Bien hola a todos, pues aqui vuelvo a subir este fic, la mayor parte de ustedes seguramente ya lo han leido, y se que quieren el siguiente capi. Bien aqui ire colgando poco a poco los Links, de cada capi, y pronto el nuevo.
Aquel que quiera unirse, puede mandarme un MP, y yo le enviare de regreso la informacion y la ficha a llenar. Por lo pronto aqui si cabe el primer capi asi que aqui se los dejo, saludos a todos y gracias por seguir leyendo.
[spoiler]Misión 1: Arrive
Era una mañana soleada como pocas en aquella fría ciudad. Se podía apreciar en todo su esplendor desde aquel amplio ventanal ubicado en uno de los edificios más altos. Dentro en uno de los últimos pisos, la puerta de aquella oficina se abrió, entrando la luz del pasillo en ella para contrastar con los tibios rayos de sol que se filtraban por la ventana.
El interior de la oficina era espacioso, con el suelo alfombrado para disminuir el sonido de los pasos que se hace al caminar. Las paredes se hallaban pintadas en un color claro para mejorar la iluminación. Ahora ya no estaba amueblada, aunque las sombras de un largo sillón, varias sillas y las de algunas macetas habían quedado marcadas en las paredes y en la alfombra. El único mobiliario aun existente se componía de un escritorio de aluminio pintado de gris, con la superficie cubierta por una losa gruesa de vidrio, de dos a tres centímetros de espesor y una silla, tapizada en cuero negro, giratoria y reclinable, se hallaba con el respaldo hacia el ventanal, como si alguien estuviera cómodamente sentado disfrutando del paisaje que en ese momento se componía de un cielo azul con pocas nubes que se desplazaban lentamente como hebras de algodón, pero estaba vacía.
La persona que se dispuso a cruzar el umbral hecho un cauteloso y meticuloso vistazo paseando la mirada de esquina a esquina, que aunque aparentemente el lugar se hallaba vacío no estaba por demás ser precavido para evitar cualquier desagradable sorpresa. Una vez que se aseguro de ello, cerro la puerta con tiente y comenzó a andar hacia el escritorio, se detuvo por un instante y luego dio una vuelta por toda la habitación, buscando algún tipo de trampilla oculta, pero no encontró nada, suspiro satisfecha. Regreso hacia el escritorio y volvió a detenerse para admirar la amplitud de la estancia, se aproximo al ventanal quedándose ahí de pie por un momento, observo su reflejo en el vidrio: el de una joven de larga cabellera azul celeste, complexión delgada, piel blanca, ojos de un azul intenso, parecidos a los de una botella de vidrio, sonrío contenta, luego aspiro hondamente percibiendo el aroma de humedad, libros viejos y frescura marina, todos mezclados a la vez creando una atmosfera familiar quedando impregnado en cada rincón. Cerró los ojos momentáneamente para escuchar con atención toda clase de sonidos desde el mínimo aleteo de una mosca que rondaba por ahí, hasta el bullicio de los automóviles y la gente que iba deprisa de un lado proveniente de la calle. Cuando los abrió de nuevo, ladeo la cabeza divisando la silla de reojo, se dio la vuelta dando unos cuantos pasos y se sentó en ella, poniendo la punta de los pies en el suelo empezó a girar en ella como lo haría un pequeño que se divierte con tan simple juego, luego de unas cuantas vueltas, las suficientes como para no perder el equilibrio, se detuvo en seco con las manos puestas en el escritorio. Fijo la mirada en la superficie de vidrio, lisa, tan limpia similar a una fina película de agua sobre una pecera; sonrío entre divertida y con una mueca de resignación.
