Gabrielle no pudo evitar reír.
—Era de esperarse—miró su cuerpo, estaba muy bien formado. Notó las numerosas cicatrices, pero no preguntó, tenía una cierta idea de cómo se las había hecho.
.Chris y Sam.
Chris frunció el ceño ante la orden, sin moverse ni un ápice.
—¿Para qué? —gruñó.
—Ven, vamos—Sam lo jaló del brazo, obligándolo a caminar.