-Solo quiero saber por qué haces esto, en realidad me importa bien poco que tengas una doble vida, en eso puede que nos parezcamos en algo.

La pelirosa la miró extrañada.

-Yo no soy Yonehara, soy su hermana gemela Yoko, la que acaba de llergar hoy es la verdadera Yonehara, así que como ves yo también soy una mentirosa-dijo Yoko.

La ojijade no salía de su asombro.

-Yo...no sé que decirte-dijo al fin.

-No tengo nada en contra tuya así que no tengas miedo en contarme, quizás pueda ayudarte.

Sakura lo meditó un momento, tal vez no pasaría nada si le contaba la verdad, Yoko parecía mucho más madura que su hermana.

-Está bein, te contaré, pero por favor no digas nada, y mucho menos a...

-Sasuke, vale no contaré nada, tranquila-dijo.

Sakura vio el los ojos azules de la chica que podía fiarse de ella.

-Yo nunca quise empezar todo esto-dijo-necesitaba un trabajo y mi amiga Ino me ofreció uno aquí en la discoteca y como comprenderás para trabajar aquí una no puede venir con la ropa que llevo cuando soy Sakura.

-Si, me he dado cuenta-dijo Yoko asintiendo.

-Bueno pues la primera noche que vine a trabajar lo conocí a él-continuó-y nos besamos.

Yoko no se sorprendió, aquello era muy propio de Sasuke.

-Nos hicimos amigos pero a la de poco tiempo acabamos...-la pelirosa se sonrojó a más no poder.

-Si, me imagino-cortó la otra-no me digas más, después de eso dejó de hablarte.

-No, en realidad seguimos siendo amigos-dijo Sakura-un día dos chicos intentaron pasarse conmigo y él me defendió y acabamos acostándonos otra vez.

Vaya, eso si que sorprendió a Yoko, Sasuke Uchiha nunca repetía.

-Entonces me enteré de que estaba prometido con otra y me di cuenta de que él me gustaba de verdad, quise separarme de él, pero era muy difícil cuando él me mandaba mensajes a todas horas y venía a buscarme a casa para preguntarme que me pasaba.

Yoko cada vez se sorprendía más, ¿Sasuke preocupado por lo que una mujer pensase de él?

-Hoy justamente fui a su casa para contarle la verdad, pero...bueno ya sabes con lo que me encontré y me fui corriendo.

La pelinegra asintió.

-Lleva todo el rato mandándome mensajes, para preguntarme que qué me pasa y que era lo que le quería decir-dijo enseñándole el móvil.

Yoko se quedó estupefacta, en apenas 5 horas el pelinegro le había mandado 17 mensajes.

-Fue a buscarte-dijo de repente.

La pelirosa la miró extrañada.

-Después de que te fueses nos dejó a mi hermana y amí solas y salió, ahora estoy segura de que fue a buscarte.

Pero si era verdad lo que ella misma estaba diciendo, entonces a que la llevaba todo aquello, solo cabía una posibilidad, pero le parecía tan extraña y surrealista que apenas cuajaba en su mente, ¿sería que Sasuke sentía algo más que atracción sexual por Kristen?

-Lo siento mucho-se disculpó la pelirosa-tu hermana se va a casar con él y yo te estoy contando esto.

Por la cara de Sakura empezaron a rodar unas pocas lágrimas que la chica secó rápidamente.

Se notaba que quería mucho a Sasuke y que aquella situación le dolía tremendamente.

¿Qué debía hacer ella? le gustaría ayudar a Sakura, ¿pero no significaba eso traicionar a su hermana?

Sopesó las oportunidades, la verdad es que no creía que Yonehara estuviese enamorada del pelinegro, seguro que eso era verdad, siempre que se encaprichaba con algo no paraba hasta tenerlo y luego dejaba de hacerle caso.

Al final se decidió.

-Yo te ayudaré.

Sakura la miró con ojos como platos.

-Pero tu hermana...

-Mi hermana no quiere a Sasuke, tú si, así que te ayudaré.

La pelirosa no supo que decir.

-Creo que le gustas.

-Te equivocas, a él solo le gusta Kristen, si llega a saber quien soy...

-¿Y Kristen y Sakura no son la misma persona? lo único que cambia es el envoltorio ¿no?-dijo al pelimegra-bueno, a ver si lo entiendo, tú lo que quieres es que Sasuke quiera a Sakura.

La ojijade asintió.

-Pues entonces no hay ningún problema.

Sakura creía que realmente había bastantes problemas.

-No le caigo bien.

-Por que no te esfuerzas en caerle bien, tienes que poner todo de tu parte para enseñarle a Sasuke que el físico no es lo único que importa.

-Eso es imposible.

-Te voy a decir una cosa Sakura, creo que Sasuke tiene un problema con su forma de ser, su madre los dejó cuando eran unos niños para irse con otro hombre y él no lo ha superado y creo que ese es el motivo por el que nunca quiere estar en serio con ninguna chica, porque en el fondo tiene miedo a que le vuelvan a hacer daño.

¿Su madre los había dejado? ella no sabía eso.

-Si realmente le quieres, lucha por él y hazle ver que no todas las mujeres son como su madre, que tú no le traicionarás.

Las palabras de Yoko calaron hondo en su corazón.

-¿Y qué puedo hacer?

-Lo primero de todo, es de vital importancia que no se entere de que Sakura y Kristen son la misma persona, eso fastidiaría la estrategia y segundo tienes que conseguir que Sakura y él hablen.

La pelirosa se puso roja como un tomate.

-Puedes hacerlo, yo te ayudaré-dijo guiñándole un ojo.

La puerta de la discoteca se abrió y por ella entró la persona menos apta en ese momento, Sakura palideció.

-Es él.

Yoko se giró para ver como Sasuke se dirigía hacia ellas.

-No sabes que soy Yoko, para ti sigo siendo Yonehara, ¿ok?

Asintió.

-¿Qué haces tú aquí?-preguntó Sasuke al llegar junto a ellas.

-Vaya manera de saludar tu prometida-dijo la pelinegra.

-Si bueno, lárgate que quiero hablar con Kristen.

-No tenemos nada de que hablar-dijo la pelirosa secamente.

El pelinegro alzó las cejas.

-Vienes a mi casa a decirme que quieres contarme algo, ¿y ahora me dices que no tenemos nada de lo que hablar?

-Eso he dicho, no hay nada que yo tenga que hablar contigo.

Yoko contemplaba la escena divertida, Sasuke estaba furioso y los cambios de actitud de Sakura eran brutales, podría tener futuro como actriz.

-Estoy hasta los mismísimos-murmuró el pelinegro afiladamente-¿se puede saber que coño te pasa?

-Mejor dime que coño te pasa a ti-dijo la pelirosa.

-A mi no me pasa nada.

-¡Es que realmente eres imbécil!-le gritó descargando toda la ira acumulada a lo largo de la tarde-¿qué coño te crees que soy yo? ¿una muñeca?

Sasuke se quedó sin palabras.

-¿Pero qué dices?

-¡Estás prometido Sasuke! ¿es qué piensas serle infiel a Yonehara toda tu vida?-dijo señalando a la pelinegra-¡yo no quiero amigos que tienen actitud de ''chulo piscina''!

El pelinegro se quedó a cuadros, ¿lo había llamado chulo piscina?

Yoko tenía que hacer grandes esfuerzos para no troncharse de la risa, la cara de Sasuke era impagable.

-¡Así que hadme el favor de dejarme en paz! yo no voy a participar en un juego de infidelidad, búscate a otra que te siga el juego.

-A ti lo que te pasa es que no aceptas que esté con otras, estás celosa-dijo él con una media sonrisa.

Sakura se giró hecha una furia.

-Lárgate ahora mismo o juro que te arranco los ojos-le espetó-y no te confundas conmigo yo nunca estaría con un tipo como tú que a saber cuantas veces me pondría los cuernos.

-Eso lo dices ahora pero ben que te gustó estar conmigo.

En el rostro de la pelirosa apareció una sonrisa altanera.

-Para mi tú no has sido más que un folla amigo, ¿entendido? has sido un lío pasajero, asúmelo Sasuke tú no eres el único que utiliza a los demás, y ahora lárgate me das asco.

El pelinegro apretó los puños con fuerza y tras lanzarle una mirada envenenada salió de la discoteca.

-Impresionante-dijo Yoko mientras observaba como el chico se iba.

Pero cuando se giró vio que Sakura tenía la cabeza apoyada en la barra y que su cuerpo temblaba ligeramente, estaba llorando.

Yoko sintió pena por ella y le pasó una mano por la espalda.

-Créeme que lo que él te ha dicho no lo siente de verdad-dijo incluso sorprendida de estar dando la cara por él en aquel momento-le has herido su orgullo pero en el fondo estoy segura que él no quería decirte esas cosas en ese tono, Sasuke nunca había estado tan atento con nadie.

La chica no le contestó.

-Pero tú tranquila, pronto todo esto cambiará.
Los valientes son los que saben llorar con la cara descubierta y luchar contra el miedo. El valiente nunca se rinde.

Si Justin Bieber amenaza con saltar de un edificio:
El 85% de personas entran en depresión
El 10% le dicen que salte
Copia y pega esto en tu firma si eres del 5% de las personas que suben y le da una ayudita (lo empujan) (^w^)

Sakuramin20 Desconectado
« Respuesta #7 en: Marzo 04, 2011, 06:26 pm »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 73
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #7 en: Marzo 04, 2011, 06:26 pm »
waaaaaaa... que buena que esta!!!!
es mi historia favorita, la que mas me ha gustado de las que has hecho, es impresionante.

Nos vemos

Sakuramin20 :P

Greenie Desconectado
« Respuesta #8 en: Marzo 05, 2011, 10:32 pm »

  • Blablabla!
  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 136
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
  • ¿Porqe confundimos la costumbre con el amor? :S
    • http://www.imperionippon.co.cc/foro/index.php?action=profile;u=90;sa=forumProfile
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #8 en: Marzo 05, 2011, 10:32 pm »
Holaaaaaaaa!
Dresti-chan!
simplemente ame todos los capitulos!
este fic es genial
me encanta!
un Beso espero con muchisimas ansias La conti :)
¿Como puedo y Sin Embargo Eres Un Presumido y un Arrogante de Primera?, pero aun asi me encantas :D


Dresti Desconectado
« Respuesta #9 en: Marzo 07, 2011, 10:50 am »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 116
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Mi foro
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #9 en: Marzo 07, 2011, 10:50 am »
13.

Estaba tirado tal cual largo era su cuerpo en el suelo con los ojos clavados en el techo.

¿Qué demonios le pasaba? él nunca se había sentido así y menos por una mujer.

Las palabras que Kristen le había dicho dos días atrás lo habían dejado completamente desconcertado.

Le había llamado chulo, por suavizarlo, y lo había mandado a paseo.

Pues bien, si eso era lo que ella quería, así sería, e´l nunca se arrastraría tras una mujer, no, nunca lo haría.

Pero a pesar de eso la imagen de la chica volvía a su mente una y otra vez y eso era lo ue lo tenía tremendamente furioso, tenía que olvidarla ya, inmediatamente.

Tenía otros asuntos de los cuales requerían la totalidad de su atención.

Su casa en ese momento era lo más parecido a un manicomio, y si su padre le llega a decir en ese momento que se iba a vivir con los monjes agustinos hubiese aceptado, incluso pagado por irse a vivir allí.

Si Yoko era insoportable, Yonehara pasaba con mucho la barra de persona insufrible.

Reclamaba su atención a todas horas, le hacía ir con ella de compras(más bien su padrele hacía ir de compras con ella) y todas cualquiera cosas que se le ocurriese a la pelinegra hacer en la ciudad.

Yoko seguía en casa por petición de su hermana y porque no sé que asuntos tenía que atender con un amiga.

Itachi se había borrado del mapa y no aparecía por casa ni para comer.

Para colmo no podía quedar con Naruto porque este estaba intentando convencer a Minato y a Hiashi que suspendiesen su compromiso con Hinata a pesar de estar loquito por ella.

Y lo peor de todo, si señores aún había algo peor, era el hecho de que su padre estuviese dos semanas enteras de vacaciones.

Ante tal panorama uno saltaría a los brazos de los tranquilos monjes aunque fuese con los ojos cerrados.

Tal era su situación que hasta estaba contento de que hubiese llegado la hora en la que Sakura vendría a darle clases y más por lo que tenía que decirle con respecto a un asuntito que había sucedido esa misma mañana, por lo menos así tendría una buena escusa para que nadie lo molestase.

Alguien llamó a la puerta y entró.

Se agobió al ver a cierta pelinegra pero soltó un suspiro cuando se dio cuenta de que era Yoko.

-¿Qué haces aquí?-le preguntó.

La chica se puso nerviosa, la verdad es que pensaba que no había nadie, como nadie contestó cuando llamó.

-Eh...nah pues yo...vengo a buscar una cosa que Yonehara se dejó.

Sasuke ni la miró.

La pelinegra se dirigió como una centella hacia la mesita de Sasuke y revolvió disimuladamente.

Sabía que aquello que hacía no estaba bien, pero realmente quería ayudar a Sakura, le había caído muy bien y en esos dos días se habían hecho amigas, a parte que en el fondo quería que Sasuke también dejase de lado esa especie de rencor que sentía hacia las mujeres.

Sonrió triunfal cuando encontró el trozó de papel que le había visto leer tantas noches a Sasuke y que este mantenía escondido.

Lo leería y después juzgaría que haría con él, ya que desconocía el contenido y tampoco quería meter en problmas a Sasuke.

-Ya está, adiós-dijo saliendo del cuarto.

Sasuke no respondió, ¿qué le pasaría a Yoko? estaba nerviosa, bah seguro que eran cosas de mujeres.

----------

Estaba realmente nerviosa, en estado catatónico.

Después de lo pasado la noche que Yoko habló con ella no había vuelto a ver a Sasuke porque oportunamente se había puesto enferma.

Pero ese día a la mañana lo había visto, y vaya si lo había visto.

FLASH BACK

Habían tenido clase de educación física y ahora salía del vestuario aseada y cambiada pero completamente agotada.

La verdad era culpa suya apuntarse a deporte sabiendo que era un auténtico desastre pero aún así podía decir que al menos intentaba de alguna manera mantenerse en forma.

Los dos días anteriores habían sido realmente agotadores e insufribles.

Tanto pensar en Sasuke la había sumido en una especie de pasotismo hacia el resto del mundo.

Solo Ino y Yoko la habían mantenido con el sentido puesto en el mundo, sin dejar que se convirtiese en un alma en pena.

Se miró bien en el espejo.

Llevaba todo el pelo escondido bajo la gorra, las enormes gafas marrones y la ropa holgada.

¿Como podía ser esa misma chica la que servía copas por la noche en una discoteca y un atuendo y actitud totalemente diferentes?

Ya estaba cansada, su doble vida solo le había traído problemas, odiaba a Kristen Drave pero al mismo tiempo sentía que si la perdía era como perder una parte fundamental de sí misma.

En esas estaba cuando vio en el espejo que detrás de ella pasaba cierto pelinegro con el ceño fruncido.

Según Yoko le había dicho esos dos días Sasuke estaba totalmente estresado a causa de la verdadera Yonehara, y realmente se le notaba en la cara.

Llevaba una camiseta deportiva que se le ceñía totalmente al cuerpo y unos pantalones de chándal que le sentaban realmente bien.

El pelo le goteaba de lo mojado que estaba, haciéndole más sexy de lo que ya lo era.

Justo en ese momento el se giró y la pelirosa se sonrojó por completo al saber que él se había dado cuenta de que lo había estado mirando.

Hasta pudo notar la media sonrisa fanfarrona que tanto le caracterizaba.

-¿Me mirabas?-preguntó tras de ella, rozando su aliento con la nuca de la pelirosa.

-N-no, era solo que esta-ba busca-ando a Ino-contestó totalmente nerviosa y con el corazón a mil.

No entendía por qué se ponía así, cuando días atrás le había llamado chulo piscina, pero la verdad es que cuando era Sakura se sentía intimidada por él.

Él la miró con disgusto.

-Si tal vez fueses más guapa...

Aquello molestó sobremanera a la chica, ¿ya estábamos de nuevo con eso?

-Si fuese más guapa me fijaría en chicos guapos-se atrevió a susurrar.

Si lo hubiese mirado habría descubierto la expresión impagable del chico, como si le hubiesen dado un tortazo.

Después Sasuke se marchó sin más.

FIN DEL FLASH BACK

Y ahí volvía a estar, delante de la puerta de aquella enorme casa donde le esperaba un buen rato a solas con Sasuke.

Antes incluso de que llamase la puerta se abrió y una mano la arrastró hacia adentro.

Era Yoko.

-Pensé que no llegabas, Dios que nerviosa estoy.

Y era cierto, temblaba incluso aún más que la misma Sakura.

-Tal vez lo que hago está mal, debería ayudar a mi hermana, pero creo que esto es lo justo, ¿estás preparada?-preguntó atropeyadamente.

La ojijade asintió.
Yoko dio una vuelta alrededor de ella para comprovar que su aspecto era el correcto y que no se le veía ni un triste pelo.

-Bien, perfecto, él te espera arriba, suerte y luego ya me contarás.

Dicho esto la dejó sola.

Sakura subió las escaleras muy lentamente intentando no llegar nunca al piso de arriba, para su desolación llegó antes de lo esperado encontrándose con un hombre de pelo castaño oscuro canoso y con porte altivo.

Sin duda alguna, Fugaku Uchiha, el parecido con Sasuke era sorprendente.

La miró con desprecio, lo cual le hizo sentirse infinitamente pequeña, y luego la escaneó con la mirada quedando muy claro que su estilo de vestir quedaba muy distante de lo que a él le gustaba por la forma en que torció la boca.

-Soy Haruno Sakura-se presentó educadamente tendiéndole la mano-vengo a darle clases a Sasuke.

-Lo sé-contestó friamente-espero que hagas bien tu trabajo y que no intentes nada con mi hijo, estás lejos de ser lo que quiero para él, por cierto yo no le doy la mano a las mujeres.

Con esto la dejó sola en medio del pasillo y con la mano estendida en el aire.

Menudo machista era aquel hombre, solo le había faltado llamarla basura.

Apartó esos pensamientos de su mente y se dirigió hacia el cuarto de Sasuke.

Él la esperaba con la mirada clavada en la ventana, sentando en su cama.

-Pasa-ordenó, a lo cual ella obedeció.

Dejó las cosas sobre la mesa y se quedó quieta de pie.

-Así que según tú yo no soy guapo ¿eh?-dijo retándola con la mirada-siento decirte que eres la única que no opina eso.

La pelirosa se puso roja hasta la punta de los pies.

Sasuke se había levantado y estaba frente a ella.

-¿A caso los guapos son la gente como tú?-dijo burlándose.

La pelirosa cada vez se sentía más abochornada.

-¿A caso debo empezar a decir que eres guapa?

-Nunca he dicho eso-contestó bajito.

-Bien, porque no es cierto, así que limítate a hacer lo que tienes que hacer, dar clase.

La ojijade se sentó en una de las sillas, con la cabeza aún gacha y empezando a sacar los libros.

Su mente le gritaba que se defendiese, pero ni una triste palabra salió de su boca.

Cobarde, como siempre e intimidada por aquel pelinegro.

-¿Ahora te pondrás a llorar o qué? no estoy para numeritos.

La pelirosa apretó el libro con fuerza, aquello ya estaba siendo demasiado.

-No voy a llorar, porque no hay motivos para hacerlo-intentó hablar lo más tranquila posible.

-Mejor así, me ahorras la vergüenza.

Una risita irónica escapó de los labios de la pelirosa.

-Creo que tendré que hacer una lista de las cosas que le molestan al señor-dijo-¿cuál será la peor de todas? ¿tal vez que soy fea? ¿tal vez que soy llorona? ¿tal vez que soy mujer?

Esto último lo soltó mirando al pelinegro con furia.

Aquella fuerza que desprendían los ojos de Sakura lo había hecho enmudecer y un intenso escalofrío lo recorrió de arriba a abajo.

-Pensaba que mi única función aquí era la de enseñar pero como veo que no soy de agrado mejor que coja la puerta y esto se acaba-dijo más relajada-seré fea, llorona y mujer, pero ante todo soy un ser humano al que respetar, así que me voy.

Sasuke no sabía que decir, la chica estaba recogiendo sus cosas pero él seguía meditando en los que le había dicho, por alguna razón aquello le recordaba la escena vivida con Kristen, ¿qué les pasaba últimamente a las mujeres?

-En el mundo la palabra humano, es tanto hombre como mujer-susurró la chica.

Al oír aquellas palabras el corazón de Sasuke se congeló.

FLASH BACK

Tenía nueve años y estaba sentado jugando a ninjas en su cuarto cuando su madre entró.

-¿Que haces Sasuke?

-Jugar a ninjas con los muñecos-contestó.

-¿Y por qué no juegas con esos ninjas de ahí?-dijo su madre al ver el montón de muñecos de ninjas apartados del resto.

-Porque son mujeres-contestó el niño con naturalidad-papá dice que no valen para ser ninjas.

Su madre se sentó a su lado y le acarició el pelo.

-Escúchame Sasuke, independientemente de lo que diga tu padre tú no debes creer en esas cosas.

-¿Por qué no?

-Porque en el mundo la palabra humano, es tanto hombre como mujer-dijo la pelinegra.

FLASH BACK

Antes de que Sakura llegase a salir del cuarto la agarró del jersey.

-No te vayas, no te he despedido-dijo secamente.

-Espero que esto no se vuelva a repetir-dijo ella roja como una remolacha.

-Hmp.

14.

El despertador sonó por tercera vez en la mesita de noche que había justo al lado de la cama de la pelirosa.
-¿Hn?
Se llevó una mano al despeinado cabello y lo retiró lentamente de su cara.
-Buenos días-saludó la persona que menos esperaba, sentada al lado de su cama.
Se incorporó con los ojos abiertos como platos y se sentó, pellizcándose en el brazo para cerciorarse de que aquello era cierto.
Y lo era, Sasuke Uchiha estaba sentado en la silla de su escritorio mirándola fijamente y haciendo rodar una de sus gomas del pelo en el dedo índice.
Primero le entró la confusión, ¿qué hacía él allí? ¿Cómo había entrado? y luego la invadió el pánico, a escasos metros de Sasuke se encontraban las ropas que utilizaba cuando era Sakura y las gafas.
-¿Qué haces aquí?
Su corazón latía desenfrenadamente, ¿se habría dado cuenta ya? miró fijamente al chico pero la cara de Sasuke era tan inexpresiva como siempre.
-Venía a preguntarte que era eso tan importante que ibas a decirme aquel día y por qué demonios me trataste así delante de Yonehara-dijo molesto.
Así que era eso, solo quería reparar su bendito orgullo, suspiró aliviada pero aún así tenía que obrar con cuidado para que no la descubriese.
-¿Y quién te abrió la puerta?
Sasuke sacó una ganzúa del bolsillo.
La chica abrió la boca de par en par, en verdad se había atrevido a hacerlo.
-¿Pero quién crees que eres para entrar así en mi casa y ponerte a fisgonear en mi cuarto mientras duermo?-estalló-no habrás aprovechado para mirarme desnuda ¿no?
Mientras decía eso la pelirosa levantó la sábana para saber si seguía con el pijama puesto.
-No me hace falta entrar a hurtadillas para verte desnuda-dijo el pelinegro-como sabía que no me perdonarías si venía por las buenas he entrado por las malas.
Sakura le lanzó una mirada asesina.
-Creo haber dejado suficientemente claro que yo no soy ninguna mujer de recambio así que por favor lárgate de aquí.
Sasuke sonrió de medio lado y se levantó de la silla, acercándose peligrosamente a ella.
-Mira Kristen, nadie se mete con el orgullo de un Uchiha y sale de rositas-dijo mientras la fulminaba con la mirada-así que ya estás retirando lo que has dicho.
-Ja, ja, me río en tu cara payaso-dijo ella-el único que me debe una disculpa aquí eres tú, por haberme engañado.
Él entrecerró los ojos, ¿es qué aquella mujer tenía que ser tan tozuda? pero él no permitiría que se burlase más de él, no señor.
-Celosa.
La chica alzó las cejas, pobre nenito descerebrado.
-Bragueta floja-dijo acercándose a él.
-Calienta braguetas-dijo también acercándose.
Los dos se fulminaron con la mirada y al final acabaron fundiéndose en un ardiente beso.
Él lo sabía.
Ella lo sabía.
Hicieran lo que hiciesen sus cuerpos siempre se llamaban a gritos, pero Sakura no estaba dispuesta a ceder, quería darle una lección a Sasuke y conseguiría que este se enamorase de quién era ella realmente, Sakura.
Lo separó de una cachetada.
-Largo de mi casa.
Él no se movió, estaba sorprendido era la primera vez que una mujer lo rechazaba de esa manera, ¿cómo se atrevía?
-Fuera de aquí o llamo a la policía Sasuke-amenazó.
El chico se levantó y se dirigió de nuevo al escritorio, cuando su vista se fijó en algo.
-¿Qué es esto?-preguntó caminando en dirección a las ropas.
El corazón de Sakura se congeló y saltó ágilmente de la cama colocándose delante de las ropas.
-¿Qué haces?-le preguntó a Sasuke-dije que te fueras.
-Solo me preguntaba que hacía tú con esto-dijo señalando una pulsera de cuero-es mía, ¿por qué la guardabas?
La pelirosa se puso roja por un tomate, esa pulsera se le había caído a Sasuke cuando habían pasado aquella noche de pasión en ese cuarto y ella se la había quedado como recuerdo de él.
-Nada, es la primera vez que la veo-dijo-y ahora largo.
Él sonrió divertido mientras ella lo empujaba hasta la puerta.
-¿Qué significa esto?-dijo Ino saliendo de su cuarto.
-Este imbécil se ha colado en nuestra casa-dijo Sakura-pero ya le he puesto las cosas claritas, adiós Sasuke, no vuelvas nunca.
Dicho esto le cerró la puerta en las narices y luego se dejó escurrir hasta el suelo.
-Que poquito a faltado-dijo liberando tensiones.
-¿Cómo entró en casa?-preguntó la rubia.
-Abrió con una ganzúa, ese granuja, no sé cómo me pude enamorar de un tipo así...
-Pero lo has hecho-dijo la rubia con una sonrisa burlona-¿y descubrió algo?
-Por suerte no-dijo Sakura.
-Bien, entonces relájate, tenemos que irnos a la Universidad.
--------
-¿Lo dices en serio?-preguntó Yoko con ojos vidriosos de felicidad.
Era muy temprano pero ella y su novio Gaara estaban sentados en el banco de un parque.
-Muy en serio, mañana mismo nos mudamos a este barrio-dijo el pelirojo.
-Entonces podremos vernos más a menudo-dijo la chica con una radiante sonrisa-pero, ¿qué harás con tu carrera?
-Me he apuntado aquí a la Universidad y empezaré hoy mismo, por eso traje la mochila esta.
Ella asintió.
-Entonces coincidirás en la clase de Sasuke y de Naruto.
-Supongo.
Gaara aprovechó que Yoko no lo veía para sonreír malévolamente.
Ese Sasuke Uchiha se lo pagaría caro, nadie le interrumpía cuando se lo iba a pasar bien con una mujer.
Nadie.
---------
Naruto estaba parado delante de la casa de Hinata, ninguno de los dos había conseguido disuadir a sus padres del tema de la boda pero aún así no se daban por vencidos, y hasta entonces debían ir juntos a la Universidad.
-Ohayo, Naruto-saludó Hinata.
El rubio contestó con la mano y ambos pusieron rumbo a la Universidad.
Hacía aquello por ella, porque si por él fuese se casaría con ella las veces que hiciese falta, adoraba a Hinata pero ella solo tenía ojos para Sasuke, como la mayoría, él siempre sería el segundón pero aún así no culpaba por eso a su amigo.
La miró de reojo, a pesar de que todos los días la veía igualmente vestida, con el uniforme, nunca dejaba de admirar lo bonita que era.
Si Dios quería, a lo mejor un día ella se fijaba en él, pero dudaba mucho que aquello llegase a pasar.
Fueron en silencio durante casi todo el trayecto.
-Mi padre sigue sin ceder-dijo de pronto la chica.
-Ya, bueno él mío también-dijo él.
-Siento causar estos problemas-se disculpó.
-No pasa nada Hinata, verás que entre los dos encontramos una solución-dijo él con una sonrisa radiante, lejos de lo que realmente sentía.
Aquello hizo que Hinata se sonrojara y agachase la cabeza, por alguna razón el hecho de haber visto aquella sonrisa que le dirigió el rubio había hecho que algo en ella se estremeciese.
-Confía en mí Hinata.
-Claro-dijo ella.
-------
Una hora después ya se encontraban todos sentados en sus respectivos sitios, en clase.
Sakura no hacía más que dirigir miradas furtivas al pelinegro para ver si encontraba en él algo que denotase que sabía algo, pero Sasuke se comportaba como siempre.
-Atención-dijo Akari-sensei-hoy ha llegado un estudiante nuevo y quiero presentároslo, adelante, puedes pasar.
Todo el mundo fijó la vista en la puerta que se abrió y por ella entró un chico pelirojo, bastante atractivo.
Todo el cuerpo de Sakura se paralizó de terror, no podía ser, no él no podía estar allí.
Aquel pelirojo era uno de los que había intentando abusar de ella.
Por su parte Sasuke también lo miraba fijamente, ¿qué hacía allí ese payaso? creía haberle oído a Yoko que no vivía por allí.
Gaara clavó la vista en él y le lanzó una sonrisa envenenada, él se quedó sin hacer nada, ya tendría tiempo de averiguar qué pasaba allí.
La profesora lo mandó sentar en una de las bancas libres que quedaban adelante y luego siguió hablando.
-Bueno, Sabaku no Gaara es nuevo y espero que lo tratéis bien y en fin ahora que está a punto de acabar la hora os diré que tenéis que hacer.
-Genial, deberes-se escuchó a Naruto desde el fondo.
-Uzumaki, si tiene alguna queja siempre puede quejarse a la directora, con gusto yo le redacto un informe-dijo la profesora.
Naruto se quedó callado.
-Bien, para la semana que viene deben traerme un trabajo completo sobre la segunda Guerra Mundial, y cuando digo completo, me refiero como mínimo a 20 hojas.
La clase prorrumpió en quejas.
-El trabajo será por parejas así que estará repartido, bien ahora digo quién va con quién.
La profesora empezó a nombrar gente, hasta que llegó el turno de él.
-Sasuke Uchiha tú irás con Sakura.

