[Vocaloid FF] Nishiki no mai [Gakupo x Luka]

[Dimencio]

Bueno, se que tengo historias por terminar, pero esta ya está terminada y me dará menos lata. Además, para que no me quiten mi cuenta, aunque veo que pasó muy desapercibida por aquí. Aniyaw, espero esta historia les agrade. Son 28 capítulos y estaré subiendo semanalmente.

Nishiki no Mai

1. Un nuevo talento

Todo tranquilo en la casa Vocaloid, un día como cualquier otro, todos los integrantes de la banda se entretenían haciendo… cualquier cosa. Miku haciendo ejercicios de vocalización en el patio, pues no quería que se le salieran gallos a la hora de cantar; Kaito, como sagrada costumbre, atragantándose de helado en su cuarto; Rin y Len jugaban videojuegos en la sala, parecían muy concentrados ya que movían sus cuerpos como si realmente estuvieran en el juego; Meiko había sacado una cerveza del refrigerador y se sentó en la mesa del comedor a leer el periódico; Luka preparaba un bocadillo en la cocina y, finalmente, Gakupo había salido a correr.

Gakupo sentía que era un buen día para hacer ejercicio, últimamente había comido muchas berenjenas y se quedaba cada vez más tiempo sentado frente al televisor; tenía que cuidar de una figura. Dando la última vuelta que se propuso en ese nuevo régimen de entrenamiento, impuesto ese día, se topó con el cartero, curiosamente se trataba de su amigo y también cantante Dell Honne.

-¿Qué tal Dell?...

-Mejor ni preguntes por qué estoy vestido así, es mi nuevo trabajo y no, no me corrieron de Vocaloid –Se adelantó a la posible pregunta del samurái.

-Entonces…

-Mis canciones no se han vendido bien así que necesito algo de dinero extra –Explicó. De su maleta sacó un sobre y se lo entregó a Gakupo.

-¿Qué es? –Preguntó confundido.

-¿Tu qué piensas?, es una carta –Respondió con obvio sarcasmo –Es para ti y de paso te doy el resto que va para tu casa –Le entregó unos cinco sobres mas y un paquete.

-Oye, ese es tu trabajo –Se quejó al tener el correo de sus amigos.

-Si, pero hoy no quiero ser blanco de las bromas de los Kagamine –Dicho esto se fue. Gakupo no tuvo de otra mas que volver a casa.

-¡Salúdame a Gumi de mi parte, también a Haku y Neru! –Dell alzó una mano en señal de despedida.

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-¡Chicos, tengo la correspondencia! –Gritó Gakupo apenas entró.

Todos corrieron muy de prisa a donde el samurái se encontraba, ni siquiera lo saludaron, solo se limitaron a tomar las cartas y retirarse a su habitación; Luka fue la única que se tomó las cosas con calma, ella recogió la caja.

-Oye, Luka, te parece si salimos a… -Iba a decir muy animado, pero…

-Estoy ocupada –Cortó subiendo las escaleras a su habitación. Gakupo no pudo evitar bajar la mirada en señal de derrota.

Se sentó en el sillón, encendió el televisor y se dispuso a leer la carta que Dell le entregó, seguramente era de alguna fan. Abrió el sobre, puso la basura en la pequeña mesa enfrente del la tele, se recostó un poco y comenzó a leer.

-“Buenas tardes, espero reconozcas la letra apenas…” blablablá “Quiero recordarte que….” blablablá “Y fue cuando lancé mi primer sencillo, aunque te debo la letra…” –Una fanática. Conocía de que tipo por lo que ni se molestó en leer el resto del contenido y se decidió a seguir viendo la televisión.
Al poco rato bajó Meiko y reunió a todos en el comedor.

-Bueno, lo que les quiero informar… –Decía mientras tenía otra lata de cerveza en la mano –Es que recibiremos la visita de una nueva compañera, no conozco el nombre ni sus datos, pero la disquera me ha dado ciertas indicaciones y quiero que las lean conmigo –Aclaró.

-¿Y esas son…? –Preguntó Luka algo impaciente.

-A eso voy –Meiko sacó la carta y aclaró un poco la garganta –Número uno: No dejen que vea sangre.

-¿Sangre? –Preguntó confundido Len al igual que su gemela.

-Eso dice, también me extraña –Se rascó la cabeza antes de continuar –Número dos: No permitan que tome objetos filosos, en especial cuchillos.

-¡¿Es una asesina psicópata?! –Gritó alterado Kaito, siendo reprimido por un golpe al instante, cortesía de la castaña.

-¡Cálmense!, no creo que sea una asesina sino no sería cantante, de cualquier manera, será por algo. –Dio un largo, largo trago a su cerveza y continuo –Número tres: Manténgala alejada de Gakupo.

-Entiendo esa última –Comentó Luka secamente mientras que a Gakupo le calló como una cubeta de agua fría.

-Pues si que es extraño –Aseguró Miku –Será divertido tener una compañera así, ¿Cuándo llega? –Se aventuró a preguntar entusiasmada.

-Hoy en la tarde, alguien tendrá que recogerla y cuando digo alguien me refiero a Kaito.

-¡Oye, siempre tengo que recoger yo a las visitas! que lo haga Miku –Se quejó el amante de los helados.

-Miku fue detenida hace dos semanas y le decomisaron la licencia de conducir, yo estoy bajo advertencia porque me hicieron la prueba del alcohol y Luka… Luka, no tendrás inconvenientes, ¿o si? –Preguntó la castaña mirando fijamente a la ninja.

-Pues no, supongo que puedo ir –Accedió la chica a tal misión.

-¡Que bien, yo quiero ir!

-¡Nosotros también! –Gritaron Miku y los gemelos saltando como locos, animados de tener a una nueva compañera.

-También quiero conocer a la recién llegada –Agregó Gakupo con una sonrisa.

-No, las indicaciones fueron claras, debemos mantenerla alejada de ti –Se opuso Meiko dándole un trago a la tercera lata del día.

-¿Pero por qué? –Se quejó infantilmente -¡Yo también quiero conocerla!

-Seguro para hacerle cosas pervertidas –Comentó Luka con desdén.

-¡¿Cuántas veces tengo que decirte que lo de ese día fue un accidente?! –Gritó avergonzado el samurái.

-¿Qué ocurrió aquella vez? –Preguntó Len un poco sacado de tema murmurando al oído de su gemela

-Gakupo entró al cuarto de baño en el momento que Luka se estaba bañando, Luka lo vio y empezó a lanzarle muchas cosas –Le respondió igualmente Rin –Desde entonces casi no se hablan.

-Ah, que idiota, ¿por qué no tocó? –Len suspiró con desgano.

-¡Muy bien cállense los dos, es fastidioso que todos los días se peleen por lo mismo, así que si no hacen las pases de una vez por todas los dos limpiaran el baño! Y déjenme recordarles que Kaito acaba de comprar una dotación extra grande de helado para un año –Amenazó Meiko. Al instante, incluso Miku, Rin y Len, que no estaban implicados en el asunto; guardaron silencio –Así me gusta, ahora ¡Vallan y limpien esta casa!

-¡Si señora! –Dieron un saludo militar, el cual fue respondido por Meiko, y comenzaron a asear la casa.
Meiko veía triunfante su hazaña, tenía completo control de todos en la casa -¡Oye Kaito ¿de donde sacaste ese papel?! –Bueno, casi todos.

-Estaba en la mesa y no tenía de donde limpiarme –Fue lo único que dijo antes de recibir un golpe que lo dejo completamente inconsciente.

-Como disfruto hacer esto –Se rió.

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-¡Rin, Len, Miku apresúrense! –Llamó Luka desde la sala.

-¡Ya vamos! –Gritaron los jóvenes cantantes desde la planta alta de la casa Vocaloid.

Luka llevaba largo rato esperándolos, de brazos cruzados moviendo insistentemente el pie, no le gustaba esperar a hacer las cosas. Gakupo le sorprendió por detrás posando una mano en su hombro.

-De verdad, lo siento Luka, sabes que hago las cosas sin querer –Dijo seriamente, no en ese tono infantil que usualmente saca cuando se disculpa por algo que al principio no tiene importancia, pero por no saber explicar las cosas empeora.

-Ya olvídalo, si de verdad estuviera enfadada te hubiera enterrado vivo –Cerró los ojos tratando de controlar un poco su respiración, ¿Por qué siempre se ponía nerviosa cuando lo tenía cerca?

-¿Es broma cierto? –Preguntó Gakupo esperanzado de que solo quisiera tomarle el pelo.

-A diferencia de otros yo si cumplo mi palabra –Lo miró directamente a los ojos con una mirada macabra.

-¡Ya estamos listos! –Irrumpieron Miku, Rin y Len escandalosamente.

-Bien, vámonos.

Salieron de la casa, dejando a Gakupo hecho piedra por el comentario que Luka le había dicho. Con ella no debía tomarse las cosas tan a la ligera. Se repuso en un momento y se despidió de sus amigos, Luka le respondió sacándole la lengua, le gustaba esa forma que tenía de decirle “adiós” porque solo se la dedicaba a él.

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Los cuatro esperaban sentados dentro del aeropuerto, estaban nerviosos y a la vez ansiosos de conocer a la nueva cantante que se integraría a su familia, tal vez lo estaban un tanto más que la vez que Miku había anunciado la venida de Luka.

El vuelo en el cual su nueva integrante venía fue anunciado, Rin y Len no pudieron esperar más, agarraron un cartel con la palabra “Vocaloid” inscrito en el y fueron volando, prácticamente, a donde bajaban los pasajeros del avión.

-Si que están emocionados –Dijo algo avergonzada Miku de la actitud de sus jóvenes amigos.

-Así parece –Sonrió Luka llevándose una paleta a la boca. Al poco rato volvieron los gemelos.

-¿La encontraron? –Rin y Len negaron con la cabeza –Que raro, si es el vuelo que nos dijo Meiko, a lo mejor escuché mal –Miku se golpeó levemente en la cabeza, dando a entender su torpeza.

-Disculpe –Oyeron una voz a un lado de donde se encontraban ellos –Alguno de ustedes puede decirme donde queda este lugar –Les entregó un pequeño papel con algo anotado en el.

-¿Dónde he visto esta dirección antes? –Se preguntó Miku llevándose un dedo a los labios en pose pensativa.

-Miku, es donde nosotros vivimos –Aclaró Luka un poco apenada por la actitud de su amiga. Se volvió a la persona que les había hablado -¿Tu eres la nueva Vocaloid?

-Así es, mi nombre es Gakuko Kamui –Se presentó la chica haciendo una reverencia.

-.-.-.-.-FIN DEL CAPÍTULO UNO-.-.-.-.-

Hoy es 15 de octubre, así que sabrán de mi el 22. Aunque tampoco espero que lo lean muchos o comenten n.nU. Como sea, quiero subir esto porque es mi primer cuento terminado en años ToT

[Widget]

Lool esta muy interesante el fanfic xDD
Extrañamente, en la parte de no dejar q gakuko viera sangre, y q la alejaran de cuchicos u otro objeto filoso, pensé q hablabas de mi (a pesar de q nos conocimos hoy)
Eso fue como :D yo aparezco en el fic
Hasta q leí q era gakuko xD

Pero nada, quiero saber q pasa en el siguiente CAP y entender porq gakuko no puede estar cerca de gakupo, ni ver sangre ni estar cerca de objetos filoso.

Oh... Algo q no aclare, cuando le la parte de q no podía estar cerca de gakupo ahí dije q esa no podía ser yo porq mi vocaloid favorito es kaito xDD

Ah, tambn esta cómico el fic, espero seguir leyendo más partes cómicas para continuar riéndome xD

[Dimencio]

Pues muchas gracias a Widget por dejar comentario en el capítulo uno. Cosas raras saldrán a partir de ahora, pero espero lo disfruten.

2. Carta a mi querido hermano

-¿Qué quieren que prepare para la cena? –Preguntó Meiko desde la cocina a Gakupo y Kaito, quienes veían televisión.

-Supongo que unas hamburguesas estarán bien –Respondió Gakupo cambiándole de canal.

-¡Oye yo estaba viendo eso! –Kaito le arrebató el control remoto –Es cómo preparar helado de berenjenas –Aclaró cambiándole de canal en el acto.

-¿Cómo les puede gustar eso? –Se quejó extrañada Meiko

-Helado es helado/Berenjenas son berenjenas –Dijeron los dos.

-Como sea, es mi turno de ver la tele –Tomó el control y estaba a punto de cambiarle cuando…

-“Y ahora le verteremos un poco de licor para aquellos que gustan de refrescarse nutritivamente ahora que ya empieza la temporada de calor…”

-Bueno, tal vez deba anotar la receta para mas tarde –Los tres asintieron. En ese momento la puerta se abrió.

-¡Les presentamos…!

-¡A la nueva integrante de Vocaloid!

-¡Gakuko Kamui! –Gritaron Miku, Rin y Len, respectivamente; luego se hicieron a un lado y dejaron ver a su acompañante.

Una chica de cabello morado, casi negro, atado en una cola alta que le llegaba casi a la cintura; piel clara y de unos bellos ojos rojo escarlata. Vestía un kimono tradicional para mujer blanco con los bordes en malva, llevaba una espada atada a la espalda y sostenía un par de abanicos púrpuras en ambas manos.
Gakupo palideció al oír su nombre.

-¿Kamui? –Repitieron Meiko y Kaito -¿No será que…?

Gakupo estaba caminando de puntitas para escapar de ahí, pero algo picando su espalda lo hizo detenerse en seco, dirigió lentamente la mirada hacia atrás encontrándose los ojos escarlata de la chica y mas abajo el objeto punzo cortante que sostenía.

-Hola, he venido por ti, hermano –Dijo esbozando una sonrisa macabra, sus ojos brillaron y trató de rebanarlo, afortunadamente Gakupo logró evadirla a tiempo.

Sin embargo los demás Vocaloid miraban aquello sin mucha sorpresa, parecían estar entretenidos con lo siguiente que harían.

-Gakuko, ¿cuánto tiempo? –Articuló nervioso, dejando escapar una pequeña risilla. Su mirada se encontró con la de la chica, en ese momento sus ojos resplandecieron igual -¡Acabemos esta pelea por fin!

Gakupo tomó la espada que siempre tenía en su cintura, fue verdadera sorpresa para todos los demás que realmente guardara una katana ahí pues siempre habían creído que era solo la funda para adornar su vestimenta. Decidieron alejar a los Kagamine del lugar, Miku también se fue junto con Luka; se iba a poner peligroso.