En el había dos sobres, uno amarillo del tamaño de una hoja blanca de papel y el otro estaba encima de este uno mas pequeño que por el diseño, supuso que contendría una carta; lo tomo para darle la vuelta y ver el remitente, dibujado sobre el papel mate encontró un símbolo con varios elementos en el: dentro de un circulo las letras a y erre en mayúsculas se encontraban unidas, atravesadas de derecha a izquierda por una línea horizontal que pasaba por el centro de ambas letras y sobresalía a los lados. Por debajo de la línea en los lados sobrantes, había otras seis mas dispuestas en forma vertical, que al acercarse y verlas minuciosamente la forma de aquellas líneas azuladas se volvían pequeñas gotas de agua asemejando a una lluvia. Después de analizarlo, lo abrió por un lado sacando una hoja de papel, muy bien doblada. Con cuidado la desdoblo alisándola contra la superficie del escritorio, una vez que quedo extendida se revelo su contenido, estaba escrita en una especie de encriptación. Para cualquier otra persona que llegara a leerla simplemente le parecerían palabras puestas al azar una encima de otra subrayadas por una tenue línea de un lápiz, sin embargo para aquellos con el entrenamiento adecuado, el mensaje estaba totalmente claro. Soltó un suspiro despreocupado reclinando la silla y recargando su peso sobre el respaldo en una posición mucho más cómoda. Leyó mentalmente entre líneas.
¡Hola, holitas Lit-chan!
¿Cómo estas? Se que bien je. Ahora iré a la formalidad. Me supuse que sabrías donde encontrar esta información ¿correcto? Siempre has sido una persona bastante hábil e inteligente, pero eso ya lo sabes. En realidad no fue nada difícil una vez que se me ocurrió la idea de cómo entregártela. Además nuestro último juego no fue tan divertido como pensaba, dejar en un memorama las instrucciones precisas para una misión no es muy práctico que digamos…
La chica hizo una breve pausa, para recordar, puso en blanco los ojos como admitiendo aquella exasperación de ese instante. En verdad aquel hombre no era nada bueno con los juegos de mesa y mucho menos con uno en el que tenia que recordar la posición de los objetos, soltó otro suspiro y volvió a leer.
Es mejor de esta forma ¿no crees? En fin, como sea ahora iré al grano, si, ya se, ya se, sé que siempre he sido de aquellos que hacen mucho ruido con pocas nueces ^__^, pero como tu comprenderás con algo mas tenia que rellenar la falta del ímpetu intelectual que en este momento no fluye demasiado para formar ideas tan elaboradas —un carraspeó para aclararse la garganta y continuar—: bueno, debo admitir que hay algo de eso en ti también *___* y por ello me siento orgulloso. Bien, luego de tan amplio monologo, en el sobre amarillo encontraras tu próxima “misión”, pero te adelantare lo que tienes que hacer antes de que enclaustres tu atención en lo demás.
Durante esta semana tu obligación será hacerte cargo de unos visitantes muy peculiares, en realidad agentes que hemos reclutado através de los años y hace tiempo, las indicaciones adicionales vienen anexas al contenido del sobre amarillo, oculta en las imágenes para ser exacto —Litio desvío la mirada al sobre que tenia enfrente y prosiguió con su lectura—: Los documentos presentes muestran toda la información que necesitas sobre los agentes de esta organización, al menos de aquellos que formaran parte de la nueva restructuración. Algunos de ellos han sido entrenados arduamente para el mismo propósito que tú tienes y otros tantos han trabajado con nosotros, incubiertos, desde sus propios países y de vez en cuando del nuestro. De cualquier manera todos forman parte de lo mismo. Como veras por ahora simplemente he puesto al reverso de las fotografías su nombre clave por el cual los identificaras y ellos a ti (aunque no estoy muy seguro que pueda concordar con la imagen ya que, como bien sabes, puede variar debido a que pueden estar de incógnitos o pasar desapercibidos ante la gente), como sea confío en tu buena intuición para identificar quien es quien. Soy creyente de tus corazonadas y eso te da puntos extras *V*.
Cada uno de ellos, deberán estar llegando al aeropuerto central, entre hoy y mañana alrededor de las 1200horas. Depende de ti estar a tiempo ahí para recibirlos. Confío en que no llegaras tarde ¿cierto?
—Y ahora me lo dice cuando son las 11:30 de la mañana —se dijo para si Litio al ver la hora en su reloj de pulso, murmurando algo mas en japonés y francés sin estar molesta.
Una vez que todos hallan llegado, reúnelos. Cada uno de ellos ha sido asignado a un grupo de tácticas. Me parece que están dentro de los Groups Rain al cual perteneces y a Fire y Land, los únicos disponibles después de lo desastroso que resulto ser el equipo Wind y de lo pocos eficaces que eran los Iron los reducimos solo a esos tres, pero ya sabrás a cual pertenecen una vez que los veas ¿cierto?