15.

Ahora tenían clase de Educación Física por lo que Sasuke aprovechó el intercambio de clase para solucionar ciertos problemas.
-¿Se puede saber qué es lo que pasa contigo?-le preguntó Naruto-parece como si tuvieses algo en contra del nuevo.
-El nuevo-dijo Sasuke-es el novio de Yoko y uno de los que intento propasarse con Kristen y no sé qué coño ha venido a hacer aquí.
-¿Piensas que quiere hacerte algo?
-Ahora mismo lo averiguaré.
Sasuke echó a andar hacia el pelirojo que caminaba unos metros más adelante.
Lo agarró por el hombro y le obligó a girarse.
-Vaya, pero si es Uchiha, ¿has venido a enseñarme el camino? gracias por ser tan buen compañero pero ya me lo han indicado-dijo divertido.
La mirada de Sasuke se hizo aún más fría.
-Mira imbécil, no sé lo que pretendes viniendo aquí pero ya de antemano te diré que no lo conseguirás.
Gaara sonrió de medio lado.
-Contigo nada, pero tal vez con esa amiga tuya que está tan bien, si, esa pelirosa, con ella sí que puedo divertirme.
La furia se desató en Sasuke y le sacudió un puñetazo.
La sonrisa en la cara de Gaara se borró por completo y dio lugar a una expresión de lo más siniestra.
-No debiste hacer eso-dijo-ahora las pagarás.
Se lanzó a por Sasuke y los dos iniciaron una dura paliza.
---------
-Ino no sé que voy a hacer, las cosas cada vez se complican más, ¿por qué ha tenido que venir ese tipo?
-Tranquila, aquí nadie sabe que eres Kristen y con eso estás a salvo-dijo la rubia.
-¿Y qué con eso? ahora cualquier error sería fatal, si el tipo ese se entera de quién soy estoy perdida-dijo con la voz cargada de miedo.
-Podría ser peor.
Iban de camino hacia el gimnasio cuando vieron a un grupo de gente arremolinados en torno a algo y se escuchaban ruidos de golpes y palabrotas.
Se acercaron a mirar pero la masa de gente no les dejaba ver.
-¿Qué pasa?-preguntó Ino a un chico.
-Uchiha y él nuevo se están peleando, Uzumaki está intentando separarlos pero no sirve de nada, parece que se pelean por una tal Kristen.
El corazón de Sakura se congeló, ¿se peleaban con ella?
Pero luego volvió a la realidad, debía parar aquello, debía pararlo como fuese.
-Sakura, ¿a dónde vas?
La pelirosa no contestó y siguió abriéndose paso entre la gente hasta que estuvo en primera fila.
Sasuke y Gaara estaban agarrados y aprovechaban cada instante para propinarse golpes el uno al otro, Naruto intentaba separarlos en vano.
-¡Basta!-gritó ella poniéndose a la altura de ellos.
Los dos chicos se detuvieron un instante y la miraron.
-No te metas Sakura-le dijo el pelinegro y acto seguido siguieron peleando.
-¡He dicho que basta! parad por favor.
Esta vez Sasuke se la quedó mirando, Sakura lloraba y lo agarraba del brazo con que le iba a pegar a Gaara.
No supo por qué pero se sintió mal al ver las lágrimas de la chica.
-Basta, por favor-volvió a pedir.
El brazo de Sasuke descendió lentamente.
-Hmp.
Pero Gaara no estaba dispuesta a acabar así como así y aprovechó la distracción del chico para darle un fuerte golpe en el estómago.
Sasuke cayó al suelo dolorido.
Gaara iba a por más pero en ese momento Naruto lo sujetó fuerte y le dio un puñetazo que lo tumbó en el suelo.
Sasuke se levantó enfurecido pero notó como algo lo frenaba.
Al bajar la vista se encontró con Sakura con las manos apoyadas en su pecho y los ojos cerrados con fuerza.
-No vayas.
-¿Qué te importa a ti?-preguntó él con desprecio.
-Porque sí-contestó ella-porque no es forma de solucionar nada, tú le golpeas, él te golpea, ¿qué ganáis con eso? solo lográis que a  lo mejor uno acabe en el hospital, incluso los dos.
Sasuke se quedó parado, no lo entendía, no entendía por qué ella lo ayudaba después de haberla tratado tan mal, ¿por qué hacía eso?
-Hmp.
Se zafó del agarre de la chica y se marchó hacia la salida del campus.
Naruto soltó a Gaara, que se fue rápido hacia el gimnasio, y luego fue a donde Sakura.
-Has sido muy valiente Sakura-chan, no tenía nada que ver contigo y te has metido.
La pelirosa aún lloraba, ahora en el hombro de Ino.
-Y después de cómo te ha tratado él cuesta entender que lo defiendas, ¿por qué lo has hecho?-preguntó el rubio.
-Porque era injusto-dijo la pelirosa.
Naruto agachó la cabeza.
-Sasuke ha perdido la cabeza, lo mejor es dejar que se relaje y luego hablar con él, ¿vamos a clase?
-nosotras esperamos un poco a que ella se calme-dijo Ino.
Él asintió y se marchó.
-¿Qué he hecho Ino?-sollozó la pelirosa.
-Tú no has hecho nada.
-Sí, lo he hecho todo, se peleaban por Kristen, por mí-farfulló-sino llego a ponerme en medio Sasuke podría haber salido mal herido y todo por defenderme.
Ino la miró apenada, sin saber que decir.
-Creo que Sasuke está enamorado de Kristen-dijo de golpe-eso es en parte bueno ¿no? tú también lo quieres.
-¿Bueno? ¿Qué hay de bueno en eso? Kristen no existe Ino, ¿qué crees que pasaría si Sasuke y Kristen empezasen a salir? ¿Cómo haría yo para mantener mi secreto ante sus ojos? ¡Yo no puedo pretender que él sueñe con una ilusión!
-Pues dile quien eres.
-¿Y eso es una solución? si le digo quien soy no va a querer saber nada de mí-contestó-¡esto no tiene futuro, se va a casar! y yo no quiero ser la otra, no quiero.
-Pues entonces lucha Sakura, lucha para que él se enamoré de ti-dijo-no te des por vencida.
-No lo sé Ino-contestó.
Se sentía mal, muy mal y quería estar sola.
-vete tú a clase, yo necesito estar sola, por favor.
-De acuerdo, pero prométeme que lo pensarás, no tires la toalla.
La pelirosa asintió y luego su amiga se marchó, dejándola sola.
Empezó a caminar sin rumbo hasta que descubrió que sus pies la habían llevado hasta la entrada del campus.
Se sentó en las escaleras y ocultó la cabeza entre las piernas.
-------
Estaba desconcertado, no lograba comprender lo que acababa de pasar, por más vueltas que le daba no lograba comprender por qué Sakura se había entrometido y lo había defendido.
Nunca nadie lo había hecho, tal vez Naruto, pero nadie se había preocupado tanto por lo que le hubiese llegado a pasar.
Se sentía extraño, no sabía que pensar, la actitud de aquella chica lo descolocaba por completo, él se había reído un millón de veces de ella y aún así la pelirosa lo defendía y lloraba por él.
Nadie había llorado por él, ni siquiera su familia.
Escuchó pasos acercándose y se escondió, no quería encontrarse a nadie.
Pero se llevó una gran sorpresa al ver que era Sakura la que apareció y se sentó en las escaleras.
Estuvo varios minutos escuchándola llorar, ¿por qué lo hacía? ¿Por él? sintió como su interior se removía en una extraña sensación.
Empezó a sentirse mal y culpable, algo que lo molestaba.
Tenía que irse de allí, pero las piernas no le respondían y lo llevaron a un sitio completamente diferente, al lado de ella.
Se sentó al lado de la pelirosa en silencio y clavó la vista en el horizonte.
-Oye, ya no llores más, me molestas-dijo en tono algo brusco.
Ella alzó la cabeza y se lo quedó mirando.
-Lo siento, no sabía que estabas aquí, ya me voy ahora.
Pero antes de que ella se levantase él la detuvo.
-¿por qué lo has hecho? nadie te obligó.
-Me pareció injusto.
-Me he reído de ti.
-Lo sé.
Definitivamente no la entendía.
-Hmp, eres extraña.
-No lo sabes tú bien-susurró la pelirosa.
Él sonrió de medio lado.
-Supongo que la tonta fea ha vuelto a hacer el ridículo ¿no?-comentó, más calmada.
Un poco, no necesito que nadie me defienda-dijo él muy serio.
-Ya-contestó apenada.
-Gracias-farfulló en un susurro.
La pelirosa no lo había escuchado así que no le dijo nada.
Sonó el timbre de final de clases y él se levantó.
-Eres muy rara-dijo antes de irse.
Sakura sonrió, había hecho como que no escuchaba.
Conocía a Sasuke y sabía que aquella era su forma de agradecerle el haberlo defendido.

16.

Iba caminando sola de camino a casa, le había dicho a Ino que lo prefería así.
En verdad no sabía qué hacer, ni siquiera como actuar a partir de ahora.
Yoko estaba completamente convencida de que si se esforzaban Sasuke acabaría enamorándose de Sakura pero ella tenía sus dudas.
Además si iban a pasar cosas como las de aquella mañana era mejor abandonar, no quería que nadie se hiciese daño por su culpa.
Maldijo al maldito Gaara, estaba completamente segura de que lo de ir a esa universidad no era ninguna casualidad.
Tendría que hacer algo con respecto a él porque no podía permitir que anduviese todo el rato comportándose de esa manera, era intolerable.
Sintió pasos detrás de ella pero no le dio la más mínima importancia.
En ese momento pasaba por donde las piscinas públicas y se detuvo un momento a contemplarlas.
Desde pequeña había querido aprender a nadar pero su miedo al agua se lo había impedido.
Sus padres habían puesto muchas esperanzas en ella.
Ellos eran buenos deportistas y esperaban que su hija también fuese buena pero lejos de eso era una completa inútil en los deportes, en cualquiera, hasta correr se le daba mal.
Soltó un suspiro resignado.
¿En qué país estarían sus padres entrenando?
Su padre era tenista profesional y su madre era nadadora también profesional.
Viajaban muy a menudo por lo que ella vivía mucho tiempo sola, hasta que se fue a vivir con Ino.
Los pasos que venían tras ella se detuvieron.
-¿Contemplando el paisaje?
La voz que escuchó le heló la sangre y se giró para dar la cara ante Gaara.
-Me preguntaba que eres tú de ese bastardo Uchiha para haberlo defendido, su novia no desde luego, no creo que tenga tan mal gusto.
La pelirosa no contestó, el miedo la paralizaba.
El pelirojo estaba demasiado cerca, ¿qué iría a hacerle?
-Tal vez si estuvieses mejor podríamos pasar un buen rato juntos-dijo-pero alguien como tú no despierta ni el más leve interés en mí.
Sakura siguió sin contestar.
Gaara tenía la vista clavada en frente, sonrió.
-¿Sabes nadar?
Aquello le heló la sangre a la chica, ¿qué pretendía hacerle?
-Bueno, no importa.
Dicho esto la alzó del suelo y la tiró en la piscina más grande.
Sakura sintió como se hundía hasta el fondo.
¡No podía respirar! pataleó, braceó e hizo todo lo posible por alcanzar la superficie.
Cuando lo logro estaba sin fuerzas y en el medio de la piscina, Gaara se había ido.
Estaba sola y se iba a ahogar.
-¡Socorro!-gritó-¡qué alguien me ayudé, no sé nadar!
Pero nadie acudió en su ayuda.
Hizo un esfuerzo por alcanzar el borde de la piscina pero le fue totalmente imposible, el miedo le atenazaba los músculos.
Lloró de impotencia, iba a morirse.
El agua volvía a tirar de ella hacia bajo, volvió a luchar pero cada vez tenía menos fuerza y sentía como se hundía.
¿Y ya estaba? ¿Su vida se acabaría así?
Pero ella no podía hacer nada, no sabía nadar.
-------
Hoy regresaba solo a casa.
Naruto había quedado n ir a comer a casa de Hinata por lo que no podía acompañarlo.
Tenía ganas de andar por lo que tomó el camino largo.
Seguía sin comprender nada de lo que había pasado eso mañana
Y le era imposible sacarse de la cabeza la imagen de Sakura con las manos apoyadas en su pecho y llorando, rogándole que parase.
Se sacudió la cabeza, ya bastaba de estar así, él nunca se comportaba de esa forma, había sido un hecho sin mayor importancia.
Pero aún así la imagen de la chica aparecía una y otra vez en su mente.
Dio un patada en el suelo, pero eso tampoco lo ayudó.
-¡Socorro! ¡Qué alguien me ayude, no sé nadar!
Se paró en seco.
¿A caso se lo había imaginado o aquella erala voz de Sakura pidiendo ayuda?
Una especie de alarma sonó en su interior y echó a correr hacia delante.
La voz provenía de las piscinas pero al asomarse no vio a nadie.
Se maldijo así mismo, se estaba volviendo loco.
Pero justo cuando se iba a marchar vio algo que lo dejó completamente helado.
La mochila de Sakura estaba tirada en el borde de la piscina.
Un mal presentimiento se adueñó de él.
-¡Joder!-exclamó.
Como una centella tiró la suya en el suelo y acto seguido se tiró de cabeza a la piscina.
Lo que vio no le gustó nada.
En el fondo se encontraba el cuerpo inconsciente de la chica.
Su interior se paralizó de miedo, ¿estaría muerta?
Descendió rápidamente y recogió el cuerpo para después llevarlo a la superficie.
Pesaba poco así que no tardó mucho en sacarla de la piscina y tumbarla en el suelo.
-¡Sakura!-la llamó-¡Sakura, despierta!
Le comprobó el pulso, era débil pero había llegado a tiempo.
Seguro que abría tragado mucha agua.
En otras circunstancias se lo pensaría dos veces pero en ese momento la razón actuó por él.
Colocó las manos sobre el pecho de la chica y presionó las veces necesarias luego arrimó sus labios a los de ella y le insufló aire.
En el momento que lo hizo una extraña calidez lo invadió, aunque estaban fríos los labios de la pelirosa eran suaves, eso le recordaba a alguien.
Abandonó esos pensamientos y continuó haciéndole el boca a boca hasta que la chica reaccionó y volvió en si escupiendo todo el agua que había tragado.
-¿Sasuke?-preguntó con voz débil.
¿Ya había muerto? porque encontrar a Sasuke tan cerca de ella solo podía ser señal de que estaba en el cielo, pero se dio cuenta de que estaba empapada tumbada en el suelo del exterior de las piscinas.
Él también estaba empapado, ¿la había rescatado?
Entonces seguía viva, toda la tensión salió a flor de piel y las lágrimas se le escaparon.
Tanta era la conmoción que no supo en qué momento se abrazó al pelinegro.
Sasuke se quedó completamente quieto, sin hacer nada.
-¿Quién ha sido?-le preguntó.
-Gaara-contestó ella.
-¡Mierda!-exclamó él, dando un golpe en el suelo.
Ese tío era un completo imbécil, vio como ella se estaba ahogando y le importó una mierda.
La chica temblaba de arriba a abajo y él lo único que pudo hacer fue recoger su mochila y darle la chaqueta que tenía guardada.
Sakura la recogió en silencio, le quedaba grande pero con ella no sentía frío.
-Gracias, sino llega a ser por ti me hubiese muerto-dijo.
Sasuke recogió las dos mochilas y se las cargó al hombro y luego la ayudó a levantarse, ya que del miedo ella era incapaz.
Sakura lo miró mientras caminaban en silencio, el pelinegro estaba más serio de lo normal.
¿Estaría molesto con ella? seguro que sí, no sabía darle más que problemas.
-Lo siento-se disculpó.
-Hmp.
-Yo no...
-Tiene gracia que pidas perdón cuando no es culpa tuya-soltó él bruscamente-te ibas a ahogar e hice lo que todo el mundo hubiese hecho, ayudarte.
Pero no estaba tan seguro, se había sentido desesperado, ¿qué coño le pasaba?
-¿Ya estás bien?-preguntó desviando el tema.
Ella asintió.
-Pero mira como me he puesto por tu culpa-dijo él en un tono más que molesto.
Ella le echó una ojeada, la verdad es que se veía fatal.
No pudo aguantar y una carcajada se escapó de su boca, luego no pudo parar de reír.
-Lo siento, pero es que estás muy gracioso-dijo al ver la cara seria del chico.
-Pues tú no estás mejor-dijo él también riéndose.
La risa de Sakura era contagiosa y no pudo evitar echarse a reír él también.
Ella se quedó maravillada, ¿se estaba riendo? ¿Con ella? no pudo evitar sentir una sensación de lo más gratificante, pero con cuidado de no hacerse ilusiones.
-Tienes toda la ropa descolocada-le dijo él.
Entonces la pelirosa paró de reír, ¿la ropa descolocada? Oh Dios mío.
Se palpó la cabeza en busca de la gorra pero para su suerte estaba bien colocada y las gafas seguían en su sitio.
Solo rezó porque Sasuke no hubiese notado algo que la identificase como Kristen.
-Yo me voy por aquí-dijo el pelinegro recobrando su frialdad.
No podía actuar así, él era un Uchiha y ella su fea compañera de clase, solo la había salvado porque debía y nada más.
Sakura se quitó la chaqueta.
-Quédatela-dijo él-ya me la devolverás.
Acto seguido se marchó.
La pelirosa se quedó embobada mirando como él se alejaba, hasta que se dio cuenta de algo.
-Se ha llevado mi mochila-dijo aterrada-y en ella tengo guardada la ropa que se puso ayer Kristen.
Corrió en dirección a donde se había marchado el pelinegro pero ya no había ni rastro de él.
Se levó las manos a la gorra empapada, ¡estaba perdida! ¿Qué haría ahora? debía llamar a Yoko de inmediato.
¡Mierda! el número de Yoko solo lo tenía en su móvil y el móvil también iba en la mochila.
Ay mi madre, ¿qué haría ahora? ¡Sasuke descubriría la verdad de su doble vida!
------
Sasuke llegó a casa y entró en su cuarto y fue en ese momento que se dio cuenta de que se había llevado la mochila de la chica.
En un principio la dejó sin interés en un rincón de su cuarto.
Hoy no tendría clases particulares porque era viernes así que no se la podría devolver hasta el lunes que viene, a no ser que ella fuese a buscarla claro.
Suerte que había llegado a tiempo o sino Sakura no lo contaría, ¿en qué había pensado ese imbécil de Gaara? casi la había matado.
Se sacudió la cabeza, ya bastaba de pensar en eso ¿no? a él no le incumbía, bueno en parte sí, pero ya había pasado así que debía dejar de pensar en ello.
Volvió a clavar su vista en la mochila y sintió curiosidad.
¿Cómo sería la mochila de una persona tan estudiosa como Sakura? ¿Qué llevaría dentro? ¿Solo libros?
Extendió la mano furtivamente hacia el objeto y lo abrió para echarle un vistazo.
Pero lo que se encontró no lo esperaba para nada.
-¿Pero qué...?
Los valientes son los que saben llorar con la cara descubierta y luchar contra el miedo. El valiente nunca se rinde.

Si Justin Bieber amenaza con saltar de un edificio:
El 85% de personas entran en depresión
El 10% le dicen que salte
Copia y pega esto en tu firma si eres del 5% de las personas que suben y le da una ayudita (lo empujan) (^w^)

Greenie Desconectado
« Respuesta #10 en: Marzo 07, 2011, 07:01 pm »

  • Blablabla!
  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 136
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
  • ¿Porqe confundimos la costumbre con el amor? :S
    • http://www.imperionippon.co.cc/foro/index.php?action=profile;u=90;sa=forumProfile
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #10 en: Marzo 07, 2011, 07:01 pm »
Hola!
Dresti-san!!
¬¬ no puedo creer que la cortes en la mejor parte!!
Wahhhhhhhhhh estoy demaciado intrigada!! :S jajaja
pero me encanta, es todo tan inesperado!!
quisiera leer, mas y mas, no me canso!
bueno espor con muchisimas ansias la conti
Un Beso
¿Como puedo y Sin Embargo Eres Un Presumido y un Arrogante de Primera?, pero aun asi me encantas :D


tarumi Desconectado
« Respuesta #11 en: Marzo 08, 2011, 03:47 pm »

  • Vive sin arrepentimientos
  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 394
  • Karma: 17
  • Sexo: Femenino
  • dare un paso hacia el futuro
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #11 en: Marzo 08, 2011, 03:47 pm »
oh si, oh si te encontre!! crei perdido tu fic pero aqui esta y lo estoy volviendo a leer uju!! sasuke tan sope que no se da cuenta de la semajanza entre su chica y sakura buenos caps!

Sakuramin20 Desconectado
« Respuesta #12 en: Marzo 08, 2011, 06:40 pm »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 73
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #12 en: Marzo 08, 2011, 06:40 pm »
Ayyy Dresti-san, muero por seguir leyendo tu historia
Dios es lo máximo y todavia falta mucho para la mejor parte
seguire pendiente ^^

Nos vemos

Sakuramin20 :P

Dresti Desconectado
« Respuesta #13 en: Marzo 13, 2011, 12:15 pm »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 116
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Mi foro
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #13 en: Marzo 13, 2011, 12:15 pm »
aki la contii^^

17.