Apenas cerraron la puerta de la habitación de Luka, donde se habían metido, se escuchó fuertemente el sonido de metales chocando, gritos y cosas cayendo y rompiéndose. Fueron aproximadamente cerca de diez minutos cuando todo cesó, Miku estaba aterrada, Luka un poco indiferente, pero a la vez preocupara por el bienestar de sus amigos, en tanto Rin y Len se quejaban por no poder haber visto la pelea.

Bajaron, encontrando todo tirado, cortado y destruido. Meiko y Kaito trataban de controlar a Gakupo y Gakuko, solo que la castaña tenía un abanico con el cual se defendía grandiosamente de las estocadas de la chica y Kaito estaba a la par con Gakupo. No se esperaban eso, ¿verdad?

-Wao –Dijeron todos en el momento en que Kaito hizo que Gakupo soltara su katana y Meiko dejara desarmada a Gakuko -¡Eso fue asombroso!, aunque no vimos mucho de la pelea –Exclamaron los gemelos asombrados y con los ojos brillosos.

-Ni tanto, por poco hacen que me rinda –Aclaró Meiko secándose un poco el sudor de la frente, visiblemente agotada.

-Debo admitirlo, Gakupo es mas hábil que yo, no se como rayos…

Cortó la oración en el momento en que Gakuko había sacado un cuchillo de sus mangas y se lo había enterrado en el pecho al samurái. Todos abrieron los ojos como platos, viendo como la sangre escurría de la herida provocada al cantante; Luka al ver la escena no pudo evitar desmayarse.

-Parece que vuelvo a ganar –Dijo Gakuko mirando a los ojos de Gakupo, los orbes de ambos brillaban con más intensidad.

-No pensaría lo mismo –Tomó a la chica de la barbilla y la obligó a verlo, en la cara del samurái se formó una sonrisa retorcida y acercando su rostro al de ella –Aún tenemos esto pendiente –Susurró en el oído de la chica.

Los dos cayeron desmayados. Primero fueron a atender a Luka, después alejaron a Gakupo de Gakuko, llevando a esta última a la habitación del Kamui. Meiko estuvo como loca buscando el teléfono para llamar a la ambulancia, los gemelos Kagamine llevaron cargando a Luka hasta su habitación, Miku y Kaito trataban de detener le hemorragia lo más que podían hasta que la ayuda llegara. Gakupo despertó de un momento a otro espantando a sus amigos.

-¡Es un zombi! –Chilló Miku.

-¡Muere zombi –Kaito le estrelló un bote de helado en la cara, cosa que no le agradó en lo absoluto al “muerto”.

-¡Miku, Kaito, relájense no soy un zombi y mucho menos estoy muerto! –Gritó Gakupo limpiándose los restos de helado. Meiko dejó el teléfono a un lado y se les acercó.

-¿Quieres explicarnos que ocurrió hace unos instantes? –Preguntó muy seria la castaña.

-Pues lo que ocurre…

-Oigan Luka se puso muy… ¡ZOMBI! –Gritaron los gemelos apenas bajaron las escaleras y vieron a Gakupo medio incorporado. No dudaron ni un momento en lanzarle naranjas y plátanos a la cara, el pobre terminó completamente sucio.

-¡DÉJEN DE HACER ESO MALDITA SEA! –Gritó realmente furioso. Los gemelos huyeron despavoridos –Que molestos –Bufó.

-Aún así, ¿quisieras explicarnos ahora? –Insistió Meiko yendo por una cerveza.

Gakupo suspiró antes de comenzar –Sucede que Gakuko es mi hermana “gemela”, pero al nacer un par de demonios nos poseyeron a mi y a ella –Los presentes dieron un respingo de la impresión –Debieron haberlo notado. Yo tengo el demonio Shin en mi interior y Gakuko tiene a Ma, ambos eran rivales en la antigüedad; no éramos nosotros en el momento en que nos vimos. Ahora entiendo las condiciones que nos enviaron…

-¿Podrías explicar eso también? –Dijo Meiko curiosa con la quinta lata en sus manos.

-Mi hermana es hematofóbica, si ve sangre, el miedo permite al demonio tener el control de su cuerpo. También si se encuentra en ese estado y toma un arma filosa, se vuelve más peligrosa de lo que es cuando la poseen. Por último, Gakuko no puede verme si se encuentra poseída o mi demonio reaccionará.

-Valla, si que tenemos un problema aquí –Comentó Kaito sonriente.

-¿Ya han intentado exorcizarla? –Preguntó aún más curiosa la castaña.

-Como mil veces, a los dos, pero no importa lo que hagamos, Shin y Ma no quieren dejar nuestros cuerpos, por eso nuestros padres decidieron que era mejor separarnos mientras Gakuko estuviera poseída –Dijo con clara melancolía en su tono.

-¿Y como saben cuando ya no lo está? –Indagó Miku.

-Cuando cree que mata a alguien –Gakupo sacó de su kimono una bolsa con pintura roja en el interior –Siempre cargo esto conmigo, por si es que la veo –Dijo seriamente –Creo que será mejor que me valla a dormir, ya fueron demasiadas emociones por un día –Se levantó y pasó a irse a su cuarto.

-¿Le creen? –Preguntó Miku mirando a los otros.

-Yo no.

-Yo menos.

-Yo pienso que está loco, Kaito, el golpe que le diste creo que fue demasiado para él –Sonrió nerviosa la chica de cabello agua.

-Lo siento pero… ¡MI HELADO!

Kaito lloraba por la muerte de su preciado manjar, estaba siendo consolado por Miku, quien tratando de levantarle el ánimo le ofreció un bote con helado de chocolate, eso bastó y sobró para que el cantante dejara de lloriquear.

En tanto, Meiko, arrugaba un papel en la cocina frunciendo el ceño –Mas te vale no estés mintiendo, Gakupo –Pensó.

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Gakupo subió las escalera, vio a Rin y Len disculparse por lo de hace rato, aunque claro que los pequeños gemelos habían disfrutado haber apaleado a su amigo con sus postres favoritos. En el momento que pasaba enfrente de la habitación de Luka, la puerta se abrió, Gakupo se quedó parado un instante para verla, debía disculparse por la escena que había montado, ni siquiera tuvo oportunidad de decir algo cuando la Megurine lo abrazó y comenzó a llorar en su pecho.

-Gakupo… Gakupo… no vuelvas a asustarme de esa manera, ¡idiota! –Le gritó, en tanto el samurái solo se limitó a abrazarla y acariciarle tiernamente su cabello.

-Lo lamento, prometo que no se repetirá –Susurró protectoramente.

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-Meiko, ¿qué tienes ahí? –Irrumpió Kaito en la cocina dispuesto a atragantarse de helado. Para este momento ya habían pasado unos 20 minutos.

-¡Oh, nada! –Se giró nerviosa, escondiendo el papel detrás de su espalda.

-Si tú lo dices –En ese momento se alegraba de que Kaito fuera un idiota. En todo caso lo miró a la cara para que no notara lo que escondía.

Cuando se fue suspiró pesadamente, desenvolvió el papel y volvió a leerlo.

“Buenas tardes, espero reconozcas la letra apenas la leas. Quiero recordarte que la fecha de vencimiento del trato con nuestros padres está próxima, pero no quiero hablar de eso. Quise ser como tu por lo que comencé a ir a cursos de canto, fui a una disquera y fue cuando lancé mi primer sencillo, aunque te debo la letra, ¿recuerdas cual canción?, The Night of Vampires. Como sea, iré a verte el día que recibas esta carta hermano mío. Te quiere: Tu hermana menor, Gakuko Kamui.

PD: Asegúrate de tener empacado todo desde ahora, no quedan más de dos semanas.”

-Que suerte, tiene que irse el día que tenemos gira –Murmuró con ironía dando un trago a su cerveza.

-.-.-.-.-FIN DEL CAPÍTULO DOS-.-.-.-.-

Hoy 22 de octubre, vuelven a saber de mi el 27. Gracias a todos los que me leen n.n

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Lool ditto!!! Yo quiero consolar a kaito!!!! XD y antragantarme de helado de vainilla con syrop de chocolate *-* quiero un volcán de chocolate de churches chiken...
Yo: yomi!!!!!!
Yomi: q?
Yo: *-* quiero un volcán de chocolate

XDD jaja volviendo, muy interesante, así q un demonio tiene gakupo y el otro gakuko y aunq los exorcicen no salen, eh? No pensaste q pasa si los matan a los dos xD? Los demonios buscan otro cuerpo? O siguen controlando los cuerpos en q viven?
*-* quiero conti T.T aunq sea la única aquí

[Dimencio]

Bueno, se supone que ayer debí actualizar, pero ya que, esta cosa ya está terminada. Agradezco sus visitas y la curiosidad de la gente que se toma la molestia de pasar a leer esto.

3. ¿Owata?

A la mañana siguiente. Gakupo tenía problemas para acomodarse y se movía constantemente, no fue hasta que atrapó algo suave entre sus manos cuando cayó en cuenta de que no se encontraba solo en su cama.

-Buenos días, hermano –Dijo la dueña de una voz tan melodiosa como la suya ocultando la mirada en su pecho.

-¡¿Gakuko?! –Gritó retirando la mano que sostenía el pecho izquierdo de la chica -¡L…Lo siento!

-No hay problema –Contestó separándose un poco y levantándose de la cama, ella llevaba puesta…

-¡¿Qué rayos haces usando mi camisa únicamente?! –Soltó sumamente avergonzado por la vista que tenía de su hermana.

-No vi inconvenientes en tomarla prestada, además, solíamos hacer esto cuando éramos pequeños –Contestó retirando los botones de la tela que cubría su cuerpo.

-¡Ahora es diferente, tu…!

-Gakupo hay algo que quiero decirte… -Luka abrió la puerta encontrándose con aquella escena: Gakuko medio desnuda, con las manos a punto de sacarse la camisa y de frente a su hermano; miró de reojo a ambos y después salió lentamente.

El samurái se vistió lo mas pronto posible y salió a buscar a la ninja, solo tuvo que abrir la puerta para encontrarse con…

-¡Siscon pervertido! –…El puño de la chica –Y pensar que estaba preocupada por ti, que bajo he caído –Se marchó haciéndose la indignada un poco.

-No Luka… no es lo que parece… -Se retorcía, cual muerto viviente, alzando su mano tratando de alcanzar a la chica.

-¿Hermano, llamo a una ambulancia? –Preguntó de lo más tranquila la chica tan parecida a él, asomando su cabeza al cuerpo maltrecho de Gakupo.

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-Buenos días a todos, lamento mucho lo de ayer, en verdad no fue mi intención. –Se disculpó Gakuko haciendo una reverencia. Todos estaban reunidos en la sala.

Meiko se fijó en su mirada, encontró interesante que sus ojos fueran del mismo tono que los de su hermano, azules. Miku fue a abrazar a su nueva amiga y compañera de trabajo, tenía el mal hábito de abrazar a cuanto se le cruzara en el camino. Rin y Len buscaron la forma de que sonriera, aunque todo esfuerzo fue en vano, la chica mantenía una expresión seria en todo momento. Kaito le ofreció un poco de helado, solo una cucharada pues él se había comido todo sin que lo viera. Luka solo se limitó a estrechar manos con ella.

-Bien, ¡hagamos una fiesta de bienvenida a nuestra nueva cantante, Gakuko Kamui!, esperamos cantar mucho contigo, queremos que te diviertas estando con nosotros –Dijo divertida la líder del grupo.

-Trataré de hacerlo –Dijo amablemente, aun sin expresar emoción alguna.

-Oye Gakupo, tu hermana no es tan divertida como tu –Susurraron Rin y Len a su amigo.

-Ah, lo que pasa es que ella es la primera mujer samurái de nuestra familia, peleó tanto por ese derecho que ha olvidado como socializar un poco por el fuerte entrenamiento que sufríamos desde pequeños.

-Con que calma lo dices –Regañó Rin.

-Nada de eso, es solo que de momento no se siente muy segura y mas por lo de ayer, tiene miedo de sentirse un estorbo y por eso actúa así –Aclaró con una sonrisa –Denle tiempo, ya verán que no es mala persona.

-Tsk, Gakupo –Llamó Meiko lo más disimuladamente posible, el joven acudió a donde se encontraba la castaña, quien lo llevó al interior de la cocina donde no podrían ser molestados en un rato -¿Podrías decirme que es esto? –Le extendió la carta, más bien dicho se la restregó en la cara.

-¿Una carta de… una fanática? –Preguntó no muy seguro.

-No idiota, es una carta de tu hermana –Bufó –Lo que quiero saber es por qué dice que tienes que regresar a tu casa.

-¿Eh? –Tomó el papel entre sus manos y la leyó rápidamente –…No puedo creerlo –Se dejó recargar en el fregadero llevándose una mano a la cara, Meiko se puso a su lado –Pero… yo creí que se habían olvidado del acuerdo.

-Gakupo, debes ser sincero al menos conmigo, ¿qué clase de trato hiciste? –Exigió saber la castaña mirando seria a su amigo.

Gakupo respiró hondo antes de responder -Yo nunca quise heredar el dojo de mis padres, mi sueño era salir de ese frío lugar y ser otra cosa, en cambio mi hermana siempre quiso demostrar que era la mas apta para obtener el dojo de la familia. El trato era que tenía permiso hasta que cumpliera mis 21 años para hacer cualquier cosa que quisiera, en cuanto cumpliera esa edad tendría que volver para hacerme cargo del dojo y olvidar mis sueños. En ese tiempo me pareció una buena idea –Suspiró resignado –Así que Gakuko viene para asegurarse que se cumpla el trato.

-Si que estamos en un lío –Tragó un poco de su cerveza –Pero descuida, no permitiremos que te mate o te aleje de nosotros –Gakupo la miró impresionado –Por que, después de todo, ya eres parte de nuestra familia y este lugar se vería muy vacío sin ti –Sonrió la castaña.

-Muchas gracias, Meiko –Gakupo abrazó de improvisto a su amiga, ella se sorprendió un poco por el gesto, pero no lo negó.

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-Bien y ¿Qué canción te gusta? –Preguntó Miku.

-La que me trajo aquí es la que mas me gusta –Respondió tranquila Gakuko.

-¿Y has escuchado a alguien mas de Vocaloid? –Cuestionó Rin.

-Solo a mi hermano, no he tenido el placer de escucharlos a ustedes –Sonó amable, pero para los demás fue como un desprecio a su talento.

-Entonces, ¿cual canción de Gakupo es la que siempre oyes? –Entrevistó Len.

-Paranoid doll, miren –Sacó su celular y mostró la canción el la carpeta de favoritos –Aunque también Owata me agrada porque fue algo que nos pasó a Gakupo y a mi.

-Era de esperarse, aunque se ve que tu eres mas lista que ese blandengue –Comentó Luka –Pero me entró la curiosidad, ¿Qué inspiró a Gakupo a escribir esa tonta canción?

