—Si, es muy bonita — la tela no era ni muy fina ni muy gruesa, pero era un naranja brillante con estampados de pequeñas rosas del mismo color que le daba una apariencia delicada. Esa la usaría para la falda.
En eso Lia compró todo lo necesario para su vestuario.
—Los espero afuera— les dijo.
— ¿Ya, tan rápido?
—Exacto. Los espero enfrente —al salir hacia afuera, lo que pudo ver en la tienda de manga y anime, era una cabellera muy conocida. Atada en una cola de caballo. Con cintas rojas… pelo violáceo — ¡JODER! — se le escapó.
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Si es que puedes , princesita.