No te preocupes... Yo tengo caligrafía de doctor con parkinson en pleno temblor... (?)
Estuve en exámenes y no pude publicarlo cuando quería, además que se borró mi archivo por culpa del virus del usb de un amigo ¬¬ y el hecho de que no tuve acceso a Internet, Pero aqui está al fin, SIIIII!!!!!
Con uds... El Capitulo 6
Sensaciones y...
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Esto debe de ser un sueño- Se decía el, ahora gato, Eledhil. Simplemente no podía creerlo. Era imposible, para su cuadrada y algo depresiva forma de ver la vida, el mundo y su filosofía de lo difícil o hasta casi inalcanzable que era la felicidad, sentir tal alegría con una cosa tan trivial como ver a una chica pintar su cuarto y de paso participar en ello pintando con sus mullidas patitas, mientras ella lo animaba a seguir dando su “toque hogareño” donde él mismo hubiera visto solo una disparidad en el motivo de la pintura, era algo inaudito, impresionante y cautivador a la vez.
Era gracioso y hasta encantador verla dar trazos con suavidad, verla reír, verla seguir el son de la música e improvisar un baile de vez en cuando, el que tararee la parte de la letra que no sabía, el que poco a poco lograra lo que quería y lo hiciera moviéndose a tal ritmo y manera, que pareciese el viento la meciera o pudiera flotar ella.
Sin darse cuenta ya se había unido a ella y jugaba y disfrutaba y corría de un lado para el otro y vislumbraba la habitación y daba maullidos dulces (que traducidos eran la letra de la canción) y reía (también sin que nadie pudiera percibirlo) y pintaba muchos etcéteras más que al final, rindió un pensamiento algo divertido..
-Al parecer no es tan malo ser un gato y… - dio una breve pausa -…Si de verdad esto es un sueño, espero que sea uno laaaaaargo-
- O -
Mientras tanto Alex aun tenía problemas por el hecho de que el peludo amiguito que había intercambiado roles con Eledhil, por alguna razón extraña de explicar o alguna divertida coincidencia, se hallaba en su cartera y había esfumado la concentración que tenia minutos antes en el examen por llegar, ahora las preguntas rondaban por su cabeza, buscando una explicación razonable y como hacer para mantenerlo ahí sin que se escape o realice alguna travesura… su nerviosismo se notaba y por ello reaccionó a la tercera llamada que le hicieron…
-Oye – Dijo una compañera mientras la hincaba con sus dedos. Como para que reaccione, ya que quien seguía en el examen era ella y no había oído su apellido ni reparado en cuanto tiempo había pasado.
-Señorita Shain!? ¡¿Qué sucede, por que no contesta?!
-oh! Ah .Que... Yo, hay, disculpe! –dijo levantándose abruptamente. Esto generó las risas de sus compañeros, que avergonzaron un poco a la muchacha.
-Bueno deje de estar en la luna y venga que es su turno - indicó el profesor
-S.. Sí- contestó dudando, pues estaba lista para la prueba musical, mas no para dejar solo al minino y por ello decidió tomar la cartera y llevarse la consigo al salón donde sería la prueba.
Mientras caminaba, Alex abría la cartera de vez en cuando para verificar que hacía, sin embargo la respuesta era siempre la misma… Un completamente despreocupado Ko que dormía plácidamente y son interrupción en su interior. Era como si estuviera hibernando o fuera un juguete.
-mmm… supongo que no hay que preocuparse mucho, después de todo no creo que se despierte este amiguito- Dijo acariciándolo un poco. El felino durmiente ni siquiera se inmutó ante este hecho, solo se acurrucó más de lo que estaba.
Al fin llegaron, era una habitación con un grupo de músicos que se encontraban sentados y con su instrumento en ristre. Estos, que estaban acomodados en media luna mirando hacia ella se veían con rostros de incredulidad y hasta asombro apenas entró.
-¿Estas seguro que es ella? Se ve algo….