-Oh, es una historia de nuestra niñez –Llegó el samurái con una sonrisa, sentándose en medio de su hermana y de Luka.

-¿Enserio?, ¡cuéntenla! –Pidieron todos interesados.

-Muy bien, como iniciaba… Gakuko, ¿me puedes ayudar? –La chica asintió.

***Gakupo: Teníamos cerca de ocho años, papá nos había dado permiso de librarnos del entrenamiento e ir con nuestros amigos al parque de diversiones que se había asentado en el pueblo.

Gakuko y yo estuvimos muy entusiasmados, colocamos el despertador temprano para que nos diera tiempo de desayunar y hacer otras cosas antes de reunirnos con nuestros amigos.

-Hermano, estoy muy feliz, es la primera vez que voy a una feria y me muero de los nervios.

-Descuida Gakuko, será muy divertido, pero ahora es hora de dormir, mañana hay que levantarnos temprano –Acaricié a mi hermanita en la cabeza y nos metimos a la cama…***

-Espero no le hayas hecho cosas pervertidas, a los ocho años es cuando los niños empiezan a hacer cosas que a su edad no deberían y hay mas peligro si tienen a una niña inocente y pura a su lado –Interrumpió Luka abrazando a Gakuko.

-¿Me dejas continuar? –Comentó claramente irritado, Luka solo hizo un sonido con la garganta para darle a entender que si.

***Gakupo: Como iba diciendo… Estábamos muy cansados por el entrenamiento de ese día, tal vez demasiado porque no escuchamos la alarma hasta que eran cerca de las 11 de la mañana.

-¡Gakuko despierta se nos hace tarde!

-Hermano… tengo sueño, cinco minutitos más…

-¡Nada de eso, ni tiempo tendremos de comer, debemos estar en la estación a las 12, tenemos menos de una hora para estar preparados!

Como pude saqué a Gakuko de la cama y fuimos a cambiarnos rápidamente, déjenme decirles que ponerse un kimono es todo un lío. En fin, apenas y pudimos tomar un pedazo de pan para el camino.

Corrimos lo más rápido que nuestras piernas nos permitieron, llegamos a una parada pero cuando quise darme cuenta…

-Hermano se nos olvidaron los boletos.

Le pedí a Gakuko que se quedara a intentar detener el camión en lo que yo volvía a casa por los pases. Para cuando regresé, Gakuko no estaba…***

-Había recordado que yo si tenía mi boleto en mi manga, no pude detener al chofer y por eso me desaparecí –Aclaró la samurái –Perdóname por decírtelo hasta ahora, hermano –Gakupo solo asintió con la cabeza dando a entender que todo estaba bien.

***Gakupo: Tenía que esperar un rato antes de que el siguiente autobús llegara, por lo que de mis mangas buscaba algo de dinero y trataba de divisar un teléfono público.

Gakuko: Mientras tanto, en el autobús, buscaba el número de uno de nuestros compañeros para llamar y avisarle que llegaríamos tarde. Para mala suerte en ese momento mi celular se descargó.

Gakupo: Eso ocurrió mientras buscaba el teléfono, cuando lo encontré no tenía cambio así que tuve que buscar una tienda donde pueda cambiar el gran billete que cargaba. Lo malo para mi fue que no recordaba el número de mi amigo y solo había traído la batería de mi celular***

-¿Quién es tan idiota como para llevarse solo eso? –Interrogó Rin mientras su hermano trataba de aguantarse la risa.

-Oye, estamos hablando de Gakupo –“Defendió” Luka

-¡Si, estamos hablando de… … oye! –En ese punto Len no aguantó más y estalló en carcajadas.

***Gakupo: Ya no tenía mucho tiempo, el autobús tardaría otro rato por lo que me fui corriendo lo más rápido que pude. Fue cuando le pedí a Dios que todo el entrenamiento que recibía desde los cinco años no me fallara ahora.

Gakuko: Esperaba en la parada donde se supone nos veríamos, de momento no encontraba a nadie y con mi celular descargado no podía confirmar el punto de reunión. Fue cuando mi hermano llegó, me sorprendió bastante que haya llegado hasta ese lugar en tan solo diez minutos. Le pedí la batería, cuando encendí el celular tenía un mensaje, lo abrí y este decía “Lo sentimos, no podremos llegar porque la mayoría de los muchachos se enfermó”

Gakupo: Aun así, con la rabia que tenía, Gakuko y yo llamamos a nuestros padres y juntos nos divertimos en el parque de diversiones***

-Es por eso que escribí Owata –Terminó de contar Gakupo.

-Valla… eso es… lo más aburrido que jamás he oído –Meiko se fue por una cerveza dejando a los gemelos, bueno, a uno de ellos; en completo estado de depresión.

-.-.-.-.-.-FIN DEL CAPÍTULO TRES-.-.-.-.-.-

Que esperaban? una historia para matarse de risa? ajaja pues acaban de ver el lado aburrido de Gakupo y Meiko, para rematar, fue quien le dijo aburrida a su historia. Bueno, es 30 así que no saben de mí hasta el 6 de noviembre. Saludos.

[Widget]

D: finalmente se el título de esa canción:owata xDD
Es q escuche un fanfub y me dio mucha risa por miku y Rin diciéndole a gakupo perdedor. XD

Jaja, pero q ellos no pueden estar juntos? No entendí eso pues pusiste q dormían juntos, y no paso nada. O.o (de pelea, ok?)

Y pobre de gakupo, tiene q volver a su dojo. Eso le pasa por estúpido!

Espero conti!

[Dimencio]

Ok, ya es hora de reportarme, así que les vengo trayendo el capítulo 4. Mmm ya 57 visitas, nada mal nwn, mas o menos de a 13 o 14 por capi jeje.

4. Tengamos una cita

-Luka, ¿puedes ir a hacer unas compras? –Pidió Meiko desde la cocina mientras revisaba que había en la alacena –Llévate a alguien por que son muchas cosas las que quiero que consigas.

-Esta bien –Luka apagó el televisor de la sala y subió a la planta alta para ver quien podría ayudarla.

Primero revisó la habitación de Miku, ella estaba bien dormida con algunos apios regados por su cama. Luego fue a la habitación de los gemelos, Rin y Len ensayaban una nueva canción así que decidió no molestarlos. El siguiente fue Kaito, solo que apenas tomó la perilla de la puerta entre sus manos sintió como estas se congelaban, y ahora que lo pensaba siempre se había preguntado como era la habitación de su loco amigo. Por último quedaban Gakupo y Gakuko, no quería que alguno de ellos la ayudara, pero igual no tenía de otra, abrió la puerta, ni se molestó en llamar (de hecho, con ninguno se tomó la molestia) y se encontró con el samurái leyendo un libro y el sonido de la regadera en el cuarto contiguo. Gakuko se estaría bañando.

-Oh Luka, ¿puedo ayudarte en algo? –Preguntó gentilmente Gakupo dejando a un lado su libro, no sin antes guardar la página en la que se había quedado.

-Meiko me pidió hacer las compras y dijo que necesitaba un acompañante, pero si no quieres puedo hacerlo yo misma –Dijo esperanzada de no tener que estar a solas, aunque sea por un rato, con su amigo.

-No hay ningún problema, de todos modos quería ir por algo al centro –Gakupo sonrió y Luka soltó un suspiro de resignación.

Sin más, ambos se subieron a la camioneta de la compañía y dirigieron su rumbo al centro comercial, no tuvieron que hacer más de 20 minutos de camino. En el centro comercial, Luka tomó un carrito y Gakupo revisaba la lista de las cosas que necesitaba Meiko.

-“Cuatro kilos de cebolla, ocho de tomate, un paquete de queso manchego, parmesano y quesillo, pasta, champiñones…”, creo que Meiko quiere preparar Lasaña.

-Me parece buena idea, un poco de comida italiana no nos caería mal –Dijo Luka con una minúscula sonrisa, la cual dejó un poco embobado a Gakupo, tanto que no se fijó que chocó con alguien.

-Disculpe, fue mi culpa… ¡Gumi!

Gakupo se sorprendió al ver a su amiga de cabellera verde, más pequeña que él por mucho; vestía una camisa sin mangas color naranja, una minifalda que le llegaba a mitad de muslo del mismo color y unos lentes rojos que adornaban su cabeza.

-¡Gakupo! –Gritó la aludida abrazándolo –¡Tiempo que no te veo!, prometiste pasarte por la casa de cuando en cuando pero no has vuelto en más de dos semanas –Dijo haciendo un puchero y fingiendo enojo.

-Oh, Gumi, que agradable sorpresa –Saludó Luka amablemente -¿Qué tal las cosas por allá?

-Todo tranquilo, bueno, quizás demasiado, extraño las tonterías que hacía con los gemelos y tener a Lily como compañera de cuarto no es muy divertido que digamos. A veces me lamento haber aceptado cambiarme de estudio –Respondió no muy animada mientras que Luka y Gakupo reían nerviosamente.

-Pero solo es hasta esta navidad ¿no? –Trató de alentar.

-¡Pero navidad llega hasta dentro de seis meses! –Gritó indignada de la insensibilidad de Gakupo –Por cierto, Luka –Se recompuso y se volvió a su amiga -¿Por fin te llegó el…?

-¡Ahora no, Gumi! –Gritó la ninja tapando la boca de la chica, Luka estaba sumamente sonrojada.

-¿Qué, acaso no le has dicho? –Volvió a preguntar Gumi al librarse un poco del agarre de Luka. Gakupo miraba todo algo confundido.

-¿Decirle qué a quién? –Preguntó por fin.

-¡Nada, nada no te preocupes! –Soltó rápidamente Luka agitando los brazos fuertemente a todos lados -¡Vamos hay que terminar las compras! ¡Nos vemos luego Gumi! –Tomó a su amigo, lo metió en el carrito como si este fuera un niño y se fue corriendo del lugar.

-Valla, que lenta es esta niña –Murmuró la chica de cabello verde con una sonrisa.

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-Oye Luka, ¿de qué hablabas con Gumi? –Preguntó Gakupo caminando hacia la camioneta cargando todas las bolsas el solo.

-Eso no te interesa –Luka adelantó el paso para evitar que viera que sus mejillas se teñían de rojo levemente –Aunque ahora no tiene importancia, es igual que el de ella –Bajó la mirada un poco deprimida.

-Si tú lo dices, pero sabes, soy una persona muy curiosa.

-Entrometida, diría yo –Soltó irritada subiendo a la camioneta.

-Oh vamos –Rio divertido, encendió el carro y se marcharon a casa –Por cierto, habrá un festival mañana en la tarde, ¿quisieras venir conmigo? –Preguntó volteando levemente hacia su compañera con una sonrisa.

De solo verlo, casi hace que el corazón de Luka dejara de bombear sangre, había algo en su expresión que lo hacía ver más atractivo a la vista, se sonrojó  fuertemente, la sonrisa que le daba era de extrema sinceridad y afecto, ¿acaso quería darle un paro cardiaco?, ¿acaso podía verse mas irresistible?

-Si, me encantaría –Susurró quedamente, aunque no pasó desapercibido por los oídos del samurái.

-¡Que bien!, creí que me rechazarías de nuevo la invitación –Carcajeó tras lo último. Luka quedó un poco pensativa por el comentario.

-¿Tan poca atención te presto? –Dijo en cierto grado de culpa, viendo el paisaje por la ventana.

-Pues, desde que gravamos “Kiss” no hemos hablado mucho y tus sesiones de fotografía son más frecuentes, no es tu culpa –Respondió sereno. Estacionaron el auto cuando llegaron a aquella zona residencial donde vivían y entraron a la gran casa.

-Pues trataré de hacerme un espacio en mi agenda y así pasamos el festival juntos –Dijo Luka ayudando un poco a Gakupo aunque este no lo necesitara, él podía sostener todo sin hacer mucho esfuerzo.

-Gracias –Susurró el samurái. Luka solo bajó un poco la mirada y se sonrojó.

El momento fue feamente interrumpido por un jarrón directo hasta ellos, Gakupo no podía hacer mucho por el peso extra en sus brazos, pero Luka fue lo suficientemente rápida como para atraparlo. Al girar la cabeza a un costado vieron la casa como si un huracán hubiera pasado por ahí, mas tarde gritos de batalla y risas inundaron la casa. Miku corriendo de Kaito, Rin y Len tratando de buscar algo en la sala, Meiko enfadada viendo para todos lados y Gakuko bajando las escaleras tranquila.

-¿Qué ocurrió aquí…? –Luka se quedó tiesa cuando todos dirigieron su mirada a ella, para mayor impresión todos tenían la mirada inyectada de rojo escarlata.

-Oh rayos… no de nuevo –Musitó nervioso el samurái mientras dejaba tiradas las compras.

Gakuko corrió hacia ellos con un cuchillo en mano, Gakupo logró desenvainar su katana y confrontarla, su mirada azulina resplandeció apenas chocaron los metales. Luka no se podía mover aunque claro que la mirada diabólica de los gemelos logró hacer que lo hiciera, de quien sabe donde sacó un atún gigante y los golpeó a los dos en la cabeza dejándolos inconscientes a ambos.

-¡Luka, Gakupo, ayuda! –Gritó Miku pateando en la cara a Kaito y tirándolo por algunos momentos –No se cómo, pero cuando me desperté de mi siesta todos se habían vuelto locos. Primero Meiko, luego Kaito y al último Rin y Len; Gakuko no parece afectada pero aún así su mirada da miedo –Dijo a punto de llorar la mascota de Vocaloid mientras se aferraba a la ropa de Luka.

-¡Gakupo ¿qué está pasando aquí?! –Exigió saber la de cabello rosado.

-No puedo hablar “ninja de cerezo” –Luka quedó extrañada por como la llamó el samurái –Pero si quieres ayudar a tus amigos, has lo mismo que hiciste con los “reflejos” y el “hombre de las nieves”. Yo me encargo de Ma.

Luka no creyó en un momento lo que decía Gakupo, aunque el tono de voz en que lo dijo, que no era propio del cantante, fue suficiente para convencerla. Con su pescado en mano buscó a Meiko por la sala; Miku había tomado su apio como arma y fueron en búsqueda de la castaña, alejándose lentamente de la pelea entre los Kamui. Entrando en su cuarto, fueron sorprendidas por la casera quien fue en su contra con abanico en mano, Miku huyó temerosa de la fuerza sobrehumana de la castaña mientras que Luka le hacía frente. Bastó con hacer que Meiko retrocediera un par de pasos y tropezar con una lata de cerveza para que quedara inconsciente por un golpe en la cabeza. Bajaron a ver como se encontraba Gakupo, él y Gakuko estaban sobre el suelo desmayados, el samurái tenía una herida en el estómago y su hermana tenía varios cortes alrededor de sus brazos.