En cuanto al tipo de Assassin, mis fuentes no fueron muy especificas, sin embargo para mantener el equilibrio de ataque en cada misión, creo que el orden es el siguiente: tres Hunters (si lo sé ellos debían ser mas, pero nunca pude controlar del todo a Su-chan, asi que por eso solo son tres), continuando con esto hay tres Dropice (si ellos, bien creo que seran utiles aunque sean pocos, no se que mas decir, creo que esta selección proviene de tu amiga Sa-chan, asi que…) siguiendo con el conteo son tres Shadows (contrario a los anteriores esta vez quise seleccionar solamente algunos de este tipo, no sé, creo que estarán equilibrados si, nuestro contacto estrella maneja la situación, sino por lo menos podrás hacer algo en dado caso que se te salgan del morral, tu sabes como suelen ser ¿verdad?) Y bueno por ultimo pero no menos importante, contándote a ti misma, tres Kutte seran (ja hable como el maestro Yoda en la guerra de las Galaxias y quien no). Cada vez que se solicite de sus servicios se les contactara por medio de una clave que es: sanban-yoban).
Así que espero que hagas un excelente trabajo.
Por ultimo te aviso que te veré dentro de ocho meses y medio, mandare a dos asesores para que te ayuden, si así lo requieres. Así que siéntete libre de hacer lo que desees, arriba y adelante pequeño elemento de la tabla periódica (notaste el sarcasmo científico en esa oración verdad). Con esto me dispongo a concluir este largo mensaje, sin más que decir se despide de ti, tu servidor y padrino favorito:
Yawara Hirohitsu (alias Helio-sama).
P.D. Ah si, tus asesores personales son Hakime Suru(Assassin Hunter) mejor conocida en el medio como Killer y Satori Hanari (Assasin Dropice) mejor conocida como Silent, cualquier duda consúltala con ellas, después de todo las conoces mejor que yo. Ahora si Jane chisainoyume (hasta pronto mi pequeño sueño).
—Ya lo sabia —sonrío con algo de ternura—. Cuantas veces debo decirle que NO firme con su verdadero nombre, solo con la clave esta bien. Ah, bueno que se le va hacer, así es él hipermegadespreocupado, además falto decir “este mensaje se autodestruirá en diez segundos” —rió como si hubiera hecho una travesura, se incorporo para levantarse y arrugo en papel haciéndolo una pequeña bolita, luego recito una palabrilla por lo bajo y la pelota de papel comenzó a quemarse en una flama azul hasta desaparecer por completo.
Una vez hecho esto, tomó con las dos manos el sobre amarillo, el cual pesaba ligeramente, sintiendo la textura lisa entre la yema de los dedos. Lo sujeto con firmeza bajo su hombro y luego miro su reloj—. Bien ahora como llegare en quince minutos al aeropuerto, sin tener que matar a nadie en el camino —dijo con un ligero tono de broma al final, ironizando un poco.
Los aviones descendían uno tras otro, el ruido era estridente al detener las turbinas y sacar el tren de aterrizaje. Frente a la torre de control y del lado derecho un edificio de más o menos cinto pisos de altura tenia los vidrios de las ventanas polarizados, por lo que únicamente las personas en su interior podían ver hacia fuera sin ser vistas desde el exterior. En el último piso se hallaba una sala de espera “privada” exclusiva para personas importantes, como sujetos ricos, estrellas de rock, actores y actrices de cine, músicos reconocidos etc, o todo aquel que pudiera pagar su estancia en algún hotel lujoso o simplemente por vanidad y que llegara en un jet, avioneta, helicóptero o avión privado. Al fondo una puerta de cristal blindado separaba a los demás del resto. Dentro sentada frente al ventanal única chica de cabello largísimo en un color azul claro, complexión delgada, de un rostro angelical en el cual destellaban radiantes dos orbes azul violáceo y con una anatomía bien proporcionada, observaba decender los aviones con una mirada distraída. Suspiro relajadamente, como esperando a que algo pasara, escucho que la puerta se la habitación se abría y por ella entro corriendo un niño obviamente de baja estatura por su apariencia, delgado, flexible, ágil, con el cabello negro alborotado y reluciente similar a un trozo de carbón que aun no se ha utilizado. Cuando se detuvo cerca de la joven, ella pudo apreciar el color de aquellos ojos: de un verde vivido extremadamente expresivos, en verdad era adorable verle. El chiquillo se percato de la expresión de ella.