Se quedó de piedra al ver lo que tenía en la mano.
Aquel era el mismo conjunto de ropa que le había visto a Kristen la noche anterior.
Al principio pensó que Sakura podría tener uno igual pero luego rectificó, Sakura nunca se vestiría así.
¿Pero entonces? ¿Qué hacía la ropa de Kristen en la mochila de Sakura?
Se quedó pensativo durante un rato hasta que una imagen de Kristen y otra de Sakura se superpusieron en su mente.
Y se sorprendió al ver que tenían cierto parecido.
Además la actitud de Sakura era muy sospechosa, nunca dejaba que le quitasen la gorra, lo sabía porque una vez Naruto lo había intentado y ella se puso nerviosa, siempre andaba con las gafas y con ropa extremadamente holgada.
Pero gracias a rescatarla esa misma tarde había descubierto que su cuerpo no estaba tan mal, pues la ropa se le había pegado completamente.
Kristen nunca hablaba de sí misma mientras que Sakura respondía a todas las preguntas familiares que le hacía Naruto.
Además, recordó que Kristen se había puesto muy nerviosa cuando se despertó y lo vio en su cuarto.
¿A caso pensaría que él habría podido ver algo que no debía ver?
Sakura nunca le había dado su dirección.
Y ambas tenían un punto en común, Ino.
También cabía la posibilidad de que Kristen y Sakura se conociesen y que la una le pidiese que le guardase la ropa a la otra.
Pero en su cabeza navegaba otra opción, que lo dejaba por completo aturdido.
¿Podían ser ambas la misma persona?
Pero eso era completamente imposible, su cabeza se negaba a aceptarlo.
Además, ¿por qué razón haría Sakura una cosa así?
Seguro que aquello tenía su lógica y como no sabía la dirección de la pelirosa y le apetecía salir decidió ir en busca de Kristen.
--------
-¡¿Cómo?!-exclamó Yoko-¿qué Sasuke qué?
Sakura la había llamado aterrorizada para contarle lo que acababa de suceder.
Desde la cama del cuarto, Yonehara la miraba con curiosidad.
-¿Qué pasa futago-chan? (gemela)
Yoko la ignoró.
Debía hacer algo ya, inmediatamente.
-Ahora mismo, voy a comprobarlo, esta noche nos vemos en la Daikiri, adiós.
Colgó el teléfono.
-Ya dime que pasa Yoko-dijo su hermana.
-Ay Yonehara vete a pintarte las unas y déjame en paz.
Su hermana iba a quejarse pero Yoko salió antes de que le dijese nada.
Iba en dirección al cuarto de Sasuke cuando se encontró con él por el camino, iba con la ropa en la mano.
-¿A dónde vas?-preguntó aterrada.
-¿Qué te importa?-preguntó.
-No puedes irte-dijo ella poniéndose delante de él.
El pelinegro se la quedó mirando.
-¿Por qué no?
-Pues porque...
''Piensa Yoko, piensa''
Se le ocurrió una idea, arriesgada pero era una idea.
-He visto a tu madre y he estado hablando con ella-dijo.
La cara de Sasuke se ensombreció.
-Yo no quiero saber nada de esa mujer-dijo intentando apartarla.
No estaba de humor como para que le hablasen de aquella ramera.
-Dijo que te echaba de menos-dijo en un último y arriesgado intento.
Sasuke se quedó quieto.
¿Cómo había podido tener si quiera la cara de decir aquello? ¿Qué lo echaba de menos? pues que no lo hubiese abandonado.
-Si eso fuese cierto no se hubiese largado y desaparecido por todos estos años-dijo con la voz más fría que ella le había escuchado.
Aquellas palabras habían tocado fondo en Sasuke y se sentía sin fuerzas para ir a ver ahora a Kristen, aunque le molestase reconocerlo el tema de su madre lo abatía y le hacía perder el interés por las mujeres.
Se dio la vuelta y regresó a su cuarto sin decirle nada a Yoko.
La pelinegra se quedó un rato en el pasillo.
Se sentía mal por haber jugado con ese tema para detener a Sasuke.
De verdad que la familia Uchiha era muy complicada, había conocido a Mikoto y era una buena mujer que en verdad extrañaba a sus hijos pero cada vez que le preguntaba por qué no iba  a verlos se sumía en un silencio sepulcral, algo debía haber pasado para que ella no fuese a verlos y tanto Itachi como Sasuke nunca se lo habían perdonado.
Él no lo había superado y ella le había hecho daño.
Solo había una forma de ayudar a Sasuke y se arriesgaría a ponerla en práctica.
--------
Sakura estaba apoyada en la barra de la discoteca abstraída en sus pensamientos.
No había recibido noticias de Yoko y eso la preocupaba, ¿habría descubierto Sasuke todo el engaño?
-Anímate Sakura, las bebidas no se sirven solas-le dijo la rubia-además seguro que Yoko ha llegado a tiempo.
Pero ¿qué pasaba si Sasuke descubría a Yoko quitando la ropa de la mochila o lo que era peor ya se había dado cuenta antes de que ella pudiese hacer nada? ojalá que Yoko apareciese pronto.
-Mira, allí viene.
En efecto, Yoko entró por la puerta y traía un papel en la mano, estaba al borde del colapso.
-¿Y bien?-la urgió la pelirosa.
-Lo frené a tiempo-dijo fatigada-no sé lo que sospecha porque no me dejó entrar a su cuarto en toda la tarde.
Sakura notó cierto tono de culpa en su amiga.
-¿Qué ha pasado?-preguntó.
Yoko agachó la cabeza.
-Utilicé el tema más delicado para él.
A Sakura no le costó adivinar a lo que se refería.
-¿De verdad existe un tema delicado para Sasuke Uchiha?-preguntó Ino.
-Su madre-contestó la pelirosa.
Yoko le había contado la historia sobre lo que había hecho la madre del pelinegro.
Sintió mucha pena por el pelinegro, aquello debía hacerle mucho daño todavía y ahora por fin lograba comprender un poco la actitud de desconfianza que tenía con las mujeres.
Yoko dejó el papel sobre la mesa y se lo entregó.
-Hice una copia porque tuve que devolver el original, creo que deberías leerlo, es de Sasuke.
Sakura cogió el papel y miró a la pelinegra, ¿qué era ese papel?
-Debo irme-dijo esta-mi novio me espera, suerte Sakura, adiós Ino.
Sakura quiso pedirle explicaciones pero Yoko parecía apurada.
Las chicas se despidieron de la pelinegra.
-Léelo-dijo Ino muerta de curiosidad.
Sakura desdobló el papel, era una nota con una escritura muy cuidada, leyó en voz alta.
''Para mis hijos:
No espero que comprendáis el porqué he tenido que irme, pero quiero que sepáis que os quiero con todo mi corazón y que siempre estaré con vosotros para cuando me necesitéis.
No os olvido, os quiero.
Mamá. ‘‘
La pelirosa se quedó sin palabras, pobre Sasuke, sí que debía sufrir.
Mikoto nunca había vuelto y ellos crecieron sin una madre y con un padre lleno de rencor que los crio en el machismo aprovechándose del odio que sentían sus hijos hacia su madre.
Se sintió la peor basura por estar engañándolo y no ayudarle, era una cobarde.
Ino le dio un codazo y se acercó a ella.
-Sakura, guarda el papel, Sasuke está aquí.
Sakura levantó la cabeza y se encontró con la mirada de él, más fría que nunca.
-Vengo a devolverte tu ropa, Sakura.
La pelirosa se quedó de piedra, todo había acabado pudo verlo en la mirada de Sasuke, que la taladraba.
''Reacciona, reacciona'' pensó.
-¿Qué dices? te dije que no quería verte más-dijo intentando sonar fría.
Debía solucionarlo de cualquier manera.
-Vine a traerte tu ropa, Sa-ku-ra.
-¿Me está llamado Sakura a mí?-preguntó la pelirosa mirando a Ino.
La pelirubia captó la mirada de ansiedad de la pelirosa y se encogió de hombros, siguiéndole la corriente.
-He descubierto tu juego-continuó él-como siempre las mujeres, siempre engañando, ¿te habrás divertido, eh?
-Creo que te confundes Sasuke-intervino Ino.
-No me confundo en nada, esta ropa estaba en la mochila de Sakura.
La pelirosa estaba quedándose sin salidas o pensaba algo rápido o estaría en problemas.
-Es porque ese conjunto es mío, se lo dejé a Kristen y ella luego me lo devolvió y yo sin querer lo guardé en la mochila de Sakura.
Sasuke sonrió de medio lado, estaba claro que no se creía ni una palabra.
Removió en sus bolsillos y sacó una foto.
-Estaba en tu cuarto Kristen-dijo.
La foto era de ella, de Sakura.
La pelirosa palideció.
-¿Has vuelto a colarte en mi casa?-intentó desviar el tema.
-Hmp.
¿Qué podía hacer? se sentía incapaz de decir la verdad, Sasuke la odiaría, y ella no podría soportarlo.
''Piensa, piensa''
Se le ocurrió una idea, sí, esa sería su única salvación.
-Esa foto es mía, se la hice a Sakura y como Kristen y yo vivimos juntas y andamos dejándonos cosas seguro que acabó en su cuarto-dijo la rubia.
-Déjalo Ino, voy a decirle la verdad.
Ino la miró estupefacta.
Sasuke también se la quedó mirando, con una sonrisa triunfal.
-Sakura es mi prima.
Ino escupió el trago que había acabado de beber.
-Lo siento-se disculpó ante la mirada de Sakura.
Sasuke estaba incrédulo, ¿primas? le costaba creerlo.
-Sakura es la hija de la hermana de mi madre-continuó tirando de imaginación-nunca te dije nada porque no me gusta hablar de mi familia.
Ino miraba con admiración la capacidad de actuación de su amiga, si ella no supiese la verdad de todo hubiese caído como una tonta n el engaño.
Sasuke permaneció callado por un buen rato, bien aquello explicaba las dudas que surgieron en su mente y por otra parte estaba seguro de que Kristen no mentía, ¿pro que habría pasado en su familia? aquello le recordaba a su situación.
Sakura suspiró, estaba ya cansada, no aguantaba más, quería irse de allí, necesitaba un poco de aire.
-Voy al baño-dijo-vuelvo ahora.
Salió de la barra y se retiró a la parte de atrás del local.
Salió por la puerta de servicio y se dejó caer en el suelo, sin importarle el frío de la noche.
Las lágrimas empezaron a caer pesadamente por su cara.
No podía más, no podía seguir así con esa ansiedad, y tampoco podía seguir engañando a Sasuke.
Sacó su móvil del bolsillo y le mandó un mensaje a Ino.
''Dile a Sasuke que me ha llamado mi padre desde Estados Unidos y que mañana tengo que regresar allí luego ven a la puerta de servicio, ya no puedo más Ino''
Le dio a enviar.
Lo mejor que podía hacer era acabar con la existencia de Kristen, aunque le diese pena, pues la verdad se dio cuenta de que Ino tenía razón Kristen era su otra mitad pero debía enterrarla.
Ino apareció a la de pocos minutos y la abrazó.
-Te apoyo Saku y lo sabes-le dijo.
-¿Y Sasuke?-preguntó.
-Le conté lo que me dijiste y estaba empecinado en verte, ahora estoy completamente segura de que le gustas, pero al final conseguí convencerlo de que se fuese-dijo su amiga.
-Gracias Ino.
-¿Entramos?
-Prefiero irme a casa, necesito descansar-dijo.
-Entonces nos vemos luego-dijo la pelirubia.
Volvió a abrazarla y luego regresó al interior.
Sakura se levantó del suelo y se marchó de camino a casa.
Anduvo todo el camino absorta en sus pensamientos hasta que llegó a su casa y para su sorpresa, o no tanta, se encontró a Sasuke esperándola en el portal.
-¿Qué haces aquí?-preguntó sin ánimo.
-Ino me ha dicho que te vas-dijo él.
La pelirosa pasó por su lado y abrió la puerta del portal, él entró detrás de ella y subieron hasta el apartamento en un silencio sepulcral.
Solo se dirigieron la palabra cuando estuvieron en el salón.
-No quiero que te vayas-susurró él.
Sakura lo miró, sorprendida.
Sasuke tenía el ceño fruncido pues aquello iba en contra de su orgullo y eso no hizo más que alegrarla y entristecerla al mismo tiempo.
No pudo soportarlo y rompió en un fuerte llanto.
Sasuke se la quedó mirando.
Le costaba comprender lo que esa mujer le hacía sentir pero era algo tan fuerte como para hacerlo rebajar de su maldito orgullo y ahora ella lloraba.
No supo en qué momento acabaron así pero cuando se dieron cuenta estaban besándose desesperadamente, recostados en el sofá, él encima de ella.
Con sus manos recorrieron el cuerpo caliente y suave de la pelirosa, aquellas curvas que lo volvían loco.
La extrañaría, no quería que se fuese para Estados Unidos, pero su orgullo volvía a estar presente y le impedía pronunciar una sola palabra.
Descendió de sus labios hasta el níveo cuello y se entretuvo dejando marcas y chupetones para demostrar que solo sería de él.
Sakura jadeaba de placer y al mismo tiempo lloraba, sabía que aquello no estaba bien pero sería la última vez porque Kristen no volvería jamás y ella nunca más podría tener a Sasuke, se dijo que esa noche se abandonaría al amor y al deseo.
Sasuke le había despojado de la ropa de arriba al igual que hizo con las suyas.
Se miraron durante un segundo contemplando cada uno los ojos nublados de placer del otro y luego volvieron a fundirse en un acalorado beso.
Las manos de Sasuke jugaban con los pezones de la chica y ella se retorcía de placer bajo el cuerpo de Sasuke quién ahogaba los fuertes gemidos de ella en el tan exigente beso.
Sus manos se fueron escurriendo por el vientre de la pelirosa hasta llegar al borde de los pantalones pirata que llevaba la chica que pronto acabaron en el suelo junto con sus braguitas.
La espalda de la pelirosa se arqueó de puro placer y un largo gemido escapó de su boca cuando la lengua del pelinegro comenzó a jugar con uno de sus pezones al mismo tiempo que con uno de sus dedos estimulaba su intimidad.
Aquello era más de lo que podía soportar su pobre cuerpo, las manos de Sasuke se sentían como puro fuego sobre su piel, ya no había espacio para las lamentaciones estas ya vendrían cuando la noche acabase si es que llegaba a acabar, ojalá que no.
Sasuke ahora se divertía trazando círculos con la lengua alrededor del ombligo de la pelirosa mientras seguía acariciando sus senos con las manos.
Los gemidos de Sakura llegaron a un nivel estrepitoso cuando la boca de Sasuke se entregó por completo a su intimidad, estimulándole el clítoris con la lengua.
La echaría de menos, con esa mujer había tenido el mejor y más placentero sexo de todo su vida y no solo eso, era la única mujer en la que confiaba aunque solo fuese un poquito, pero se negaba a creer que le gustase, aunque en el fondo sabía que era así sino no estaría repitiendo experiencia con ella.
El pantalón le hacía un daño insoportable y se deshizo de él quitando un preservativo del bolsillo, necesitaba sentirse en ella con una urgencia rayana al fanatismo.
Se puso el condón y la penetró de golpe, arrancando un gemido de ambos.
Ella era deliciosa, no podía pedir más.
Se sentía lo más cercana de llegar al cierro, agarró la espalda de Sasuke con fuerza y combinó sus movimientos con los de él.
Los gemidos alcanzaron un nivel escandaloso por ambas partes.
Estaba convencida de que si seguían así acabarían rompiendo el sofá pero no importaba, no mientras Sasuke no se detuviese.
Pero en unos minutos más todo acabó, llegando ambos al tan placentero orgasmo.
-Te echaré de menos-dijo la pelirosa mientras se vestían.
-Hmp, ¿vendrás de visita?-preguntó haciéndose el desinteresado.
Ella sonrió, aunque él no lo supiese ella le iría a visitar de lunes a jueves todas las tardes.
Acabaron de vestirse y ambos se dirigieron a la puerta de entrada.
Ella iba tras él, intentando contener las lágrimas, sabía que no debía hacer aquello que iba a hacer pero sentía la necesidad de decírselo.
-Sasuke-dijo antes de que él saliese por la puerta-necesito decirte una cosa antes de irme mañana.
El pelinegro la miró.
-Dime.
Sakura lo miró fijo a los ojos.
-Te quiero.
Él no supo que decir, estaba paralizado, tenía que detenerla no dejar que se fuese pero en cambio no hizo nada.
Al ver que él no decía nada, agachó la cabeza.
-Espero que seas feliz en tu matrimonio y que asientes la cabeza de una vez-dijo intentando no mostrar el dolor que sentía.
Él sonrió de medio lado y le acarició el pelo.
-Eso es muy poco probable.
Iba a salir pero antes de hacerlo se giró y le robó un dulce beso a la pelirosa.
-Cuídate-le dijo antes de cerrar la puerta.
Allí se quedó Sakura hasta que una hora después llegó Ino, sentada contra la puerta y en un mar de lágrimas.
Ahora lo amaba más que nunca y él la amaba, bueno amaba a Kristen, y ella tenía que conseguir que se enamorase de Sakura.
¿Pero se merecía Sasuke ese engaño? claro que no, ella había sido una cobarde y no se lo merecía pero tampoco soportaba la idea de apartarse de él.
¿Qué debía hacer? ¿Luchar por qué Sasuke se enamorase de Sakura? dudaba que eso fuese posible.

18.

-Le voy a partir la cara-dijo el pelinegro mientras caminaba hacia su casa, después de haber dado una vuelta con Naruto.
-¿Todavía sigues con eso?-preguntó Naruto-ya olvídate del tema, te comportas como si Gaara fuese el culpable de lo mal que te sientes cuando sabes que él no tiene nada que ver.
Sasuke lo sabía pero no podía evitar el hecho de necesitar descargar su furia en alguien y el pelirojo tenía todas las papeletas.
Además el hecho de no olvidar que él había intentado propasarse con Kristen no ayudaba en nada, y luego estaban los niveles de maldad que podía llegar a alcanzar.
Todavía no se explicaba cómo había sido capaz de tirar a Sakura a la piscina y encima dejarla a pesar de que ella gritaba.
-Ya basta Sasuke, de verdad yo no sé lo que te ha hecho esa mujer ¿eh? llevas todo el rato de morros, ¿no se supone que solo era un rollo?
-Hmp.
Eso creía él, que solo era un rollo, pero en toda la noche había sido incapaz de pegar ojo pensando en la pelirosa y en cómo le había dicho que le amaba, al igual que el día anterior.
Ya todo había acabado ¿no?, ella se había ido, ¿entonces por qué él no podía dejar de pensar en Kristen?
El móvil se había quedado sin batería de tantísimos mensajes que le había mandado el sábado y el domingo.
-Entonces ya deja el tema de una vez, no quieras meterte en más problemas, Kristen no está y tú debes dejar el tema de Gaara, aunque la verdad si se merece una buena golpiza por haber dejado a Sakura-chan en la piscina.
Sasuke lo miró con una gotita al estilo anime.
-¿Al final en qué quedamos? ¿No habías dicho que no le pegase?
El rubio sonrió confundido.
-Bueno si, el hecho es que debes pasar de él, lo único que quiere es tocar las narices, no le sigas el juego.
Sasuke suspiró, por ahora le haría caso, era cierto que no debía seguir montando bulla o si no lo mandarían a donde su padre había dicho, pero como ese imbécil hiciese la más leve mención de él o de alguien de su entorno lo dejaría para el arrastre.
-¿Y tú qué tal con tu asunto?-le preguntó al rubio.
-Mi padre no cede ni un ápice y el de Hinata mucho menos así que hasta la fecha todo sigue igual.
-Pero tú la quieres-dijo el pelinegro-sigue adelante con el compromiso.
-Pero ella no me quiere a mí y yo no quiero un compromiso así, con ella obligada.
Sasuke se encogió de hombros.
-¿Y tú cuando te casas?-preguntó el rubio.
Sasuke rodó los ojos, el inminente compromiso con Yonehara era como una jaqueca, esa chica era insoportable y pensar que tendría que soportarla todos los días de su vida le hacía pensar en una pistola en la sien.
-No lo sé, prefiero no saberlo.
Naruto lo miró sin comprender.
-Sino te quieres casar no lo hagas-dijo.
-Ya bueno, ¿no acabas de decir que tu padre no cede? compara a Minato con mi padre y juzga el resultado si yo me niego a casarme.
Naruto agachó la cabeza.
-Estás bien jodido.
-Igual nadie me quitará de salir, me caso, pero no pienso cambiar.
-Lo suponía.
Continuaron caminando en silencio.
Los pensamientos de Sasuke volvieron a viajar hacia la pelirosa e inconscientemente miró el móvil, nada.
No había contestado a ninguno de sus mensajes.
Se sentía imbécil haciendo esas cosas por una mujer, joder ni que fuese el centro de su mundo.
Pero eso le horrorizaba, que una mujer se estuviese convirtiendo en el centro de su mundo.
-Mira, ¿esa no es Sakura-chan?-preguntó Naruto señalando hacia adelante.
La chica caminaba con la cabeza gacha hacia ellos.
Sasuke sintió una especie de ternura al verla, la percepción que tenía de ella había cambiado desde el día que lo había defendido y casi se había ahogado a causa de ello.
Pero lo que le alegraba de verla era que podía preguntarle sobre su prima.
Sakura, sinceramente era la única mujer a la que no le encontraba maldad ninguna, demasiado inocente para pertenecer al sexo opuesto, pero aún así eso no quería decir nada, solo le debía un favor, nada más.
-Buenos días chicos-saludó ella.
¿Era su sensación o la ojijade evitaba mirarlo?
Sakura estaba de los nervios, ¿por qué tenía que encontrarse con Sasuke? aún no estaba preparada para aquello aunque sabía que tarde o temprano tendría que verlo.
Notaba la mirada de él clavada en el cogote y se obligó a corresponder, para evitar sospechas.
-Sasuke ya me contó que eres prima de Kris-chan, que callado lo tenías-dijo el rubio-¿cómo le fue el viaje?
Sasuke agradeció en ese momento la falta de tacto de Naruto ya que había sacado el tema de la pelirosa por él.
-Ah...si, bien, mandó recuerdos para ti Sasuke-kun-dijo.
Sasuke la había bombardeado a mensajes en esos dos días y esperaba que eso lo aplacase un poco.
-Hmp.
Todo quedó en un incómoda silencio por parte de ellos dos, ya que el pobre Naruto, incluso Sasuke en parte grande, era ajeno a aquel asunto.
-Em...bueno yo...debo irme, nos vemos mañana chicos, recuerda que debemos acabar el trabajo de clase Sasuke-kun-dijo antes de marcharse.
-Que rara está Sakura-chan ¿no?
Sasuke no contestó ya que mientras miraba a Sakura alejarse descubrió que otra persona, más bien otras personas, se acercaba hacia él.
-No puede ser-susurró cuando sus ojos chocaron con los de su madre.
Después de tantos años Mikoto seguía exactamente igual, el pelo negro y liso le caía por la espalda, la piel seguía igual de blanca y en sus ojos seguía habiendo ese matiz de alegría.
Y por supuesto iba acompañada de su novio veinteañero.
La ira inundó el cuerpo de Sasuke cuando ella lo miró con sorpresa.
-Sasuke...-empezó la pelinegra.
-Vámonos, dobe-dijo en un tono friísimo.
Naruto no dijo nada, sabía que aquel tema era muy delicado.
-Espera hijo-dijo ella agarrándolo del brazo.
El roce hizo que algo en Sasuke recordase cuando era pequeño y ella lo tocaba pero pronto se convirtió en ira.
Mikoto vestía como si fuese una veinteañera a pesar de ya tener 38 años, llevaba pantalones ajustados y una chaqueta de cuero negros.
-Yo no soy tu hijo-contestó-suéltame.
-Sasuke yo...-dijo ella con los ojos acuosos-por favor escúchame, yo te quiero hijo.
Aquello acabó de enfurecer a Sasuke, ¿es qué esa mujer no cambiaría nunca?
-Hace tiempo que has dejado de ser mi madre, déjame en paz, que te la pases bien con tu novio ramera.
Aquello fue como una puñalada para Mikoto que veía a su hijo menos alejándose sin siquiera escucharla.
--------
No se podía creer la suerte que tenía, había encontrado la manera adecuada de hacerle daño al Uchiha.
Neji y él habían salido a dar una vuelta cuando habían visto a Uzumaki y a Uchiha de lejos y decidieron seguirlos.
De primera vez se encontraron con la trol esa de Sakura, que para desgracia de los ojos humanos había sobrevivido, pero lo que le sorprendió fue el segundo encuentro con una mujer de pelo largo y negro que iba con un chico de pelo marrón corto.
Estuvieron escuchándolos y Gaara y Neji se quedaron de piedra al ver que no era otra que la madre del pelinegro.
Gaara conocía la historia porque Yoko se la había contado y no pensaba desaprovechar esa oportunidad.
Sasuke y Naruto se marcharon pero ellos no se movieron, simplemente se quedaron mirando a la mujer y al chico, que se abrazaron en un acto de consuelo por parte de él.
Una sonrisa se formó en sus labios.
-Neji déjame tu móvil.
El ojiperla sonrió de medio lado, conocía bien a Gaara para saber lo que iba a hacer así que le dejó el móvil.
El pelirojo sacó fotos a la pareja mientras se besaban y se abrazaban y luego se volvió hacia su amigo.
-Vamos a tu casa, tenemos que acabar antes de que Uchiha vuelva a la suya.
------
Dos horas después Sasuke llegaba a su casa encontrándose con su hermano que salía del garaje.
-Volviste a casa-dijo con pereza-creí que me habías hecho el favor de esfumarte y no volver.
Itachi sonrió.
-En realidad estoy solo de pasada pero me alegra saber que me extrañas hermanito-contestó-por cierto, estuve hablando con la chica esta, ¿cómo se llama?...ah, sí, Sakura, la encontré por la calle y cambiamos unas cuantas palabras, me alegra saber que mi hermano es un alumno aplicado.
-Hmp.
-Es simpática, tal vez algún día le pida una cita.
Sasuke miró a su hermano con las cejas alzadas, de verdad que Itachi no tenía remedio, le gustaban las mujeres voluptuosas pero sentía una especie de obsesión por las feas, sin saber por qué el hecho de que demostrase interés por Sakura le molestó.
-Hmp, haz lo que quieras.
Ni siquiera se despidieron cuando Itachi agarró el coche y se fue.
Iba sumido en sus pensamientos cuando llegó al jardín y se encontró con ese espectáculo.
El césped estaba lleno de fotos de su madre liándose con su amante.
¿Qué significaba aquello?

19.