-¡Miku ve por el botiquín! –Gritó la ninja mientras corría para atender a su amigo. Se arrodilló a ver que podía hacer para detener el sangrado, aunque apenas tocó su rostro, Gakupo reaccionó –Me prometiste no volver a asustarme de esta forma –Susurró aferrándose a él.

-Lo siento, pero debo explicarte algo –Y Gakupo le contó la historia de los demonios Shin y Ma -…Se que es difícil de creer, pero es la verdad –Bajó la mirada un poco avergonzado, de seguro ahora lo tacharía de loco.

-Te creeré si me dices cómo es que todos terminaron igual que tu hermana –Soltó fríamente Luka.

-Sencillo, nuestras miradas hipnotizan a la gente, hacen la voluntad del demonio volviéndolos como aliados –Explicó seriamente –Puedes decirme loco, pero ya he perdido a varias personas queridas, en especial a Gakuko.

-¿Personas… queridas? –Trató de articular, pues un nudo se alojó en su garganta. La sola idea de que el muchacho haya tenido novia antes o porque venía de una familia tradicionalista y le hayan impuesto una prometida, no, eso ni soñarlo.

-Si, mas que nada familia. Me mantuvieron alejado de Gakuko por mucho tiempo, tenían miedo de que desatáramos una catástrofe y fuimos separados –En cierto modo esa respuesta tranquilizó a Luka. Veía con dulzura a Gakupo mientras este acariciaba los cabellos de su hermana.

-Al menos están juntos nuevamente, ¿no? –Trató de alentar –Es lindo un reencuentro de hermanos, ¿recuerdas cuando vi de nuevo a Luki?

-Cómo olvidarlo, lloraste como Magdalena –Luka golpeó su hombro en reproche –Perdón –Volvió su vista hacía Gakuko, esta comenzaba a despertar lentamente –Buenos días, dormilona –Saludó sonriente.

-Hermano –Dijo con pereza, aunque abrió fuertemente los ojos al notar el cuchillo en su mano -¡¿Lo hice de nuevo?! –Gritó asustada. Se respondió a si misma cuando dio un vistazo por el cuarto –Lo… lo siento mucho –Bajó la mirada.

-No lo lamentes, ha sido así por años, es algo que no se puede evitar –La abrazó.

-No, es que yo… de verdad quería evitarlo para poder estar contigo, para que podamos volver al dojo y… heredarlo entre los dos –Murmuró. Por alguna razón, a Luka no le gustaba el rumbo de la conversación –He venido por ti, hermano.

De la calma viene la tormenta y viceversa.

-.-.-.-.-FIN DEL CAPÍTULO CUATRO-.-.-.-.-

Y con respecto a la pregunta de Widget, no pueden estar juntos a menos que sus demonios estén activados, por eso es que durmieron bien XD

[Widget]

D: y ahora q Luka le esconde a gakupo?
T.T quiero saber.

Cada vez esta más y más interesante, y se descubren cosas nuevas.

Conti!

[Dimencio]

Ok, pues es hora... ok no, trataré de actualizar cada Lunes. Gracias a todos quienes se toman la molestia de leer esta pequeña historia de amor.

5. Un día contigo

-Hay mi cabeza… … ¿Por qué estoy en mi cuarto? –Dijo Meiko sobándose un poco la frente, sentía como una doble resaca en ese momento. Vio a Luka pasar enfrente de su habitación, se alegró pues sabía que las compras ya las había hecho entonces -¡Hey Luka! ¿Qué tal, viste algo que te haya gustado en la tienda…? –No obtuvo respuesta, la muchacha se había encerrado dando un portazo de su recámara.

-Meiko, ¿Dónde está el trapeador?

-¿Para que lo quieres Kaito? –Preguntó la nombrada parándose.

-Digamos que la casa no está muy limpia –Esa respuesta no le gustó en lo absoluto a la castaña, por lo que ni tarda ni perezosa obligó a todos a dejar el sitio impecable. Salvo a Luka.

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-Hermano, ¿qué quieres que haga de cenar? –Preguntó Gakuko sosteniendo un enorme cuchillo con su mano derecha. Meiko no estaba muy de acuerdo en que ella preparara la cena, pero la insistencia de ella y de su hermano la convencieron.

-¡¿Y nosotros?!

-¡¿Por qué solo le preguntas a Gakupo?! –Exclamaron enojados Rin y Len.

-Lo siento, a ustedes ¿qué les gustaría? –Repuso en los gemelos.

-¡SUSHI! –Gritaron al mismo tiempo.

-Muy bien –Revisó el refrigerador y sacó algunos ingredientes –En unos minutos tendré todo listo.

-¿Ah? Gakuko, ¿sabes preparar sushi? –Preguntó Kaito asombrado en la manera de cómo la chica cortaba y rebanaba la carne del pescado, parecía una chef profesional.

-Ah si, Gakuko era muy hábil en la cocina, tanto que a veces superaba a mi madre y eso que tenía apenas ocho años cuando empezó a cocinar. Es toda una prodigio –Halagó el samurái.

-Hermano, haces que me avergüence –Dijo Gakuko cubriéndose la cara con una mano aunque su rostro seguía sin demostrar emoción alguna, cosa que perturbó un poco a los demás Vocaloid.

-Gakupo, ve y avisa a Luka que la cena está por servirse –Ordenó Meiko.

-Claro, yo me encargo –Murmuró el samurái mientras subía las escaleras e iba al cuarto de la chica –Hey Luka, baja a cenar –Dijo después de golpear la puerta de su recámara.

-¡No quiero bajar, vete! –Gruñó Luka.

-No seas testaruda, vamos, habrá A-TÚN –Esa era la palabra, cada que era pronunciada la cantante parecía un perro entrenado y hacía lo que fuera con tal de conseguir un poco de su platillo favorito. Sin embargo no ocurrió nada en esta ocasión -¿Luka? –El cantante entró al cuarto de la chica. Había estado en plan de broma con lo del atún para sacarle un “idiota” de sus labios, pero que no le respondiera le preocupó.

-Vete –Dijo quedamente. La habitación estaba oscura, pero Luka pudo divisar la silueta de Gakupo en el marco de la puerta –No tengo mucha hambre, ni siquiera de atún.

-¿Ocurre algo?, sabes que puedes confesarme cualquier cosa, somos amigos después de todo ¿no? –Preguntó realmente preocupado, aunque había cierto aire infantil en su expresión.

-No es nada, es solo que… no quiero que te vallas –Dijo sin pensar aunque rápidamente rogó por que Gakupo no entendiera lo que quiso decir realmente con esa frase.

-¿Qué quieres decir? –Agradecía que su amigo era muy lento de entendimiento.

-Que me gusta tenerte como compañero –Mintió, aunque no del todo. Si bien lo quería como un compañero, ella esperaba tenerlo como algo más desde el momento que les tocó hacer su primer dueto juntos gravando Cacophony –Y no me acostumbraría a cantar con alguien que no seas tu, sabes que mi voz no combina bien con la de Miku o con la de Kaito y si acaso con Lily.

-Yo nunca dije que iba a regresar, porque… aun tengo cosas que hacer aquí –Dijo Gakupo mirándola seriamente y luego le regaló otra sonrisa de esas que le encantaban a Luka, la chica se sonrojó fuertemente y agradecía que el cantante no haya encendido las luces al momento de entrar.

-Te quiero –Susurró al aire, Gakupo se había ido para ese momento. Decidió no preocupar al resto, por lo que bajó a disfrutar de la cena.

-Chicos, mañana les prepararé ¡LASAÑA! –Gritó Meiko con las mejillas enrojecidas a causa de que había bebido de más, otra vez, y bailaba por toda la casa, Kaito trataba de hacer descansar a su amiga.

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Bostezó y estiró un poco los brazos, al tratar de volverlos a llevar sobre su pecho sintió peso extra en ellos. Abrió un poco los ojos solo para ver que Gakuko lo estaba usando como almohada.

-Buenos días –Sonrió acariciando el cabello de la joven risueña recién despabilada.

-Buenos días, hermano –Dijo Gakuko abrazándose a Gakupo con una pequeña curvatura de sus labios -¿Qué quieres hacer hoy?

-Pues yo tenía planeado ir a un festival que celebraran hoy con Luka, ¿quieres venir?

-¡Me encantaría! –Exclamó feliz.

No sabían que alguien los había oído. Ella tenía la mano en puño cerca de la puerta, pero simplemente se marchó de ahí.

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-Buenos días a todos –Saludó cordialmente la mujer samurái al resto de los Vocaloid.

Meiko trataba de abrir el mini-refri donde escondía sus mejores bebidas, Kaito trataba de ayudarla pues también ahí el guardaba su mejor y más delicioso helado, Rin y Len se reían jugando con las llaves que abrían el mini-bar, Miku tomaba jugo, Luka cambiaba de canal cada tris y alguien extra estaba en la casa revisando su celular.

-Neru, que gusto verte –Gakupo se acercó a una rubia que jugaba con su celular.

Ella llevaba puesto una camisa gris sin mangas, adornada con una pequeña corbata negra; llevaba una minifalda del mismo color que su playera, con el borde de color negro; su cabello era largo y atado en una cola alta, pero curiosamente a un lado de su cabeza.

-Hola –Respondió secamente sin despegar la vista de la pantalla del aparato.

-¿Neru? –Gakuko abrió enormemente los ojos al ver a la recién llegada -¡Neru! –Gritó atrapando a la chica entre sus brazos en un enorme y fuerte abrazo. Ambas cayeron al suelo.

-¡Gakuko, también me alegra verte! –Todos se quedaron con el ojo cuadrado cuando vieron a Neru portarse de lo más linda, con el celular dentro de su estuche, con la chica de pelo morado.

-Alto alto… soy su hermano, pero estoy igual de confundido que los otros, ¿de donde se conocen?

-Fui con ella a un campamento dos semanas después de que te fueras, hermano, me hice amiga de ella aunque me costó hacerlo –Explicó Gakuko abrazándose más a Neru.

-Ella es de las pocas personas que me pueden sacar una carcajada aunque sea de un chiste malo –Agregó Neru sentándose en la mesa junto con la samurái para charlar mas a gusto.

-Gakupo, tu hermana es extraña –Susurraron Rin y Len al oído del cantante.

-Estoy empezando a creer lo mismo que ustedes chicos, tal vez demasiado tiempo alejados nos afectó a ambos –Respondió.

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-Bien, ya tengo todo listo.

Gakupo, después de haber charlado un rato con Neru y haber dado permiso de que ella y su hermana dieran una vuelta por el festival juntas, se la había pasado encerrado en su habitación preparando todo lo que tal vez podría necesitar para esa noche. Dinero, celular cargado (no quería repetir Owata en su vida), pase del autobús, pase del metro, GPS, botiquín y los boletos del bunker en caso de que el “día final” decidiera ser hoy.

-¿Gakupo, podemos irnos? –Llamó la dulce y melodiosa voz de Luka en la puerta.

-Claro, solo déjame revisar unas cosas de último momento.

-Si es lo del bunker juro que te dejaré calvo con una navaja –Apenas terminó la oración, el samurái salió vistiendo su típico kimono solo que tenía recogido su cabello completamente debajo de una gorra –Oye, no iba enserio con lo de la navaja.

-Contigo no puedo estar seguro… -Gakupo quedó embobado con lo que traía puesto Luka para esa noche.

No era nada más y nada menos que el mismo modelo que el kimono de Gakuko, solo que las mangas estaban bordadas finamente de tela rosa dando impresión de pétalos de cerezo, el moño que ataba la prenda al cuerpo de la ninja era de color purpura y su cabello lo traía recogido en una coleta alta. Si el cabello de ella fuera más oscuro, juraría que la confundiría con su hermana… pero mucho más bonita.

-Te vez muy bien –Comentó con sinceridad admirando la belleza de su amiga.

-¿De verdad?, yo creí que era modelo único y lo ordené hace un par de semanas, pero al ver a tu hermana…

-Al menos me demuestras así que te importo, ¿no? –Cortó Gakupo en un abrazo. Luka se maldijo por haber hablado de más, para colmo, sentía sus mejillas arder si no es que toda su cara.

-No… no me malentiendas, era para compensarte la poca atención que te he prestado –Mintió empujando a Gakupo lejos de ella, aún con la cara enrojecida -¡Así que admira mi gran belleza! –Luka posó como supermodelo con una sonrisa altanera, aunque fuera fachada todo eso.

-Como digas –Dijo juguetonamente tomando de la mano a Luka con sutil gentileza -¿Nos vamos?

Luka asintió con la cabeza. Así, sin soltarse del agarre de su amigo, fueron a divertirse en la noche. Curiosamente el resto de la banda había tenido la misma idea de ir, pero igualmente decidieron dar espacio a la pareja, aunque esta AÚN no fuera oficial ante ellos. Meiko sabía más que nadie que era cuestión de tiempo antes de que ellos dos decidieran unirse, pero su preocupación era que el tiempo con el que contaban estaba limitado, debía idear una forma para por fin unir a los dos tortolitos.

Tomó su celular y llamó a alguien -¿Hola?, que bueno que contestas… ¿recuerdas el favor que me debes?

-Claro, lo que sea que necesites –Respondieron del otro lado de la línea.

-Quiero que vengas lo más pronto posible, hay que organizar una reunión familiar –Dijo mirando fijamente a Luka jugando con Gakupo en un puesto –Por cierto… no te contengas –Cortó la llamada.

-¿A quien le hablabas? –Preguntó Kaito al lado de la castaña. Ambos llevaban las mismas vestimentas de cuando grabaron “Tsugai kogarashi”, un kimono rosado con adornos florales para Meiko y una yukata azul y pantalones negros para Kaito (*versión Project diva 2).

-A nadie de quien te tengas que preocupar “mentita”

-¿Cuántas veces debo decirte que no me digas así? –Chilló.

-Ya ya no seas llorón –Puso algo de algodón de azúcar en los labios del chico y se lo retiró con un beso –La noche es joven y quiero divertirme –Argumentó alejándose un poco del amante del helado.

-.-.-.-.-FIN DEL CAPÍTULO CINCO-.-.-.-.-

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D:pobre kaito! T.T porq eres tan malo con el?! Meiko no lo merece...

En cuanto a gakupo y Luka ya era hora de q alguien decidiera hacer algo por unirlos. XD extrañamente me recuerda a mi y a mi novio cuando nos conocimos aunq nosotros discutíamos por quien era más hentai

Jaja, espero la continuación pronto!!!!!! Quiero saber q tipo de "entrenamiento" le darán a los dos para enamorarse.

[Dimencio]

6. ¡Ups, lo sentimos!