—Parece que llegué a tiempo —inhalo aire algo agitado por haber corrido desde la pista numero cinco que quedaba en el extremo contrario al edificio, hasta ahí, la sala VIP. Observo a la muchacha con detenimiento sin dejar de tener esa expresión adorable en el rostro—, desde cuando estas aquí. Soy Oberón y tu eres —quiso saber, dejándose caer en la silla de a lado para descansar de su agitación
La chica le devolvió la mirada, era tal y como debía ser un niño de su edad, sumamente enérgico, animado y queriendo saberlo todo no podía desconfiar de alguien así, auque sabia que estaba en un error, porque después de todo las apariencias si engañan, noto que entre la vestimenta del pequeño se asomaba por un costado una ballesta de juguete, inmediatamente intuyo que podía tratarse de alguien igual a ella, sin embargo prefirió ser cautelosa, sin ser descortés y cuando se aseguro de que nadie mas los estaba mirado, se volteo hacia el con una amable sonrisa.
—Estoy esperando a una amiga. Soy Bre…quiero decir, mi nombre es Kara —le sonrío corrigiendo rápidamente la ultima palabra.
—Mucho Gusto Kara-onechan, yo soy Oberón —volvió a repetir incorporándose en su asiento.
—Me puedes decir que hace un niño de tu edad aquí solo. ¿Donde están tus padres? —lo cuestiono, con ello pretendía confirmar su teoría.
Oberón guardo silencio por un instante, el cabello le cubrió el rostro y pero después levanto la cara.
—Ellos están…—dijo en un murmullo, trato de terminar la frase pero no pudo.
—Konnichiwa. Nihonwa irashaimasu —una voz proveniente detrás de los dos los interrumpió, era amable y sonaba con un asentó apacible— Hello, welcome to Japanise, Hola, Bienvenidos a Japón—tradujo al ingles primero y después continuo en español, aunque los dos comprendieron la primera vez en japonés.
—Yu…—Kara la vio con detenimiento, la habría reconocido al instante, cabello azul celeste, ojos del color de una botella de vidrio y esa sonrisa calida y amable que se reflejaba en su rostro, supo quien era ella desde que la escucho— Arigatou Gozaimasu, Litio-sempai —respondió de igual forma, recordó su rostro tal y como algunos ayeres, tan familiar y amigable—. Gracias por venir —continuo ahora hablando en el mismo idioma que ella.
—Oi que clase de nombre es Litio, suenas como una de esas materia complicadas de alguna universidad— hablo Oberón esperando respuesta, Litio se inclino hacia el poniendo una mano sobre su cabeza y le alboroto el cabello.
—Eso es porque no es mi verdadero nombre, es igual al tuyo ¿no es así Oberón-chan? —se acerco aun mas a el—o debería decir Brandon-kun.
Oberón retrocedió sorprendido un paso abriendo los ojos como platos, la única forma que supiera su nombre real era porque aquella jovencita también debía ser una pertenecer a la misma organización que el. La recorrió con la mirada de pies a cabeza y en la mano derecha noto un brazalete con las iniciales AR y el símbolo característico de los Assassin Rain.
—Ahora entiendo —asintió Oberón si mas preguntas, inquirió que Kara debía ser el nombre clave de la otra chica, porque ella también llevaba el mismo brazalete en la mano izquierda.
—Oigan ustedes, no deben de ser tan despreocupados ¿ah? Que no ven que cualquier escoria podría escucharlos, esa basura de «demons» tienen oídos por todos lados. Cualquier oportunista podría andar por aquí espiando, los humos se le subirían a la cabeza si lograra asesinar a cualquiera de nosotros y ustedes revelando sus nombres, así tan despreocupadamente, por algo se les dice A-li-as —hacia ellos se aproximo una mujer, de pelo rubio largo de unos ojos grisáceos, de estatura media y la piel blanca de curvas definidas marcadas sobre su vestimenta, ciertamente bella para la rudeza con que dijo aquellas palabras.
—¿Eh? Lo siento, tienes razón fue mi error —dijo Litio llevándose una mano a la nuca y sonriendo ampliamente como si nada— No volverá a pasar Holly-chan…
Litio se volvió a mirarla.
