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Autor Tema: Pornografía  (Leído 13959 veces)

.Nico. Desconectado
« en: Mayo 10, 2012, 08:02 pm »

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Pornografía
« en: Mayo 10, 2012, 08:02 pm »
El planteamiento es simple:

Muchos piensan que la pornografía es un problema social que se tiene que erradicar, pues varias de las acciones realizadas en ellas ponen en peligro la salud mental de las personas, mientras más violenta o exagerada sea ésta; o que la masturbación ligada a ella repercuta en el buen desempeño de su propia sexualidad (como la eyaculación precoz). Mientras que otros, afirman que es una manera de dejar salir deseos sin consecuencias que impacten su vida (embarazos, enfermedades...). Aunque otros, una minoría, acepta que es entender el arte de la sexualidad humana en su forma más salvaje y animal, sin embargo, esto no implica que la masturbación deba estar unida a la pornografía.

¿Y qué crees ?


Quiero ser más...

¿Más qué?

No sé, simplemente... más.



Azathoth Desconectado
« Respuesta #1 en: Mayo 31, 2012, 01:15 pm »

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Re:Pornografía
« Respuesta #1 en: Mayo 31, 2012, 01:15 pm »
La pornografía sirve, esencialmente, para complacer fantasías sexuales que de otra manera no se podrían realizar.

La gente es libre, y por esa misma libertad esta en su derecho de hacer lo que le pegue la gana mientras no irrumpa en los derechos de otros. Esto incluye, por supuesto, ver vídeos porno.

Y yo pondría en seria discusión la posición de aquellas personas que creen que la pornografía hace daño a la mente de las personas. Digo, yo podría decir que quienes no ven están mal de la cabeza, y tendría exactamente los mismos argumentos para sustentarlo.

DarkHime
« Respuesta #2 en: Agosto 06, 2012, 06:48 am »

Re:Pornografía
« Respuesta #2 en: Agosto 06, 2012, 06:48 am »
La pornografía sirve, esencialmente, para complacer fantasías sexuales que de otra manera no se podrían realizar.

La gente es libre, y por esa misma libertad esta en su derecho de hacer lo que le pegue la gana mientras no irrumpa en los derechos de otros. Esto incluye, por supuesto, ver vídeos porno.

Y yo pondría en seria discusión la posición de aquellas personas que creen que la pornografía hace daño a la mente de las personas. Digo, yo podría decir que quienes no ven están mal de la cabeza, y tendría exactamente los mismos argumentos para sustentarlo.

Uuu, qué interesante. Concuerdo en que las personas son libres de ver o hacer lo que les plazca, pues es como dices, la libertad es para eso y es esa la razón por la que no juzgo a nadie, ni a los que ven ni a los que no la ven.

Lo único que sí me atrevo a hacer, es a decir: Tengan cuidado con lo que ven.

En enero del año 89, Theodore Robert Bundy, perpetrador de una serie de asesinatos, fue ejecutado en la silla eléctrica de la Prisión Estatal de Florida (E.U.A.). A él se le había vinculado con la muerte violenta de 36 mujeres, aunque las autoridades sospechan que la cifra de víctimas pudiera ascender a 100.

En una entrevista antes de su ejecución, Bundy confesó que la pornografía estuvo entre los factores más influyentes en su comportamiento criminal. Según su entrevistador, el Dr. James Dobson, “a los 12 o 13 años de edad él empezó a hallar pornografía en las farmacias, hasta al andar por las calles, y así se hizo adicto; quedó obsesionado”, informa el Daily News.

La confesión de Bundy es como la de Arthur Gary Bishop, otro asesino convicto que fue ejecutado en el 88 (y abuso sexual) de cinco niños. Según The Tribune, periódico de San Diego, California (E.U.A.), Bishop alegó que “la pornografía había sido ‘devastadora’ para él como niño y lo llevó al desastre”. Bishop citó a un sicólogo que, durante la vista de su caso, testificó que “cuando la gente se hace adicta [a la pornografía] se intensifican sus deseos y se endurecen sus sentimientos normales, y la gente tiende a poner en práctica lo que ha visto”. Bishop admitió: “Eso fue lo que me pasó a mí. Soy un pederasta homosexual convicto de asesinato, y la pornografía fue un factor determinante en ello”.