-Buenos días hermana –Saludó el samurái cambiándose a su diario kimono -¿Te divertiste anoche?

-Mucho hermano, me alegré volver a ver a Neru después de tantos años –Sonrió la chica abrazando la almohada de berenjena con la que siempre dormía.

-Me alegra –Colocó su espada donde siempre y tomó la de Gakuko para guardarla en otro lado.

-Calma hermano, ya casi puedo controlarlo –Dijo completamente convencida de sus palabras. La mirada de determinación que le dirigió fue suficiente para que Gakupo confiara en la palabra de su hermana.

-Bien, pero solo porque te queda mejor este adorno que a mi –Bromeó entregándole su katana, ella se la colgó en la espalda –Luego, tal vez, esta tarde… ¿te apetece entrenar conmigo como antes?

-¡Si! –Gritó entusiasmada.

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-¡Buenos días a todos! –Saludó Meiko alegremente dirigiéndose al refrigerador para tomar de su adictiva bebida, valla sorpresa se dio al notar que no estaban las latas de cerveza en la nevera -¿Pero qué?, si acabo de llenarlo ayer.

-¿Se te olvida que día es hoy? –Apresuró a decir Kaito detrás de la castaña con los brazos cruzados.

-¿Etto… martes…? –Se aventuró a preguntar. Parecía una niña de primaria a la que le hacen una pregunta muy obvia pero no sabe la respuesta.

-Si, pero qué martes –Meiko pensó hasta que sus neuronas reventaron –El primer martes del mes –Dijo apiadándose de la chica. Esta abrió los ojos como platos.

-¿No podemos olvidar esa regla solo por hoy? –Suplicó juntando las manos a modo de plegaria. Kaito negaba con la cabeza.

-¿Qué ocurre cada martes de cada mes? –Preguntó Gakuko acomodándose en el pecho de su hermano, ambos sentados en el sofá frente al televisor.

-Meiko tiene prohibido tomar cualquier bebida que contenga alcohol –Aclaró Gakupo –Kaito se preocupa mucho por Meiko, tanto que llegaron al acuerdo de que al menos una vez al mes dejaría descansar su hígado.

En ese momento Luka bajaba las escaleras, al ver a los hermanos, y no necesariamente a los Kagamine, sintió una gran cantidad de enojo y fastidio, estaban muy pegaditos, más parecían novios que hermanos. Pero eso era imposible, ¿verdad? Gakupo es alguien inocente y muy manipulable, pero sabe donde detener las cosas, ¿no es así? No se dejaría llevar por algo tan malo como lo es el incesto, aunque si Rin y Len lo hicieron… ¡No!, ellos son maliciosos por naturaleza, Gakupo no es así, ¡de ninguna manera!

-Buenos días –Saludaron Luka y Miku a la vez. La primera sin ganas y la otra con rebosante felicidad.

Se sentaron a desayunar, bueno, casi. Meiko rogaba a Kaito que la dejara beber, mientras que él evadía olímpicamente las súplicas de la castaña; Rin y Len jugaban con su espagueti, Luka se preparaba un sándwich de atún, Gakuko tomaba leche y su hermano comía un pequeño tazón de arroz.

-Gakupo, ¿querrías acompañarme a hacer unas compras esta tarde? –Preguntó un poco avergonzada Luka. Ella lo que quería realmente era tener una cita con el samurái, pero no tenía idea de cómo pedírselo así que dijo lo primero que le vino a la mente para excusarse.

-Me encantaría, Luka –Respondió sonriendo bobamente.

-Hermano tenemos entrenamiento, ¿recuerdas? –Habló rápido Gakuko, enojada. Susto que se dieron los Vocaloid al ver tan repentina expresión, aunque se trataba de manera muy obvia de los celos de hermano.

-Ah es cierto, lo siento Luka, tendrá que ser otro día –Se disculpó con su hermana y amiga -¿Por qué no te llevas a Miku o Meiko?, tal vez te diviertas más con ellas que conmigo.

-No… no importa –Murmuró bajando la mirada.

Lo odiaba, lo odiaba por ser una persona muy buena. Siempre dejaba de lado sus prioridades por las de otros, eso le agradaba y detestaba a la vez, cuando quería hacer algo con él, él siempre tenía otro compromiso con alguien más, pero nunca uno propio.

La mañana pasó volando, Luka recibió el recordatorio de que tenía sesión de fotos a las dos, por lo que desaparecería todo el día. Meiko salió con Kaito a dar una vuelta, Rin y Len salieron al parque a divertirse un rato, solo Miku, Gakupo y Gakuko se quedaron en casa. Ahora, los tres se encontraban en el patio trasero.

-Bien… ¡Comiencen! –Miku actuaba de referí en el combate que sostenían los hermanos.

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-¿Por qué no?

-Porque no quiero repetir lo de hace dos meses.

-¡Vamos!, tu sabes que solo estaba jugando.

-Pues no creo que hayas jugado cuando luego hiciste una canción sobre eso.

-¡Fue tu idea! ¡Tu dijiste que todos deberíamos confesar nuestros más oscuros secretos y cantar sobre eso!

-Pues la verdad no esperaba que Miku fuera una holgazana, Gakupo un pervertido, Luka una envidiosa, tu un avaro y Rin una orgullosa, aunque de ella me lo esperaba –Dijo Meiko algo harta de la conversación que iniciaron desde que le había comprado un helado a Kaito.

-¡Pero eso fue hace tiempo! Miku era una pésima estudiante hasta ahora, Gakupo espiaba los vestidores de las chicas pero solo durante la secundaria, Luka… pues todas las mujeres son algo envidiosas y no lo niegues, yo solo quería dinero para comer más helado y Rin de todos modos es una engreída.

-Vendiste la casa –Contraatacó haciendo caso omiso de las explicaciones de Kaito.

-Pero la recuperé –Defendió.

-A costa de prestar a Gumi a otro estudio por casi medio año.

-¡Le estaba haciendo un favor a ella y su carrera!

-Aún así no te dejaré la llave de la caja fuerte –Dio punto final.

-¿Y tu qué?, aun eres una golosa –Bueno, tal vez no –Si tu no me dejas la llave de la caja fuerte yo no te vuelvo a invitar a esos restaurantes tan raros donde venden escorpiones con miel y carne de caballo.

Antes de que Meiko pudiera responder, ella se había estrellado la cara contra la puerta de su casa, lo curioso fue que el portón de madera calló apenas Meiko había retirado el rostro. No solo fue la puerta, sino también las cuatro paredes y el interior se desmoronaron casi al instante; ambos no creían que era lo que estaba ocurriendo, pero se imaginaron la respuesta apenas oyeron metales chocando desde la parte trasera de la “casa”.

-¡¿Qué se supone que está pasando aquí?! –Gritó histérica la castaña llegando al origen del ruido.

-Y el ganador es… ¡Gakupo Kamui! –Exclamó Miku alzando el brazo de cantante, el cual tenía un pie, en pose de victoria, sobre el cuerpo inconsciente de su hermana.

-¡Tenemos una visita que llegará hoy en la noche y no podemos recibirla con la casa hecha pedazos! –Llamó la atención de los que tenía enfrente.

-Lo sentimos Meiko, nos pasamos con la práctica –Se disculparon Miku, Gakupo y Gakuko, quien para ese momento ya estaba repuesta.

-¡Nada de lo siento, ¿Dónde vamos a dormir ahora?!

-¿Qué te parece la casa de verano en las montañas? –Sugirió Miku alegre, importándole poco que el lugar estuviera completamente destruido.

-Bien, pero ustedes pagaran la reconstrucción de todo, ¿entendieron? –Dijo un poco más relajada la cantante. Los tres asintieron.

Como pudieron buscaron las cosas de todos y las empacaron, Meiko tomó la camioneta y no dijo a donde iría, solo dejó a Kaito a cargo de la tan repentina mudanza. Luka llegó horas después y Meiko no volvía, Rin y Len la acompañaban, fue Miku quien actualizó la situación a todos, claro que la ninja no pudo controlar su enojo y arremetió contra Gakupo con un látigo dejándolo completamente inconsciente. Se sentaron en la banqueta esperando a Meiko, pasó otra hora y no llegaba, Kaito la llamó y avisó que estaba en camino, pero tuvieron que esperar media hora más.

-Lo siento, el tráfico no me dejaba avanzar al aeropuerto –Dijo Meiko bajando de la camioneta y rascándose la cabeza.

-No importa, de todos modos no vas a manejar tu, ¿cierto? –Curioseó Luka.

-Claro que no, lo hará Gakupo.

-Ups –Soltó Luka mirando el cuerpo inerte del nombrado.

-Que lo haga Kaito entonces –Suspiró resignada la castaña al verlo maltrecho –Bueno Luka, te tengo una sorpresa –Le guiñó un ojo.

-¿Sorpresa?

-Baja –Llamó volteando a la camioneta, de ella bajó un joven de cabello rosado y corto.

-¿Lu… ki?

-Hola hermana, ¿Cuánto tiempo? –Ni bien terminó de decir eso cuando Luka corrió a sus brazos en un fuerte abrazo.

-Luki, ya sabes que hacer –Susurró Meiko al muchacho, más este tenía la mirada perdida en la portadora de un kimono blanco con detalles purpuras.

-Si… lo que digas, Meiko –Respondió de forma mecánica, pues él estaba completamente ido contemplando a la chica que tenía frente a él –Oye, Meiko, ¿Quién es ella? –Preguntó un poco apenado.

-¿Mm? –Fijó la mirada a donde la tenía puesta Luki –Ah, es Gakuko Kamui, la hermana de Gakupo y la razón por la que te pedí que vinieras.

-¿Pedir? –Exclamó confundida Luka, se habían olvidado de que ella estaba a su lado.

-Etto… pues… -Kaito pitó el claxon para llamarles la atención.

-Oigan el camino es largo, ¿vienen? –En ese momento la castaña agradeció internamente al idiota de su novio por sacarla de ese apuro.

Todos entraron, guardaron el equipaje, pusieron un disco de ellos y partieron a la aventura. No sabían que tenían unos cuantos polizontes.

-.-.-.-.-FIN DEL CAPÍTULO SEIS-.-.-.-.-

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Bueno bueno vamos a comentar para q pongas conti!


Pobre meiko!!! A mi se me hacen eso con mi pote de but ella creo q me pongo peor q ella!

[Dimencio]

A disculpenme la demora, es que me quitaron el internet y hasta ahora me lo devolvieron jeje. Gracias a todos los que se toman la molestia de pasar a revisar esta humilde historia jeje.

7. Un cuarto para los dos

Fueron unas seis horas de camino, Kaito estaba algo cansado a la cuarta hora por lo que cambió de lugar con Gakupo, quien ya se había levantado para ese momento. La casa era un tanto más grande que la situada en el centro, apenas un par de habitaciones extra con un único baño en la planta alta, las habitaciones tenían dos camas pequeñas y una mesa de noche con lámpara como único mueble, pero el terreno que poseía era realmente extenso, ideal para actividades al aire libre o juegos. Para que no extrañaran los videojuegos, incluso, poseía sótano con algunas pantallas y consolas, sin mencionar el billar y una pequeña nevera, además de un par de peras para comodidad de los chicos.

-Ok, primero debemos acomodarnos –Fue lo primero que Meiko quiso organizar, aunque un ruidito en la cajuela arruinaría sus planes originales. Curiosa de que algo haya crujido, si ninguno había llevado cosas de vidrio o algo parecido, abrió el maletero de la camioneta encontrando además de su equipaje a… -¡Gumi, Neru, Haku, Teto, Dell ¿Qué rayos hacen aquí?! –Gritó histérica.

-Menos mal abriste, no aguanto a este fumador psicótico –Dijo Gumi saliendo del pequeño espacio como si fuera un zombi. Solo que al poner un pie en el suelo, sus lentes cayeron todo desechos -¡No, mis lentes! ¡Mis preciosos lentes… y eran nuevos! –Se puso a llorar. Eso era lo que había tronado.

-Aun no me responden, ¿Cómo rayos se colaron sin que nos diéramos cuenta? –Meiko pisoteaba el piso con los brazos cruzados, impaciente.

-Luki nos invitó –Aclaró Dell. El joven como de costumbre tenía un cigarro en la boca, su cabello gris estaba desordenado, vestía una playera de manga corta blanca y unos pantalones oscuros.

Meiko se volvió al chico de cabello rosa -¡¿Tu hiciste qué?! –Fulminó, literalmente, al muchacho con una mirada -¡¿Por qué haces las cosas sin consultarme antes?!

-Me dijiste que no me contuviera –Se excuso ayudando a Haku y Teto a salir de la cajuela –Espero no se molesten por esto.

-Al contrario, nos sentimos bien en ayudar a un amigo –Comentó Haku sonriendo. Ella vestía una sudadera café y unos jeans oscuros. Su cabello estaba atado en una cola con un moño, tan peculiar en ella.

-¿Podrían dejar los saludos para después y ayudarme? –Exclamó Teto cargando el equipaje de los chicos. La camisa gris de manga larga que le cubría hasta las manos no hacía más que estorbar, estaba sudando horriblemente a tal punto que su cabello peinado en forma de taladro se pegara a su cabeza –Esta bien que yo sea la de mayor edad, pero sigo siendo una mujer.

-Perdona Teto –Se acercaron Len y Luki a ayudarla, mientras que Kaito y Gakupo cargaban el equipaje de las chicas.

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-Bien las cosas cambian un poco con su repentina llegada –Dijo Meiko en la sala de estar de la cabaña.

Esta estaba compuesta por una alfombra multicolor estilo hippie en el centro y sobre esta una mesa con florero adornándola; tres sillones grandes alrededor de la mesa y la chimenea. Las paredes del interior tenían algunas pinturas, sobre la chimenea estaba una foto de todos los Vocaloid reunidos en la playa.

Todos tenían una taza de chocolate caliente, se había hecho de noche en un santiamén y estaba helando, cosa natural si se está a bastante altura sobre el nivel del mar. Rin y Len compartían una manta, ellos eran demasiado friolentos por lo que se mantenían pegaditos para mantener el calor; por ser pequeños y muy parecidos daban una escena adorable.
-Tenemos ocho habitaciones, somos 14 personas, así que algunos tendrán que dormir de a dos, pero yo como soy la jefa de aquí, ordeno que tendré habitación propia –Apenas dijo eso todos se la quedaron mirando queriéndole decir “aprovechada”, pero como le tenían miedo a la castaña, esa era la única forma de quejarse sin que ella se molestara o enojara realmente.

-¿Y como nos repartiremos el resto? Yo necesito un ambiente bajo cero para conservar mis helados –Dijo Kaito sonriente. Bien, eso aclaraba la duda de Luka que tenía desde hace tiempo.