—Hollywood-san para ti —corrigió la otra muchacha.
—Lo ves tu también caíste —río Brenda con una sonrisa discreta aunque estaba avergonzada, no pudo evitar dejar escapar una risilla cuando Litio aplico aquel pequeño engañó para que la joven revelara su nombre clave.
—Ya veo, como pude caer. Pero no tendrás tanta suerte la próxima vez Yume —farfullo Hollywood con una amplia sonrisa en el rostro sin ser mal intencionada. A Yume no le disgusto que Hollywood pronunciara en alto su verdadero nombre, después de todo y por lo corto que era sonaba igual a una clave de un pastelillo dulce.
—Valla que tenemos aquí. Uf lo sabia, un mocoso malcriado, una princesita inglesa, una chiquilla con cara de boba, y bueno…no creo poder definir lo que eres tu —resoplo acercándose al grupo de chicos, un muchacho de cabello negro castaño, ojos cafés, complexión delgada y deportiva, atractivo, con una sonrisa algo altiva, refiriéndose respectivamente a Oberón, Kara, Litio y Hollywood.
—Tenia que llegar el fulanito X —resoplo Holly orgullosa.
—Tengo un nombre sabes —resoplo el muchacho echándole una mirada afilada a Hollywood.
—Ah, si y porque debería molestarme en aprendérmelo —dijo ella apropósito restándole importancia.
—La pregunta debería ser que clase de clave es Hollywood cuando todo el mudo puede leerlo en letras enormes al otro lado del planeta, valla inventiva —se defendió, aunque aquello era mas una especie de desraye, no le importaba que la chica no recordara su clave y mucho menos cuando entre ellos cinco ya se conocían de hace tiempo, así que era irrelevante el discutir con Velvet, su nombre real, en una situación que era relajada.
—Ah, si, pues déjame adivinar cual será el tuyo, Alcachofa, Arroz, Mononucleico, Avellana, Pingüino, Lodo, Amareto, Albóndiga, Cacahuate… —mientras Velvet recitaba una serie de palabras al azar, Marcus se fue a un rincón donde lo nublaba una especie de atmósfera fúnebre, obviamente estaba actuando.
—Vamos, vamos chicos déjense de juegos, ya sabes cual es su nickname clave Holly-chan, así que deja de bromear. Y tu Manie-kun ya déjate de teatritos que si los demás AR que no conocemos llegan aquí creerán que somos un grupo de estudiantes perdidos —aclaro Yume— y ellos quedaran asesinarnos primero —bromeo.
Todo aquello simplemente era parte de la formalidad, fingiendo primeramente entre ellos ser unos desconocidos, lo cual no duro mucho una vez que se encontraron en la sala.
—En verdad son bastante ruidosos —la voz gélida de otro joven los hizo callar, se encontraba sentado frente a ellos con los brazos cruzados y con una mirada inexpresiva.
Cuando se le quedaron viendo, Yume sonrío con amabilidad y cierta emoción, guardo la compostura debido a que Hollywood y Manie lo observaron retadoramente y con un ligerísimo, pero incomodo desagrado.
Aquel chico ni siquiera se inmuto, desvío la mirada hacia la ventana para ver el exterior, desde lejos diviso un hombre de aspecto cadavérico, con la mirada desencajada y pasos pesados, que cargaba un maletín contra el pecho y que se dirigía a la entrada de las llegadas internacionales. El se incorporo, al ponerse de pie mostró su estatura, era alto no mucho pero lo suficiente para poder alcanzar parte del techo si se subía a uno de los asientos, su propia complexión, ahora cubierta por una gabardina negra denotaba el ejercicio que hacia torneado los músculos, tenia el cabello negro en mechones alborotados con algunos reflejos entre platinados y cobrizos, sumamente atractivo ante los ojos de las adolescentes comunes y mas por el color dorado de sus ojos que le daban un aire misterioso y a la vez cautivador, aunque aquella personalidad distante y fría rompía con el encanto en cuanto lo mirabas directamente.