Los defensores de la pornografía sostienen que se trata de una forma de libre expresión y tachan a sus detractores de puritanos. Algunos dicen que la gente no debería avergonzarse de su orientación sexual ni de sus deseos  La pornografía puede usarse para entablar y fomentar conversaciones francas sobre sexo.”  Algunos incluso afirman que la proliferación de la pornografía es el sello distintivo de una sociedad sana y tolerante. El escritor Brian McNair señala: “La sociedad que tenga la madurez de soportar imágenes explícitas del acto sexual entre adultos que dan su consentimiento se sentirá más a gusto con la diversidad sexual y la igualdad de la mujer”.

Como sabemos, el término pornografía describe el material sexualmente explícito —ya sea en forma de imágenes, texto o audio— que busca excitar al lector o espectador. A pesar de lo que dicen sus defensores, la pornografía tiene graves repercusiones en el comportamiento sexual de la gente, así como en su visión del sexo. Los investigadores de la National Foundation for Family Research and Education (Fundación nacional para la investigación y educación de la familia) concluyeron que “quienes están expuestos a la pornografía tienen más probabilidades de desarrollar tendencias sexuales anormales”. Según el informe de la mencionada fundación, “el mito de la violación —según el cual los violadores son personas normales y las mujeres son las culpables de que las violen y disfrutan con ello— es muy común entre los hombres que consumen habitualmente pornografía”.

Algunos investigadores afirman que la constante contemplación de material pornográfico puede inhibir el deseo del individuo de mantener relaciones sexuales con su cónyuge e impedir que estas le satisfagan. El doctor Victor Cline, especialista en el tratamiento de sexoadictos, ha observado que esta adicción suele evolucionar siempre de la misma forma. Si no se le pone freno, lo que comienza de manera accidental conduce con el tiempo a pornografía cada vez más dura y aberrante, lo cual a veces lleva a una conducta sexual anormal. Y los estudiosos del comportamiento humano concuerdan con esta teoría. El doctor Cline informa que “así pueden surgir distintos tipos de desviación sexual [...,] que ni un abrumador sentimiento de culpa logra corregir”. Con el tiempo, el adicto quizá intente hacer realidad sus fantasías inmorales inspiradas en la pornografía, con consecuencias devastadoras.

La adicción al sexo se produce de forma gradual e inadvertida, sostiene Cline. “Como el cáncer —añade—, sigue creciendo y esparciéndose. Casi nunca se detiene, y también es muy difícil de tratar y curar. Con frecuencia, el adicto niega su problema o no quiere hacerle frente, lo cual casi siempre termina en desavenencias maritales, a veces el divorcio, y en ocasiones, la ruptura de otras amistades íntimas.”

Las estadísticas muestran que los mayores consumidores de pornografía son muchachos de entre 12 y 17 años. De hecho, para muchos, esta es su principal fuente de educación sexual, lo cual tiene alarmantes repercusiones. Un informe señala: “En el mundo de la pornografía no hay adolescentes embarazadas ni enfermedades de transmisión sexual como el sida, lo que induce a pensar erróneamente que los actos presenciados no acarrean consecuencias negativas”.

Según algunos investigadores, la exposición a la pornografía también puede afectar el desarrollo normal del cerebro del niño. La doctora Judith Reisman, presidenta del Institute for Media Education (Instituto de educación periodística), concluye: “De acuerdo con ciertas observaciones de índole neurológica, la respuesta instintiva del cerebro a las imágenes y sonidos eróticos indica que la contemplación de pornografía es un suceso significativo desde el punto de vista biológico que anula el consentimiento informado, y que es pernicioso para la mente influenciable de los niños, pues hace peligrar su comprensión de la realidad y, como consecuencia, su salud física y mental, su bienestar y su búsqueda de la felicidad”.

La pornografía moldea la actitud y el comportamiento de las personas. Los mensajes que transmite resultan tentadores, principalmente porque son pura fantasía, y como tales, son más atractivos que la realidad. Quienes ven pornografía tienen expectativas poco realistas, por lo que suelen arruinar sus relaciones.

Esta adicción puede destruir la confianza y la sinceridad, cualidades indispensables en una pareja. Puesto que la pornografía suele verse en secreto, quien lo hace se ve obligado a mentir a su pareja. Cuando esta se entera, se siente traicionada y se pregunta por qué su cónyuge ya no la encuentra atractiva.