-¿Pues que les parece un juego? –Sugirió la castaña tomando una taza de rompope caliente, extraño a la vista de todos. Los Vocaloid estuvieron de acuerdo con la idea –Bien, será un juego de preguntas y para estar segura de que no me mientan… -Meiko sacó una máquina que expulsaba papel y una varilla rayaba sobre esta tinta roja –Usaré esto.

-¿No estarás pensando en…? –Apresuró a decir Luka un poco nerviosa.

-Así es, si quieren dormir en las habitaciones en vez de la sala, tendrán que responder cada uno tres preguntas que a mi se me ocurran –Respondió la castaña sonriente. Le encantaba divertirse de esa forma con sus “soldados” –Agradezcan a Luki por prestarme su detector de mentiras.

-Vamos Meiko… no hay que llegar a ese extremo… ¿verdad? –Rogaba la cantante de cabello largo y rosado, mas Meiko se deleitaba en verla suplicar prácticamente.

-Bueno, supongo que puedo bajar un poco el castigo –Todos suspiraron aliviados, mas el gusto no les duró mucho al ver a la castaña sacando una máquina de toques –Si no quieren responder o me dan una respuesta que sea mentira, recibirán una fuerte descarga.

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-Bien Kaito, tu eres el primero… -Meiko se lo quedó mirando fijamente, su chico de cabello azulado no hacía más que sudar y en exagerada cantidad frente a la mesa. Él estaba conectado a la máquina de toques y el detector de mentiras mediante un par de pulseras -¿Cuándo fue el ultimo helado que te comiste?... ¿De que sabor era?... ¿Te gustaría repetir?... –Aunque fueran preguntas idiotas, para Kaito era el peor martirio de todos tener que responder eso; su cara estaba fuertemente enrojecida.

-A-ayer fue el último helado que comí –Tragó fuerte antes de contestar la siguiente pregunta, todos lo miraban extrañados –Era de… chocolate con menta –Su favorito, pero seguían sin comprender el porqué del estado de Kaito –Y… me encantaría repetirlo –Al parecer no aguantó más y se desmayó recordando la noche pasada en la habitación de la castaña. Algo muy extraño.

-Ok, ya que quieres repetir “mentita”… -Le susurró al oído solo para que él únicamente la escuchara –Kaito dormirá conmigo, sobran siete habitaciones y 12 personas –Anunció. Acomodó al de cabello azulado en un sillón y continuó, no sin antes darle un ligero beso fuera de la vista de todos –Neru tu sigues ¿Cuántas imágenes tienes en tu celular?... ¿Tienes plan tarifario?... ¿Todas las imágenes son de Len?...

-Tengo 300 imágenes –La primera pregunta fue fácil –Si, tengo plan –La segunda pan comido. Pero al escuchar la tercera, su rostro enrojeció –Pues… no en realidad –El aparato hizo sonar una chicharra y al instante Neru sintió como una gran corriente chamuscaba su cuerpo.

-Bien Neru, tendrás la habitación que está junto al baño por mentir y debo aclarar que ese baño no se ha limpiado En mucho tiempo –Meiko le pasó las llaves a la rubia, quien apenas tocó el metal sintió otra corriente mucho más leve lastimarle la mano –Ok, el siguiente será… Dell. ¿Dejaras de fumar algún día?... ¿Lo has hecho con un cigarro?... ¿Es cierto que te acostaste con Haku?

-No… No, me agotaría más rápido… Si, de otra forma no sería mi novia –Contestó tranquilamente ante la mirada avergonzada de todos, en especial de Haku.

-Aburrido, tendrás la habitación del segundo piso –Le entregó las llaves –Bien, Haku tu sigues. ¿Eres emo?... ¿Has estado bajo riesgo de hepatitis?... ¿Disfrutas con Dell de noche?

-No… Tampoco, pero puede que algún día llegue a ese extremo –Sucedió lo mismo que con Neru al escuchar la tercera pregunta, los colores se le subieron a la cabeza. Meiko sabía donde golpear –Yo, bueno… si –Respondió quedamente, Meiko y Dell agudizaron bastante el oído para oírla. La castaña trataba de aguantar la risa mientras que Dell alzó el pecho orgulloso.

-Ok, dormirás con Dell si tanto te gusta estar con él –La odiaban, era malvada, pero nadie tenía las suficientes agallas para enfrentarla –Sigue… Gumi.

-¡Dormiré en el sillón! –Se apresuró a decir. Meiko bufó, pero no replicó.

-Muy bien, entonces… Teto.

-¡Me quedó con Gumi! –La castaña alcanzó a susurrar un “aburridas”, pero igualmente no replicó.

-Al siguiente que diga que quiere dormir en el sillón lo dejaré afuera –Amenazó. Bueno, solo quedaban Miku, los gemelos Kagamine, los Kamui y Megurine; se divertiría bastante con ellos –Entonces, sigues tu, Miku. ¿Cuántos novios as tenido?... ¿Has besado a alguno?... ¿Es cierto que tuviste un sueño húmedo con Gakupo?...

-He tenido dos solamente… Si, bese a uno… -Y se repite la historia de Neru y Haku –Pues… no –Miku recibió una fuerte descarga quemándole las ropas. Gakupo miraba sorprendido a su amiga mientras que Luka la miraba de forma asesina con los ojos brillosos.

-Dormirás con Neru –Sentenció y se volvió a los rubios –Mis preciosos Kagamine, vengan con su hermana Meiko –Temerosos, los niños se sentaron frente a Meiko y se colocaron las pulseras -¿Hace cuanto tiempo que no tienen una cita?... ¿Volvieron a tomar de mis cervezas?... ¿Se aman como algo más que hermanos?

-No tenemos citas, solo salimos a jugar –No ocurrió nada –No, nosotros jamás tomamos –Sin novedad –Claro que no, ¿Quién quiere a este/a mequetrefe de aquí? –Al parecer dijeron toda la verdad. Lo chicos respondieron en coro a las interrogantes de Meiko. Sin embargo, ella no sabía que ellos habían desconectado el aparato cuando se sentaron y vuelto a conectar cuando terminaron.

-Bien, eso fue extraño. Como sea, Luka, tu sigues…

-Dormiré en el sillón –Apresuró a decir. Sin embargo Meiko tomó cartas y estaba dispuesta a cumplir su amenaza.

-Luki se amable y saca un colchón al patio, tu hermana tiene deseos de acostarse bajo las estrellas –El chico de cabello rosado no tuvo de otra mas que obedecer ante la mirada suplicante de Luka.

Momentos después de que Luki entró nuevamente a la casa, una tormenta se desató, sin embargo eso no hizo que Meiko recapacitara su decisión. Un rayo provocó que se fuera la luz, Gakupo, Gakuko y Luki se salvaron de la horrible prueba de la jefa; cada quien se fue a sus respectivas habitaciones. Bueno, no todos.

-Luki, ¿podrías quedarte con mi hermana? –Pidió el samurái con ojos de cachorro. Luki rio entre dientes ante aquella súplica casi infantil.

-Como gustes, tu hermana es atractiva –Bromeó, Gakupo iba a replicar pero fue interrumpido –Calma, se lo que quieres hacer, no le diré nada a Meiko –El cantante de cabello morado agradeció infinitamente y salió de la casa.

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-Maldita Meiko, maldito mi orgullo. Al menos me hubieran dado una sombrilla –Se quejaba Luka tratando de dormir bajo la incesante lluvia. La cobija que le habían dado no bastaba en lo más mínimo para cubrirla de las gotas de agua.

-Te vas a enfermar –Escuchó decir al instante que el goteo sobre su cabeza se detenía, alzó la mirada encontrándose con su amigo Gakupo de pie frente a ella con un paraguas en mano –Vamos, hay que evitar que Meiko nos vea, tiene vista de águila aun en las noches –Bromeó extendiéndole una mano para ayudarle a pararse.

-Gracias –Ambos entraron a la casa.

Teto y Gumi aprovecharon para colarse en las dos habitaciones restantes.

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-Lamento que tengas que usar mi ropa, si usas el baño Meiko nos mataría a ambos –Dijo el samurái de espaldas a la chica que se estaba cambiando –Y se que a lo mejor querrías dormir con Luki, pero él se quedó con Gakuko –No mintió, pero él sentía que se estaba aprovechando demasiado de la situación.

-No… no tiene ninguna importancia –Dijo colocándose una playera blanca y unos shorts –Solo no vayas a hacerme algo pervertido, yo no soy como tu hermana que se deja manosear.

-¡Jamás te haría algo como eso! –Se defendió, mas Luka estaba riendo.

-Es una broma tontito, yo se que ya no eres así –Le sonrió y se acostó con él –Ahora vamos a dormir –Se abrazó a la espalda del pelo morado. Gakupo sentía su corazón latir fuerte, tanto mas o igual que el de Luka.

-Pe… pero hay otra cama.

-Es para compensar lo mala que he sido –Susurró aferrándose aún más al cuerpo de su amigo.

Gakupo sonrió, la amaba y mucho. -Buenas noches –Y quedó dormido. Inconscientemente, después de un rato, se volteó y abrazó a ninja por la cintura.

-Te odio, por hacerme quererte más y más cada día –Con ese pensamiento en mente, Luka se rindió ante los brazos de Morfeo, o en este caso, en los brazos de Gakupo.

-.-.-.-.-FIN DEL CAPÍTULO SIETE-.-.-.-.-

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Tu! Siempre torturando  pobre kaito! porq nos torturas a los dos? T.T kaito ni yo te hemos hecho nada.

Jaja, respecto a lo de meiko, jaja muy estratégico. Me gusto su forma vil y cruel q trato a los demás, me recuerda mucho a mi.

En cuanto gakupo, bobo y Luka más boba >.> porq el romance aveces tiene q ser así??
.3. Espero q pronto se confiesen lo q sienten

Jaja espero conti!

[Dimencio]

Ok, mas tardanza, y esta vez no tengo excusa jeje, espero me perdonen y aquí el nuevo capítulo hmm

8. Remembranzas y un amor de secundaria.

-¡Buenos días mundo y todo aquel que lo habita! –Saludó de buenas la jefa de los Vocaloid, detrás de ella bajaba Kaito con una enorme sonrisa -¿Qué hay de desayunar, Teto? –Preguntó a la mujer que estaba en la cocina.

-Arroz y sopa de miso, lo típico –Respondió feliz.

-Bien, ¡a comer!

Llevaban en ese lugar cerca de dos días.

En tanto el resto de los Vocaloid que ya habían desayunado, pues eran las 11 de la mañana, se encontraban afuera disfrutando de la fresca brisa de las montañas. Rin y Len jugaban a las atrapadas, Haku leía un libro, Dell estaba fumando recargado en una de las paredes de la casa, Luka jugaba con un disco junto con Gumi, Gakuko y Neru charlaban animadamente, Miku hacía arreglos con algunas flores que encontraba, Luki observaba el paisajes desde un mirador en la parte mas alta de un precipicio donde estaba construida la casa y finalmente Gakupo había sacado su fiel katana para practicar un poco.

-Bien, como no hemos usado esta cabaña en mucho tiempo, seguro que algunos artefactos del estudio de grabación que tenemos aquí ya no sirven por lo que habrá que cambiarlos, así que necesito a dos voluntarios que vallan más tarde a la ciudad a conseguirlos en lo que Kaito revisa que debemos de arreglar. –Dijo Meiko una vez reunida, junto con Kaito, con el resto.

-¿No es mucho viaje?, al menos tendríamos que quedarnos un día ahí, sería muy agotador tener que manejar 12 horas mas lo que tardaríamos en encontrar los aparatos esos.

-Buen punto Dell –Meiko se puso a pensar en como arreglar ese detalle –Dejen que haga una llamada, seguro que Mikuo o Kaiko pueden alojarlos una noche.

-En ese caso iré yo –Se ofreció Gakupo alzando la mano –Dejé algunas cosas que necesito, en especial la almohada de Gakuko –Murmuró esa última parte.

-Entonces yo te acompaño –Dijo Luka al lado del samurái.

-Está decidido. Saldrán en dos horas a lo sumo, Teto, prepárales un almuerzo ligero para el camino.

Y así lo hizo, todos se despedían de la pareja en tanto Meiko hablaba con Luki en un rincón.

-Bien, se que te dije que no te contengas, ¡pero ¿era necesario destruir el estudio de grabación?! –Gritó la castaña.

-Oye, lo importante es que están juntos –Se defendió el chico –Además, Kaiko y Meito sabrán que hacer una vez que lleguen ahí.

-Mas te vale así sea –Bufó Meiko de brazos cruzados.

En tanto Neru estaba preguntándoles algo a todos.

-¿Alguien ha visto a Gakuko?

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-¿Tienes la lista? –Gakupo estaba frente al volante, desviando ligeramente la vista a su acompañante.

-Tranquilo, preocúpate más por tener las ruedas sobre la tierra, ayer condujiste como un animal –Reprochó Luka

-Fue tu culpa por haberme dejado mareado, me atrevería a decir que eres casi igual de fuerte y tenebrosa que Meiko.

-¿Eso fue un cumplido?

-Yo no se –Se rio, más Luka lo reprimió con un golpe en el brazo, fue leve pues no quería causar un accidente. Aún así, ella también rió -A propósito, Luka, ¿Por qué quisiste acompañarme? –La pregunta le llegó a la chica como un gancho en el estómago.

-Pues… yo… Quería pasar tiempo contigo –No se atrevería a decir algo como eso, su orgullo estaba de por medio –No… no iba a dejar que malgastes el dinero que nos dieron en berenjenas –Apresuró a decir desviando la mirada sumamente sonrojada.

-Deberías ser un poco más sincera o yo me quedaré con él –Escucho que le decían, volteó a varias partes buscando de donde provenía aquella voz. A parte de extrañada, tenía miedo de que algún bandido se haya colado en la camioneta.

-¿Qué ocurre? –Preguntó Gakupo volviéndose a su amiga.

-¿No escuchaste a alguien decir algo? –Respondió con otra pregunta.

-Para nada, será que lo confundiste con la radio. –Aclaró el de pelo morado restándole algo de importancia al asunto.

-Si, eso debe ser –Se dijo un tanto aliviada.

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-Bien, yo me adelantaré a comprar las cosas, dame la lista y tu ve y busca a Kaiko –Dijo Gakupo afuera de la camioneta, recibiendo el papel donde estaba todo anotado y despidiéndose de Luka, quien estaba sentada en el asiento del conductor –Yo llegaré más tarde a su casa.

-Entiendo, cuídate –La chica encendió el carro y se marchó, por el espejo retrovisor veía a su amigo alejarse, pero casi hace que choque en el momento que divisó a alguien mas dentro del vehículo por el mismo espejo -¡¿Qué demonios?! – Gritó al momento de estacionarse bruscamente en la banqueta.