Sakura caminaba en completo silencio por la calle.
Hacía cuatro días que Kristen se ''había marchado'' y dos días que Sasuke no había aparecido por la Universidad.
Preocupada como estaba fue a preguntarle a Naruto por su amigo pero el rubio se limitó a decir que solo sabía que estaba enfermo.
Por otra parte, su móvil estaba lleno de mensajes enviados por él a Kristen en los que le preguntaba cómo le iba su estancia en Estados Unidos, mensajes que Ino calificó como excusa para poder mantener el contacto con su pseudónimo.
¿Tal vez Sasuke estaba mal por qué Kristen se había ido? lo dudaba, bien sabía, o creía saber, que el pelinegro amaba a Kristen pero Sasuke no era de esas personas que se encerraban en casa dando muestras de debilidad.
En esos dos días no había ido a la casa del pelinegro por propia petición de él a través de su rubio amigo y ella había hecho caso sin insistir.
La verdad es que todo aquello era sumamente extraño y le costaba entender cuál era el motivo de la ausencia del chico.
Apenas si había llegado a la Universidad cuando vio que en la entrada se agolpaban un montón de alumnos y se quedó de piedra al ver que, unos metros más allá, se encontraba Itachi, el hermano mayor de Sasuke, hablando con Tsunade, la directora.
¿Qué significaba aquello? ahora sí que temía que a Sasuke le hubiese pasado algo malo.
Se acercó y a lo lejos vio a Hinata, se acercó a ella.
-¿Qué sucede? ¿por qué está aquí el hermano de Sasuke?
Hinata se giró hacia Sakura y le tendió un papel tamaño cartel, al verlo Sakura se quedó muda.
En él aparecía una mujer pelinegra, de unos treinta y tantos años liándose con un chico de unos veintisiete años.
Sakura la reconoció de inmediato, era Mikoto, la madre de Sasuke.
Se llevó una mano a la boca, ¿qué era aquello?
-Las encontraron hoy a la mañana esparcidas por toda la Universidad y en algunas ponía: ''La zorra madre de Uchiha'', nadie sabe quién lo ha hecho y es por eso que Itachi está aquí-aclaró la peliazul.
Ahora todo empezaba a cobrar sentido, pero si las fotos habían sido encontradas esa mañana, ¿cómo es que Sasuke llevaba faltando dos días?
Ni si quiera Yoko le contestaba al teléfono para hablar.
No había más remedio, aprovechó que Itachi se alejaba de la directora y fue a hablar con él.
-Ah, hola Sakura-saludó él.
Itachi no parecía un Uchiha, era muy simpático y para nada frío, por lo que hablar con él resultaba muy fácil.
-¿Está bien, Sasuke?-preguntó la chica.
La cara del Uchiha se ensombreció un poco pero luego volvió a sonreír.
-Perdona por no haber llamado pero este escándalo nos tiene absorbidos y mi padre ha prohibido a Sasuke salir de casa-contestó él.
-¿Prohibir?
Itachi miró a ambos lados y luego se inclinó hacia ella, tan cerca que la hizo sonrojar.
-No es algo que pueda contar-le susurró al oído-pero me fío de ti, sé lo que has hecho por Sasuke y se ve que eres buena persona, pero ahora no es el momento, las cosas están muy recientes y todavía no sabemos quién ha sido el que ha divulgado estas fotos.
Sakura asintió.
-Bueno Sakura-dijo él irguiéndose-ahora debo irme, tal vez algún día quieras quedar para hablar, me pareces alguien interesante.
Las mejillas de la ojijade se pusieron al rojo vivo, ¿Itachi invitándola a salir? bueno en eso si que se parecía al resto de los Uchiha, le gustaban mucho las mujeres, pero...¿ella? bueno, quizás solo quería como amigos, no debía ser tan mal pensada.
-Sí, tal vez-susurró.
Itachi se marchó después de dedicarle una sonrisa.
Sakura se quedó quieta en el sitio, no le gustaba aquella situación y no pudo más que recriminarse el hecho de haber hecho desaparecer a Kristen, Sasuke la necesitaba y aquel exceso de mensajes solo quería decir que el pelinegro necesitaba su apoyo y ella como una imbécil lo había ignorado.
Se sintió la peor basura del mundo.
En ese momento alguien pasó por su lado y se chocó con ella.
La pelirosa alzó la vista y se quedó helada al ver allí al primo de Hinata, a Neji.
¿Qué hacía el pelimarrón allí?
La mirada fría del chico se clavó en ella con desprecio y Sakura no pudo más que temblar, agradecía que él no la reconociese.
Tras ese breve intercambio de miradas el ojiperla se marchó dejándola temblando.
Se obligó a reponerse, siendo Sakura ni él ni Gaara le harían nada malo.
Aún así sentía curiosidad por lo que estaba haciendo Neji.
Dirigió la vista hacia el lugar del cual se suponía que había salido el pelimarrón y se extrañó al ver que era de uno de los almacenes de la limpieza que había en el exterior de la Universidad.
¿Qué había estado haciendo allí?
Un mal presentimiento la invadió, la presencia de Neji no auguraba nada bueno.
Con algo de nerviosismo se fue acercando hacia dicho almacén, al parecer no había nadie ya que todo estaba a oscuras, así que entró, confiada.
Pero justo en el momento que entró en la estancia la puerta se cerró de golpe y la luz se encendió.
-Mira nomás quién está aquí.
Su sangre se heló al ver que justo delante de sus narices estaba Gaara, sonriendo.
Lentamente se fue acercando a la pelirosa y el instinto de ella la obligó a retroceder hacia la puerta pero esta se había cerrado con algún tipo de mecanismo.
-¿Qué haces aquí?-preguntó con la voz trémula de puro miedo.
Gaara intensificó su sonrisa mientras la acorralaba contra la pared.
-¿No te has fijado?-preguntó señalando al cuarto.
Los ojos de la pelirosa se enfocaron en una pila de papeles que había al fondo.
Gaara cogió uno de los papeles y se lo mostró.
Era la misma foto que le había enseñado Hinata.
-Fuiste tú.
Él sonrió macabramente.
Sakura nunca se había sentido así, ese sentimiento de tener delante a la persona que le estaba causando daño a la persona amada, la ira la invadió y se lanzó a por el pelirojo, pillándolo por sorpresa.
-¡Eres una basura de persona!-gritó arañándole la cara-¡¿por qué haces esto?!
-Fue muy divertido-dijo él-conocía a la madre de Sasuke de vista y fue una completa sorpresa encontrarme con eso, el punto débil de Uchiha.
Sakura se quedó quieta, ¿cómo sabía eso Gaara? nadie conocía el tema aparte de los más allegados de la familia, y ella.
¿Entonces cómo es que él tenía esa información?
Gaara aprovechó la distracción de la chica y volvió a tomar el control sobre ella, agarrándola fuerte por los brazos.
-La verdad no entiendo que le veis al Uchiha-dijo con odio-pero tú, él nunca se fijaría en ti, mira cómo eres, eres fea.
La pelirosa estaba paralizada de miedo, no sabía que le haría el pelirojo esta vez.
-¿Pero sabes? siéntete contenta zorra, porque me vas a servir de juguete.
Con un brazo Gaara la inmovilizó y con la mano libre manoseó los pechos de la pelirosa.
La chica reaccionó rápidamente intentando zafarse pero le fue imposible, Gaara le rompió la blusa del uniforme dejando al descubierto su sujetador rojo.
-No estás tan mal, después de todo-dijo llevando su lengua al escote de la chica.
Sakura pataleaba y forcejeaba pero el amarre de él seguía fuerte, las lágrimas empezaron a resbalar por su rostro.
-Ya verás que disfrutarás perra-dijo él.
Sakura movió la cabeza desesperada, en busca de algo para librarse de él y lo encontró.
A escasa distancia había una pequeña silla y si lograba estirar un brazo conseguiría agarrarla.
Lo intentó y agarró una pata y haciendo uso de toda su capacidad la alzó y golpeó a Gaara en la nuca, dejándolo inconsciente.
Se levantó como el rayo y se apartó de él.
Tenía que encontrar el interruptor que accionaba el pasador eléctrico para abrir la puerta.
Lo encontró al final y al salir ni se fijó en si Gaara seguía vivo, solo salió completamente asustada del cuarto.
-¿Sakura?
Itachi la miraba asombrado.
La chica tenía toda la ropa removida y la blusa rota, dejando al aire su escote, por el cual se perdió la mirada del pelinegro, pero luego volvió a fijarse en la cara sollozante de la chica, vio la sangre, tenía un labio partido.
-¿Qué pasó?
-Él...quiso...él...
Sakura era incapaz de articular palabra y acabó abrazándose al Uchiha quien le devolvió el abrazo preocupado.
-¿Quién te hizo esto?
-Quería violarme...-fue lo único que logró decir-quise defender a Sasuke...fue él...las fotos...fue él...
Tal era el estado de ella que la chica era incapaz de controlar lo que decía.
Itachi se quedó impactado.
-¿Quién fue Sakura? ¿Está allí dentro?-dijo moviéndose hacia el lugar indicado.
-¡No, no quiero ir!-exclamó la pelirosa.
Itachi se la quedó mirando y luego la condujo hacia donde estaba su coche.
-Hentaro-dijo refiriéndose al chófer-lleva a Sakura a mi casa, yo debo solucionar algunas cosas.
Dicho esto metió a la pelirosa en el coche y cerró la puerta.
-------
Estaba frustrado, abatido, enfadado, iracundo y demás emociones negativas.
En cuanto pillase al que había hecho eso lo mataría.
Y es que hacía apenas tres días alguien había dejado en su jardín un montón de fotos de su madre besándose con su nuevo novio.
Eso enfureció a su padre que lo primero que hizo fue llamar a Mikoto.
Esta se presentó en la mansión, al día siguiente, de inmediato, sin su amante.
La había escuchado, no la vio porque se negó a bajar cuando ella llegó, no quería verla, la odiaba.
Pero el hecho de escuchar la voz de su madre después de tantos años lo sumió en una tristeza que él mismo creía haber olvidado hacía años, ni si quiera podía compararse la tristeza de ese día con la que tenía su voz cuando la vio.
Escuchó por horas los gritos despectivos de su padre y las contestaciones cargadas de angustia de Mikoto, maldita ramera, nunca los dejaría en paz.
Luego escuchó la voz de Itachi poniendo orden y echando a su madre de casa, que se fue en medio de sollozos.
Sasuke pegó un puñetazo en su almohada.
De eso hacía ya dos días y era incapaz de sacar de su cabeza la sensación que sintió al escuchar la puerta de su casa cerrándose cuando Mikoto la abandonó.
Justo la misma sensación de pérdida que sintió cuando Kristen se fue la semana pasada.
Su vida era un asco, se había dejado dominar por los engaños de las mujeres.
Porque la pelirosa era igual que su madre, una vez se hubo ido se desentendió de él, solo había jugado con él, solo fue capaz de mandarle un saludo a través de Sakura y nada más.
Pero no tuvo tiempo de seguir lamentándose ya que en ese momento se montó un revuelo en la entrada.
Hentaro entró a grito pelado llamando por Mair.
¿Qué habría pasado?
La curiosidad lo venció y bajó a toda prisa.
La escena lo dejó boquiabierto.
-Señorito Sasuke, su hermano me mandó traerla aquí, al parecer alguien intentó violarla.
Los ojos de Sasuke se mantuvieron fijos en aquel delgado cuerpo temblante que estaba frente a él.
Sakura tenía toda la ropa removida y la blusa rota mostrando un sujetador rojo que tapaba unos bellos pechos.
Pero lo que realmente lo asustó fue su cara, tenía un labio partido y lloraba, sus ojos demostraban un profundo terror.
El corazón se le paralizó, quiso abrazarla y decirle que todo iba bien, que nada pasaba, que ahora estaba con él y nada le pasaría.
Se sacudió la cabeza, ¿por qué pensaba en eso? no, no, no podía pensar esas cosas, él no era así.
-Sasuke...-susurró la chica.
Fue una voz tan rota que lo impactó y apenas si se dio cuenta cuando ella se refugió en sus brazos.
-Gaara, fue Gaara el de las fotos...-continuó atropelladamente-y...el que quiso...violarme.
Los ojos de Sasuke se abrieron de par en par mientras inconscientemente la abrazaba, la ira se fue apoderando de él, ese imbécil había firmado su sentencia de muerte.

20.

Sakura lloraba fuertemente sobre su pecho mientras la ira cada vez se iba adueñando más de él.
-¿Dónde quedó ese imbécil?-preguntó en un susurro cavernítico.
Por toda respuesta solo recibió los sollozos y jadeos por parte de ella.
-Señorito Sasuke, yo creo que la señorita necesita tomar una infusión y recostarse un momento, está muy alterada-dijo Mair.
Sasuke miró a la sirvienta y luego bajó la mirada hacia la pelirosa, todo su cuerpo temblaba en violentos espasmos y tenía los ojos abiertos de par en par, clavados, en un punto fijo, inertes y vacíos.
Fue como recibir un golpe directo en el corazón, la chica estaba completamente destruida.
-Mair, tráele una tila a mi cuarto-acabó por decir-Hentaro, vuelva a donde mi hermano, ya lo conoce, es capaz de cualquier cosa.
El chófer salió como una centella y Mair se fue a la cocina.
Él agarró con fuerza el cuerpo de la pelirosa, que amenazaba con derrumbarse y la subió hasta su cuarto.
-Túmbate aquí-dijo tendiéndola en la cama-y ahora por favor relájate.
Sakura cerró los ojos tratando de hacer caso pero era imposible, la mirada demoníaca de aquel sujeto aparecía una y otra vez.
-Por Dios Sakura-murmuró él-¿qué pretendías yendo donde ese sujeto?
La chica lloró con más fuerza.
-Yo sabía que era él el de las fotos y quise detenerlo-dijo la pelirosa-pero no pude yo...
-¡Joder!-dijo él dando un puñetazo a la pared.
Ella continuó llorando y él se la quedó mirando.
No quería verla así, odiaba verla así, nunca nadie había hecho tanto por él.
Se sentó al borde de la cama y le agarró una mano.
-Ya no llores-murmuró.
Aquello era difícil para él ya que nunca se mostraba comprensivo con nadie.
La pelirosa se levantó y se abrazó a él, lo necesitaba, necesitaba el calor y el cariño de Sasuke.
Él la envolvió con sus brazos.
-Los siento-dijo ella mirándolo a los ojos-fui una torpe.
Sasuke sonrió de medio lado, era fascinante mirarla desde tan cerca a los ojos, vidriosos y brillantes y en ese momento, fuera de lo que él llegase a pensar, le pareció la chica más hermosa del mundo.
En ese momento la puerta del cuarto de Sasuke se abrió y por ella entró Yoko, con una mueca de horror y con lágrimas inundándole la cara.
Los dos se separaron de inmediato.
-¡Sakura! me lo contaron todo-dijo lanzándose hacia la chica-de verdad que lo siento, si yo hubiese sabido cómo era mi novio...nada de esto...nada de esto hubiese pasado.
La pelirosa abrió los ojos de par en par, ¿novio?
-Gaara era mi novio-aclaró la pelinegra-y digo era porque en este mismo instante voy a matarlo.
Justo cuando iba a salir por la puerta Sasuke la frenó.
-¿Qué quieres que te haga algo a ti también? hmp, mira que eres inocente.
-Suéltame Sasuke, ¿qué no entiendes que tengo que partirle la cara a ese infeliz?
-No vas a ir porque el que tiene que solucionar algo con ese gilipollas soy yo, quédate con Sakura.
Pero antes de que el pelinegro llegase a salir Sakura se lanzó hacia él y lo abrazó por la espalda.
-¡No!
Sasuke se quedó estático, aquel contacto repentino hizo que todas sus entrañas se removiesen en una sensación muy cálida.
Sakura se aferró a él con fuerza, no le dejaría ir con Gaara, no.
-Sakura, suéltame-dijo él.
Pero lejos de eso la pelirosa se aferró a él con más fuerza.
-Creo que mejor me voy-dijo la pelinegra.
Ese era un asunto que ellos tenían que discutir hace mucho tiempo, lo supo por la cara de la pelirosa y no pudo más que desearle toda la suerte del mundo.
Los dejó solos, cerrando la puerta de un portazo.
-No vayas-susurró la pelirosa-no vayas.
-¿Y por qué no debería hacerlo?-preguntó él, molesto-ese idiota se merece una buena golpiza, ¿qué ahora lo defiendes después de lo que te hizo? ¡Y ahora todo el mundo sabrá que soy hijo de esa puta!
-Quédate aquí, por favor-casi suplicó ella-quédate conmigo.
El tono de suplica de la chica lo obligó a voltearse poco a poco y quedársela mirando.
Esos ojos que se escondían tras aquellas gafas, era como si fuesen las piedras más hermosas del mundo, el corazón le latió a un ritmo desbocado obligándolo a tragar grueso.
Sacudió la cabeza y apartó la vista de ella, ¿qué coño le pasaba? ya estaba bien de estupideces,
-Dame una sola razón para que me quede, es más explícame por qué-dijo él-¿por qué defenderme cuando yo siempre me he reído de ti?
Ella lo sabía, pero no podía evitarlo, ya no quería ocultarlo por más tiempo.
-¡¿Qué por qué?! ¡Es obvio! ¡Realmente no pensé que serías tan tonto Sasuke!-estalló.
El pelinegro se quedó de piedra, ¿lo había llamado tonto, a él?
-¿Y según tú por qué soy tonto, eh?-preguntó él.
-Pues porque no te das cuenta de nada-contestó ella más calmada.
Ya no aguantaba más, ya no podía más con todo lo que estaba pasando, si seguía así se volvería loca.
-¡De que me tengo que dar cuenta! ¿Qué pasa con las mujeres de tu familia, eh?-preguntó-siempre igual de extrañas, en fin, solo queréis jugar conmigo.
Tenía razón, ella había estado jugando con él, pero eso acabaría.
-Nadie juega a nada-contestó.
-Eso díselo a tu prima, tanto que me quería y ahora que se fue ni una llamada, ¡empiezo a creer que era una cualquiera que se me arrimaba solo por sexo!
Aquello encendió por completo la ira de la pelirosa que dio un paso adelante y se plantó delante de él.
-¡Mira nene! date cuenta de una vez que las mujeres no tenemos culpa de lo que pasó con tu madre, y a saber que tuvo que aguantar ella, con un hijo como tú yo también me hubiera ido de casa y en cuanto a mi prima, tú no sabes nada, como siempre, no ves más allá de tus narices.
Se calló de inmediato, llevándose una mano a la boca, la cara de Sasuke se había vuelto inexpresiva, fría, como nunca lo había visto.
La taladraba con la mirada, como se atrevía esa estúpida a tratarlo así y decirle esas cosas, ¿qué sabía ella de lo que había pasado en su casa y lo que Kristen y él tenían?
Sakura sintió que debía marcharse de allí de inmediato, en ese momento odiaba a Sasuke, lo odiaba a él y se odiaba a sí misma, quería desaparecer de la faz de la tierra.
-No sé como las chicas se fijan en ti con lo machista que eres-dijo intentando sonar fría-yo me largó de aquí.
Pero antes de que lograse incluso moverse él le agarró el brazo con fuerza.
-¿Quieres saber por qué están locas por mí? ¿Tanto quieres saberlo?-bramó furioso-pues te lo voy a mostrar.
Sin menor preámbulo la empotró contra la pared y estampó sus labios contra los de ella.
La pelirosa abrió los ojos de par en par.
Quiso soltarse, pero él no la dejó, apretándola con más fuerza.
¿Qué se creía Sasuke que hacía? tenía que soltarse, debía soltarse.
Pero cada segundo el grito de su mente era menos intenso, sus sentimientos empezaban a ganarle por goleada.
El corazón empezó a latirle a tal ritmo que creyó que se le escaparía del pecho.
Sus labios se movieron sobre los de ella al principio con desenfreno, pero allí había algo que no estaba bien, aquello le resultaba tan familiar, poco a poco fue perdiendo la consciencia y dejando de lado la ira para sumergirse en el beso que le daba a la chica.
Los labios de Sakura eran suaves y a cada roce hacían que él se descentrase más, era como una droga.
Sus manos se movieron hacia la cintura de la chica con posesión, abandonándose a lo que su corazón le mandaba.
Sakura cerró los ojos y le pasó los brazos por el cuello.
Se sentía una basura, una basura sin voz ni voto, todo iba mal y ya no quería seguir así.
Lo amaba y estaba consiguiendo lo que quería, Sasuke se fijaba en ella, la besaba con dulzura, tal y como hacía con Kristen.
Ella no se lo merecía, no se merecía que él la quisiese porque lo había engañado.
Aquello no le daría la felicidad a nadie, ya no quería engañarlo más.
Se separó de Sasuke con los ojos llenos de lágrimas, aquello debía acabar, aunque él la odiase y esa se sumiese en el más negro de los agujeros.
El pelinegro la interrogó con la mirada.
Estaba seguro de que ella disfrutaba el beso tanto como él, sonrió de medio lado, menuda ironía, ¿qué tenían las Haruno?
Contempló a Sakura, días atrás le hubiese asqueado, ni la habría mirado, pero en ese momento lucía ante él como la mujer más linda del mundo.
Quería protegerla, como ella había hecho con él, y no se avergonzó de reconocerlo sino más bien se reprochó a sí mismo no haberse querido dar cuenta antes y haberla herido, ni siquiera Kristen había hecho actos como los que su prima había hecho.
-Hmp, ¿qué pasa?
Lo reconocía, pero nunca lo diría.
La sonrisa de medio lado le dijo a Sakura todo lo que tenía que saber.
Estúpida, estúpida, todo había acabado mal, había jugado con él.
-Ya no aguanto más Sasuke-soltó en pleno llanto-nunca debimos conocernos.
El pelinegro se quedó a cuadros, en verdad no entendía los cambios de esa chica.
-¡Soy una mentirosa!-gritó la chica.
-¿Por qué?-preguntó.
Sin previo aviso se separó de él y se quitó la gorra, dejando a Sasuke atónito.
Debajo de la gorra aparecieron dos moños de pelo de color rosa.
Sakura había desaparecido y delante de él estaba la mismísima Kristen.
No se movió, solo se limitó a mirarla, se negaba a creer lo que sus ojos le decían.
Se sintió vacío.
La pelirosa se desesperó al ver que él no reaccionaba, que no decía nada.
-Di algo, por favor, grítame si quieres, pero dime algo.
-No...-quiso decir, pero las palabras no lograban salir de su boca.
No sabía que decir, ni siquiera lograba comprender aún lo que le mostraban sus ojos.
La gorra y las gafas de Sakura quedaron tiradas en el suelo mientras ella lloraba.
-Yo soy Kristen-dijo.
Sasuke se llevó una mano a la cara, todavía incapaz de reaccionar.
Sakura y Kristen...eran la misma persona, tal y como él había creído.
No sabía ni como sentirse, ni siquiera sabía por dónde le daba el aire.
Se sintió fuera de lugar, otra vez, otra vez utilizado.
-¿Cómo?-fue lo único que salió de su boca.
La pelirosa agachó la cabeza.
-Nunca debió pasar-dijo-nunca, yo...Sasuke, yo...
En ese momento perdió la paciencia.
-¡Por qué lo has hecho joder!-exclamó-¡por qué!
Sakura aguantó aquel ataque como pudo, se lo merecía.
Esperó a que Sasuke se calmase y empezó a contarle paso a paso el por qué todo había acabado así.
-Fue por trabajo, no quise que nadie supiese de que era camarera e Ino me ofreció la posibilidad de tener doble personalidad, si yo hubiese sabido...pero ya es tarde, me enamoré de ti y todo se magnificó.
Sasuke no daba crédito a lo que oía, aquello parecía sacado de una telenovela, Sakura se había reído de él, lo había utilizado, tal y como había pasado con su madre.
-Pero yo te quiero Sasuke, es por eso que no podía soportar...
-¿Qué me quieres? ¡Una mierda!-exclamó él agarrándola por los hombros y zarandeándola-¡eres una zorra, una asquerosa zorra!
Ella no hizo nada, lo dejó desahogarse, ¿qué podía hacer? ¿Reclamar? ¿Qué le iba a reclamar ella si todo había sido su culpa? solo se limitó a llorar, por ella y por él.
El dolor que sintió Sasuke en ese momento fue el más intenso de su vida, fue como si le arrancasen el corazón, como si se lo hubiesen roto en pedazos.
Volvió a mirar a Sakura, llorando, incluso en ese momento le dolía verla llorar, pero se lo merecía.
-¡Te quería!-gritó arrebatado por la rabia-¡yo quería a Kristen! y tú... lo debiste pasar muy bien ¿no?
Sakura sintió como todo dentro de ella se resquebrajaba al ver la cara desesperada de él.
-Yo no quería...yo...
-¡Cállate! ¡Eres una zorra mentirosa!-gritó.
La soltó y el cuerpo de la pelirosa cayó pesadamente al suelo.
Estuvieron por un rato en silencio hasta que alguien llamó a la puerta.
Mair entró con la infusión.
-Señorito aquí está...-pero enmudeció al ver la escena.
Sakura tirada en el suelo llorando y él de pie, furioso y desesperado.
Sasuke no esperó más y se largó del cuarto haciendo que Sakura llorase aún más fuerte.
El ojinegro salió a la calle dando un portazo y echó a andar sin rumbo fijo, cegado por sus pensamientos.
La angustia le atoraba todo el pecho hasta dificultarle el respirar.
¿Cómo había podido hacerle aquello? y él como un imbécil había sido engañado.
Él nunca había sido así, era el quién rompía los corazones de las mujeres, el que las dejaba, pero ahora estaba en el papel contrario.
Era un imbécil no solo por dejarse engañar, sino por enamorarse de la verdad y la mentira.
Dio un grito de rabia.
-Imbécil-susurró.
Imbécil por haberse enamorado de un engaño, de aquella sonrisa, de aquellos ojos, de aquel cuerpo, de aquellos labios, de todo lo que eran ellas, las dos mitades.
Así pasó varios minutos hasta que se dio cuenta que sus piernas lo habían llevado hasta la Universidad.
-¡Sasuke!
Itachi estaba cerca de la entrada, parecía agitado.
-No lo hemos encontrado, huyó-dijo Itachi furioso-¿qué tal está Sakura? ¿Llegó bien a casa? cuando encuentre a ese mierda lo mataré.
Pero Sasuke no contestó, en ese momento tenía la vista clavada en lo único que quería encontrar en ese momento.
Gaara estaba a lo lejos, esperando el momento adecuado para escapar, se agarraba la cabeza.
Sin más echó a andar hacia él.
-Sasuke, ¿a dónde vas?-le preguntó su hermano.
No contestó, en ese momento no era dueño de sí mismo.
Gaara lo vio e intentó huir pero Sasuke ya lo había alcanzado y le propinó un golpe fuertísimo en una mejilla.
-¡Cabrón!-gritó mientras se lanzaba a por él.
Gaara no pudo defenderse de la golpiza que le dio Sasuke.
El ojinegro descargaba una y otra vez sus puños, pensando en Sakura, en su madre y en aquel mismo ser miserable.
El pelinegro gritó y se desahogó.
-¡Sasuke, basta!
Era la voz de Itachi pero lo ignoró y siguió golpeando.
Al ver que no hacía caso Itachi lo agarró fuertemente.
-¡Vas a matarlo! tranquilízate.
Solo entonces Sasuke fue consciente de lo que sucedía, Gaara estaba inconsciente en el suelo con la cara amoratada, parecía muerto.
-¡Joder!-gritó-¡joder! ¡Joder! ¡Joder!
-Sasuke, ¿qué te pasa?-preguntó Itachi, preocupado.
El pelinegro lo ignoró, quería estar solo.
Se marchó, sin hacer caso a las llamadas de su hermano.
Nada de aquello volvería a pasar.
Sakura Haruno y Kristen Drave, ambas la misma, se habían muerto para él.
Para siempre.
Los valientes son los que saben llorar con la cara descubierta y luchar contra el miedo. El valiente nunca se rinde.

Si Justin Bieber amenaza con saltar de un edificio:
El 85% de personas entran en depresión
El 10% le dicen que salte
Copia y pega esto en tu firma si eres del 5% de las personas que suben y le da una ayudita (lo empujan) (^w^)

Greenie Desconectado
« Respuesta #14 en: Marzo 13, 2011, 05:07 pm »

  • Blablabla!
  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 136
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
  • ¿Porqe confundimos la costumbre con el amor? :S
    • http://www.imperionippon.co.cc/foro/index.php?action=profile;u=90;sa=forumProfile
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #14 en: Marzo 13, 2011, 05:07 pm »
:O :O :O
NO LO PUEDO CREER...
ESTE CAPITULO FUE EXTREÑO, REALMENTE, OSEA, REALMENTE WAUUUUUUUUU!
ME ENCANTO, ME FASCINO JAJA QUIERO LEER MUCHO MAS :)
ESPERO CON ANSIAS LA CONTINUACION...
ME HAS DEJADO INTRIGADA
UN BESO...
¿Como puedo y Sin Embargo Eres Un Presumido y un Arrogante de Primera?, pero aun asi me encantas :D


Sakuramin20 Desconectado
« Respuesta #15 en: Marzo 13, 2011, 07:55 pm »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 73
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #15 en: Marzo 13, 2011, 07:55 pm »
waaaaaaaaa.... simplemente magnifico, cada vez que leo la ultima parte me duele el corazon, al imaginarme que la quiere olvidar...
waaaaaaaaaaa!!!!

Nos vemos

Sakuramin20 :P

Dresti Desconectado
« Respuesta #16 en: Marzo 20, 2011, 02:42 pm »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 116
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Mi foro
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #16 en: Marzo 20, 2011, 02:42 pm »
tengo prisaaaa! :(

21.

Su cuerpo tembló con solamente ver donde estaba.

Los recuerdos volvieron a asaltarla y golpearle con fuerza el corazón.

Sasuke gritándole, llamándola zorra y luego marchándose.

De eso habían pasado tres días en los cuales ella no había tenido el valor de asistir a clase.

Pero no podía huir eternamente y allí estaba, de pie, junto a Ino, en frente del enorme edificio de la Universidad.

Ni siquiera sabía de dónde había sacado las fuerzas necesarias para ir allí.

En ese poquísimo tiempo habían pasado tantas cosas...

Gaara estaba ingresado y él y Neji serían juzgados cuando saliese del hospital.

Sasuke le había dado una golpiza brutal, descargando en él todo lo malo que en esos momentos debía sentir hacia ella, de eso estaba segura.

Yoko estaba muy mal, descubrir de la noche a la mañana quién es realmente la persona con la que llevas tanto tiempo saliendo no es fácil y la pelinegra era incapaz de asimilarlo.

Solo había hablado con Sasuke una vez, el día anterior, por teléfono.

Su voz había sido muy fría.

FLASH BACK

Estaba tirada en su cama, lamentándose de sí misma, cuando Ino abrió la puerta con el teléfono en la mano y una mirada seria.

-Es Sasuke-dijo.

El ceño de la pelirosa se contrajo y volvió a enterrar la cara en su almohada.

-No quiero hablar con él-murmuró-no quiero que me siga insultando, aunque me lo merezca.

Ino retiró la almohada de su cara y la miró severamente.

-Solo quiere hablar de las clases y de un trabajo que teníais que hacer juntos-dijo-espabila Sakura no puedes seguir así eternamente.

La pelirosa cogió con desgana el teléfono y contestó, intentando que su voz sonase lo más normal posible.

-¿Si?

-Tenemos que hablar.

La voz de Sasuke sonaba monótona y fría, sin ningún tipo de emoción.

Un sollozo amenazó con escapársele de la boca.

-Tú dirás-contestó.

La línea se quedó un buen rato en silencio y hubiese jurado que Sasuke había colgado de no haberlo oído respirar.

-Tenemos que vernos para hacer el trabajo porque la profesora se ha negado a cambiarme de pareja y si no lo entregamos suspendemos y si suspendo me mandan con los monjes.

-Ya veo, ¿cuándo quieres qué...?

-Mañana en la Universidad ya te diré.

La línea volvió a quedarse en silencio hasta que Sasuke volvió a hablar.

-Esta será la última vez que hablemos aunque por mí ya no volveríamos a vernos nunca.

Tras eso colgó.

FIN DEL FLASH BACK

Y allí estaba ella.

Ino la agarró de un brazo y la zarandeó.

-Sakura, Hinata te está hablando.

Cuando la pelirosa volvió en sí, se dio cuenta de que volvía a estar llorando y que las dos chicas la miraban con desconcierto.

-¿Te encuentras bien, Sakura?-preguntó la ojiperla.

Sakura enfocó su vista en la ojiperla y tras varios segundos asintió.

-Yo solo quería pedir disculpas por lo que os hizo mi primo a ti y a tu...prima...

Hinata lo sabía, estaba claro, Naruto pasaba mucho rato con ella y era obvio que Sasuke se lo había dicho a su amigo y este a la peliazul.

Pero Hinata era demasiado buena como para lastimarla.

-Da igual Hinata, las circunstancias nos ponen a cada uno en su sitio-contestó-me enteré que tu padre sigue sin querer anular el compromiso, lo siento.

-Ya no importa-dijo la ojiperla con una sonrisa-yo también me he dado cuenta de muchas cosas, entre otras, que Sasuke te quiere a ti y que a mí nunca me querrá.

Sakura no contestó.

-Dudo que Sasuke sienta algo por Sakura-dijo Ino.

-Naruto lo conoce, Sasuke está defraudado por el engaño de Sakura, no por el engaño de Kristen, creó que dejó de gustarle Kristen en el momento que ella-dijo señalando a Sakura-dio la cara por él y casi muere y es violada por ayudarle, él creía que Sakura era una buena persona y no se esperaba esto.