-Joven sí, pero así como la ves tiene un gran futuro por delante y un talento que sobrepasa a los demás. Por ello quisiera que realizara esta prueba en lugar de la común.
Esto último fue dicho por el maestro, interrumpiendo a uno de los músicos que, por su apariencia y el garbo de su presencia, debía ser uno de los líderes y más experimentados del grupo. Este simplemente no contestó, solo devolvió una incrédula mirada y tomó con fuerza su contrabajo.
El maestro se le acercó y le dijo lo que sucedía… La había escogido de entre todos sus alumnos y la había llevado a aquella parte del conservatorio de música con el fin de que probara sus capacidades musicales y sea incluida en aquel grupo sinfónico, el cual necesitaba un violinista para un evento en el teatro de Sosher, uno de los lugares más exclusivos y lugar de encuentro de muchos de los miembros de la crema y nata de la ciudad.
Era un impulso en su carrera artística musical y un gran paso en su camino hacia sus sueños, una gran oportunidad que no desperdiciaría y, por cierto, la había hecho olvidar del problema del pequeño Ko.
-No se preocupe… Mostraré lo que valgo.- dijo la muchacha mientras puso la cartera a un lado, la acomodó aun lado tras de sí en aquel salón. Este era una especie de medio anfiteatro donde quien interpretaba algo estaba dándole la espalda a la puerta, la cual se ocultaba por una cortina que cubría todo aquel muro. No había nadie en las gradas que estaban hacia al fondo de la habitación y que fungían de asientos para el público; por ello los intérpretes se habían acomodado frente a estos formando un semicírculo.
-Lo sé Shain, enséñales a estos incrédulos la pasión de la juventud en la Música.- susurró el maestro para que no lo oyeran Tocarás primero en conjunto con ellos, luego de un redoble que hará el bombista en un momento dado, sonará el violonchelo y tu terminarás con un solo, entendido….
-sí…- dijo la chica con determinación en su mirada –Cuando quieran- dijo posicionando su instrumento. El maestro fue a sentarse a las gradas más altas del fondo de la habitación, observando a todos los que iban a tocar y que se encontraban en posición, pero no empezaban, parecía… que esperaban algo.
El maestro retiro del interior de una maleta mediana forrada en negro que tenía al lado, un metrónomo y posicionándolo una grada bajo él, lo activo. Tras 4 tiques tacs, se oyó el sonido del contrabajo…
- O -
Ari estaba mirando hacia afuera a través de la ventana de su habitación mientras pensaba, pensaba, pensaba y seguía pensando en la palabras de Cristal en la mañana. Sería verdad o no, lo más seguro que no puesto que esa chica era como una hermana y, pues, mmm… por supuesto que a él no le gustaría que una de sus hermanitas (cuando crecieran) hicieran lo mismo. Sí, eso debía ser, solamente indignación, únicamente ello y nada más.
-AHHH! Por qué me preocupo si no tiene nada que ver conmigo… no lo entiendo- se dijo el pelimorado, para luego voltear al sentir una presencia.
Él y muchos otros que vivían bajo el mismo edificio, estaban familiarizados con una peculiar sensación de que te están observando; sin embargo no era ninguna epidemia de paranoia, sino la certeza de que Alice te estaba observando, fisgoneaba en tus cosas u oía tras la puerta.
-¡Sal de ahí! – Exigió con fuerza el joven Tolkien, pero no recibió respuesta alguna salvo de una pequeña y muy conocida –al menos por él- vocecita, un ligero y casi inaudible gemido de sorpresa y duda.
-Alice ¿que quieres?- dijo un poco más calmado. Sentía algo de curiosidad, pues era raro que la ojiverde no huyera tras ser descubierta, como siempre hacía. Todavía estaba digiriendo el dato, cuando la vio ingresar a su habitación con la cabeza gacha y las manos tras de sí. Era como si quisiese decir algo, pero las palabras no surgían, simplemente se hizo el silencio entre los dos…
- O -
-Ahhh!!... No hay como un trabajo bien hecho. ¿Tú que dices? – Hana preguntaba a “su gatito” el cual solo ronroneaba tras una amena mañana, en la que había pintado, jugado, corrido y reído a la vez y las huellas de sus patitas, que adornaban todo el piso, así lo confirmaban. Ahora solo estaba acurrucado sobre el regazo de “su ama” que lo acariciaba con cariño mientras miraba, sentada en una esquina de su habitación, su obra terminada. Ella sonrió y tomo el ronroneo del gatito como un sí.