-Hola, Luka –Dijo amablemente la chica dejándose ver. Ella tenía en su boca un chocolate poky.

-¡¿Gakuko que rayos haces aquí?! –Gritó tratando de recuperar su pulso normal.

-Quise estar cerca de mi hermano –Respondió tranquila pasándose al asiento del copiloto.

-Entonces… la voz… ¿eras tu? –Dijo Luka sonrojada, recordando las palabras de la chica.

-Si, eres como un libro abierto, te gusta mi hermano –La pelo rosado sintió su rostro arder completamente ¡Una kunoichi no debería ser tan fácil de leer! –Todos se han dado cuenta excepto mi hermano, eso es raro, siempre fue el mas observador de los dos.

-¿Estamos hablando del mismo Gakupo?, ese blandengue es un idiota, inepto, tonto, tarado, lelo, bueno para nada –Dijo volteando a otro lado. Ya se había vuelto costumbre evadir sus problemas de esa manera.

-Y aun así te gusta, deberías decírselo antes de que alguien se te adelante –Gakuko abrió una bolsa de papas fritas y comenzó a comerlas.

-Je como si alguien le quiera a parte de mi, debería estar agradecido –Argumentó con altanería.

-Yo lo quiero, por eso me encargaré de que heredemos el dojo juntos –Dijo algo sonrojada llevándose una papita a la boca.

-¡¿Eh?!... oye eso… eso no se puede, ¿o si?, son hermanos –Dijo algo alterada la ninja.

-Lo se, pero quiero mantenerlo a mi lado el mayor tiempo que pueda, señorita Luka. Lo amo de una forma que no está bien vista por todos y se que solo me quiere como una hermana, duele, pero así deben ser las cosas –Siguió comiendo. Su voz sonaba algo quebrada, pero su rostro se mantenía inexpresivo –La quiere a usted, señorita Luka, y aún sabiendo eso se niega a aceptar sus propios sentimientos –Luka no respondió ante eso -¿Desde cuando le gusta?

-¡Ya te dije que no me gusta!

Gakuko llevó otra papita a su boca –Hace rato pareció decir que si.

-¡No es cierto!

-¿Después de Kiss?, el video fue muy bonito –Preguntó ignorando la negación de la chica.

-No… -Respondió avergonzada mirando por la ventana. ¿Hasta cuando haría eso?

-Si, se veía que lo disfrutaste –Para ese momento había abierto otra bolsa de papas, mientras que Luka tenía el rostro del color de su cabello -¿Antes de eso?

-No quieres oírlo, es una historia vergonzosa.

-Según usted, más vergonzosa que mi hermano y sus locuras o solo dice eso porque hiere su orgullo el solo recordarlo –Irónico, su gemela y era más lista que él. Luka dio un suspiro, ya tenía claro que la chica no pararía hasta que escuchara lo que quería, por lo que no tuvo más remedio que hacer caso a lo que se le exigía.

***Ese idiota, lo conocí en secundaria. Todas las chicas de mi edad estaban prendidas de él, incluso algunas de cursos superiores daban pequeños gritos al verlo pasar. Un completo pervertido, lo vi en carias ocasiones espiar los baños de las mujeres, lo regañaba al igual que las otras, pero con la diferencia de que yo no me dejaba engañar por su horripilante voz; esa era su mejor arma, su voz era capaz de hipnotizar a varias chicas de una sola vez. Como si fuera poco, las cosas se volvieron mas irritantes el día que decidió unirse al coro conmigo***

-¿Irritantes por qué?, porque tenías celos de su voz y el coro se convirtió en una sala de ruido ó porque empezaste a sentir algo por él y tenías miedo de la competencia –Gakuko era muy perceptiva aunque pareciera mas entretenida en su bolsa de frituras –Continúe.

***Poco después, de todas las chicas de todo su club de admiradoras, eligió coquetear conmigo. No había día que dejara de poner flores, dulces o poemas en mi casillero ó lanzarme piropos y no solo eso, también recibía amenazas de muerte por parte de varias enamoradas. Así fue hasta que entré a tercer año. Lo peor de todo es que cuando faltaba por que se enfermaba o le daba por fugarse de clases, yo me sentía sola***

-Entonces si fue antes –En ese instante Gakuko tomaba jugo de plátano. ¿De donde había sacado las golosinas? –Continúe.

Luka no sabía si seguir, suspiró, tenía que terminar al mismo tiempo que sentía como los colores se le subían a la cabeza.

***Si, al final terminé enamorándome de él y empezamos a salir, pero fue solo por un par de semanas, estábamos por salir de la secundaria y por entrar a la preparatoria***

-Se besaron, ¿no?

-¡E… eso es otra historia! –Trató de cambiar el tema y centrarse en lo que estaba contando.

-No lo hicieron, aun no en ese tiempo -¡¿Cómo sabía tanto?! Se preguntaba la ninja aunque la respuesta fuese mas que obvia.

-¡Hicimos una promesa, ¿ok?! –Calló al instante.

-No de marcha atrás, termine lo que inició –El tono de Gakuko era insistente, pero ella estaba ocupada con una berenjena.

-Bien…

***A dos días antes de la graduación nos prometimos darnos nuestro primer beso, pero el nunca llegó*** -Bajó la mirada recordando ese momento, donde estuvo parada por horas detrás del gimnasio, oculta de la vista de todos -***No lo vi hasta la graduación. Se me presentó luego, así, como si nada al final de la fiesta, yo estaba furiosa, iba a golpearlo con una charola pero el fue más rápido y me besó. Al principio me resistí, pero al igual que cuando me cortejaba terminé cediendo. Después de eso él tuvo que mudarse. Salí con otros chicos, solo que ninguno me hizo sentir lo mismo que ese blandengue, y ahora después de casi ocho años vuelvo a estar con Gakupo***

-.-.-.-.-FIN DEL CAPÍTULO OCHO-.-.-.-.-

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Esa gakupo esta pasa!!!! XD
Yo la quiero acá pa q me ayude jaja

Conti pronto ;w;

[kyon]

asfas Hola!!! me encanta tu fanfics y quisiera saber que pasa despues estoy algo ancioso XD y me gustaria saber que pasa... siempre me eh sentido identificado con gakupo y buscando algo como este fic llegue aqui :3 ^^! sube lo que sigue porfis!! >.<!! eso eso arigato adios!!

[Dimencio]

Pues disculpen mi tardanza jeje, me descuidé y hasta ahora recuerdo que debo actualizar TwT

9. Declaración de guerra: Gakuko vs Luka

-¡Rin, mira lo que encontré en la habitación de Gakupo! –Gritó Len entrando al cuarto de su hermana sosteniendo algo que él encontraba interesante.

-Si son los “calzoncillos tradicionales” de Gakupo mejor vete antes de que vomite.

Ni bien terminó de hablar su gemela cuando el rubio salió inmediatamente de la habitación. Mas por que si se quedaba, a parte de que tendría de que limpiar, recibiría una brutal paliza. No se dio cuenta de que en el transcurso de su pequeño viaje había dejado caer algo, un sobre; Meiko que pasaba por ahí lo notó, y algo alarmada, sin mencionar que asqueada, recogió rápidamente el sobre rogando por que nadie más a parte de ella lo haya visto. Para su mala suerte no fue así.

-¿Qué tienes ahí, Meiko? –Escuchó a su espalda.

-¡Kaito, no me llegues por detrás de esa manera, ¿quieres que me de un paro cardíaco?! –Gritó asustada la castaña agarrándose con una mano el pecho y la otra escondiendo la carta en alguno de los bolsillos traseros de su short.

-Perdona, no quise espantarte –Se disculpó Kaito susurrándole al oído de la “jefa”. Como ella aún estaba de espaldas a él, aprovechó para rodearla por la cintura -¿Quieres que salgamos a dar una vuelta por el bosque, mientras el lobo no está ahí? –Rió.

-No es mala idea –Dijo encontrándose con los ojos del amante del helado, se sonrieron mutuamente como bobos enamorados, para poner más acaramelada la escena que montaban se dieron un beso.

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-Señorita Luka -¿Cuándo empezó a tomarse tantas formalidades con ella? Se preguntó –No veo motivo por el cual no acepta a mi hermano, a leguas se ve que usted le sigue gustando.

-¿Tu qué sabes?, ese tipo seguramente ha estado con varias otras mujeres y como me vio después de tanto tiempo se le hizo fácil decir que volvería conmigo –Mintió, más para si misma que para ella. Buscaba motivos para no quererlo, aunque ella también tenía la misma pregunta ¿Por qué lo hacia?

-Señorita Luka, no me está dejando más opción que lo que voy a hacer –Gakuko llevó su mano a la espalda, justo en el lugar donde guardaba su katana.

Alarmada, buscó en sus cinturón algo con que defenderse, para suerte suya aún cargaba el kunai que Gakupo le había regalado durante una convención en Akihabara. Gakuko al notar eso sonrió de medio lado, sin embargo sus ojos mantenían la tonalidad azul en su mirada. Para sorpresa de Luka, Gakuko había sacado un celular morado tenue.

-¿Quién rayos guarda un celular en su espalda? –Pensó extrañada la ninja.

-Tiene que decidir ahora, señorita Luka, usted se confiesa a mi hermano o yo le diré que usted aún lo ama.

-No te atreverías –Retó, aunque lo hizo de manera inconsciente, pues no esperaba que Gakuko realmente se lo tomara como un desafío.

-Un samurái no retrocede a su palabra. Si usted no le dice a mi hermano que lo quiere o me detiene, me encargaré de que usted nunca se una a mi hermano y que se busque a otra mujer –La voz, al igual que su rostro, eran duros.

Las primeras siete palabras que salieron de la boca de Gakuko retumbaron en la cabeza de Luka. Recordaba a la perfección ese momento, aquella frase, pero no tenía tiempo para perderse en sus memorias de nuevo. Esa chica había buscado el número de Gakupo y ahora estaba llamándole.

-¿Bueno, hermana? –Gakuko encendió el altavoz una vez le atendieron. La samurái jugaba sucio a pesar de su apariencia pasiva.

-Hola hermano –Respondió en tono dulce –Te llamo por que hay algo que es sumamente importante que sepas –Dijo tranquilamente mirando a los ojos a Luka.

-¿A si, qué es?... –Se oía curioso, pero desde su lado de la línea lo único que podía oír eran quejidos y mucho forcejeo -¿Gakuko…?

-¡No te dejaré hacerlo, soy yo quien tiene que decírselo! –Exclamó Luka tratando de arrebatar el celular de las manos de la chica samurái.

-¡Pues aproveche, hágalo ahora que está en altavoz!

-¡Pero no puedo hacerlo ahora!

Gakupo estaba confundido por lo que oía y lo estaba mas aún por el hecho de que Neru estuviera peleando con Gakuko, si ellas estaban muy contentas el día que ambas volvieron a reunirse por casualidad.

-¡Hágalo! –Prácticamente, Gakuko restregó el teléfono en el rostro de la ninja -¡Dígale que lo quiere!
-¡Aún no estoy lista! –Le tomó de la muñeca tratando de arrebatarle el teléfono, mas el forcejeo continuaba

¿Qué Neru lo quería? De todas las personas que conocía, Neru era la última que consideraba que podría llegar a amarlo. Esto era muy confuso para Gakupo, él tenía que poner sus sentimientos en orden, no podía permitir que sus sentimientos por Luka fueran afectados por una confesión indirecta por parte de su rubia amiga.

-¡Entonces se lo diré yo! –Gakuko hiso gala de su fuerza en el momento de solo tener que mover su brazo a un lado para quitarse a la pelo rosado de encima. Tal vez se había pasado, pues la chica se fue a volar a los asientos traseros -¡Hermano, la señorita Lu…!

-¡NO! –Luka partió el celular en dos con su kunai. Gakuko estaba impresionada por la determinación de la cantante -¡Eso es algo que tengo que decírselo yo en el momento que me encuentre lista!

Un pequeño momento de silencio las abrumó. Ambas se miraban fijamente, disgustadas, enojadas y sobre todo decepcionadas. Gakuko lo estaba porque su hermano se había enamorado perdidamente de alguien tan cobarde como Luka, y ella lo estaba porque una vez más no pudo confesarle sus sentimientos a Gakupo. ¿Cuántas oportunidades había perdido?

-Pues tendrá que esperar ese momento sentada. –La hermana del samurái come berenjenas salió del auto ante la mirada extrañada de Luka. –Señorita Luka, se lo advertí –La mirada de la chica, por breves instantes, se volvió de una tonalidad rojo escarlata –Usted no podrá unirse a mi hermano nunca y me encargaré personalmente de que así sea, aunque mi hermano aun la siga amando.

-¿Qué? ¡No puedes hacer eso! –Luka sintió un revuelco en su estómago.

-Obsérveme. Un samurái no retrocede a su palabra, jamás –Cerró la puerta bruscamente y corrió a otro lugar con rumbo desconocido.

Por alguna extraña razón, Luka comenzó a sentir miedo. No estaba por demás sentirlo. Aún recordaba ese momento, hace nueve años en la secundaria, en el que conoció a Gakupo.

(((Primer día de clases y aún no quería levantarse, cosa rara pues ella era de las personas que disfrutaban de la calma que desprendía el aula ese único día ya que el resto del año era un completo caos y desorden. El despertador sonaba estruendosamente y los intentos que ella hacía por ignorarlo eran inútiles. De mala gana se paró de su cama y entró al baño de su cuarto, se duchó y tomó su tiempo para limpiarse su juvenil cuerpo, aunque para la edad que tenía estaba bastante desarrollado.

-Hoy no quiero ir a la escuela.

Sus padres reaccionaron sorprendidos ante la decisión que la chica había tomado, era la primera vez que decía eso y los había tomado por sorpresa. Sin embargo, pensaron que a lo mejor aun se sentía cansada del largo viaje que hicieron de regreso de sus últimas vacaciones, por lo que no replicaron, permitieron que se quedara en casa. Eso si, su hermano no podía tener el mismo lujo que ella.

La tarde la pasó viendo la televisión, tocando el piano, la guitarra o simplemente escuchando música acostada en su cama. En cierta forma había logrado copiar la misma calma que sentía los primeros días de escuela, aunque solo fuesen algunos cuantos.

Sus padres estaban algo retrasados, no hubo mucha sorpresa, seguramente estarían trabajando tiempo extra para cubrir algunas deudas sin importancia, según ellos. Su hermano no había regresado, a lo mejor estaba entretenido con las actividades del club de música. Sin embargo, lo que no esperaba era una visita. Llamaron a la puerta un par de veces y ella no tuvo más remedio que parar ese insistente golpeteo bajando a abrir.