-¿Y eso lo dijo Sasuke?-preguntó Ino sorprendida.

-Él no dijo nada, todo esto lo sabe Naruto porque lo conoce tan bien que hasta sabe lo que piensa.

Sakura tenía la cabeza gacha, no quería seguir hablando de ese tema.

-¿Y tú sigues enamorada de él?

-Creo que empiezo a sentir algo por Naruto-susurró sonrojada-pero aún es pronto para saberlo.

-Me alegro por ti.

Y realmente lo hacía, Hinata era buena persona.

-¡Hinata-chan!

La voz del rubio atravesó toda la calle.

Se acercaba a ellas corriendo hasta que vio la escena que tenía delante.

Era obvio que se encontraba incómodo con ella adelante pero lejos de lo que pensaba en la mirada de Naruto no había ni rastro del más mínimo rencor.

-Siento lo que ha pasado Sakura-chan, no está bien lo que hiciste pero yo creo que no lo has hecho por mal-dijo al ver la cara de la ojijade.

No tuvo tiempo de contestar porque en ese momento apareció ante ellos un deportivo azul eléctrico del cual bajaron Sasuke e Itachi.

El pelinegro se quedó parado al verla allí, con la cara ojerosa, mojada y los ojos hinchados.

Otra vez era Sakura, otra vez demostrándole que la confianza era algo efímero.

No lo miró a la cara ni un solo instante, es más él prefería que no lo hiciese, a pesar de todo no le gustaba verla llorar.

Por su lado pasó Itachi que se dirigió directamente a la pelirosa.

-Siento mucho todo lo que ha pasado con mi hermano, es carente de tacto-dijo mientras que con galantería le besaba la mano.

Sakura se quedó descolocada.

El pelinegro lo fulminó con la mirada, ¿era posible que su hermano lo estuviese vendiendo? sucio traidor, en mal momento se le pasó por la cabeza contárselo todo.

-No...Él no...-intentó decir ella.

En el momento que fue hablar levantó los ojos hacia Sasuke pero en seguida los bajó, dándose cuenta de que aquello solo sería un error.

-Siento no haber podido llegar antes cuando pasó lo de Gaara, espero que el castigo que le impongan sea gordo-continuó Itachi con su sesión de galantería-cuando tengas que ir a declarar puedo acompañarte para que no te sientas sola.

Le irritaba, su hermano le irritaba, seguía con la mano de la pelirosa agarrada con la suya.

¿Por qué Sakura no decía nada? claro, porque ella era así, le gustaba engatusar a los hombres, ¿pero eso a él que le importaba? había vuelto a ser el mismo Sasuke de siempre, el de antes de que llegase Kristen Drave y Sakura Haruno a su vida, ella ya no significaba nada.

-----------

-Señor Uchiha, Señorita Haruno, espero que tengan una excusa convincente para decirme por qué no tienen hecho el trabajo-dijo la profesora.

Los dos chicos se encontraban en frente al escritorio de esta.

Sasuke sin prestar mucha atención y Sakura avergonzada y con la cabeza gacha.

-¿Y bien? ¿No dicen nada?

-Pasaron muchas cosas profesora, no tuvimos tiempo-se disculpó ella.

-Bien, les doy una oportunidad, solo una, ¿me oyen? quiero el trabajo mañana encima de mi mesa, ¿entendido?

-Si.

-¿Uchiha?

-Hmp.

-Entonces, ya pueden volver a sus sitios.

Antes de llegar a sus sitios Sasuke le tendió una nota sin siquiera mirarla ni decirle nada.

''A las cuatro en mi casa, sin disfraces''

-------

Cuatro en punto, ni un minuto más ni un minuto menos.

La puerta se abrió y por ella apareció Mair, que la miró extrañada.

-¿Quién es usted?

Sakura iba vestida como Kristen.

-Soy Sakura, Mair.

La sirvienta la miró de arriba a abajo sorprendida y luego le cedió el paso.

-El señorito Sasuke está...

-Arriba, lo sé.

Estaba nerviosísima y sentía que en cualquier momento se desmayaría pero aún así subió las escaleras con decisión.

Ni siquiera llamó antes de abrir la puerta.

Sasuke la esperaba sentado en su escritorio.

La escrutó con la mirada.

-Dijiste que viniera sin disfraces.

-Creí que Kristen era el disfraz-contestó él.

Ella también lo creía, pero no solo las circunstancias habían cambiado, ella también lo había hecho.

Y se dio cuenta que era así como realmente era ella, tuvo que pasar aquello con Sasuke para darse cuenta.

-Será mejor que acabemos cuanto antes-dijo.

No quería estar demasiado tiempo con él, no, porque si no se derrumbaría y volvería a llorar rogándole que la perdonase y él volvería a rechazarla.

Se pusieron manos a la obra.

Durante dos horas intercambiaron parcas palabras con relación al trabajo y evitaron cualquier tipo de contacto.

Aún así los ojos de cada uno volaban hacia el otro cuando este no miraba.

Sasuke apretó los dientes con fuerza al descubrirse por quinta vez mirándola.

Sakura llevaba unos pitillos beige con una camiseta de tirantes blanca y ceñida al cuerpo, el largo pelo rosa le caía liso y en cascada por toda la espalda.

Las gafas enormes habían sido sustituidas, no por las lentillas que llevaba siendo Kristen, sino por unas gafas modernas de diseño con las patillas negras.

Su respiración se aceleró, ansiaba tocarla, besarla y hacer la suya allí, en el piso de su cuarto.

Pero aquello no era más que otra treta de ella, quería seducirlo y volverlo a atrapar en sus redes, pero eso no pasaría.

Ahora comprendía mejor aquella extraña ambigüedad de sentimientos, quererlas o desearlas, o lo que fuese, a ambas, todo era porque se trataba de una misma persona.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la melodía de un móvil, el de la pelirosa.

-Lo siento-se disculpó.

Se levantó de la silla y contestó.

No sabía quién la llamaba pero en ese momento le montaría una estatua, no soportaba tan incómoda situación con el pelinegro.

Pero su sorpresa fue grande al escuchar la voz de su madre al otro lado del aparato.

Sus padres no eran de los que la llamaban, es más casi nunca tenían tiempo de hacerlo.

-¡Sakura!-gritó-¿estás bien cariño? Ino me acaba de contar todo, he llamado lo antes posible, ¿quién es ese desgraciado que te ha hecho daño?

Sakura se puso roja como un tomate, era plenamente consciente de que con los gritos de su madre el pelinegro lo había escuchado todo.

Si, mataría a Ino, pero eso quedaba para después.

-Tranquilízate mamá y dime que es lo que quieres.

-Si, verás cariño, oh pobrecita, tu padre y yo hemos decidido que debes irte de la ciudad por unos meses hasta que te olvides de ese chico, es lo mejor.

-¿Decidir? soy mayor de edad.

-Vendrás con nosotros a Hawái, queremos estar contigo hija, solo serán unos meses, te hará bien.

¿Estar con ella? nunca tuvieron tiempo para estar con ella, no era que no la quisiesen, pero cuando era pequeña casi nunca habían estado con ella.

Aún así...

Ella lo sabía, su madre tenía razón.

-¿Y cuánto tiempo me quedaré con vosotros? en vuestro calendario la expresión ''unos meses'' no se ajusta muy exactamente a la realidad.

El pelinegro observaba silencioso.

¿De qué hablaba la pelirosa? ¿A caso se iba a ir? y en tal caso, ¿a él que le importaba?

Pero si, le importaba, la parte de él que quería mantener enterrada gritaba porque ella se quedase, pero otra vez esa parte fue enterrada.

Sus ojos volvieron a bajar por toda ella.

Una diosa, un ángel, con alma de demonio, ¿cómo había logrado engatusarlo desde el primer minuto en que la vio? la respuesta era simple, ella era una diosa, una diosa hermosa e inalcanzable y al mismo tiempo traicionera y mentirosa.

Quería levantarse y deslizar sus manos por todo su cuerpo, acariciarla, besarla, rozarla, escucharla gemir su nombre como tantas otras veces, pero esta vez como Sakura, ansiaba a aquella que lo había defendido incluso con más fuerza que a su otra personalidad, pero claro, haberle defendido también había sido una mentira, pero aún así la deseaba más que a nada.

Pero aquello solo significaría volver a caer en el juego.

-Está bien, saldré en el vuelo de mañana noche-dijo ella devolviéndolo a la realidad-si mamá, nos vemos, yo también te quiero.

Colgó el teléfono y Sasuke tuvo el tiempo justo para girarse.

-Así que te vas-dijo secamente cuando ella volvió a su sitio.

-Si, medio año con mis padres a Hawái-contesté ella en el mismo tono.

-Genial.

-Si, así ya no te molestaré ¿verdad?-dijo dolida.

Le irritaba, le irritaba que ella se hiciese la víctima cuando no lo era.

-Pues no, de hecho nunca deberías haber venido.

La pelirosa se levantó de golpe, con los ojos vidriosos.

-¡Lo siento! ¿Vale? ¡Sé que soy una falsa pero tú tampoco eres mejor!

Esta vez fue él el que se levantó, furioso.

-¿Y según tú qué cosa mala hice yo para ser falso?

-¡No entender nada! ¡No entender a nadie porque solo te preocupas de ti mismo!-gritó-¿alguna vez te has parado a pensar cómo me sentía yo cada vez que me llamabas fea? ¡Solo tenía miedo, no te dije nada porque tú odiabas a Sakura! ¡Si me callaba al menos tendría la esperanza de que Kristen si pudiese estar contigo porque yo te quiero! ¡Porque nunca creí que te enamorarías de mí hasta que lo hiciste! ¡Y entonces me di cuenta de que no podía seguir mintiendo!

Sasuke fue incapaz de articular palabra.

-Siempre he andado de una ciudad para otra por el trabajo de mis padres, nunca he tenido amigos, mis padres siempre estaban fuera de casa, en partidos y yo rodaba de una casa a otra, siempre estuve sola y nadie preguntaba por mí, porque ¿a quién le importaba cómo se sintiese una niña rica? ¡Siempre he tenido que estar sola y nunca, nunca podía quejarme! ¿Y sabes por qué? porque cuando volvía del colegio me encontraba con una casa vacía, ¡sé que fui egoísta! ¡Lo sé! pero no me puedes culpar que quisiera aferrarme a ti, porque te quiero.

La cara de la pelirosa estaba surcada de lágrimas y lo miraba directamente a los ojos, con unos jades que helaban el corazón de lo tristes que eran.

Sakura recogió sus cosas.

-Pero ya no te molestaré, me iré medio año y cuando vuelva ya me habré olvidado de ti, adiós Sasuke, suerte en tu casamiento.

Y se fue, cerrando de un portazo la puerta del cuarto y la del corazón del pelinegro.

Ahora al fin había encontrado el motivo de por qué ella era diferente a las demás pero ya era demasiado tarde, para él y para ella.

Se habían hecho daño mutuamente y aquello era irreparable porque él no podía creerla, aunque quisiera no podía.

Y ahora ella tampoco se fiaba de él.

Los dos eran igual de tontos, igual de imperfectos.

Esa era la realidad, se había enamorado de ella porque cada vez que, sobretodo antes, la había mirado a los ojos fue como verse a sí mismo reflejado en un espejo.

22.

-¿De verdad piensas qué es lo mejor?-preguntó Yoko mirando a la pelirosa.

Ambas estaban sentadas en una de las mesas vip de la discoteca de Ino y que esta les había guardado.

Las luces eran escasas en el local pero bastaba para ver lo destrozadas que estaban anímicamente cualquiera de las dos.

Sakura bebió un sorbo de su bebida y se colocó las gafas, que habían resbalado hasta la punta de su nariz a causa de las lágrimas que habían bañado su cara.

-No puedo mirarlo a la cara-dijo-es todo culpa mía, y sin embargo, cada vez que lo veo e intento pedirle disculpas se alza un muro entre los dos, ¿cómo puedo ni siquiera tener la cara de pedirle que me perdone después de todo lo que he hecho?

-Porque le quieres-contestó la pelinegra-aunque créeme que a él también lo comprendo, aunque claro, tú estás lejos de ser como Gaara.

Sakura la miró con comprensión, era la primera vez que Yoko salía de casa después de lo sucedido.

Vio como la pelinegra enterraba la cara en sus manos y empezaba a temblar de nuevo, signo de que estaba llorando.

Estiró una mano hacia ella y la apoyó en su hombro en señal de apoyo.

-Tú podrás seguir adelante porque nada de esto es culpa tuya, aprovecha-dijo la pelirosa-yo nunca más volveré a tener el valor de mirar a Sasuke, me he comportado incluso peor que Gaara.

-No lo entiendes-murmuró Yoko-no sé si seré que capaz de confiar en otro chico, además mañana tendré que irme de casa de Sasuke.

-¿Y eso?-preguntó la pelirosa con los ojos abiertos de par en par.

-Sasuke no tardó nada en averiguar que yo conocía tu secreto y que te ayudé, me gritó cosas horribles y si no llega a ser por Itachi en ese momento me hecha de casa, nunca lo había visto tan mal.

FLASH BACK

Estaba revisando unos diseños de moda que había estado dibujando cuando la puerta del cuarto se abrió de un fuerte portazo.

Al mirar se quedó estática al ver a Sasuke parado en la puerta.

Estaba furioso y la miraba lleno de ira.

-¡¿Hasta cuando iba a durar el juego, Yoko?!

-¿De qué me hablas?

En verdad ella ni siquiera llegaba a adivinar lo que había pasado.

-Sakura y tú os divertisteis mucho riéndoos de mí, ¿te resultó divertido hacerte amiga mía para después joderme?

¿Amiga? ¿Había dicho amiga? Sasuke nunca diría eso con referente a una mujer que le había dado calabazas anteriormente, realmente tendría que estar furioso para decir aquello, pero lo que ahora importaba es que el pelinegro lo sabía todo.

-¿Quién te lo ha dicho?-preguntó.

-Te vieron en la discoteca hablando con ella Yoko-dijo él-y Mair me ha dicho que has llamado a casa de Sakura, hasta Yonehara me contó que te habías hecho amiga de Kristen.

Yoko apretó los puños, le había hecho prometer a su hermana que no dijese nada pero la muy traidora la había vendido, debía acostumbrarse, aquello pasaba a menudo.

-Sasuke, déjame que te explique...

-¡Te vas ahora mismo de esta casa!-gritó él mientras empezaba a tirar las cosas de su armario en el suelo-¡no te quiero ver!

La pelinegra se acercó hacia él y lo agarró del hombro.

-Sasuke, escúchame...

-¡No voy a hacerlo! ¡Las mujeres solo sabéis mentir! ¡No quiero escucharte! ¡Quiero que te largues ya!

La cogió por el brazo y la sacó del cuarto.

-¿Qué pasa aquí?-preguntó Itachi saliendo del cuarto-¿qué significa esto Sasuke?

El pelinegro taladró con la mirada a su hermano mayor.

Otro sucio traidor.

-No te metas Itachi, Yoko se va fuera de casa y punto.

-Me meto porque estás agrediendo a una mujer, ¿quieres controlarte por favor?

Sasuke suspiró varias veces y luego la soltó.

-Yoko, vete al cuarto de tu hermana yo tengo que hablar con Sasuke.

La pelinegra solo miró una vez más a Sasuke antes de irse, aquellos ojos estaban llenos de decepción.

FIN DEL FLASH BACK

Sakura agachó la cabeza, todo aquello era su culpa, era su maldita culpa, había hecho tan daño a los demás...

-Sino te importa me iré hoy contigo a coger un vuelo hacia Estados Unidos, no es que quiera volver con mi padre pero necesito un cambio de aires.

La pelirosa se la quedó mirando y una idea cruzó por su cabeza.

-¿Y qué tal si te vienes conmigo a Hawái?

Yoko abrió los ojos de sorpresa.

En verdad que le costaba creer que Sakura le estuviese ofreciendo aquello, nunca nadie lo había hecho, de hecho la pelirosa y su hermana Yonehara eran lo más cercano a una verdadera amiga que había tenido, ya que todas las demás se arrimaban a ella por la conveniencia.

-Mis padres estarán ocupados y yo estaré sola casi todo el tiempo, puedes venir, claro solo si tú quieres...

-¡Por supuesto! gracias Sakura-dijo abrazando a la ojijade.

El vuelo de Sakura salía a las 12 de la noche, era un vuelo de última hora, por lo que aún tenían dos horas hasta que saliese el avión.

-Espero no interrumpir-dijo una voz detrás de ellas.

Ambas se separaron quedando en frente a Itachi, que las miraba con una sonrisa.

El Uchiha mayor hacía tanto honor a la faceta de seductores que se habían ganado los Uchiha como su hermano menor.

A sus casi 23 años Itachi era un hombre que hacía suspirar y girarse a todas las mujeres cada vez que él pasaba.

Llevaba puestos unos vaqueros, una camiseta blanca ceñida, tal vez de manga corta, que le marcaba los músculos y una americana negra.

-Itachi, ¿cómo tú por aquí?-preguntó Yoko sorprendida.

Según le había contado la pelinegra, Itachi solía frecuentar los locales de alto estandin, era el típico galán de guante blanco que se dedicaba a conquistar a las mujeres haciéndoles regalos caros y cumplidos, muy diferente a la manera directa y simple de Sasuke.

Aunque viéndolo así no hacían falta muchos regalos para quedar prendada de él.

El Uchiha tomó asiento con ellas y encargó a una de las camareras un Martini.

-¿Cómo te fue con Sasuke?-preguntó Yoko.

Sakura clavó de inmediato la mirada en él, Itachi también la miraba, muy intensamente.

-Cuesta creer que seas tú Sakura-dijo-no me extraña que mi hermano se haya prendado de ti, eres una mujer muy linda.

La cara de la ojijade alcanzó el más intenso de los carmesís, ante la mirada pícara del Uchiha mayor.

Itachi sonrió, sabía que lo que aquella chica había hecho con su hermano no estaba bien, pero él, que sabía el trato horrible que solía tener Sasuke con las mujeres no le dio importancia, Sasuke también engañaba y con fines peores así que un poco de su medicina no le venía mal para espabilar.

Y de todos modos, no hay mal que por bien no venga, si Sasuke ya no la quería él pasaría a la acción, si le atraía Sakura con su forma reservada de antes ver a la mujer que tenía ante sus ojos le hacía desear más conquistarla y tenerla para él.

-Itachi-insistió Yoko.

Volvió a la realidad fijando su vista en un punto entre las dos chicas.

-Más o menos, ya conocéis a mi hermano, se dedicó a llamarme traidor y cosas que no repetiré, después se calmó más y empezó a decir no sé que de que todas eran como Mikoto-su tono se tensó al pronunciar ese nombre-y después me echó de su cuarto sin darme opción a decir nada.

Itachi suspiró.

-Lo peor está sucediendo ahora-continuó el pelinegro-no me preguntes como pero mi padre se ha enterado y los he dejado tirándose los trastos, si siguen así, Sasuke acabará fuera de casa.

Sakura se levantó del asiento con los ojos llorosos.

-No permitiré que eso pase, es culpa mía y debo...

Itachi también se levantó y la agarró del brazo.

-No vayas, no sabes lo misógino que llega a ser mi padre, si te ve allí en este momento...hasta Yonehara y yo preferimos marcharnos hasta que las cosas se calmen.

-Pero...-insistió ella.

Itachi sonrió de medio lado.

-Mejor hagamos una cosa, nos quedamos aquí y os invito a tomar algo, a diferencia de Sasuke yo si sé como tratar a las mujeres.

---------

-¡¿Cómo has podido ser tan imbécil y ser engañado por una mujer?!-exclamó Fugaku fuera de si-¡no aprendes Sasuke, así no somos los Uchiha!

Sasuke estaba delante de él, bufando de la rabia, le daba igual que el que tenía delante fuese su padre, nadie le hablaba de esa manera.

-Te lo dije Sasuke-dijo su padre con una sonrisa arrogante-si te dejas engañar por las mujeres acabarás mal, y además, por una fea que...

La furia invadió a Sasuke, el tono despectivo que usó su padre y la forma en que se reía lo encendió.

-¡No hables así de ella!-exclamó.

Su padre lo miró sorprendido.

Para cuando él se dio cuenta de lo que había dicho ya era demasiado tarde, mierda, ¿es qué ya no podía caer más bajo?

-¿Qué has dicho Sasuke? no te habrás enamorado de esa, ¿verdad?

-Hmp.

-Eres patético Sasuke, patético.

Sasuke no podía más y estalló.

-¡Y lo dices tú! ¡A ti que tu mujer te ha estafado y se ha largado con su amante y con mitad de tu dinero! ¡Tú si que eres un fracaso de Uchiha!

Fugaku le cruzó la cara de un tortazo.

-¡A mí me respetas que soy tu padre!

Sasuke no se disculpó, solo se limitó a fulminarlo con la mirada.

-¡Y ahora te vas a tu cuarto que no quiero verte delante! ¡Largo!

Pero en vez de ir a su cuarto el pelinegro cogió una cazadora y salió a la calle.

-¡Y que sepas que te casarás con Yonehara quieras o no!-escuchó que le gritaba Fugaku desde dentro.

Que dijese lo que le diese la gana, pero a él nadie le decía como tenía que vivir su vida.

Realmente aquella semana estaba siendo la más horrible de su vida y ese día no resultaba mucho mejor.

Sabía por Naruto que Sakura se iría en avión hacia Hawái a las doce de la noche.

No debía importarle, pero aún así todo el día de hoy lo había pasado pensando en ella, torturándose una y otra vez al saberla lejos por tanto tiempo.

-¡Mierda!-masculló.

Su padre tenía razón, era un imbécil por seguir pensando en ella, pero no podía evitarlo.

Ella...lo que le había dicho, así se sentía él la mayoría de las veces al llegar a su hogar y encontrarse con una casa vacía.

Y entonces apareció, con su melena rosada y sonriéndole, y luego con su gorra y su forma de entenderlo en silencio.

¿Por qué las cosas habían sido así?

La odiaba por hacerle sentirse así, la odiaba porque se había reído de él y la odiaba por haber roto el único lazo de confianza que había establecido en tanto tiempo.

Más aún así deseaba sentirla entre sus brazos, rozar sus labios, besar su cuello, oler el aroma de su pelo, contemplarse en esos ojos verdes mientras la hacía suya.

El deseo era tan fuerte que lo estaba volviendo loco, necesitaba verla.

Entonces lo decidió, iría al aeropuerto.

----------

-Te echaré de menos Sakura-dijo Ino abrazándose a su amiga.

Sakura correspondió al abrazo con igual intensidad, echaría mucho de menos a su amiga.

-Bueno, ya nos veremos feíta, aunque ya no sé si llamarte así-dijo Sai con una sonrisa y abrazándola-eres injusta, me dejas solo con Ino sabiendo como es.

-Sai, cariño, te he oído-murmuró la pelirubia.

Sakura sonrió.

Yoko se encontraba a su lado despidiéndose de Itachi, el único que había aparecido, pues Yonehara no se había dignado a despedirse de su hermana y, como suponía, no había ni rastro de Sasuke.

Pero solo ella podía ser tan ilusa al esperar que él apareciese por allí.

Itachi acabó de despedirse de Yoko y se aceró a ella.

-Un placer conocerte Itachi-dijo ella extendiendo su mano.

Pero lejos de estrechársela, lo que hizo el pelinegro fue abrazarla y darle un beso en la frente, dejando a todos descolocados, y a la que más, la pobre Sakura.

-Em...Hinata y Naruto llamaron para desearos buen viaje-dijo Ino intentando volver a la normalidad-no pudieron venir por eso dejaron recado por teléfono.

-E-está bien...-murmuró la pelirosa, aún colorada.

En ese momento se escuchó el mensaje que indicaba que su vuelo estaba a punto de salir, Yoko y ella volvieron a despedirse y luego se dirigieron hacia su terminal.

-Cuando volvamos, seremos completamente diferentes-dijo la pelinegra.

Sakura no estaba tan segura, cada paso que la acercaba más al avión le decía que por mucho tiempo que pasase y por muy lejos que estuviese nada cambiaría lo que ella sentía.

Antes de entrar en el avión se giró por última vez para contemplar lo que dejaba atrás y justo cuando la azafata la mandó entrar creyó ver en la distancia a alguien de pelo negro que la miraba desde el cristal.

---------

Después de dos horas de intensa caminata había llegado al aeropuerto pero no podía permitirse ni un leve respiro pues dentro de cinco minutos salía el vuelo de Sakura y no sabía por que terminal.

Corrió de un lado a otro, desesperado, hasta que a lo lejos le pareció ver a Ino.

Se acercó un poco, sin dejarse ver, y, efectivamente, allí estaban.

Ino, su novio, Yoko, Sakura e Itachi.

-¿Qué coño hace él aquí?-preguntó fastidiado.

En ese momento Sakura dijo algo y le tendió la mano a su hermano mayor.

Sasuke se quedó observando y casi ruge de rabia al ver que Itachi la abrazaba y le daba un beso en la frente y ella por encima no le decía nada, incluso parecía estar agradecida.

El odio empezó a crecer, imbécil, era un imbécil por haber ido a buscarla, un auténtico estúpido.

Anunciaron la salida del vuelo de las chicas, porque por lo que veía, al parecer Yoko también se iba, y las dos se volvieron a despedir antes de marcharse.

Las siguió de lejos, hasta quedarse parado frente al cristal de la terminal, viendo como ella se alejaba, con el pelo flotando al viento y justo antes de entrar al avión se giró y sus ojos se encontraron por última vez.

Un adiós que solo sería un hasta pronto pero que para él significaba el adiós definitivo.

------

Llevaban ya media hora de vuelo y Yoko se había quedado dormida.

Pero ella era incapaz, eran tantas cosas que le venían a la cabeza...

Cogió su MP4 del equipaje de mano y lo encendió, necesitaba música para relajarse.

(Desde cuando - Alejandro Sanz)



Ya no duele porque al fin ya te encontré,
Hoy te miro y siento mil cosas a la vez,
Mira si busqué, mira si busqué,
Tengo tanto que aprender,
Todo lo que tengo es tu mirar.


Una lágrima recorrió su rostro, desde hacía mucho había soñado con conocerlo, con conocer a la persona con la que pudiese ser feliz, él le hacía sentir tantas cosas...pero lo había estropeado todo, como siempre, ella acababa por estropear todas las cosas y lo poco que se había ido ganando de él lo había perdido, por el miedo a decir la verdad y perderlo, ahora lo había perdido por mentir, ya no podía aspirar a estar con él, porque el perdón era muy caro y ella sabía que nunca podría alcanzar el precio del de Sasuke.


De mis recuerdos, salen brisas a bordar,
Las locuras que tú me quieras regalar,
Y mira si busqué, mira si busqué,
Tengo tanto para dar,
Reconozco puertas que yo sé,
Se abren solamente una vez,
Así de poco.



Cerró los ojos y dejó que su mente vagase por los recuerdos, los recuerdos bonitos que guardaba de él y que los unían en un pasado, había querido recibir tanto que no se había parado a pensar que también debería haber entregado parte de su alma, darle todo el amor que quería darle al pelinegro y que él supiese que ella no lo abandonaría, pero solo había tenido una oportunidad y no la había aprovechado, la había dejado pasar.



Desde cuando te estaré esperando,
Desde cuando estoy buscando,
Tu mirada en el firmamento, estás temblando,
Te he buscado en un millón de auroras,
Y ninguna me enamora como tú sabes.
Y me he dado cuenta ahora,
Puede parecer atrevimiento,
Pero es puro sentimiento.
Dime por favor tu nombre.



Las lágrimas cayeron pesadamente y con ellas llevándose el dolor, ella que siempre había buscado el cariño y la atención de una persona, que había querido encontrar a alguien que la comprendiese y que estuviese a su lado, ella se había comportado igual que aquellos a los que tachaba de injustos, es más, ella había sido peor, ahora se daba cuenta, ahora cuando el daño estaba hecho.

-Sasuke...-susurró.