—Tan sigiloso como siempre, no esperaba menos de ti Riper-kun, lo pronuncie correctamente ¿verdad? —Litio se acerco a él, con cierta cautela pero sin dejar de mostrar aquella amabilidad. Reaper como se escribía su nombre clave o Riper como se escuchaba, era de un carácter inquebrantable, como un témpano de hielo, en las misiones se caracterizaba por mantener la cabeza fría, tanto como un aisberg que se desprende de los polos, por tener una actitud hermética e inexpresiva y siempre hacer lo necesario para acabar con el enemigo, así era él, pero Yume podía ver através de aquel caparazón, de las pocas personas que podían leer a Riper, ella era una, debido a que se había ganado su confianza hace varios años atrás.
—Ara, creí que Helio había llamado a otros Assassins más carismáticos y no al entusiasta del cubito de hielo —resoplo con sarcasmo Hollywood.
Riper ni siquiera se molesto en verle, se dio la vuelta y se marcho en dirección a la pista de las llegadas internacionales.
—¡Valla sujeto, tan animado como siempre ah Litio! Tu padrino debe de estar desvariando ya, que clase de loco contrata a un Shadow como ése. Que tipo tan mas…fastidioso —rechisto impaciente Holly.
—No es para tanto Holly-chan, bien como sea parece que Rip-kun detecto algo inusual aya afuera, y ya que aun no han llegado los demás, creo que deberíamos ir a ver que es ¿ustedes que opinan? —dijo Litio que no perdió de vista Riper hasta que doblo a la izquierda en el pasillo. De algún modo siempre se las arreglaba para dar ordenes y que estas no parecieran eso mismo, porque sabia que tanto como Marcus y Velvet eran del tipo Hunters, por una parte el chico era impulsivo y descuidado algunas veces al ponerse en riesgo cuando tenían alguna misión y la chica era efusiva y demasiado enérgica cuando se trataba de poner en su lugar a los malhechores como para controlar su fuerza destructiva. Yume estaba conciente de que no eran un grupo de justicieros o héroes, sino que hacían lo que hacían porque ellos mismos tenían un propósito y buscaban los medios necesarios para cumplirlos, el limpiar el camino de cualquier obstáculo, principalmente de aquellos que fueran de lo peor les quedaba de paso. Así que el dar ordenes directas no iba a funcionar para nada, porque ninguno de los dos las seguiría, por ello prefería la sutileza y el hacer que actuaran por propia decisión.
—Bien por fin un poco de acción —asintió gustosa Hollywood, preparada para cualquier situación. Cargaba con una cadena que traía enrollada a la cintura como un cinturón, aunque Litio y los demás se preguntaban como había podido pasar los detectores de metales tan fácilmente, eso no venia al caso por ahora.
—Creo que puedo entender porque salio corriendo —compuso Manie al asomarse por la ventana. Observo a una mujer, alta de cabello castaño dorado, piel blanca y ojos verdes que traía puesto un vestido color rojo bastante entallado y que dejaba ver las formas del cuerpo muy bien delineadas sobre la tela, extremadamente bella, lo cual se le hizo sumamente extraño, porque diviso un brillo inusual en sus ojos, una tenue luz rojiza destello en ellos. La mujer parecía flotar al caminar porque sus pasos eran bastante ligeros. Iba con dirección al mismo lugar que el hombre cadavérico que minutos antes Riper había visto pasar apresuradamente hacia la sala de arribos internacionales. —Alguien así es despampanante para andar con esos tacones en un aeropuerto. Así que veamos que es lo que trama —con esa frase final el muchacho estaba dando su consentimiento para actuar.
—Pues vallamos —animo el pequeño con una gran sonrisa.
——Claro que no Oberón, tu te quedas aquí, sigues siendo después de todo solo un niño, y no hay porque arriesgarte innecesariamente. Además ni siquiera sabemos si los instintos de Riper-san son ciertos. Que tal si es únicamente la filmación de alguna película o algo así. Los aeropuertos como este suelen usarse para ese tipo de cosas —replanteo Kara, aun no comprendía del todo, porque dentro de la organización habían aceptado a alguien tan joven y con un aspecto tan enternecedor.
—Y eso qué —Oberón hizo una especie de berrinche sacándole la lengua a Kara—. Mira quien lo dice, acaso tu pareces muy adulta —rechisto contra el aspecto angelical de Kara—, soy tan buen Assassin Rain como cualquiera de ustedes, además quien sospecharía de un niño —dijo en una rabieta— voy a ir con ustedes quieran o no.