-¿Eh, Megurine Luka? –Preguntó un chico de más o menos su edad… bueno, su voz era de chico.

Tenía el cabello largo hasta los hombros de un curioso color morado natural, más extraño aún; sus facciones eran finas, de complexión algo atlética, pero lo que más le llamaba la atención era su voz, la frecuencia que poseía era algo grave y ligeramente aguda… hipnótica, sería la palabra que ella usaría para describirla, de tenor mas o menos.

-Si, ¿que se te ofrece? –A pesar de que trató de sonar amable, no pudo evitar dejar escapar un poco de hostilidad en su tono.

-Me mandaron a traerte unas cosas, son unas libretas y algunos libros, escuché que se olvidaron en tu casillero –Dijo el chico alejándose un poco rumbo a una bicicleta estacionada enfrente de la casa. La chica se lo quedó observando un momento y casi empezó a reír por un pequeño traspié que el joven dio haciendo que se cayera y los libros sobre de él.

-¿Estas bien? –Luka fue a ayudarlo, aunque no fue necesario ya que él se encontraba ahora de pie con las cosas en ambos brazos –Gracias –Dijo levantando ambos brazos para ahora ella cargar sus materiales de estudio.

-Me sentiré mal si dejo que una dama trate de cargar con todo esto –A pesar de que fue muy educada la forma en que lo dijo, Luka no pudo evitar refunfuñar por el machismo oculto en la frase.

-No hay problema, puedo hacerlo sola, además, debes estar cansado por tener que cargar todo eso hasta mi casa.

-Es un gusto mío el poder ayudar –Le sonrió cálidamente, cosa que le provocó a Luka un pequeño sonrojo -¿Me permitirías pasar? –Luka le abrió paso y le indicó donde poner las cosas –Por cierto, soy Gakupo, Gakupo Kamui y seremos compañeros de clase a partir de ahora –Hizo una reverencia, cosa al parecer innecesaria a los ojos de Luka)))

-Soy una idiota –Se reprochaba una y otra vez la ninja. No tuvo tiempo de seguir, el celular comenzó a sonar -¿Bueno?

-Luka, oye, ¿Dónde te encuentras? Estoy preocupado, ya estoy en casa de Meito, ¿sucedió algo?

-Ah perdona, no fue mi intención preocuparte, tenía unos asuntos que atender –Trató de calmar a su amigo, este solo suspiró de alivio desde el otro lado de la línea.

-Bien, no tardes demasiado, prepararé la cena para todos.

-Ok, voy para haya –Encendió el carro, sin embargo el siguiente comentario le hizo dudar en si avanzar o no.

-Por cierto, me encontré con una agradable sorpresa, Gakuko está aquí –Luka palideció ante eso –No se como, pero parece que se quedó dormida en la camioneta, mas extraño aún ¿no la viste acaso?, ¿estará Neru por ahí?

-No, para nada… realmente es una sorpresa –Mintió. Tal vez era lo mejor o de lo contrario tendría que explicarle varias cosas.

-Como sea, a lo mejor Neru se fue a su casa sin que te dieras cuenta. Te estaré esperando, adiós –La llamada se cortó. Luka suspiró recargando su cabeza en el asiento, estaba confundida, pero más que nada, estaba asustada.

-.-.-.-.-FIN DEL CAPÍTULO NUEVE-.-.-.-.-

Espero tardar menos a la siguiente

[Widget]

*huff* *huff*
Vine corriendo hasta aquí y cada vez muero (y revivo) de la curiosidad de saber q sigue pasando aquí xD

Esos len y Rin están pasaos!!!
El simple hecho de lo q hicieron me hizo reír xDd

Y como gakupo pudo ser tan idiota y no reconocer la voz de Luka? XD


Conti!!

[Dimencio]

Y pues mucha ausencia. Seguiré actualizando esta cosa solo por mi buena amiga Widget jeje

10. Entiéndeme.

-¡Qué bueno que llegas, estábamos a punto de servir! –Saludó Kaiko, la prima de Kaito.

Una chica de cabello azulado, más oscuro que el de su primo y mucho más pequeña que él. Vestía en ese momento una camisa sin mangas color verde-agua con estampado de helado en el centro, una minifalda de la misma tonalidad de su cabello y la bufanda que caracterizaba a los Shion rodeaba su cuello atado en un moño a un costado.

-Espero no causar muchas molestias –Dijo Luka entrando a la casa.

El interior no era la gran cosa, de hecho la casa entera no lo era. El edificio era de un solo piso, con dos habitaciones, un estudio, un cuarto de baño y sala-comedor. Las recámaras tenían una cama matrimonial, ambas estaban separadas por el baño y el estudio. El interior estaba pintado de color azul suave, mientras que el exterior era rojo carmesí. Un librero, televisor, sillones y una que otra pintura o cuadro adornaban la parte de la sala; la mesa, sillas, un florero, el refrigerador, la estufa y alacena eran parte del comedor.

Kaiko y Meito llevaban dos meses de casados, por eso no vivían con los demás de su grupo como lo hacían Gakupo y Luka. A pesar de que Kaiko era dos años menor que su primo, tenía la mayoría de edad y por consiguiente podía casarse; ningún Vocaloid se opuso a su matrimonio, es más, sirvió de excusa para que Kaito y Meiko decidieran unirse de una vez y para siempre.

-Señorita Luka, que bueno que vino con bien –La saludó Gakuko amablemente. Gakupo al escuchar la palabra “señorita” de la boca de su hermana palideció casi al instante, por lo que tomó a Luka de la mano y la adentró a una de las recámaras.

-¿Qué te ocurre? –Preguntó enojada la ninja.

-¿Desde cuando Gakuko te dice “señorita”? –Ignoró Gakupo el comentario de Luka y soltó otra pregunta.

-No entiendo, ¿Qué tiene de malo que se tome esa formalidad conmigo?, se supone que tú también deberías decirme así.

-No entiendes, además tú me diste permiso de dejar de llamarte señorita hace tres meses.

-Pues supongo que me gustaría que volvieras a llamarme así –Soltó socarronamente.

-Como sea, eso no es lo importante –Gakupo suspiró –Que mi hermana te trate de “usted” significa solo un par de cosas: que la hayas hecho enojar bastante, y venganza.

-No estoy de humor para juegos, enserio Gakupo, deja de comportarte como un niño y de exagerar las cosas –Dijo enojada.

-Déjame explicarte las cosas de buena manera, por favor –En los ojos del samurái se podía ver claramente que se encontraba muy preocupado. Ciertamente Luka estaba contenta por eso, pero ya tenía demasiadas malas noticias como para aguantar otra.

-Que sea rápido –Dijo en un hilo de voz.

-Primero debo saber que es lo que le hiciste a Gakuko –Bien, realmente no quería decirle que clase de cosas habían pasado en la camioneta.

-Discutimos –Murmuró.

-¿De qué discutieron exactamente? –Indagó. Realmente era un entrometido.

-Sobre… -Posiblemente no tendría otra oportunidad para decirle lo que sentía, considerando que Gakuko era tan obstinada como su hermano, se las tendría negras a partir de ahora.

-Sobre… -Insistió Gakupo.

-(Sobre ti) Sobre un chico… -Otra oportunidad tirada a la basura ¿Por qué no se lo decía y ya?

-Bien, eso tampoco ayuda, Gakuko no es de la clase de personas que se enamoran de la primera persona que ve.

-Si supieras –Musitó, pero Gakupo logró oírla.

-Pues me da curiosidad –Celos, realmente –Saber quien es el joven afortunado que posiblemente les robó el corazón a ambas –Se notaba irritado en su voz. Por fuera Luka lo veía extrañada, por dentro se sentía contenta de que la estuviera celando… aunque eso incluía posiblemente a su hermana también.

-Pues puedo decirte como es –Se le había ocurrido que, como ella no tiene el coraje de declarársele, era preferible acorralarlo a él a decirle que la ama. Una buena idea, pero alguien había adivinado sus intenciones observándolos desde una abertura de la puerta.

-Adelante –Sonreía, tristemente, pero lo hacía. Alguien se le había adelantado, pero un dicho dice “conoce a tu enemigo como a ti mismo”; podría sacar ventaja de ello, tal vez, un golpe de suerte.

-Él es… alto, tiene el cabello largo, ojos muy bonitos, me invitan a perderme en ellos; parece niña y chilla como una, pero es una muy buena persona, y tiene unos labios que realmente deseo besarlos –Lo describía a él, rogando que Gakupo se diera cuenta enseguida.

-Ya veo –Bajó la mirada, realmente estaba enamorada de ese sujete. Pobre Gakupo, no tenía idea –¿Cuál es su nombre? –Se atrevió a preguntar con un fuerte dolor en su pecho.

-Aún falta decirte como es su carácter –Decidió alargar la conversación, pues si decía su nombre… las cosas no saldrían conforme a su plan.

Mientras tanto, Gakuko se mantenía paciente, a la espera de una oportunidad para intervenir y hacerle bajar puntos a Luka. Esperar era algo riesgoso, si bien sabía que Luka en este momento estaba lastimando a su hermano, en el momento que él ya no aguantara o a Luka se le terminaran las excusas y cuentos acerca de su “enamorado”, ambos, se sincerarían y terminarían juntos. No iba a permitir algo como eso.

-Adelante, supongo que a ambas les importa más el interior, ¿no es así? –Dijo Gakupo en un esfuerzo por no dejar escapar una lágrima, afortunadamente su amiga de cabello rosado no se daba cuenta de eso, por lo que disimuladamente retiró la gota de agua salada de su ojo.

-Es un idiota, un pelmazo, blandengue y pervertido, pero es lo que más me gusta de él, porque también es confiable, honrado, noble, sincero y… un gran amigo –Dijo Luka bajando la cabeza sumamente sonrojada.

-¿Lo conozco?

-Mejor que nadie.

-¿Vive con nosotros? –Luka asintió con la cabeza acercándose levemente al rostro de Gakupo.

Gakuko no iba a permitir que esto llegara a más, por lo que tomó la perilla de la puerta para abrirla completamente e interrumpirlos. Cuando apenas se estaba levantando del todo, en ese momento Kaiko la tiró sin querer y entró a la habitación. Gakuko estaba algo mareada por el golpe, tumbada en el suelo boca abajo.

-Chicos ¿qué tanto hacen aquí?, bajen o la comida se enfriará –Luka se separó bruscamente de Gakupo, no había notado que estaba peligrosamente cerca de los labios del samurái, sintiendo claramente el aliento de berenjenas del cantante –¿Interrumpo algo?

-No… nada, ya íbamos para allá –Dijo Luka corriendo a la cocina, saltando a Gakuko –Eso estuvo muy cerca.

-Gakuko no deberías estar durmiendo en el piso –Al parecer, Kaiko no se había dado cuenta de que ella estaba espiándolos, algo extraño sin duda alguna.

-Vamos hermana –Inquirió Gakupo cargando a su hermana en su espalda, ella seguía un tanto ida, pero se le pasaría después de comer.

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-Bien, nosotros preparamos la habitación para dos personas, no creí que llegara una de más –Dijo Meito tras lavar los platos de la cena, viendo un poco extrañado al trío que ahora hospedaban.

Meito, el hermano mayor de Meiko, al igual que su hermana, tenía el cabello castaño y corto, sus ojos eran cafés con ligeros tintes de rojo escarlata. Vestía un chaleco de cuero con una playera blanca de manga corta debajo de este y unos shorts blancos.

-Lo siento, mi hermana tenía muchas ganas de venir –Se disculpó Gakupo haciendo una pronunciada reverencia –Ya nos acomodaremos. Yo dormiré en el sillón y que Gakuko y Luka duerman en el cuarto, ¿les parece bien? –En ese momento el teléfono sonó.

-Un momento –Pidió Meito yendo a su habitación. Volvió tras unos breves momentos.

-¿Entonces?

-Realmente esperaba que tu y Luka compartieran habitación, hemos tenido una horrible gotera en la sala desde hace unos días –En ese momento, Kaiko pasó con un par de cubetas vacías y las colocó en algunos puntos no específicos.

-Pero si no vi ninguna nube –Dijo Luka un poco extrañada, ¿goteras, de verdad?

-Por que llueve de noche –Apresuró a decir Meito.

Gakuko para ese momento se había escurrido, sin que lo notaran, rumbo a la habitación de Meito. Estuvo buscando nada en especial, solo tenía la manía de hurgar las cosas sin el permiso de sus dueños, así había sido desde pequeña y seguramente lo sería ahora.

La habitación no era muy diferente de la otra donde había visto a su hermano y a la ninja charlar. La cama matrimonial que compartían todos los casados en el centro, una mesita de noche a un costado y sobre este un teléfono, un tocador enfrente de la cama con espejo y maquillaje encima, y un pequeño ropero en una de las esquinas de la recámara. El otro cuarto tenía casi lo mismo, a excepción de la mesita de noche y el teléfono.

-Con que así es la habitación de un recién casado –Si es que a dos meses de cadena perpetua se le puede decir “recién” –Es muy bonito –Se dijo a si misma sentándose en la cama.

Para ese momento el teléfono comenzó a sonar. Tenía dos opciones, esconderse para que no la notaran o contestar. Optó por la segunda. Sintió su suerte mejorar pues no escuchó otro timbre en la casa a parte del que oyó en esa habitación; Gakuko tenía un excelente sentido del oído y muy bien desarrollado.

-Hola, Meito, olvidé comentarles algo –Gakuko guardó silencio, con un sonido gutural trató de dar a entender que estaba escuchando. Se trataba de Luki –Bien, ya que Gakuko está ahí las cosas cambiarán un poco…

-¿Gakuko? –Kaiko había entrado a su habitación y se sorprendió un poco de ver a la chica samurái con el teléfono en mano. Algo dudosa, pero más que nada indignada, fue con paso firme a donde se encontraba ella.

-Discúlpeme Kaiko, pero tenía una llamada y esperaba que me dijeran quien era para darles un mensaje –Se excusó colgando tras de si.

-A bueno –La respuesta de Gakuko le pareció convincente, además, no vio en su rostro del menor indicio de que estuviera mintiendo.

-Lamento de verdad haber entrado a su habitación sin permiso, discúlpeme –Hizo una reverencia para demostrar lo “arrepentida” que estaba.

-No hay problema, le he dicho a Meito varias veces que necesitamos otro teléfono pero el muy necio no me hace caso y deja las cosas para último momento. A veces me pregunto si hice bien en casarme –Ese fue el inicio de una gran charla, sin embargo, la chica de cabello violeta la escuchó atentamente.
Gakuko había hecho una amiga y eso la hacía enormemente feliz.

-.-.-.-.-FIN DEL CAPÍTULO DIEZ-.-.-.-.-