Meian ese día llegó a su casa más tarde de lo normal. Se notaba que estaba muy agotada por el día laboral.
De todos modos , abrió los brazos esperando a que sus cinco pequeños fueran a recibirla. Los llamó en voz alta , pero con cierta carraspera.
Inmediatamente salieron de sus escondites y se lanzaron encima de ella.