Yo te llevo por las calles a correr,
Vamos lejos más allá de lo que crees.
Y si pregunto bien, si pregunto mal,
Tengo tanto que ofrecer,
Abro puertas que alguien me cerró,
Y no busco más sentido a mi dolor.
Mira no me vuelvas loco.



Sasuke caminaba de regreso a casa, ya nada peor podía suceder ese día, Sakura e Itachi, la partida de la pelirosa, su padre...

Quería entender, entender porque ella significaba tanto, entender de verdad y así lograr comprender porque había sido incapaz de darse cuenta de lo que pasaba.

Había caído en su propio tabú, engancharse a una mujer, darle más de lo que ella se merecía obtener de él, porque luego así le pagaba, con su hermano.

Estaba cansado, ya no buscaría más razones, haría lo propio, intentar no volverse loco pensando en ella.



Desde cuando te estaré esperando,
Desde cuando estoy buscando,
Tu mirada en el firmamento, va temblando.
Te he buscado en un millón de auroras,
Y ninguna me enamora como tú sabes.
Y me he dado cuenta ahora,
Puede parecer atrevimiento,
Pero es puro sentimiento,
Dime por favor tu nombre.



Sakura, Sakura, Sakura.

Pero una y mil veces ese maldito nombre volvía a atrapar su mente.

La primera impresión que se llevó al verla, como se habían conocido, sus besos, sus caricias, las clases juntos, cuando ella lo salvó y él también a ella...

Todo volvía a atormentarlo en un lento flash back.



No me vuelvas loco.
Desde cuando te estaré esperando,
Desde cuando estoy buscando,
Tu mirada en el firmamento, va temblando.
Te he buscado en un millón de auroras,
Y ninguna me enamora como tú sabes.
Y al final cuando te encuentro,
Estabas sola.



Por encima de su cabeza escuchó el sonido de los aviones que llegaban y salían de aeropuerto.

Era un hecho, Sakura se había ido.

23.

-¡Que calor hace aquí!-exclamó Yoko mientras se bajaban del avión.

La pelinegra había sacado su abanico del bolso y lo agitaba fuertemente delante de su cara.

Sakura solo se limitó a hacer visera con su mano, en un intento de encontrar a sus padres en medio de semejante multitud; era como si todo Japón hubiese escogido Hawái como destino de vacaciones.

Se obligó a si misma a entrar en las frescas sombras de la terminal, seguida de cerca por Yoko.

Un termómetro a su izquierda marcaba la insoportable cifre de 35º

El calor abrasador pegaba su pelo a la frente y hacía que las gafas se le cubriesen de un molesto vaho que apenas si la dejaba ver.

-¿Y tus padres son capaces de soportar esto todos los días del año?

Sakura ignoró el comentario de su amiga y se sentó en uno de los bancos a esperar a que sus padres apareciesen.

Comprobó el móvil por si tenía alguna llamada de ellos pero la única llamada perdida registrada era la de Ino.

Iba a llamarla pero en ese instante recordó que estaría en clase.

''No otra vez no'' pensó mientras se llevaba una mano a la cabeza.

Cada vez que su mente recordaba algo de Konoha sus pensamientos solo volaban en una dirección, Sasuke.

Yoko se sentó a su lado, también con el móvil en la mano.

-Mi hermana se ha dejado el oído en el teléfono de tanto llamar-dijo.

Sakura lo sabía, antes de quedarse dormida había escuchado sonar el móvil de Yoko y la había despertado para avisarle, pero esta al ver que era su hermana la que llamaba lo dejó sonar, diciendo que pasaría bastante tiempo antes de que ella y Yonehara volviesen a tener una relación de hermanas normal.

-Joder, espero que estos meses lejos de Japón sirvan para algo-susurró la pelinegra.

Sakura sonrió con desgana, antes de subirse al avión aún había albergado esperanzas de que el calor y la distancia la ayudasen a superar las cosas, pero ahora esa determinación se había esfumado de un plumazo.

Chasqueó la lengua ante el rumbo incorregible en que sus pensamientos se empeñaban a llevarla.

El objetivo de ese viaje era disfrutar y olvidar todo lo demás y así debía ser.

-¡Sakura!

El grito de su madre lo inundó todo.

Giró la cabeza y la encontró corriendo hacia ella con su padre detrás.

Como era costumbre ambos iban vestidos con sus ropas de tenis, llamando la atención de todo el mundo.

-¿Esos son tus padres?-preguntó Yoko con una gotita al estilo anime-no te ofendas pero creo que alguien te cambió al nacer.

Los dos adultos realmente se comportaban como si nadie estuviese observando sus extravagancias.

Incluso daba la sensación de que el hecho de saludar a su hija a lo lejos a pleno grito y alzando una raqueta con la mano fuese el tradicional saludo que hace todo el mundo cuando se ve por la calle.

-Eso mismo pienso yo desde que llegué al mundo-murmuró la pelirosa.

Los padres de Sakura no tardaron en abrirse paso entre la multitud y llegar hasta ella.

-¡Oh cariño! realmente estás cambiada-dijo su madre abrazándola y luego echándole un completo visual-me gustas más así.

Sakura le sonrió a su madre, seguía tal cual como la había visto el año anterior.

El pelo castaño ondulado le cubría los hombros y sus ojos verdes jade seguían siendo tan risueños como siempre. Unos centímetros más bajita que ella su madre podía pasar perfectamente por su hermana mayor, parecía como si el tiempo no pasase por ella.

Un segundo después se encontró envuelta en los brazos de su padre, quien la alzó del suelo para vergüenza de ella.

-Papá, no puedo respirar-jadeó.

El hombre la soltó y la contempló con una sonrisa.

El padre de Sakura era alto y de constitución fuerte, de modo que ella y su madre parecían muñecas al lado de él, tenía el pelo de un extraño rubio pajizo y que dejaba largo hasta la oreja.

Sakura se giró para mirar a Yoko, la pobre estaba aterrorizada, aunque no se extrañó, sus padres solían producir ese efecto.

-Papá, mamá, ella es mi amiga Yoko, la chica de la que os hablé.

-Encantada, soy Stella Haruno y él es mi marido, Izumo Haruno.

-Un...gusto-dijo ella.

-Y bien, cuando queráis os llevamos a ver nuestro humilde hogar.

-¿Humilde?-rezongó la pelirosa-mamá, cada vez que utilizas la palabra humilde para referirte a alguna de tus casas me encuentro como mínimo con una mansión que hace por cinco campos de golf juntos.

Yoko la miró incrédula mientras Stella sonreía.

-Que más da, sé que te gustará.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

-¡Abre la puerta Sasuke!-gritó Fugaku desde el interior.

El pelinegro cerró los ojos, por él como si quería tirar la casa a gritos, no pensaba abrir y menos para atender asuntos relacionados con su futuro compromiso con Yonehara.

Él solo quería a una persona, aunque se tratase de la mayor mentirosa del mundo, estaba convencido de que en la vida se dejaría llevar por su rencor como para cometer la estupidez de casarse con la mujer más imbécil del mundo.

Antes prefería casarse con la insoportable de Yoko, ella por lo menos sabía hilar una palabra con otra y hacer una frase con sentido, aunque solo fuese para insultarlo.

Pero bueno, ella también era otra mentirosa.

Se llevó una mano a la cara, ¿qué pasaba con el mundo? todas las mujeres que alguna vez había sido importantes para él lo traicionaban.

-Venga Sasuke, haz caso a papá.

Su cara se encendió de cólera al escuchar la voz de Itachi fuera.

-¡Lárgate de aquí Itachi! ¡No quiero ver tu jodida cara nunca más!

El hecho de haber visto ayer a su hermano con Sakura en el aeropuerto lo había hundido aún más y estaba plenamente convencido de que si Itachi ponía un pie en su cuarto en ese momento no saldría de allí vivo.

-¡Basta de tanta tontería Sasuke! ¡La familia Olsson está aquí y después de que echarás a Yoko no pienso tolerar ni una falta de respeto más hacia ellos en mi casa!

El pelinegro abrió la puerta de su cuarto y fulminó a los dos con la mirada.

Si no quería que lo humillase en su casa entonces sabía lo que tenía que hacer.

Bajó las escaleras como una centella y entró en el vestíbulo donde Yonehara y su padre lo esperaban.

El hombre alto y rubio desprendía nacionalidad americana mirase por donde lo mirase y lo miraba por encima del hombro, gesto que enfureció más al pelinegro.

-Sígame-farfulló Sasuke.

El pelinegro se dirigió hacia la puerta de la calle y la abrió, Yonehara y su padre salieron al exterior sin comprender.

-No tengo intención de casarme con una estúpida que no sabe que dos más dos son cuatro y mucho menos emparentarme con una familia de viles mentirosos y arrastrados-dijo cerrándoles la puerta en las narices.

Al girarse quedó frente a frente con su padre e Itachi.

Su hermano sonreía divertido, su padre estaba rojo de furia.

Fugaku se adelantó un paso y le cruzó la cara de un tortazo.

-Te vas inmediatamente de esta casa, estoy cansado de ti, no quiero verte nunca más.

Sasuke lo fulminó con la mirada.

-Cualquier ratonera es mejor que este nido de víboras-rezongó mientras subía a su cuarto a recoger sus cosas.

---------------------------------------------------------------------------

Ya era de noche y Sakura estaba sentada en la cama de su nueva habitación.

Como había adivinado la definición de humilde en su madre quedaba tan lejos de la realidad como las pirámides de Egipto de la Torre de Tokio.

La casa era inmensa y habían necesitado dos horas para verla toda y más aún para que ella consiguiese memorizar donde estaba cada uno de los cuartos, el baño y la cocina.

Su habitación también era grande y espaciosa, tenía dos escritorios, un ordenador fijo y otra portátil, una televisión de plasma y todos los lujos que se pudiese imaginar.

También había una puerta grande de cristal que daba a una amplia terraza descubierta.

Pero lo que realmente le gustaba era la cama, era grande, caliente y suave.

Después de ponerse un ligero camisón beige se acostó y quedó acurrucada entre las finas sábanas.

Su mirada inmediatamente se posó en la pulsera que tenía en la muñeca. La pulsera de Sasuke.

Una punzada le atravesó el corazón y una fina lágrima escapó de sus ojos.

¿Pensaría él en ella? ¿O ya la habría olvidado en esas pocas horas?

Se rio de si misma interiormente, viajaba para olvidar a Sasuke y había sido incapaz de tirar aquella pulsera que le recordaba tanto a él.

Cerró los ojos y la apretó fuerte contra su corazón, dolía tan allí que solamente algo que tuviese relación con el pelinegro lograría calmarla.

-Estúpida-se dijo sin poder evitar que las lágrimas apareciesen.

¿A quién pretendía engañar? no podría hacerlo, era demasiado débil.

Poco a poco, fue quedándose dormida.

24.

Sasuke se despertó cuando el despertador sonó por tercera vez, se giró lentamente para apagarlo cuando su brazo topó con algo blando bajo las sábanas.
El bulto se movió y bajo él apareció una mujer peliroja.
-Buenos días Sasukito-lo saludó con un beso en la boca.
El pelinegro estaba desconcertado, ¿qué hacía ella metida en su cama?
Entonces fue consciente del dolor de cabeza que tenía y lo sucedido la noche anterior lo traspasó con fuerza.
Su padre lo había echado de casa hacía seis meses y él se vio obligado a pedirle a Ino que le dejase trabajar en su discoteca como portero, con eso se pagaba el alquiler de un apartamento más o menos decente en el centro de la ciudad.
La noche anterior, después de salir del trabajo, se había tomado unas copas y después se había liado con Karin, por eso ella estaba en su cama.
Suspiró irritado mientras se llevaba una mano a la frente y escuchaba a Karin hablar sin parar, haciendo que la cabeza le doliese más aún.
-Lárgate Karin-murmuró.
-Pero Sasukito...-dijo ella pasándole una mano por los hombros.
-¡Que te largues ya!-exclamó furioso.
La peliroja no dudó en obedecer, se vistió y poco después Sasuke oyó como se cerraba la puerta de la calle.
Entonces él se levantó y se metió a la ducha dejando que el agua lo tranquilizase.
Esos seis meses habían sido los peores de su vida, adiós al niño rico y hola a la vida real.
Antes con un solo chasquido de dedos tenía todo lo que quería, ahora apenas llegaba a fin de mes.
Continuaba en la Universidad porque había conseguido una beca ya que su sueldo apenas le alcanzaba para pagar el alquiles y sus necesidades personales.
Pero lo peor de todo era el hecho de sentirse anulado sentimentalmente, antes se liaba con chicas todos los días, ahora lo hacía pocas veces y bajo los efectos del alcohol.
Dio un puñetazo en la pared. Todo aquello solo era culpa de ella, por entrar en su vida y negarse a salir de ella.
Seis meses sin verla y aún así era incapaz de arrancársela de la cabeza, esa maldita mujer se aferraba a su mente con uñas y dientes, atormentándolo día y noche.
Aquello, y el hecho de haberlo engañado con su hermano, debía ser suficiente para odiarla, pero no, él era un idiota que seguía suspirando por ella.
-Maldita Sakura-susurró entre dientes.
Seguro que ella estaba tan tranquila tomando el sol en Hawái sin siquiera acordarse de él.
Acabó de ducharse y secarse. Se vistió y fue a la pequeña cocina a prepararse un desayuno. Debía dar gracias a Ino y a Hinata por enseñarle las tareas de la casa.
La rubia se había sentido mal por él y lo había ayudado al igual que Naruto y Hinata.
Ahora por lo menos tenía alguna idea de cocina y de cómo poner una lavadora.
Dejó la taza en el fregadero y luego cogió la mochila y salió a la calle.
Aunque tenía una resaca del quince se negaba a quedarse en casa lamentándose de sí mismo.
Por lo menos en la Universidad encontraba algo de paz.
-----------
-¡Vamos a llegar tarde!-exclamó la pelirosa.
-¡Es culpa de tu madre, fue ella la que dijo que empezaríamos hoy!
La madre de la pelirosa se había equivocado y había avisado a la Universidad de que empezarían las clases hoy en vez de mañana.
-¿Y qué hacemos con el equipaje?-preguntó Yoko.
-Lo mandaremos directo al hotel, ahora no tenemos tiempo para más-contestó la pelirosa.
Se veían obligadas a ir a un hotel porque Ino ya no vivía en el apartamento de antes ya que se había ido a vivir con Sai y no tenían sitio libre para ellas y Yonehara había regresado a su casa después de romper su compromiso con Sasuke.
Suspiró cuando el pelinegro volvió a ocupar su mente. El viaje resultó un fracaso, lejos de olvidarse de él cada vez sentía más necesidad de verlo.
Hasta en un intento de arrancárselo de la cabeza le había prohibido a Ino hablarle de él, solo sabía lo del compromiso porque Yoko se lo había dicho.
Dejaron las maletas en el aeropuerto que se encargaría de mandarlas al hotel y ellas cogieron un taxi.
-¿Y qué vas a hacer?-preguntó Yoko.
-¿A qué te refieres?-preguntó inocentemente.
La pelinegra rodó los ojos.
-Vamos Sakura, tú sabes a quién verás en la Universidad.
Sakura suspiró y cerró los ojos.
-Ya no soy la antigua Sakura, si él quiere hablarme bien, sino tendré que vivir con ella, no me voy a arrastrar ni perder la dignidad-contestó.
Pero aquello solo lo sentía de boca para afuera ya que ella misma sabía que cuando lo tuviese delante toda su seguridad se vendría abajo, siempre pasaba lo mismo.
-¿Y tú que vas a hacer?-cambió de tema.
-Oh, buscarme a un chico guapo, basta ya de lamentarse por el estúpido de Gaara, necesito recuperar mi vida.
-Creí que habías recuperado tu vida con ese rollito de verano que te echaste en Hawái.
-Michael solo era un amigo y aunque fuese algo más lo nuestro no habría funcionado en la distancia, además a él le gustabas tú, no sé cómo te negaste a intimar con él.
Sakura le lanzó una mirada significativa.
Yoko alzó las manos.
-Está bien, es tu vida pero así nunca olvidarás a Sasuke.
---------
Sasuke llegó a la Universidad en el mismo instante que Karin bajaba de un coche y se le tiraba encima.
-¿Sigues enfadado amor?-preguntó mientras intentaba besarlo.
El pelinegro se la sacudió de encima de un manotazo.
-No molestes Karin, no estoy de humor.
Ella sonrió.
-Bueno yo podía hacer algo para animarte, tú ya sabes...
Sasuke la miró de arriba a abajo, Karin era hermosa pero de esa manera grosera que distaba mucho de la belleza angelical de...
-¡Largo ya Karin, no te lo vuelvo a repetir!
Ella le lanzó una mirada ofendida y luego se marchó al interior de la Universidad.
Desde que la peliroja se había apuntado a la Universidad no le dejaba en paz, era insoportable.
Caminó por el patio en busca de Naruto y Hinata y los encontró besuqueándose en uno de los rincones.
Desde que se habían confesado su amor mutuo no se separaban nunca, Sasuke se ponía enfermo cada vez que estaba delante de ellos.
Como último recurso buscó a Ino.
La encontró sentada en una de las escaleras con un libro enorme abierto en su regazo, se sentó al lado de ella en silencio.
Era curioso que se acabase haciendo amigo de ella dado su relación anterior pero ella lo había ayudado y él apreciaba ese gesto.
Sasuke miró lo que estaba leyendo cuando ella frunció el ceño.
Era el libro de cuentas de la discoteca.
-¿Pasa algo?-le preguntó.
-Técnicamente no, la clientela ha aumentado-contestó.
-¿Entonces cual es el problema?
Ino alzó la vista del libro y lo miró.
-El problema es eso mismo, ganamos mucho dinero pero no como para montar dos salas VIP más, Dios mío, esto de ser empresario es la mar de complicado.
Sasuke sonrió de medio lado.
-¿Y bien?-preguntó Ino-¿debe preocuparme el hecho de que ayer te largases con Karin?
Sasuke volvió a ponerse serio.
-Hmp, eso es problema mío no te metas.
Ella se encogió de hombros.
-Entrando en ese tema, no es problema mío, pero tu hermano Itachi acaba de llegar ahora mismo.
Sasuke se dio inmediatamente la vuelta para ver como su hermano mayor se bajaba de su coche y lo miraba directamente.
El cuerpo se le llenó de ira de golpe, desde el día que se había ido de casa no había vuelto a saber nada de su familia y le iba muy bien así.
Se puso de pie en el mismo instante que Itachi estaba a dos pasos de él.
Ambos se midieron durante un buen rato con la mirada mientras Ino se despedía para dejarlos solos.
-¿A qué has venido?-preguntó Sasuke con un tono envenenado.
-Tiempo sin verte hermanito, ahora ya no te pasas por casa, ¿ya te has olvidado de tu familia? deben ser costumbres que se heredan ya que Mikoto hizo lo mismo.
Sasuke estalló en furia pero se controló, no le daría el placer de descontrolarse a ese imbécil.
-Hace tiempo que deje de tener familia y si, las costumbres se heredan, saliste igual de traidor que ella.
Itachi sonrió de medio lado.
-¿Solo porque yo si tengo el valor de coger lo que quiero?
Sasuke no comprendió a que se refería con aquellas palabras.
-Di lo que quieres y lárgate.
-En realidad no vine a verte a ti, sino a Sakura.
El pelinegro alzó una ceja.
-Entonces te equivocas de sitio, esto no es un aeropuerto.
Itachi volvió a sonreír ante el carácter de su hermano pequeño.
-No me he equivocado, Sakura llega hoy a Konoha y empieza la Universidad.
La cara de Sasuke se quedó congelada, ¿qué estaba diciendo?
-Vaya, parece que tu amiga Ino no te ha dicho nada, bueno date por enterado-continuó-ya nos veremos ototo, ahora tengo cosas importantes que atender.
Sasuke ni siquiera se inmutó cuando su hermano lo dejó solo, solamente un minuto después reaccionó y fue a buscar a Ino.
-¿Es verdad que Sakura vuelve hoy?-dijo agarrándola por el brazo cuando la encontró.
Ino tragó grueso cuando vio lo enfadado que estaba.
-¿No te lo dije? se me debió olvidar, pero si es cierto.
Sasuke maldijo por lo bajo y empezó a alejarse de la chica.
-¿A dónde vas Sasuke? la clase empieza ahora.
Al diablo la clase, él no estaba de humor para aguantar a nadie.
---------
La pelirosa iba mirando el paisaje por la ventanilla mientras que cada vez que estaban más cerca de la Universidad los nervios aumentaban la angustia que sentía en la boca del estómago.
No se sentía capaz, a pesar de seis meses fuera de Konoha estaba segura de que aún era muy pronto para volver y encontrarse con todo lo que había dejado.
Pero ella era una persona nueva tanto físicamente como espiritualmente y se debía a sí misma el derecho de recuperar su vida aunque Sasuke no estuviese incluido en ella.
-¿No te alegra el volver después de tanto tiempo?-preguntó Yoko-sé que es difícil pero yo extrañaba esto.
-Yo también-contestó.
Yoko guardó silencio mientras observaba a su amiga, Sakura miraba abstraída por la ventana con ojos tristes.
Sabía que no había olvidado a Sasuke ni un poquito y que iba a ser muy duro volver a verlo para ella.
Muchas noches habían llorado juntas en su cuarto, ya que a ella también le había costado lo suyo superar lo de Gaara.
Es imbécil se había reído de ella de la peor manera, cruel y dañina.
Cuando el edificio de la Universidad se veía a lo lejos el cuerpo de la pelirosa se encogió y sus ojos verdes la miraron con angustia.
-No puedo hacerlo Yoko-murmuró.
La pelinegra le agarró la mano y le sonrió.
-Sé que puedes, eres una persona fuerte Sakura y yo estaré a tu lado, ¿vale?
La pelirosa tomó aire y asintió.
El taxi las dejó delante de la Universidad.
-¡Sakura!
Ino se abalanzó sobre ella llamando la atención de todos-
-Qué guapa estás, oh Dios te cortaste el pelo, te queda genial amiga-empezó a hablar en un batiburrillo-no sabes cuánto te eché de menos.
Sakura sonrió y la abrazó fuerte, había extrañado mucho a su amiga y sus locuras.
Luego Ino saludó cariñosamente a Yoko.
-Tengo tantas cosas que contaros-dijo emocionada-en estos seis meses esto ha cambiado mucho.
Antes de que Ino continuase apareció Itachi, quién primera saludó a Yoko y luego abrazó a Sakura inesperadamente.
-Hola florecilla-le dijo-has cambiado.
-Ho-hola-saludó ella.
-Hmp.
Aquella expresión...el corazón de Sakura se congeló mientras se mantenía abrazada a Itachi al no atreverse a dar la cara a la persona que acababa de llegar.
Sasuke observaba la escena, furioso.
Tal y como la última vez los veía a los dos abrazados.
Itachi se separó de la pelirosa con una media sonrisa mientras ella se giraba hacia él lentamente.
Se quedó impactado, el cambio era sorprendente, no quedaba ni rastro de aquella Sakura que vestía la ropa de su abuela.
Delante de él había una mujer vestida con unos shorts vaqueros y una camiseta de tirantes verde caqui que se ceñía a su voluptuoso cuerpo, parecía más alta pero solo se debía a las sandalias negras de tacón que llevaba calzadas y que hacían juego con la gorra negra que llevaba y con sus gafas de montura fina.
El pelo que antes le llegaba hasta media espalda ahora apenas si le rozaba los hombros mientras lo llevaba recogido en dos pequeñas coletas.
Después de esa revisión sus ojos se clavaron en los verdes de ella con frialdad.
Sakura tragó grueso, al igual que ella todo era diferente en él.
Lejos de lo que acostumbraba Sasuke había cambiado su ropa de marca por unos vaqueros desgastados, una camiseta blanca de manga corta con motivos negros y unas bambas.
Él también se había cortado un poco el pelo y en el brazo derecho, dejándose entrever bajo la camiseta, pudo ver un tatuaje de forma indescifrable.
La miraba fríamente y su cara estaba contorsionada por el enfado, se notaba a leguas que su llegada no le era grata.
Todos estaban en absoluto silencio hasta que ella se adelantó y le dio dos besos al pelinegro, dejándolo estupefacto.
-Hola Sasuke-susurró.
-Hmp-contestó él desviando la mirada.
Todavía seguía siendo un imbécil por comportarse así.
Se apartó de ella y entró en clase, dejándola con la cabeza gacha.
-Hay cosas que no han cambiado-susurró la pelirosa.
-Bueno no te desanimes Sakura-dijo Ino-cuando acaben las clases os llevaré a comer por ahí y cuando llegue la noche iremos de fiesta a la discoteca, cambió bastante desde que os fuisteis.
-No es mala idea-dijo Yoko.
Sakura asintió.
En ese momento sonó la campana y las chicas se despidieron de Itachi y entraron en la Universidad.
Más tarde Yoko se separó de ellas dos ya que no daba las mismas clases.
Ino sonrió mientras Sakura caminaba delante de ella.
No sabía si aquello estaba bien, pero las cosas debían ser como estaba destinado.
No por algo había ''olvidado'' decirle a Sasuke que Sakura llegaba hoy y a esta decirle quién era el nuevo portero de su discoteca.
Los valientes son los que saben llorar con la cara descubierta y luchar contra el miedo. El valiente nunca se rinde.

Si Justin Bieber amenaza con saltar de un edificio:
El 85% de personas entran en depresión
El 10% le dicen que salte
Copia y pega esto en tu firma si eres del 5% de las personas que suben y le da una ayudita (lo empujan) (^w^)

Greenie Desconectado
« Respuesta #17 en: Marzo 20, 2011, 04:36 pm »

  • Blablabla!
  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 136
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
  • ¿Porqe confundimos la costumbre con el amor? :S
    • http://www.imperionippon.co.cc/foro/index.php?action=profile;u=90;sa=forumProfile
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #17 en: Marzo 20, 2011, 04:36 pm »
Hola!
Dresti-chan!
te quedo espectacularsisimo!
espero con muchisimas ansias!
me encanto la llegada de Sakura, todo, todito, todo!
un Beso y me has dejado muy intrigada como siempre!
Muaa!! :)
¿Como puedo y Sin Embargo Eres Un Presumido y un Arrogante de Primera?, pero aun asi me encantas :D


Greenie Desconectado
« Respuesta #18 en: Marzo 24, 2011, 03:30 pm »

  • Blablabla!
  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 136
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
  • ¿Porqe confundimos la costumbre con el amor? :S
    • http://www.imperionippon.co.cc/foro/index.php?action=profile;u=90;sa=forumProfile
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #18 en: Marzo 24, 2011, 03:30 pm »
QUIEROOO CONTIII :S
¿Como puedo y Sin Embargo Eres Un Presumido y un Arrogante de Primera?, pero aun asi me encantas :D


Dresti Desconectado
« Respuesta #19 en: Marzo 25, 2011, 08:19 am »

  • レベル0
  • *
  • Mensajes: 116
  • Karma: 0
  • Sexo: Femenino
    • Mi foro
    • Awards
Re: [+18]-Seducción ¿el día o la noche?-[SasuSaku]
« Respuesta #19 en: Marzo 25, 2011, 08:19 am »
hii!! aki traigo la contii, spero k os guste, nos vemos^^

25.