-Bueno, ya es hora de comer… ¿no crees Ko?
-Sí, tengo mucha… mucha hambre! – respondió con maullidos.
-Pero estamos sucios- dijo mientras se levantaba, dejando a Ko sentado en el piso, para luego ordenar ciertas cosas y poner en una gran bolsa negra de basura lo que no servía. Al terminar simplemente dijo…
-Bueno antes de comer tendremos que darnos un baño, no podemos estar así y menos tú que pareces un arcoíris. Te daré un baño y por ahí me baño yo – Le dijo. Esto sacó de su ensimismamiento al chico, que había abrazado su nueva forma rápidamente, y le regresó el razonamiento humano al procesar la información. Él se empezó a desesperar… no podía pasar eso, no podía dejarse bañar por ella y mucho menos junto a ella. Sería aprovecharse de la situación, cosa que aunque quisiera hacer, su timidez se lo impedía.
El gato intentó salir de la habitación, pero no podía hacer nada contra tal muralla de madera –Por favor, por favor, por favor! – Repetía el pequeño una y otra vez cuando, de pronto se hoyo una voz que lo hizo voltear el rostro como una reacción refleja, esta decía –Tranquilo, sé que no te gusta el agua pero la pintura no se limpiará lamiéndola-.
Al chico lo hizo desmayarse con una cómica expresión de parálisis en el rostro y un ligero tic en su patita inferior derecha; pero no por las palabras de Vash, sino el hecho de haberla visto de espaldas terminando de ponerse una bata de un color sobrio.
-mmm?- fue la expresión de esta al darse cuenta de la acción de “Ko”
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Alex había terminado su prueba y había salido todo como esperaba…. La orquesta la había aceptado, el maestro le prometió que la respaldaría en las notas de su clase y que influiría en los otros maestros para que esto no influyera en su educación, ni la deje. Estaba tan feliz, que tomo su cartera y se retiró dando mil gracias y haciendo cuanta venia podía.
Un rato después de haber salido del conservatorio y haber imaginado un futuro prometedor y haciendo planes en su mente, se sintió rara, como si se olvidara de algo.
…
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….....
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-¡EL GATO! – Dijo en voz alta con suma sorpresa y admiración, pero lo peor fue cuando tras abrir su cartera no encontró al gatito de ojos verdes que debía encontrase allí, ni tampoco rastro alguno de él. La chica se desesperó, miraba a un lado y a otro, miraba hacia abajo por si no se había caído.
Cuando empezaba a regresar hacia el conservatorio, una voz entre insegura y dudosa, pero a la vez dulce y tierna la detuvo junto a una pequeña mano que le tocó el hombro.
-Dis… disculpa- dijo retirando la mano rápidamente, llevaba en la otra al pequeño minino que miraba a Alex con el rostro indiferente de cualquier gato común, una chica de cabellos negros, ojos de una tonalidad casi rojiza, vestía de una manera más tradicional, salvo por unas curiosas orejas de gato pertenecientes a una vincha que, camuflada con su cabello, llevaba en la cabeza.
-Salió de tu bolso mientras no te dabas cuenta. Se… se me acercó a mí y luego saltó hacia mis brazos. Cre, Creo que por mi teléfono celular, dijo mostrándole este objeto, del cual una pequeña soguita con un cascabel color plata colgaba al final.
Alex recibió al minino en cuanto ella se lo entregó, sin poder decir nada más que….
-Gracias eh... mmm...
-Oh sí, mi nombre es Sharon, Sharon Kaguya
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Continuara….
Espero les guste....