Hello, no sabía que habías escrito esto xD ¿Sabes que amo el SasuSaku?.
Adoro el prólogo, tiene como un aura de misterio xD no sé por qué, pero así lo siento. Así que las pastillas son importantes...
Me emociona que sea diferente a las temáticas de siempre, tienes razón, siempre es lo mismo; Sasuke cool y Sakura ingenua y tonta xD (Ok, el tonta a veces ._.)
El tema me interesa, imaginarme a Sasuke con lentes...mmm...interesante xD
Ahh por cierto, los días y los meses van en minúscula.
Espero el próximo capítulo.
Au revoir.
Hola Sweet Spring, me alegro que te haya gustado. Gracias por lo de las mayúsculas en los días y meses, la verdad es que no lo sabía. Gracias por leer y comentar.Naaaaaaaaaaaa, kiero conti ¬¬ muchas citas y poca conti xk eres mala jum -3- malaaaaaaaaaa, nueva lectora reportandose xD
Bienvenida, nueva lectora, de acuerdo, ya no más citas y capítulo ^^, gracias por comentar!
Y ahí va el...CAPÍTULO UNO
“Quizás lo entiendas mañana”
El día está soleado y cálido con los últimos suspiros del verano que se termina. Estoy parado frente al edificio principal del instituto, sin querer entrar, con la excusa de que espero a Sakura cuando lo que en realidad sucede, es que estoy algo intimidado.
Es completamente estúpido, lo sé, pero se me antoja que esas puertas abiertas son las fauces de un temible monstruo que amenaza con devorarme.
-¡Sasuke! -la suave exclamación de su voz alegre y dulce, como cascabeles, me deja afuera de mi ensoñación.
-Hey -digo al voltear. No la he visto en todo el verano, y me parece que está todavía más enana que la última vez que nos vimos.
Me abraza con fuerza.
-Tengo tanto que contarte… -dice al separarse de mí, y eleva su mirada para encontrar mi rostro- No sé si soy yo, o tú estás más alto -y me deslumbra con una de sus sonrisas sinceras.
Doy una carcajada breve.
-¿O será que tú estás más enana? -le pregunto, y comienzo a caminar hacia las puertas, a su lado.
-¡Oye! -exclama, fingiendo enojarse.
La miro de reojo. Su cabello rosado cae en cascada a los lados de su cara, y hasta sus hombros, liso, brillante… y probablemente también suave.
Aparto la mirada. Sakura es una chica hermosa, nadie lo dudaría. Pero no se supone que yo deba pensar en eso. Es mi mejor amiga, por Dios.
-Así que… ¿qué tal ha estado tu verano? -me pregunta, mientras caminamos.
-Bien, algo aburrido, todo el tiempo encerrado en casa, ya sabes. ¿Y el tuyo? -miento. ¿Algo aburrido? Los veranos son lo más aburrido del mundo desde que tengo doce años. Aburridos y horribles, dado que ella no está.
-¡Fantástico! -exclama, sonriente- pero la verdad no entiendo, Sasuke… Habiendo tanto para hacer, ¿por qué te quedas en tu casa encerrado?
-No lo sé… Hace mucho calor, supongo -vuelvo a mentir. La realidad es que la ciudad no me parece suficientemente interesante si Sakura no está en ella.
Ella sólo niega con la cabeza, sonriendo.
-¿Qué clase tienes primero? -me pregunta.
-Física en el salón 643, ¿y tú?
-Yo también -responde, su eterna sonrisa dibujada en sus labios- Déjame ver tu horario, quiero saber en cuántas clases coincidimos.
Deslizo mi mano al bolsillo trasero de mis jeans, hasta alcanzar el papelito doblado, que luego extiendo hacia Sakura.
-Veamos… -murmura ella, mientras lo observa detenidamente- tendremos juntos Física, Matemáticas, Biología, Historia mundial y Música.
-Rayos, ¿en serio tendré que pasar tanto tiempo contigo? -bromeo, y ella me da un puñetazo en el hombro- ¡oye, eso duele! -exclamo. Sakura pega increíblemente fuerte para ser una chica.