-Realmente te eché de menos-dijo Ino mientras entraban al McDonalls que había cerca de la Universidad.
-Yo también Ino-dijo la pelirosa con una sonrisa.
Sakura estaba realmente feliz de haber vuelto a ver a su amiga, las dos hablaron mucho por teléfono, al menos una vez cada dos días, pero eso no era suficiente ya que siempre habían sido inseparables.
-Qué pena que Yoko no haya podido venir-continuó su amiga-se lo habría pasado bien.
-Bueno la llamó su padre, es comprensible que quiera verla después de medio año fuera aunque no creo que a Yoko le haga mucha gracia encontrarse con Yonehara todavía.
Ino sonrió al ver la cara que puso Sakura mientras nombraba a la gemela de su amiga.
-Es mejor que cojamos mesa mientras esperamos-sugirió la rubia.
Sakura se paró en seco.
-¿Esperar a quién?
Conociendo a Ino su amiga era muy capaz de invitar a quién menos deseaba ver en ese momento.
-Tranquila, solo vendrán Sai, Naruto y Hinata.
La pelirosa suspiró aliviada y luego sonrió, le apetecía mucho ver al resto de sus amigos.
-¿Y cómo has conseguido traer a Naruto a un McDonalls?-preguntó-él solo rinde culto al ramen.
Recordaba cuando Naruto iba a la discoteca y le decía a Ino que tenía que poner tapas de ramen.
Ino se limitaba a ponerle mala cara y decirle que entonces aquello sería una taberna y no una discoteca.
-¿Y cómo te van las cosas con la disco? ¿Al final harás las ampliaciones en la zona VIP?
La rubia se sentó mientras suspiraba.
-No sé que voy a hacer, nos va bien económicamente pero el precio de los albañiles y del nuevo mobiliario es realmente de escándalo, pero si no hacemos ampliaciones no cogerán los tantos clientes que vienen ahora.
Sakura se echó a reír al descubrir la nueva faceta de Ino, su amiga siempre había sido alocada y despreocupada, verla así era realmente chocante.
-Sí, ríete lo que quieras porque es realmente agobiante, ya te dije que poco después de que te marchases intentaron robarnos y ahora he tenido que contratar dos guardias de seguridad y dos porteros, uno para cada puerta del local.
Sakura se puso seria al recordar el incidente que le contó Ino dos semanas después de haberse ido.
-Lo importante es que no os pasó nada malo.
-¡Hola chicas!
Sakura se giró al escuchar la voz de Sai para luego lanzarse a los brazos de su amigo.
-Hei, hei, todavía es mi novio-reclamó la rubia divertida.
-Hola feíta-la saludó él con el mote cariñoso que le había puesto desde que la había conocido-realmente has cambiado, ¿ya te encuentras mejor?
-Si-contestó separándose de él-veo que tú sigues igual.
-Si bueno, Ino aún no ha acabado conmigo.
La rubia lo fulminó con la mirada.
Justo cuando Sai estaba sentándose apareció Hinata y ella y la pelirosa se fundieron en un gran abrazo.
-Cuantas ganas de verte amiga-dijo la ojijade-¿y dónde está Naruto?
-Aparcando el coche, vendrá ahora.
Ni bien lo dijo, el rubio entró en el local con una enorme sonrisa.
Sakura se vio envuelta en los brazos de su amigo y alzada por los aires.
-Aish Sakura-chan no debías haberte marchado la nueva camarera no es tan buena como tú-le dijo volviéndola al suelo.
-Lleva todos estos meses quejándose de ella-dijo Ino.
-Como si tú no lo hicieses, ¿a caso no la ibas a despedir esta semana por quejas de los clientes?-refunfuñó el rubio.
-Ah sí, de eso tengo que hablar con Sakura, chicos, ¿por qué no sois caballeros y vais a comprar la comida? ensalada para mí.
-Para nosostras lo mismo-dijeron Sakura y Hinata.
Sai y Naruto se fueron refunfuñando cosas sobre la tiranía de Ino mientras Hinata y Sakura se sentaban junto a la rubia.
-Y bien Sakura, ¿quieres recuperar tu trabajo? realmente la chica nueva es un desastre y ahora que volviste pensé que podría interesante.
Los ojos de Sakura se iluminaron de emoción, a ese trabajo le debía tantas cosas...solo podía decirle que sí a su amiga.
Una sonrisa sospechosa apareció en la cara de Ino cuando aceptó sin reservas.
-Bien, entonces entrarás pasado mañana-se limitó a comentar y luego cambió de tema-¿y cómo van los preparativos de la boda, Hinata?
-Perfectamente-contestó la ojiperla-ahora que ya ha pasado todo lo de mi primo todo va súper rápido y creo que para dentro de un mes estará todo listo.
-Aún no me puedo creer que Naruto y tú os hayáis enamorado y os vayáis a casar, sois tan jóvenes...
-Eso mismo pienso yo, pero mi padre y Minato-san están decididos a que sea lo más pronto posible y a ver quién le quita la ilusión a mi madre y a Kushina-san, parece que son ellas las que se casan.
-Pero bueno al menos nosotros nos casamos con amor-dijo el rubio mientras él y Sai dejaban la comida en la mesa-sino mira a...
Ino le dio semejante codazo que el rubio se inclinó hacia delante y se manchó la camiseta con el kétchup de su hamburguesa.
-¡Ino, eres una bruta!-exclamó.
-Y tú un estúpido bocazas-reclamó la rubia-¿nadie te dio lecciones de tacto? lo siento por ti Hinata, te vas a casar con un tremendo bobo.
Sakura apreció el gesto de su amiga pero no podía pasarse toda la vida ignorando el hecho de que Sasuke estaba muy presente y más aún cuando lo vería todos los días.
-Déjalo estar Ino, no me molesta.
Todos se quedaron callados mientras la miraban, ella se limitó a ignorar las miradas de pena y empezó a comer su hamburguesa.
-¿Y al final cómo va lo de tu primo Hinata?-preguntó Sai.
La rubia bufó, ¿es qué nadie pensaba tener un poco de tacto con Sakura al menos el día en que llegaba de vuelta?
-Em...pues lo encerrarán un año por acoso e intento de violación.
Sakura dejó su hamburguesa y la miró.
-¿Violación?
-Verás Sakura-chan...cuando le tomaron declaración al teme, él contó lo que te sucedió a ti con ellos y que Gaara había intentado violarte otra vez.
El corazón de Sakura se encogió, ella no le había pedido eso, es más ella ni siquiera había mencionado en su declaración lo del primer intento de violación, en cambio él... ¿por qué había hecho eso por ella?
-Sois un auténtico fracaso cuando intentáis cambiar de tema-murmuró Ino-espero que esta noche vayáis a la discoteca en otro plan sino juro que os hecho.
Se echaron a reír, todos menos Sakura.
--------
Sasuke salió lo más rápido posible de la Universidad, no quería encontrarse con nadie y mucho menos con Sakura, ¿por qué demonios había regresado ya? le haría las cosas más fáciles si se hubiese quedado para siempre en Hawái, pero no, tenía que regresar como si nada hubiese pasado y darle dos besos como si nunca se hubiesen enfadado.
Inconscientemente se llevó una mano a la mejilla recordando el suave tacto de los labios de ella.
Pero lo más frustrante era que la desgraciada de ella todavía lo desestabilizaba y lo había dejado sin defensas cuando le había hablado con esa cantarina voz.
Eso solo le pasaba a él por involucrarse con una mujer, ¿es qué a caso no había aprendido la lección? él más que nadie sabía que las mujeres solo actuaban por interés propio, cosa que siempre pasaba a su alrededor, ahora que no tenía donde caerse muerto por lo menos tenía la esperanza de que dejasen de arrimarse a él por su dinero.
Evitó regresar por el camino de las piscinas ya que cabía la posibilidad de que ella fuese por allí y no sabía hasta que límites podía llegar su paciencia.
Realmente se había levantado con el pie izquierdo, ojalá toda esa mierda de día se acabase ya.
Empezó a caminar por las transitadas calles de la ciudad hacia su apartamento que no quedaba lejos. Iba tan ensimismado en sí mismo que no se dio cuenta de la persona que lo esperaba en el portal.
Se quedó parado en mitad de la calle cuando vio a su madre esperando en el portal de donde él vivía. La furia lo dominó cuando vio con que mirada extraña observaba ella su casa desde fuera, ¿qué hacía ella allí? ¿Es qué no tendría ni un descanso ese maldito día?
-¿Qué haces tú aquí?-le espetó cuando estuvo al lado de ella-creo que te dije que no te acercaras a mi nunca más.
Mikoto dio un respingo cuando escuchó la voz de su hijo.
Sasuke realmente se veía irreconocible fuera de sus ropas de chico rico más aún así un aura de responsabilidad y madurez lo rodeaba, eso la tranquilizó.
-Acabo de enterarme que te echaron de casa, tu padre no debió hacer eso Sasuke no sin antes garantizar tu seguridad.
El pelinegro apretó los dientes.
-Sé cuidar de mí mismo y además tú no eres la más indicada para hablar de que mi padre me ha dejado, él por lo menos esperó hasta la mayoría de edad.
Eso hirió profundamente a Mikoto, sus hijos la detestaban por haberse ido con el hombre que ella amaba, pero que podía hacer, ¿decirles lo que Fugaku le había hecho? ella no podía hacer esas cosas, ya era doloroso para ellos saber cuan egoísta había sido ella como para enterarse también de que su padre no era lo que parecía, al menos a ellos los había criado.
-Yo... quise hablar contigo cuando sucedió lo de las fotos, lo siento tanto, yo no quería que tú e Itachi...
Sasuke rió con ganas.
-Vamos, a ti te importa muy poco lo que nos pase, así que ahórrate el royito de madre buena porque no te queda, mejor vete con tu noviecito que ya te estará echando de menos.
Mikoto siguió aguantando todo el desprecio de Sasuke, era lógico que él pensase eso y no lo iba a detener mientras se estaba desahogando.
-Los policías me dijeron que habías salvado a una chica cuando quisieron violarla, eso me puso feliz, estoy orgullosa de ti Sasuke, esa chica te lo agradecerá por el resto de su vida.
Sasuke alzó las cejas, esa chica lo único que había hecho fue engañarlo, igual que ella.
-No tengo tiempo para ti, ni siquiera sé a qué has venido.
Mikoto asintió agachando la cabeza.
-Debes estar ocupado, solo quería que supieras que si necesitas algo esta es mi dirección.
La pelinegra le tendió una tarjeta que él estuvo a punto de negar más aún así la cogió.
-Claro Mikoto, seguro que tú me ayudarás-dijo sarcásticamente mientras le retiraba la cara y se concentraba en abrir la puerta de su casa.
Mikoto lo miró mientras una lágrima salió de sus ojos, su pobre niño tenía que estar solo ya tan joven, si al menos ella pudiese sanar un poco de ese dolor que él tenía, pero Sasuke no le dejaría, la echaría y la despreciaría.
-Te quiero mucho cariño, no lo olvides.
Sasuke no se dio la vuelta mientras escuchaba aquellas palabras, tal vez antes se las hubiese creído, pero ahora no.
Se giró levemente solo para ver como aquella hermosa mujer de vaqueros y camiseta de tirantes se alejaba de él, dejándolo solo, tal y como había hecho cuando era pequeño. Sin saber por qué aquello lo llenó de tristeza.
--------
Sakura bajó del taxi cuando este la dejó en frente de la discoteca Daikiri. La puerta de entrada estaba abarrotada de gente, el público había aumentado con creces desde la última vez que había estado allí.
Pagó al taxista y cruzó la acera poniéndose a la cola.
-Ay, merece la pena venir aquí aunque solo sea por el portero, ¿has visto lo lindo que es?-dijo la chica que estaba delante.
La pelirosa suspiró y sonrió, adolescentes que se emocionaban con solo ver un poco de músculo, había un montón de esas en la discoteca, seguro que el portero solamente era un chico normal con buena ropa, esa zona no destacaba precisamente por sus habitantes modelo.
La cola siguió avanzando y cada vez las chicas se emocionaban más. Sakura iba a hacer un comentario sobre las hormonas descontroladas cuando ella misma vio quién era el portero que tanto alababan.
En ese momento hubiese necesitado un mecanismo de aguante para volver su mandíbula inferior a su sitio, aquello era absolutamente impresionante. Se obligó a sí misma a pellizcarse para asegurarse de que lo que veía no era un sueño.
Sasuke era el portero.
Y no mentían cuando decían que era lindo, vamos ella lo sabía de sobra, pero es que en ese momento Sasuke lo estaba más que nunca.
Llevaba unos pantalones grises de tiro bajo con una cadenita de plata y unos deportivos del mismo color. Su perfecto torso quedaba cubierto por una camiseta negra de tirantes anchos y una calavera blanca en el centro, que dejaba al descubierto el tatuaje del brazo que ahora identificó con un extraño símbolo celta.
El pelo, que normalmente estaba desordenado, estaba ordenadamente desordenado con gomina, y ahora que no le tapaba las orejas pudo ver un arete de plata en una de ellas, y a pesar de que aún era noche llevaba puestas unas gafas de sol.
Su pulso se aceleró sobre manera mientras el pelinegro recogía las entradas y revisaba los DNI de la gente antes de dejarlos entrar, estaba apoyado contra la pared en una actitud indiferente que lo hacía ver realmente sexy.
Oh Dios mío, como no apartase la mirada de él la tomarían por una loca babeante.
Con paso decidido se acercó a la entrada sin mirarle y fue a entrar al pensar que él no la detendría cuando el brazo del pelinegro se interpuso en su camino.
-Entrada y DNI-dijo en tono monótono y sin siquiera mirarla.
Sakura lo miró estupefacta.
-Sabes quién soy y que tengo diecinueve años así que déjame entrar.
-¿Ah sí? ¿Y cómo puedo estar yo seguro de eso?-preguntó-no sé nada de ti.
¿Qué demonios pasaba con Sasuke? ¿Qué pretendía haciendo aquello?
-No digas tonterías Sasuke, Dios dime que esto no es idea de Ino-suplicó-claro seguro que todo esto lo ha planeado ella, es imposible que tú trabajes aquí.
Sasuke la miró confundido.
-¿Ino?
-¡Ya basta de juegos Sasuke déjame entrar para que la mate!-dijo abalanzándose hacia la entrada.
Los brazos de él la rodearon y la echaron hacia atrás chocando contra él.
¿Qué se supone que hacía? ¿Por qué no la dejaba entra y ya? la respuesta era clara, quería fastidiarla pero aquello que decía lo dejaba desconcertado.
Un calambre los recorrió a ambos ante el contacto y estuvieron quietos hasta que ella reaccionó.
-Suéltame, Ino me las pagará, ella sabe lo mal que me fue-empezó a gritar y forcejear-seguro que planeaba hacerme una broma, por eso insistió tanto en que viniera esta noche.
Sasuke se quedó de piedra, claro, por eso la rubia había insistido en que hoy llegase antes de lo acostumbrado.
Dominado por su propio enfado soltó a la pelirosa y entró antes que ella en la discoteca.
Iba a tener unas cuantas palabras con la rubia.

26.

Sakura entró detrás de Sasuke en la discoteca.

¿Cómo Ino había sido capaz de hacerle algo semejante? ella sabía perfectamente cuanto había sufrido intentando olvidar a Sasuke y ahora le salía con esto, no sabía si sería capaz de perdonárselo.

Clavó los ojos en la espalda de Sasuke, quién se movía como una fiera salvaje entre la marea de gente. Seguía sin entender que hacía allí el pelinegro.

Cuando llegaron al despacho de Ino, Sai salía de él.

-¿Qué hacéis aquí?-preguntó extrañado.

-Hmp, ¿dónde está Ino?-preguntó Sasuke.

-No esta, hace como quince minutos que se fue a buscar a Sakura al hotel-contestó.

-¿A mí?-preguntó la pelirosa-¿por qué?

-Dijo que había hecho una cosa horrible y que debía ir a buscarte antes de que vinieses aquí-continuó-¿ahora me puedes explicar qué haces aquí en vez de estar atendiendo la puerta, Sasuke?

Sakura sabía que debía intervenir, el pelinegro no era del tipo que daba explicaciones a la gente y no era justo que se llevase una bronca por algo de lo que él no tenía culpa.

-Fue culpa mía Sai, como Ino dijo que esto estaba muy cambiado no estaba segura de si el despacho seguía en el mismo sitio-dijo.

Sasuke la miró sorprendido, ¿por qué mentía por él? una extraña sensación de calidez lo invadió.

Sai se encogió de hombros.

-De todas formas iba a buscarte Sasuke, Ino dijo que sería mejor que esta noche no aparecieses por la discoteca, que te daba el día libro, porque no has tenido ninguno desde que entraste a trabajar aquí-contestó Sai-pienso igual que ella así que puedes irte para casa, pero la próxima vez avisa cuando vayas a dejar la puerta sola.

Dicho esto se fue dejándolos solos.

Una sensación de incomodad los invadió.

-Nadie te mando defenderme-dijo medio enfadado empezando a marcharse hacia la puerta de servicio.

Sakura se quedó estupefacta mientras lo veía alejarse, ¿estaba enfadado por qué lo había defendido?

Echó a andar detrás de él y lo alcanzó cuando Sasuke salía a la calle por la puerta de servicio.

-Te ayudé porque me parecía injusto que te regañaran por algo que en parte es culpa mía-dijo mientras caminaba tras él por la acera.

Sasuke se giró hacia ella.

-No quiero nada de ti-escupió-ni siquiera sé a que has vuelto, ¿a joderme la vida? pues no lo conseguirás.

A Sakura le dolieron aquellas palabras, así que él aún no la había perdonado.

-¿Qué debo hacer para que me perdones?-preguntó con los ojos a punto de estallar en llamas.

-Hmp-dijo él reanudando su camino.

Sakura no pudo más y fue corriendo hasta él para plantarse delante del pelinegro.

-¡Eres muy injusto, Sasuke!

Él estalló en ira.

-¿Injusto? ¿Tú crees que yo soy injusto? no tienes ni idea de hasta que punto me has jodido la vida, ¿debió ser muy gracioso cuando te enteraste, no?

La pelirosa se quedó confundida.

-¿De qué me hablas?

Sasuke sonrió irónicamente.

-Gracias a ti mi padre me ha echado de casa y no quiere saber nada de mí, estarás contenta, ya has conseguido lo que querías.

La ojijade se quedó en blanco.

-Yo... yo no lo sabía...

Él la apartó del camino con un manotazo.

-No mientas, sé que Ino te dijo que mi padre me hecho de casa por lo de Yonehara y por eso estoy trabajando en la discoteca.

-¡Pues estás muy equivocado! ¡Ino no me dijo nada! ¿Sabes por qué? ¡Porque yo le pedí que nunca me hablase de ti!

El pelinegro no dijo nada.

-¡Todos estos seis meses he estado haciendo el esfuerzo de olvidarme de ti, pero era completamente imposible!-continuó-¡daba igual cuantos chicos hubiese conocido, porque ninguno ha logrado que me olvidase de ti!

Sakura lloraba a mares mientras mantenía su mirada fija en la de él, ella mentía, tenía que estar mintiéndole.

-Daba igual lo que hiciese-continuó en un susurró-fue muy duro porque sabía que nunca me perdonaría, ¿qué podía hacer yo? nada, nada, ¡nada!

Sasuke era in capaz de reaccionar al ver como ella lloraba y se desahogaba con él, así mismo se había sentido él en todo ese tiempo, daba igual lo que hiciese o lo que intentase hacer porque no se la daba arrancado de la mente.

-Te vi, en el aeropuerto con mi hermano-dijo fríamente-os abrazasteis.

-¿Fuiste al aeropuerto?-preguntó sorprendida.

Genial, la había cagado, ¿pero qué necesidad tenía de quedarse allí hablando con ella?

Sakura lo agarró de la camiseta cuando él intento marcharse.

-Yo no sé lo que has visto Sasuke, pero yo me despedí de tu hermano igual que lo hice con el resto de mis amigos, yo no tengo nada con Itachi.

No supo por qué, pero en ese momento la creyó, tal vez era que ya no aguantaba más, que todo se le venía encima, que ya estaba cansado de tanta mierda que la creyó.

Sakura apoyó la frente contra la espalda de él y lloró, lloró hasta que le picaron los ojos.

Él por su parte no hizo nada, ¿por qué Sakura le hacía sentirse así? hasta que ella no había regresado ese mismo día él no se había dado cuenta de cuan solo estaba, de cuanto la había echado de menos, ni siquiera le había importado el que ella le hubiese engañado, ni siquiera el hecho de verla con Itachi había importado para que él se sintiese feliz de volver a verla, y ella ahora le decía aquello.

Se resistió, no quería perdonarla, no, pero era realmente difícil cuando ella estaba llorando por culpa de él, ¿qué necesidad había tenido Sakura de seguirle y contarle todo aquello? ella podía haberse ido, podía no haberlo defendido delante de Sai, podía reírse de él. Pero todo lo que hacía ella era llorar por él, algo que nadie había hecho nunca.

-Si dices la verdad-murmuró-¿por qué me mentiste con lo de Kristen?

-Ya te lo dije-contestó ella sin soltarlo-¿hubieras querido a una empollona fea como Sakura? tú solo estabas con Kristen porque era guapa.

Él apretó los puños al saber que ella tenía razón, él habría hecho eso al principio pero no después.

-Por favor Sasuke, por favor perdona-rogó-si me quieres como dijiste aquel día que lo hacía dame una oportunidad, yo... prometo no mentirte nunca más, ya no habrá secretos, te diré todo, pero por favor déjame quedarme contigo, yo te quiero.

Sasuke suspiró, vencido por la situación y dio un paso adelante para librarse del agarre de ella.

Sakura lo miró atentamente pues él no le había contestado aún y no lo hizo en los dos minutos siguientes. Asintió, sabiendo que allí no tenía nada que hacer y echó a andar en sentido contrario.

-Hoy...hoy he vuelto a ver a mi madre...-dijo él.

La pelirosa se quedó quieta y escuchó. La voz de Sasuke ya no era fría.

-Me dijo algo parecido a lo que tú me estás diciendo ahora-prosiguió-pero...yo no sé que pensar.

-Tal vez deberías hablar con ella-respondió.

Él se giró y volvió a mirarla.

-¿Por qué crees que mi madre me abandonó?-preguntó en un susurro mientras se sentaba en el suelo apoyando la espalda contra la pared.

El corazón de la pelirosa se encogió, allí ya no estaba el Sasuke frío y arrogante, allí solo había un chico de 18 años que se sentía solo. Una lágrima cayó por su cara y se la secó mientras se sentó junto a él.

-A veces la gente se ve obligada a hacer cosas pero eso no significa que dejen de quererte-contestó-mis padres casi nunca estaban conmigo, ni siquiera me llamaban, pero yo sé que ellos me quieren mucho.

Buscó la mano del pelinegro y se la agarró con indecisión, pero lejos de apartarla Sasuke se la estrechó fuerte.

-Yo creo que tu madre te quiere Sasuke, pero tiene miedo.

-¿A qué podría tener miedo?

-A que nunca la perdones.

Tal vez lo que Sakura decía era cierto y había algún motivo por el que su madre los había dejado.

-No es bueno que nos quedemos fuera-dijo ella-tal vez deberías volver a casa.

Sí, tal vez, pero esta noche el no quería volver solo.

---------

Itachi se asombró cuando vio a Ino en la entrada del hotel donde se quedaba Sakura.

La rubia estaba presa de los nervios y tenía los ojos hinchados de aguantar las ganas de llorar.

-Ino, ¿pasó algo?

La rubia lo miró y negó.

-¿Qué haces aquí?

-Venía a buscar a Sakura-contestó él.

-No está, seguro que ya ha ido a la Daikiri.

Él alzó las cejas.

-Bueno parece que se me ha adelantado

Esta vez fue el turno de Ino de interrogarlo con la mirada.

-Tenía intención de llevarla allí.

-Allí está Sasuke.

-Lo sé, por eso la iba a llevar.

Ino se enfadó con él solo por eso, Itachi sabía muy bien lo que pasaba con Sasuke y Sakura y aún así él no le importaba lastimar a su hermano.

-¿Por qué no dejas ya en paz a Sasuke? creo que fue suficiente con echarlo de casa, ¿no crees?

Itachi se encogió de hombros.

-Sasuke todavía es un crío que necesita darse cuenta de algunas cosas.

-¿Y de qué cosas se va a enterar cuando te vea aparecer con Sakura? ¿De que eres un bastardo?

-No, de que debe dejarse de tonterías y perdonarla de una vez.

Vale, aquello si que la dejó sorprendida.

-¿Qué quieres decir con eso? ¿Tú quieres que Sasuke y Sakura vuelvan a estar juntos?

Itachi sonrió.

-Puede que Sasuke no me caiga bien del todo, pero es mi hermano pequeño y necesita espabilarse, tal vez no pude hacer nada cuando lo echaron de casa pero eso no significa que yo no quiera que él sea feliz.

Ino seguía estupefacta.

-¿Quieres decir que pretendías a Sakura solo para que él tuviera celos y la perdonase?

-Eso quiero decir.

-¿Qué clase de hermano eres tú? ¿Sabes que Sasuke ahora te odia, no?

-Si eso sirve para abrirle los ojos.

Ino se llevó una mano a la cara.

-Supongo que yo no soy la más indicada para juzgarte, yo misma tenía planeada una forma de hacer que se perdonasen-dijo-iba a ponerlos a trabajar juntos y he mandado a Sakura a la discoteca sin decirle que Sasuke trabaja ahí, pero luego me he arrepentido, sé cuanto daño les hace a los dos el verse de nuevo e intenté detener a Sakura y mandar a Sasuke a casa, ya ves he fracasado y ellos deben estar odiándome.

Itachi suspiró.

-Bienvenida al club de los odiados.

----------

Sasuke y Sakura se besaban con apremio mientras el ascensor los conducía hasta el piso del pelinegro.

El pelinegro rodeó la cintura de ella con sus brazos apegándola más a él. Había echado tanto de menos el calor de su cuerpo y sus labios encajándose tan perfectamente a los de él, que no supo como había logrado sobrevivir sin ello.

Él ascensor se paró y ellos salieron a trompicones, sin separarse ni un milímetro.

Ambos se obligaron a separarse mientras Sasuke abría la puerta.

La pelirosa lo miró de arriba a abajo mientras su corazón latía a mil por hora, le parecía tan increíble volver a estar con él que casi temía que aquello fuese un sueño. Sasuke abrió pronto la puerta pero ninguno de los dos estaba preparado para lo que vieron dentro.

Karin estaba en medio de la entrada vestida únicamente con su ropa interior.

-¿Quién es esa Sasukito?

El corazón de Sakura se congeló al ver a aquella mujer desconocida y en ese estado en la entrada del apartamento de Sasuke.

-¿Qué haces aquí Karin?-preguntó él furioso.

La noche estaba yendo tan bien...

-Te estaba esperando Sasukito.

-¿Qué significa esto, Sasuke? ¿Quién es ella?-preguntó la pelirosa, temiéndose lo peor.

-Soy Karin, su novia.

Mil estacas se clavaron en el corazón de la pelirosa al oír lo que aquella mujer estaba diciendo.

-Tú no eres mi novia Karin, métetelo en la cabeza-gruñó él mientras miraba a Sakura, quién estaba pálida-Sakura no le hagas caso.

-¿Ella es la loca que te acosaba por teléfono?-preguntó en voz baja-¿esta es Karin?

Él asintió.

Bien, entonces ella ya sabía lo que tenía que hacer.

27.