En fin, cada quien.

Como se ve, la información no me pertenece, pero su instrucción la he hecho mía.

Saludos.


Azathoth Desconectado
« Respuesta #3 en: Agosto 18, 2012, 07:54 pm »

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Re:Pornografía
« Respuesta #3 en: Agosto 18, 2012, 07:54 pm »

La pornografía moldea la actitud y el comportamiento de las personas. Los mensajes que transmite resultan tentadores, principalmente porque son pura fantasía, y como tales, son más atractivos que la realidad. Quienes ven pornografía tienen expectativas poco realistas, por lo que suelen arruinar sus relaciones.



Falacia non sequitur. Y por montones. Como por ejemplo, afirmar que quienes ven pornografía tienen expectativas poco reales. No hay relación alguna entre la premisa y su supuesta conclusión

El estudio que se hizo de Bundy tuvo un fuerte sesgo causado por la sociedad de ese momento. Era un caso excepsional en su tiempo. Un claro ejemplo es ver quiénes escribieron las afirmaciones sobre Bundy en su momento. La mayoria de ellos, quienes vinculaban de forma directa la necesidad de Bundy por ver pornografía, eran fanaticos religiosos (Religión e intolerancia...que novedad).

Mística
« Respuesta #4 en: Noviembre 15, 2012, 11:04 am »

Re:Pornografía
« Respuesta #4 en: Noviembre 15, 2012, 11:04 am »

La pornografía moldea la actitud y el comportamiento de las personas. Los mensajes que transmite resultan tentadores, principalmente porque son pura fantasía, y como tales, son más atractivos que la realidad. Quienes ven pornografía tienen expectativas poco realistas, por lo que suelen arruinar sus relaciones.



Falacia non sequitur. Y por montones. Como por ejemplo, afirmar que quienes ven pornografía tienen expectativas poco reales. No hay relación alguna entre la premisa y su supuesta conclusión

El estudio que se hizo de Bundy tuvo un fuerte sesgo causado por la sociedad de ese momento. Era un caso excepsional en su tiempo. Un claro ejemplo es ver quiénes escribieron las afirmaciones sobre Bundy en su momento. La mayoria de ellos, quienes vinculaban de forma directa la necesidad de Bundy por ver pornografía, eran fanaticos religiosos (Religión e intolerancia...que novedad).

xDDD.

La pornografía parece tan inofensiva al principio, ¿verdad? Pero no es así. La pornografía es nociva, es perversa y es degradante para todos. Pese a lo que digan sus defensores, no tiene nada, absolutamente nada, de positivo. Las imágenes de la pornografía se graban en la memoria y sus recuerdos están ahí en la mente, acechando, destruyendo el amor propio y haciendo sentir sucia y despreciable a la persona, porque nunca  se le olvidan tales escenas, y cuanto más se piensa en ellas, más se desea hacer lo que se ha visto.

No, yo jamás he visto pornografía, pero he conversado con muchas personas que la han visto, he visto el efecto devastador que ha hecho en esas personas. No se trata de religión, Azat, y no entiendo por qué siempre estás metiendo la religión en todos los asuntos. Muchas de las personas con las que he conversado son ateas, y no obstante, el hábito de ver pornografía ha arruinado sus vidas de pareja y de amistad, así que tampoco se trata de intolerancia, sino de advertir que tengan cuidado con lo que ven, porque a mí sí me interesa el bienestar de mi semejante, su bienestar físico y mental, ahora bien, el hecho de que advierta sobre sus efectos, no significa que deben tomar en cuenta esta advertencia a la fuerza, porque como siempre he dicho, cada quien es libre de elegir.

Ahora bien, ¿por qué advierto de sus consecuencias? Quizás alguien aquí piense que nadie pidió mi consejo, que no lo necesitan o cosas así y eso es verdad, respeto sus pensamientos, pero es posible también que haya alguno que sí desee saber los contra de esta degradante adicción, si es que no lo sabe todavía, por un lado, y por otro, mi forma de ser no me permite ser tan egoísta y debo compartir lo que sé, porque así como a mí me ha beneficiado el tener conocimiento de ello, puede beneficiarle a otro.