En ese momento Yume se acerco a ambos y volvió a poner la mano sobre su cabeza alborotándole de nuevo el cabello, apreciaba tal entusiasmo en Brandon, queriendo ser util siempre a pesar de su aspecto.
—Yo cuidare de Ob-chan si las cosas se ponen feas —sonrío con cariño y el niño se sonrojo tenuemente en haciendo un puchero sin retirarle la mano a Yume.
—Litio-sempai…—Kara la miro con expectación.
—No hay porque preocuparse, nada puede salir mal si nos mantenemos unidos, ¿cierto? Yo me encargare de su protección así que déjenmelo a mi ¿ok? —con una expresión animosa Yume hizo un gesto con la mano levantando el pulgar y sonriendo ampliamente.
—Ya escucharon, vámonos o quieren que Yu siga atormentándonos con sus cursilerías —dijo Hollywood bromeando.
Los cinco jóvenes se encaminaron en la misma dirección que Riper.
Eran casi la una de la tarde cuando el quinceavo avión había aterrizado en la pista.
Dentro del aeropuerto, desde la sección de alimentos se podía divisar con claridad quienes eran los pasajeros que iban llegando a la sala de vuelos internacionales, desde ahí, sentado en una de las mesas cerca de la barandilla, esperaba un muchacho de cabello obscuro atado en una coleta larga, con algunos mechones de pelo a los costados, delgado, de ojos en un gris intenso, con una expresión de ser cualquier jovencillo despistado, su cara de facciones poco pronunciadas denotaba que provenía de algún otro país asiático, la piel era palida, aun así era guapo. Se inclino sobre su silla hacia el frente apoyándose en la barandilla cuando vio que del lado contrario a donde revisaban el equipaje, un hombre de aspecto mortecino se acercaba a las puertas, donde había gente esperando a que salieran los visitantes. Un grupo de estudiantes de primaria, dos madres de familia con sus hijos, una pareja de ancianos, unas amigas reunidas esperando a que alguno de sus pretendientes llegara, una niña con un suéter blanco sujetada a la falda de su madre, varios hombres de negocios que hablaban por celular, todos y mucha mas gente estaba ahí.
—Me lo imaginaba, en un lugar como este ham —se puso de pie metiendo las manos en los bolsillos y se encamino a las escaleras más próximas.
Sin percatarse que no era el único que había centrado su atención en aquel hombre que, unos cuantos pasos atrás iba siendo seguido por una hermosa mujer. Otro chico, de aspecto mucho más recio y maduro estaba observándolos. Aquel hombre tenía el cabello corto, a los lados y abundante en la coronilla de color plateado casi llegándole a blanco, siguió con la mirada de ojos cafés aquella mujer, mientras que a el lo observaba desde lejos alguien mas, una muchacha de cabello rubio atado a dos coletas, con el cuerpo delgado casi el de una niña por que sus pechos eran sumamente pequeños que parecía una planicie, sus orbes de un azul intenso analizaron la apariencia de ese hombre, era alto, robusto, con las facciones del rostro bien definidas y duras, como si fuera una especie de militar, su complexión atlética y musculosa se marcaba sobre la camisa que llevaba encima y bajo la playera verde.
Una vez que ubico donde se detuvo la hermosa mujer, decidió bajar. A su vez la otra chica se dispuso a seguirle.
Al otro lado de las puertas aduaneras, un muchacho de aspecto persa, ojos verde pasto, luminosos y vividos, alto, atractivo, de piel ligeramente apiñonada de complexión deportiva con los músculos de los brazos tenuemente marcados, ayudaba a una chica a subir sobre la banda negra una enorme maleta. La joven le sonrío con amabilidad tenia el cabello corto y sedoso en un color blanquecino casi parecido al de la nieve, de estatura media, sus ojos rojizos destellaron tenuemente al percatarse de que algo no iba bien una vez que los agentes aduanales detuvieron en seco la banda y les indicaron a todos retroceder. Lo único que alcanzaron a ver fue que una columna se humo que se alzaba del lado contrario a donde estaban ellos. Hubo una explosión, produciendo un estruendoso sonido he hizo volar en pedazos las puertas de vidrio que permitían salir al otro lado.