La pelirosa la miró de arriba a abajo.
-Así que tú eres la novia de Sasuke, ¿eh?-preguntó.
Karin sonrió malvadamente.
-Exacto, Sasukito es solo mío.
Sakura alzó una ceja mientras la miraba de arriba a abajo. Karin no era fea, pero lucía ese tipo de belleza vulgar que las mujeres solo utilizaban con el fin de engatusar a los hombres.
-Por curiosidad, ¿cada vez que vienes a ver a Sasuke lo haces prácticamente desnuda?-dijo señalándola.
La peliroja se vio a sí misma e inmediatamente enrojeció, de vergüenza y de rabia. ¿Cómo se atrevía esa extraña a tratarla así, como si no fuera nada? ella era la novia de Sasukito.
-¡Claro que no voy así por la calle! ¿Y tú quien eres, eh? mírate no más pareces una perdida vagabunda.
Sakura sonrió y dio dos pasos al frente.
-La novia de tu novio, ¿curioso, verdad? algo debe fallar en ti para que prefiera a una vagabunda.
Sasuke se quedó tan sorprendido como Karin, vamos, él se esperaba que Sakura le saltase encima y le dijese que era un mentiroso y cosas más fuertes, pero algo como esto no se le había pasado por la cabeza.
Karin miró a Sasuke y a Sakura alternativamente.
-¿Qué dices perra? Sasukito es solo mío, ¿verdad, Sasukito? dile a esta perra cuantas veces hemos estado juntos estos seis meses.
Sakura se quedó callada. No podía ser cierto lo que esa mujer le decía, no, no podía ser verdad. Pero por otro lado tenía sentido si ella estaba en ropa interior en el apartamento de Sasuke. La cabeza empezó a darle vueltas.
-Sakura lo que ella dice...
-Cállate-le cortó la pelirosa-¿qué quieres decir?
Karin sonrió y se enrolló un mechón de pelo en el dedo índice.
-Quiero decir que casi vengo todas las noches a esta casa, Sasukito me necesita constantemente.
-¿Qué dices? Sakura no le hagas caso ella...
-Entonces, ¿cómo explicas que ella haya entrado en tu casa semidesnuda? tiene copia de las llaves-dijo ella muy seria.
Sasuke se calló, joder, ahora que todo estaba yendo bien pasaba algo como esto, fulminó a Karin con la mirada y la maldijo una y otra vez, ¿cómo se atrevía a decir algo como eso? es más, ¿cómo había entrado ella en su casa?
-Yo no le di las llaves de mi casa-dijo.
La peliroja se acercó a él contoneándose mientras le mostraba un juego de llaves que tenía en su mano. Sasuke reconoció las llaves de casa, ¿pero cómo? el único que tenía las llaves de ese apartamento era él, nadie más.
-Hice una copia así podía venir a visitarte todos los días, ¿no te parece genial?
Sasuke se llevó una mano a la cara. ¿Cómo podía existir una persona como esa?
-¿Cogiste mis llaves sin permiso? ¡Ahora mismo me das eso!-y de un tirón le arrancó la copia de las llaves de la mano-¡te largas ya!
-Pero Sasukito, yo te quiero...-dijo rodeándole el cuello con los brazos.
Sakura los miraba impresionada y furibunda, ¿se ponían a discutir como si ella no estuviese? ¿Nadie pensaba explicarle por qué razón estaba esa mujer casi desnuda en el recibidor de Sasuke? ¿Él en realidad no pensaba explicarle aquello?
Furiosa como estaba enganchó a Karin por los pelos y la separó de él.
-¡Quítale las manos de encima zorra asquerosa! ¿Es qué nadie te enseñó educación? ¡Bueno que pregunta, el hecho de que estés desnuda aquí demuestra que no!
-¡Suéltame perra! Sasukito dile algo.
Lo único que él podría decirle a Sakura sería ''Tira más fuerte'' pero presentía que lo único que ganaría con eso sería acabar también agarrado de los pelos.
-Lárgate ya Karin y tú tranquilízate Sakura, esto tiene una explicación.
-¡Acabo de enterarme que estuvisteis juntos y os ponéis a hablar como si yo no estuviese aquí! claro que me darás una explicación ¿Qué es esto Sasuke?
Oh si, él le daría una explicación pero antes se encargaría de esa idiota. Recogió las ropas que ella había dejado en el suelo sin soltarle los pelos y luego abrió la puerta de la calle, cerrándole la puerta en las narices.
Sakura se giró hacia Sasuke mientras Karin daba golpes en la puerta.
-¿Querías vengarte de mí, verdad? estaba todo planeado, tú me engañabas y me traías hasta aquí, ella estaría esperando y luego los dos os reiríais de mí, y luego os pasaríais la noche juntos celebrando que la estúpida de Sakura ya recibió su merecido ¿qué bien, verdad?
Ella debería haberse dado cuenta de todo, que estúpida había sido.
-Eso no es cierto-dijo él-es cierto que me acosté varias veces con ella pero... ¡joder, se suponía que tú y yo no volveríamos a hablarnos! no iba a pasarme el resto de mi vida en celibato.
-No me hables, Sasuke-dijo-no has cambiado nada, solo fui una más para ti y yo sintiéndome mal por haberte mentido, ¡pero tú también lo has hecho!
-Sakura, esto no...
-¿No es lo que parece? ¿Me estás diciendo que estoy ciega y no acabo de ver a una tía casi desnuda en tu recibidor? no me tomes el pelo.
-Hmp-odiaba dar explicaciones, pero quería que Sakura reaccionase-Karin... lo que ella dice no es cierto.
-¿Qué, mientras te revolcabas conmigo también lo hacías con ella? a saber cuántas veces estabas conmigo y luego te ibas con ella, pues felicitaciones machote, te has marcado un tanto.
Sasuke estaba empezando a perder la paciencia, sino se callaba y lo dejaba hablar él terminaría haciendo algo no muy ortodoxo.
-Pero nada, ahora mismo me voy y te dejo que celebres con tu zorra que la tonta de Sakura ha recibido su propia medicina, pásala bien.
Antes de que llegase a la puerta él la agarró y la volteó pegándola a él.
-¿Es qué no puedes escucharme ni por una vez?-le preguntó al borde del enfado.
-¿Y qué tengo que escuchar? todo ha quedado clarísimo-contestó ella revolviéndose-pero estás muy equivocado si piensas que cualquier tontería que pienses decirme yo te haré caso, no más mentiras, te lo dije una vez, nadie me falta al respeto y en ese grupo tú vas incluido.
El pelinegro agachó la cabeza, frustrado, sin soltarla, ahora que iba tan bien, ¿por qué ella no quería escucharle? él también le estaba dando una segunda oportunidad a ella.
-Tú también me engañaste.
Ella se echó a reír aunque se notaba a leguas que su alma lloraba por dentro.
-Yo nunca lo haría para herirte o humillarte, ¿pero qué es esto? ¡Tú me engañabas con otra y a saber con cuantas más!
-No tienes derecho a decir eso-dijo fríamente-no cuando tú te andabas revolcando con un tal Michael en Hawái.
Sakura tuvo que hacer esfuerzos por no derrumbarse delante de él, ¿la estaba llamando ramera? ¿Cómo se atrevía a enamorarla y hacerle algo como eso? sin duda Dios la castigaría eternamente por lo que había hecho. Pero Sasuke...ella realmente había pensado...
-¡Eres un gilipollas!-dijo dándole un cachete-piensa lo que quieras porque yo nunca seré como tú.
-Hmp.
Estaba enfadado, ella no tenía derecho de llegar y empezar a reclamarle, no cuando no quería escucharle ni creerle. Su orgullo volvió a hacerse presente y la soltó, fulminándola con la mirada.
-¡No quiero volver a verte!-gritó la pelirosa.
Él perdió totalmente la paciencia.
-¡Pues lárgate, para lo que me importa!
Aquellas palabras y la mirada fría del pelinegro le partieron el corazón, ¿de verdad todo había sido mentira? ¿Cuándo encontraría a ella alguien que realmente quisiera estar a su lado? no sabía si después de esto sería capaz de volver a amar a alguien.
-Te deseo toda la suerte del mundo con Karin y tus otras amantes-dijo antes de salir y cerrarle la puerta en las narices.
--------
Yoko dejó las maletas en el suelo mientras clavaba la vista en la casa donde vivían su padre y Yonehara.
Realmente tenía poquísimas ganas de estar allí, su padre se portaba bien con ella, le daba de todo pero pasaban muy poco tiempo juntos y Yonehara... Yonehara era Yonehara.
Sabía que pasaba algo, no era su padre el que la había llamado, sino la sirvienta que llevaba trabajando allí toda la vida. Yoko escondía un gran secreto que nadie sabía, aunque oficialmente todo el mundo creía que su madre era la última esposa de su padre, de la cual se estaba divorciando, ella sabía perfectamente que no era su verdadera madre, lo había descubierto el año pasado y aunque no se había llevado un gran disgusto si supuso un gran vacío y enfado hacia su padre.
Naomi era la única que sabía la verdad, ya que no creía capaz a Yonehara de ayudarla a encontrar a escondidas a su madre, y parece que había encontrado una pista sobre ella, bien, eso la había hecho reaccionar de inmediato.
Recogió las maletas y entró en la enorme casa, la habían reformado, el enorme edificio ya no estaba pintado de blanco sino de gris pálido y la disposición de los jardines era diferente, seguramente otra rabieta más de Yonehara.
Suspiró, antes le haría ilusión volverse a encontrar con su hermana, pero Yonehara había caído demasiado bajo y no sabía si sería capaz de perdonarla.
-¡Niña, volviste que alegría!
Una anciana bajita de pelo cano y corto salió a recibirla con un abrazo, acababa de salir de la cocina y tenía las manos sucias así que se las limpió en el delantal del uniforme antes d abrazarla.
Yoko sonrió cuando sintió los brazos de la anciana sirvienta envolviéndola, ella no tenía abuela pero quería a Naomi como si lo fuese, ella era la única que la apoyaba cuando estaba mal.
-Naomi, yo también te eché de menos-dijo contestando al abrazo-no han sido fáciles estos meses, ya echaba de menos todo esto, ¿no hay nadie en la casa?
-¡Por supuesto! qué bueno que regresaste futago-chan (gemelita)-dijo Yonehara bajando por las escaleras y lanzándose a ella en un abrazo que Yoko no correspondió.
En ese momento se sentía repulsiva de solo imaginar que físicamente eran iguales.
-¿Dónde está oto-san?-se limitó a preguntar.
-No está, se fue de negocios, ¿qué te parece si vamos de compras para celebrar tu llegada? me han invitado a una fiesta y necesito estar genial, ya sé que soy genial, pero...
Yonehara seguía igual, solo se preocupaba por sí misma. Era comprensible que Sasuke prefiriese la muerte antes de casarse con ella.
-Naomi, ¿qué tal si vienes conmigo y te cuento como me han ido las cosas?-dijo pasando de su hermana.
-Claro, niña, me encantaría.
Yonehara se quedó con la palabra en la boca mientras las dos la dejaban sola.
-Dime Naomi, ¿ya sabes quién es mi madre?-preguntó impaciente cuando estuvieron fuera en el jardín.
La anciana le dirigió una mirada alentadora.
-No descubrí mucho, pero algo es algo tras un año de búsqueda-contestó-ella vive en Konoha, aunque aún no sé ni su nombre ni en qué lugar en concreto.
Los ojos de Yonehara se iluminaron ante la noticia, su madre vivía en la misma ciudad que ella, le quedaba muy poco para saber quién era, ¿cómo sería? ¿Sería buena? ¿Se parecería a ella? ¿Qué le diría cuando supiese que ella era su hija? ¿La querría o no?
-Niña, ¿por qué lloras?
Las lágrimas habían escapado de su cara sin que ella se diese cuenta.
-Puede que mi madre no me quiera Naomi, yo...
-No pienses eso, ella te querrá seguro, tú eres muy buena.
Yoko asintió, no era momento de ponerse triste y preocuparse, ya se enfrentaría a eso cuando estuviese delante de su madre.
-¿Sabes algo más de ella?
-Estuvo casado pero se separó, no se sabe si ahora está con alguien, lo que sí puedo decirte es su apellido de soltera, Tanaka.
Yoko maldijo, ese apellido era muy común en Japón, habría miles de mujeres con ese apellido en Konoha. Pero no había que desanimarse, si insistía podría encontrarla pronto.
-¿Y cómo va el asunto de Sabaku?-preguntó endureciendo el tono de voz.
De vez en cuando le llegaban noticias sobre el proceso judicial, ya que ella había presentado su testimonio a través de un video y no había asistido al tribunal.
-Tardó un mes en salir del hospital pero luego inmediatamente fue para la cárcel y allí sigue, parece que sus abogados quieren que le bajen la pena por buena conducta.
Yoko apretó los puños.
-Que rece por quedarse allí más tiempo, porque si sale y me lo encuentro por la calle no seré tan compasiva como Sasuke, no lo mandaré al hospital sino que a la morgue.
--------
Sakura agradeció que Karin ya se hubiese ido del edificio, no sabía de que sería capaz si la llega a ver.
Quería llorar pero se forzó a sí misma a aguantarse, Sasuke no se merecía ni una sola lágrima.
Se sentía tan estúpida, usada, sucia...se sentía como una vulgar ramera.
No valía de nada cambiar, seguirían tratándola como siempre, siempre sería la empollona de turno de la que todos se reían.
Sasuke debió de pasarlo muy bien jugando con ella. Quería odiarlo pero era imposible, imposible. Había parecido tan sincero... ¿a caso todo lo que le había dicho esa noche fue para engañarla? ¿Desde cuándo le mentía? toda clase de arrepentimiento había desaparecido, ella lo había hecho por miedo a perderlo pero él...luchó con fuerza otra vez contra las lágrimas. Dolía tanto...
Suspiró cuando avistó el hotel en el que se quedaba a lo lejos, llegaría y se tiraría a la cama dejando que el mundo se le cayese encima. No se sentía capaz de hacer nada para rechazar el dolor que la azotaba, mañana sería un nuevo día. Hoy todo le daba igual.
-¿Sakura?-preguntó Ino al verla llegar en ese estado.
Itachi y su amiga estaban en la entrada del hotel, sentados en las escaleras.
Apretó los puños al ver a Itachi, aunque Sasuke era un cerdo no estaba bien que echases a tu propio hermano de casa, además no estaba de humor para ver a ningún otro Uchiha, ya no se fiaba de ellos.
Ino se acercó a ella y la abrazo, Sakura no estaba bien y era culpa de ella.
-Perdóname Sakura, siento haberte hecho pasar este mal momento, yo no quería...
-Es igual Ino, no importa-dijo-ahora quiero estar sola.
-¿Qué pasó?-le preguntó preocupada.
Itachi se adelantó un paso pero ella lo detuvo con un gesto mientras se desprendía de Ino.
-Por favor, necesito estar sola, mañana nos vemos.
Entró en el hotel dejándolos en la puerta de entrada.
------
Sasuke tuvo que hacer un gran esfuerzo por no destrozar los muebles del apartamento, mataría a Karin, lo haría por arruinarle el momento y la existencia.
Pero ahora debía pensar que hacer, por primera vez en su vida se sentía sumamente indefenso y vacío, no se había sentido tan mal desde lo sucedido con su madre.
Las mujeres eran tan complicadas...
Tendría que haber salido tras ella y detenerla y si hacía falta le gritaría la verdad, pero no, se había quedado allí quieto, como un imbécil, enfadado y prepotente.
Le dio un puñetazo a la mesilla provocando que un papelito cayese al suelo.
La tarjeta de su madre. La recogió y leyó de nuevo.
''Mikoto Tanaka, (número móvil) ‘‘
Estuvo tentado de llamarla, pero ¿para qué? ¿Qué le diría? a ella le daría igual, como todo, nunca lo ayudó con nada y esta vez no tendría por qué ser diferente.
Luego volvió a dejarla en la mesilla, necesitaba descansar y pensar.

28.

No se lo podía creer, desde luego que no se lo podía creer.

El mundo entero estaba dispuesto a joderla por todos los lados, ¿y por qué? basta que ella haya hecho una sola petición para que todo vaya en contra. Si, realmente estaba gafada.

Sabía perfectamente que la persona que tenía a su lado la miraba de reojo y que no apartaría su vista de encima de ella aunque fuese con el único propósito de enfadarla. Y a ella se le estaba agotando la paciencia, no podía ser que cuando alguien pide que no quiere estar cerca de otra persona se la impongan a la fuerza, pues así de fantástico era el destino con ella porque Sasuke Uchiha estaba sentado a su lado.

El profesor seguía dando clase y ella se esforzaba en atender, vaya si lo hacía, pero con ese sujeto mirándola todo el rato era imposible concentrarse en otra cosa.

¿Y cuando había empezado aquella tortura? justamente el día anterior, cuando ella, tras una semana entera de inmensa llorera empezaba a recuperarse de lo sucedido con el Uchiha, pero que le íbamos a hacer, parecía que Kakashi tenía un sexto sentido para detectar los problemas y le divertía ponerlos juntos.

También sentía de vez en cuando las miradas del resto de sus compañeros sobre ella, porque a esas alturas la muy zorra de Karin lo había largado todo y ahora eran conocidos como ''El triángulo amoroso de Konoha'', cosa que no existía porque no pensaba prestarse a los juegos del idiota de Sasuke.

Los primeros días la había llamado mil y una veces al móvil, había intentado pararla en la Universidad pero ella lo ignoraba sin dirigirle ni la más mínima palabra, se le habían quitado las ganas de todo tipo de contacto con él.

Cada vez estaba más nerviosa, el maldito Uchiha no dejaba de mirarla. Cogió el lápiz en la mano y con él empezó a golpear la mesa de madera.

Por su parte Sasuke seguía mirándola, sabía que el culpable de que ella estuviese tan nerviosa era él, Sakura no quería ningún tipo de contacto, daba igual en que momento o a que hora fuese a hablar con ella que lo ignoraba como si en su lugar solo hubiese aire. Por eso vio el que Kakashi los cambiara de sitio como una gran oportunidad para hablar con ella.

Pero era imposible, las palabras se negaban a salir de su boca.

Tomándolo por sorpresa Sakura se giró con el ceño fruncido, mirándolo directamente a los ojos, estaba enfadada.

-¿Tienes tortícolis o algo por el estilo Uchiha?-preguntó-¿o simplemente eres imbécil?

Vale, basta que él fuese de buenas intenciones para que ella lo estropease.

-¿Y tú qué? ¿Tienes un tic en el dedo o solamente eres idiota?

El ceño de Sakura se frunció aún más.

-¿Te molesta?-le preguntó-pues deja de mirarme.

-Yo no te miro.

-Si que me miras.

-No.

-Si.

-Hmp, molesta-dijo con una media sonrisa.

-¡Arg, eres un estúpido, te odio!-dijo levantándose.

Desde las primeras filas del aula se oyó un único aplauso.

Solo entonces ambos se dieron cuenta de que la clase estaba en completo silencio y que todos los miraban atentamente, incluido Kakashi, que fue quién los aplaudió.

-¿Debemos llamar a alguien para que os prepare un ring o preferís la lucha cuerpo a cuerpo?-preguntó el profesor, muy serio.

La cara de Sakura se había puesto roja como un tomate, mientras que Sasuke se dedicaba a seguir con su actitud indiferente.

-Esto es la clase de ciencias políticas no de boxeo así que por favor abandonad el aula, ambos tenéis un parte.

Sakura recogió sus cosas, furibunda, mientras que Sasuke lo hacía con total tranquilidad, la clase continuó en silencio mientras ellos abandonaban el aula.

-¿Contento? ahora me llevo un parte por tu culpa-gruñó cuando estuvieron fuera.

Él se encogió de hombros.

-No fui yo el que se puso a gritar como un loco-respondió-hazte mirar la cabeza, te faltan algunos tornillos.

-Al que le faltan es a ti, ¿disfrutas haciéndome sufrir verdad?

Sasuke se aró en seco, ya estaba cansado de la actitud victimiza de Sakura y de que ella se negase a escuchar lo que él quería decirle, pero bien, ahora que estaban en ese plan se dirían todo lo que hiciese falta.

-Lo mismo podría decir yo de ti, farsante-contestó-¿o caso tú nunca has mentido, Kristen? deja ya de hacerte la víctima.

Sakura apretó los puños con fuerza.

-¡¿Qué no me haga la víctima?! ¿Y que hiciste tú cuando supiste que yo era Kristen? ¡Ni si quiera tuviste el valor de decirme que me engañabas con otras! ¡Eso no te hace mejor que yo!

El pelinegro ya no aguantaba más, eso era el colmo, pues ahora ella le escucharía quisiera o no.

-¡¿Qué sabes tú, eh?! ¡No tienes ni idea de lo que ha pasado! ¡Me negué a casarme con Yonehara enfrentándome a mi familia por ti! ¡Me quedé en la calle y tuve que empezar de cero! ¡No me puedes culpar de que intentase rehacer mi vida! ¡No tienes derecho ninguno! ¿Y tú que hacías mientras tanto, eh? ¡Pasártelo de puta madre en Hawái! ¡No vengas a recriminar cosas porque no sabes de lo que hablas!-dijo sin poder ocultar su dolor.

Sakura se quedó muda, nunca había visto a Sasuke así, una lágrima solitaria escapó de los ojos del pelinegro haciendo que se le rompiese el corazón y que ella misma empezase a llorar también, ¿qué se estaban haciendo? ¿Estaban destinados a lastimarse el uno al otro? sabía cuan difícil era para Sasuke decirle aquello y es por eso que supo que no le mentía.

El pelinegro se giró para que ella no viera sus lágrimas, odiaba sentirse tan débil e indefenso ante una persona, sobre todo ante una que lo había lastimado más que nadie.

-Siempre será lo mismo, ¿verdad?-preguntó ella con una sonrisa triste.

Observó a Sasuke, quién seguía manteniendo su cara oculta, y extendió una mano hacia su espalda, dejándola allí quieta. Sintió como él agradecía silenciosamente ese toque más siguió en silencio.

-No importa cuanto te quiero yo a ti o cuanto me quieras tú a mí-continuó ella sintiendo como se le rompía el corazón-porque el amor no es suficiente.

Sasuke la escuchaba en silencio mientras sentía como la mano de ella se tensaba en su espalda.

-Siempre nos haremos daño porque no confiamos el uno en el otro, lo nuestro está castigado a ser un error-dijo con la voz quebrada-da igual lo que luchemos o lo mucho que nos queramos, siempre habrá un malentendido que nos separe.

-Yo nunca te engañé Sakura-susurró él.

Ella medio sonrió.

-Lo sé Sasuke, ahora lo sé, Ino me ha estado hablando de todo lo que sucedió en mi ausencia pero mis oídos se negaron a escuchar nada, y es a eso a lo que me refiero, ¿si seguimos adelante donde va a parar todo esto? no hay confianza Sasuke, no la hay.

Suspiró, ella tenía razón, lo suyo estaba castigado a ser solamente un juego de seducción pero nada más, solo había sido un castillo construido sobre unos cimientos de papel y que era hermoso mientras duraba pero que en poco tiempo se derrumbaría.

-Debemos acabar ya con esto, lo único que conseguimos es lastimarnos, y...-tuvo que ahogar un sollozo-yo te quiero, pero voy a decirte adiós.

Él sonrió de medio lado.

-Siempre serás una molestia.

Ella correspondió la sonrisa.

-Y tú un niñato estirado.

Se quedaron unos minutos mirándose, él había dejado de llorar, pero las silenciosas lágrimas de la pelirosa seguían arrastrándose por su cara y en ese momento él la quiso más que nunca, por ser valiente al ver la realidad y darle la cara por muy dolorosa que fuese, no siempre había un final feliz para todo y ellos ya habían llegado al suyo propio, lo único que quedaba era dar la espalda al pasado y seguir hacia adelante.

Estiró la mano para secarle las lágrimas pero ella se apartó, con una mirada triste.

-Gracias por enseñarme la persona que realmente soy-dijo ella.

Sasuke no tuvo tiempo de reaccionar ya que ella se echó a correr, alejándose de él, alejándose para siempre.

Se dejó caer en el suelo, con las manos tapándole la cara, los últimos meses de su vida pasaron en un lento flash back por su cabeza, toda su vida había dado un giro total desde que la había conocido, antes solo pensaba en fiestas y en acostarse con mujeres, pero ahora todo era diferente, todo había cambiado, ella lo había cambiado.

(Canción: Gracias de Despistaos)

Gracias por escribirme esa canción,
Por arañarme el corazón,
Por ser así como tú eres.


-Quiero que sepas que yo no soy como Karin-dijo-sé muy bien lo que significa esto y no voy a reclamar nada, los dos teníamos...ganas de...pasarlo bien y nada más, pero también quiero que sepas que esto no volverá a suceder, no quiero enamorarme de ti porque sé que tú nunca te atarías nadie y por eso es mejor que solo seamos amigos.

Sonrió al recordar lo que ella le había dicho la mañana siguiente a la primera noche que pasaron juntos.

Gracias por aguantar ese dolor,
Por inventar ese sabor,
Por hacer siempre lo que quieres.


-Creo que tendré que hacer una lista de las cosas que le molestan al señor-dijo-¿cuál será la peor de todas? ¿Tal vez que soy fea? ¿Tal vez que soy llorona? ¿Tal vez que soy mujer?

Se había portado tan mal con ella que le costaba entender como Sakura podía haberle querido.

Gracias, por los consejos que me das,
Por olvidarme si te vas,
Por no quererme un poco más.
Gracias, por esas cosas que no se deben contar.


-Siempre nos haremos daño porque no confiamos el uno en el otro, lo nuestro está castigado a ser un error-dijo con la voz quebrada-da igual lo que luchemos o lo mucho que nos queramos, siempre habrá un malentendido que nos separe.

Sino hubiesen sido tan estúpidos, nada de esto habría pasado.

Aprendí a sufrir,
Aprendí a reírme de mí,
Me reconstruí,
Tuve que decir que si, que si.


Ahora cada uno caminaba lejos del otro.

Gracias, por caminar siempre al revés,
Por derretirte si me ves,
Por alargar ese momento.


-¿Qué te pongo?-se decidió a preguntar.

Él apartó la vista del cuerpo de la chica y la clavó en sus ojos.

Sakura casi se siente estallar cuando el pelinegro le susurró su pedido al oído, rozando los labios con el lóbulo de su oreja.


La pelirosa seguía corriendo mientras las lágrimas escapaban de sus ojos.

Gracias por asumir ese papel,
Ya no sabíamos que hacer,
Pero te fuiste justo a tiempo.


Sakura tirada en el suelo llorando y él de pie, furioso y desesperado.
Sasuke no esperó más y se largó del cuarto haciendo que Sakura llorase aún más fuerte.

Si ella hubiese tenido el valor de decir la verdad desde el principio...

Gracias por ayudarme a que se duerma
Por el cariño, la paciencia cuando todo iba mal
Gracias por esas cosas que no se deben contar.


-Sasuke...-susurró la chica.
Fue una voz tan rota que lo impactó y apenas si se dio cuenta cuando ella se refugió en sus brazos.
-Gaara, fue Gaara el de las fotos...-continuó atropelladamente-y...el que quiso...violarme.
Los ojos de Sasuke se abrieron de par en par mientras inconscientemente la abrazaba.

Se paró en medio de la calle con la cabeza gacha, él le había enseñado muchas cosas que ella jamás olvidaría.

Aprendí a sufrir
Aprendí a reírme de mí
Me reconstruí
Tuve que decir que sí, que sí.


Sakura no estaba tan segura, cada paso que la acercaba más al avión le decía que por mucho tiempo que pasase y por muy lejos que estuviese nada cambiaría lo que ella sentía.

Antes de entrar en el avión se giró por última vez para contemplar lo que dejaba atrás y justo cuando la azafata la mandó entrar creyó ver en la distancia a alguien de pelo negro que la miraba desde el cristal.
Gracias a él, ella era una persona distinta, una persona mejor.


Ya no seré lo que fui para ti una vez
Pero puedes contar conmigo.
Aprendí a sufrir
Aprendí a reírme de mí
Me reconstruí
Tuve que decir que sí, que sí.


Sasuke escuchó el timbre de la campana indicando el comienzo de una nueva clase, debía volver y continuar con su vida, hoy sería un día nuevo.

Aprendí a sentir
También a pasarlo bien sin ti
Y me levante
Cada vez que tropecé y caí.
Tuve que alejarme de ti
Tuve que aprender a ser sin ti.


Sakura sonrió, puede que hubiese muchos momentos de dolor, pero ella solo guardaría los buenos y los malos los tomaría como ejemplo, así la próxima vez, dejaría atrás el miedo y no cometería más errores.
------
El avión que la noche anterior había salido de las islas Hawái se detuvo en el aeropuerto de Konoha.
Un chico rubio y de ojos verdes bajó del transporte y se quedó mirando el paisaje con una sonrisa.
Michael nunca había viajado a Japón y está vez solo lo hacía por una razón en concreto.
Sakura Haruno.
Los valientes son los que saben llorar con la cara descubierta y luchar contra el miedo. El valiente nunca se rinde.

Si Justin Bieber amenaza con saltar de un edificio:
El 85% de personas entran en depresión
El 10% le dicen que salte
Copia y pega esto en tu firma si eres del 5% de las personas que suben y le da una ayudita (lo empujan) (^w^)

Tags: