Lo soltó algo apenada - lo lamento - se disculpo mientras revisaba el resto de sus cosas y buscaba los chicles, se metió uno en la boca disfrutando de su sabor, giro y observo a ambos muchachos levantando una ceja - oe, esos chicos son? - no termino de hablar cuando Kuo ya estaba en los brazos de ellos, chasqueo la lengua pero sonrió, esos emotivos encuentros le parecían lindos ya la vez estúpidos, se cruzo de brazos cuando al fijarse en el otro joven observo el cuerpo de una niña, se le corto la respiración manteniéndose a raya, la impresión era demasiado fuerte aunque había visto cosas similares por la televisión toda su vida, en persona era otra historia, apretó los puños y se calmo esperando que más sucedía, por alguna razón esperaba que estuviera viva aunque sabía era imposible, no quería ver una muerte, menos el de alguien tan pequeño.
Nesya se giro al escuchar como la voz de la chica se cortaba a media palabra, su mundo se cayo a trocitos al ver el cuerpo de la pequeña, respiro tomando una actitud fría y se acerco a Hayden con paso rápido, no podía correr porque sentía que las piernas le fallarían en cualquier momento, estaba a punto de desfallecer.
Al llegar junto a Hayden se arrodillo y con mano temblorosa acaricio el cabello de la niña, su piel aun estaba tibia.
Quiso decir algo pero no pudo, su voz estaba apagada, quería gritar y romperse allí mismo pero al ver el estado de Hayden se sintió cohibido, apretó su mano libre hasta que sangro con los ojos enlagunas y vacíos observo el auto que probablemente había arrollado a Ann y una furia ciega se ciño sobre si cuando observo que el cuerpo de la mujer comenzó a moverse, se levanto sin mirar a nadie y camino hasta el, tomo la pistola que había dejado caer junto a el cuerpo de Ann y se preparo para disparar, su mano se guió sola al igual que su puntería, su dedo jalo del gatillo, uno, dos, tres y hasta seis veces, el cuerpo dejo de moverse tras el primer disparo pero una lagrima que fue incapaz de contener resbalo por su mejilla y el resto de balas fue disparado, sin pensar se dejo caer de rodillas y clavo su puño en el suelo - ¡MALDICIÓN! - grito incapaz de contenerse, se quedo allí durante unos minutos, si el estaba mal, Raisa probablemente se pondría peor, recordó a la pelirosa y se giro a ver a Hayden con una mirada fría e inexpresiva -Raisa - murmuro pensando en ella y su hermana que estaban solas en la casa de la primera, ya habían cumplido con su objetivo, encontrar a Ann.