Disculpen, continúo con el tema: Cuando los arqueólogos de la época victoriana comenzaron a excavar sistemáticamente en las antiguas ruinas de Pompeya, se toparon con algo que los horrorizó. Esparcidas entre los hermosos frescos y demás obras de arte, había numerosas pinturas y esculturas eróticas. Las autoridades, consternadas por la naturaleza escabrosa de los hallazgos, los almacenaron en museos secretos. A fin de clasificarlos, acuñaron el término pornografía (del griego pornográphos, “el que describe la prostitución”). Hoy día, también se define la pornografía como “descripción escrita o representación real o visual de cuerpos humanos desnudos en actitudes relacionadas con el sexo y, por lo general, para despertar la morbosidad del lector o espectador”.

Desde el momento de que a la pornografía se le vincula con el morbo, cuyo significado de acuerdo al diccionario, es: Tendencia obsesiva hacia lo desagradable,lo cruel,lo prohibido, no puede ser una práctica saludable, además, en vez de representar las relaciones sexuales como una bonita e íntima expresión de amor entre un hombre y una mujer casados, la pornografía rebaja y distorsiona el acto sexual. Da a entender que las aventuras amorosas y las relaciones sexuales pervertidas son emocionantes y aconsejables. Asimismo, concede gran importancia a la gratificación personal y poca o ninguna a los sentimientos de la otra persona.

La pornografía presenta a mujeres, hombres y niños como meros objetos de placer sensual. Un informe comenta: “La belleza la determinan las dimensiones de algunas partes del cuerpo, lo cual crea expectativas poco realistas”. Y otro estudio añade: “Comunica la idea de que las mujeres son figuras anónimas y sin personalidad, juguetes sexuales siempre a la espera de un hombre, que se desnudan y exhiben el cuerpo por dinero y por diversión. Por tanto, el mensaje que trasmite la pornografía jamás podrá conciliarse con la igualdad, la dignidad y la humanidad”.

Pero no solo eso,  hay otro factor que debe tomarse en cuenta. Como sucede con cualquier otro estímulo impropio, lo que al principio pudiera excitar a una persona, deja de hacerlo enseguida. “Con el tiempo —dice un escritor—, el consumidor de pornografía necesita material más explícito y más degradante [...]. Quizá presione a su pareja para que participe en actos sexuales cada vez más extraños [...], y su capacidad de expresar afecto disminuye.” ¿Les suena a pasatiempo inofensivo?

La pornografía no tiene nada de inofensivo. Es explotadora y corruptora. Puede destruir las relaciones pervirtiendo la expresión natural e íntima de la sexualidad y convirtiéndola en el objetivo de curiosos enfermizos. Envenena la mente de quien sucumbe a ella. Fomenta el egoísmo y la codicia, y enseña a ver a los demás como objetos que solo sirven para satisfacer deseos lascivos. La pornografía es una plaga que ha invadido al mundo.


¿Falacias, Azat? Hahaha, si tú lo dices ewe. Tengo en mi haber muchos testimonios... falaces xDD.
Bien, cada quien es libre de vivir con sus plagas, si quiere.


Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.


.Nico. Desconectado
« Respuesta #5 en: Diciembre 31, 2012, 09:56 pm »

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Re:Pornografía
« Respuesta #5 en: Diciembre 31, 2012, 09:56 pm »

Pero no solo eso,  hay otro factor que debe tomarse en cuenta. Como sucede con cualquier otro estímulo impropio, lo que al principio pudiera excitar a una persona, deja de hacerlo enseguida. “Con el tiempo —dice un escritor—, el consumidor de pornografía necesita material más explícito y más degradante [...]. Quizá presione a su pareja para que participe en actos sexuales cada vez más extraños [...], y su capacidad de expresar afecto disminuye.”

Totalmente de acuerdo, es igual que la excitación de los juegos en un parque de diversiones, lo que te gustaba cuando tenías diez no te gustará igual al tener veinte, y en lo personal, siempre busco más y más emoción. Además, no tengo mucha fuerza de voluntad para dejar algo, así que mejor evito.

Creo que es el mejor argumento de todos; la pornografía es demandante y exige cosas cada vez peores, para satisfacer el morbo natural de las personas.

Sin embargo, he conocido chicos que se limitan bastante y logran mantener un equilibrio, aunque, sinceramente, dudo que dure mucho si son demasiado activos.

Adieu.


Quiero ser más...

¿Más qué?

No sé, simplemente... más.



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