Bueno, yo soy un chico, y no es que pegue muy fuerte. De hecho estoy seguro de que ella me ganaría en una pelea. Como sea.
-Lo siento… Ya sabes que no puedo controlar mi fuerza -dice ella y se ríe.
Y hemos llegado al salón. El tiempo se escurre entre mis dedos cuando ella está conmigo.
Entramos, y yo elijo el asiento de la tercera fila, junto a la ventana. Ella coloca su mochila verde en el asiento de adelante, y se sienta. Voltea hacia mí, y se coloca un mechón de cabello tras la oreja.
Dios, con la luz llegándole a su cara de esa manera… Casi parece un ángel.
-¿Qué? -pregunta, sus ojos, verdes como esmeraldas, destellan divertidos.
-¿Qué de qué? -pregunto, sin dejar de mirarla, empiezo a sentir un ligero hormigueo en las yemas de mis dedos.
-¿Por qué me miras así?
Esto ya ha pasado. Ya me la he quedado mirando, justo así, justo aquí, en algún momento… ¡Lo recuerdo! Esto es tan extraño, desconcertante, y al mismo tiempo familiar…
-Sasuke, ¿estás bien? -pregunta su voz
-Déjà vu -respondo simplemente. La sensación se ha ido, pero esa confusión permanece. Persiste allí, diciéndome: ya lo viviste, lo sabes.
Pero no es cierto. Sólo se debe a descargas eléctricas indebidas en mi cerebro, que generan una memoria errónea. Lo he leído cientos de veces, me sucede a menudo sólo porque tengo epilepsia de lóbulo temporal, pero aún así… ¿y si fuera una señal?
-¿Otra vez? A veces te envidio un poco por eso, ¿sabes? -dice Sakura, sonriendo- Nunca he sentido un déjà vu.
-Es mejor así -le digo, algo cortante. No entiendo cómo alguien puede desear algo como esto- Es tan frustrante que, justo cuando parece que recuerdas cuándo se suscitó la misma experiencia en el pasado… lo olvidas. Es un fastidio.
-Como digas -responde ella, y voltea hacia el frente.
Quizá se haya enfadado por mi tono, o quizá sólo lo haya hecho porque el profesor ha entrado al salón. Probablemente me quedaré con la duda sobre aquello.
-Tomen asiento por favor -dice el hombre, mirando atentamente a varias personas que todavía no se han percatado de su presencia, quienes, paulatinamente, van sentándose en los lugares que les han tocado y cierran la boca- Gracias. Soy el profesor Turokashe, de Física, y éste año desarrollaremos los siguientes contenidos.
Toma un marcador, y se dirige al pizarrón, pero es interrumpido por un par de golpes en la puerta.
Con evidente fastidio, se dirige a abrirla.
Desde mi posición puedo entrever, detrás del cuerpo del Sr. Turokashe, a un muchacho de cabellos rubios, cuyas puntas se elevan en todas direcciones.
El profesor habla con él un momento, y luego vuelve a colocarse en medio del salón, justo frente al escritorio.
-Al parecer, tendrán un nuevo compañero -dice, y luego, mirando hacia la puerta, agrega- pasa, y preséntate.
-¡Hola! -exclama el chico, quizá con más energía de la necesaria- Mi nombre es Naruto Uzumaki.
-Bienvenido al Instituto de Konoha, (N/A: Sí, nombre muy poco original, ya lo sé ¬¬) Señor Uzumaki. Le rogaría que intentara llegar temprano para la próxima clase. No tolero la impuntualidad -dice el profesor, y luego lo manda a sentarse en un asiento vacío a mi lado.
Al pasar, el rubio de ojos azules mira a Sakura con una sonrisa. ¿Será impresión mía o esa es la típica sonrisa ligona que usan los chicos populares?
Esto no está gustándome en absoluto. Definitivamente, no.
Bueno, espero que les haya gustado. Comenten con sus opiniones, impresiones, sugerencias, lo que deseen. Nos leemos... au revoir