No dijeron nada más y entraron, al ver a Kiyoteru primero que nada lo saludaron cariñosamente ya que tenían tiempo sin verlo, contra todo pronostico sonrieron viendo a ambos.
-Queremos que no sepan que tienen nada de que preocuparse, lo hablamos mucho y bueno, decidimoas que tu felicidad es lo importante y no nos importa con quien estes siempre y cuando estes feliz.- Kiyoteru intentaba procesar eso, no se habia imaginado que sus padres dirían eso.
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En eso Aris llegó al hospital, pidió permiso y entró a verlo, como habían terminado de tratarlo pudo entrar, se sentó en una silla que estaba a su lado y empezó a llorar.
-Por que lo hiciste?- estaba destrozada.