La joven de orbes rojas se movió rápidamente evitando de algún modo que todos aquellos trozos de cristal cortante dañaran alguno de los otros pasajeros, se deshizo de ellos tan ágilmente que ninguno llego a tocar el suelo. Llevaba consigo unas dagas muy filosas y bastante resistentes como para poder esfumar en un santiamén el vidrio.
—Es rápida —murmuro el muchacho que minutos antes le había ayudado con la maleta.
—Oye tu no te quedes ahí, saca a todos por la parte trasera —le indico mientras acababa con los restos de la puerta hecha pedazos. Y es que no era porque en realidad le interesara la seguridad de los pasajeros, no, era por que no quería tener estorbos inerarios en el camino para hacer su trabajo. Al fin el viaje a Japon se estaba volviendo interesante.
—Pero…esto es peligroso ¿Qué es lo que harás? —resopló bajamente el muchacho preocupado.
—Eso no te importa —respondió la chica que se hallaba ocupada aun, ahora tratando de ubicar de donde habían estallado los explosivos, al virar un poco a la izquierda una especie de medallón de plata con las letras AR dentro de un círculo y otros detalles destellaron con la luz de las lámparas del techo.
—Ella es…—enseguida el muchacho supo de quien se trataba, reconoció aquel símbolo, porque apenas un día antes el había recibido una insignia igual, que llevaba sujeta del cinturón, como una hebilla mas—…una Assassin Rain.
—Oi despabílate chico, haz lo que digo y deja de babosear —volvió a repetir ella con molestia.
—Dime algo, antes de hacer lo que dices, eres una AR ¿cierto? —quiso confirmar su teoría, no debía dudar de aquellos que talvez llegarían a ser sus compañeros.
Ella blanqueo los ojos, y detrás de la columna de humo diviso el alboroto que había. Varios heridos, la mayor parte niños que ahora intentaban ser ayudados por los adultos a su alrededor.
—¿Y que si lo soy? —refunfuño, debía llegar lo antes posible a los pequeños que pedían ayuda. Incluso para ella los consideraba criaturas inocentes en un mundo desafortunado.
—Debo saberlo —busco por debajo de su capa y se quito la insignia para enseñársela—Yo también lo soy.
Con las dagas bien sujetas, le vio de reojo y analizo si era verdadera aquella placa. Al confirmarlo, regreso la vista al frente.
—Soy Leid —dijo en seco.
El muchacho suspiro, con eso no le decía mucho, pero la vio juguetear un poco con el medallón del cuello, con ello dedujo que le estaba contestando. En cualquier momento ella también le pediría que le diera su nombre clave, el cual no tenia aun, por que se le considera un novato en aquella organización, pensó, y después se perfilo a decir.
—Soy Desert —contesto no muy confiado.
—Bien “Desert” ahora haz lo que he dicho y váyanse, mientras menos bajas haya mejor.
Desert por fin asintió, con voz firme y semblante decidido saco a todos los que pudo de ahí.
La primera en llegar hasta ahí fue una mujer de extraordinaria belleza, su cabello era largo, lacio, entre color negro y café, alta, casi como una modelo, esbelta, muy atractiva, de tez clara, con la piel tersa muy bien cuidada, aun así su rostro no denotaba ninguna expresión. Sus ojos de un gris perlado se pasearon por la sala, ahora destruida. Vio con repulsión las manchas de sangre que se extendían por el suelo, a algunos cuerpos inmóviles en especial el de una pequeña que llevaba puesto un suéter blanco ahora completamente teñido de rojo. Hacia ella iba directo una esfera de fuego. Pero en un parpadeo la hizo esfumarse con un solo disparo de su arma. Había desenfundado una de sus dos pistolas Taurus PT92. La bala atravesó justo por en medio de la esfera liberando una especie de veneno que se trago el oxigeno que alimentaba la bola incandescente.
—Ya te has divertido lo suficiente Vilden Shinney —dijo con voz gélida. Detrás de uno de los pilares que aun quedaba en pie se dejo ver aquella mujer, de cabellera dorada igualmente bella que su oponente, pero con un destello sádico y diabólico en la mirada.
—Ja, ja, ja —Shinney río arrogante— apenas estoy comenzando.
—Tan repugnante como lo que eres —aquella chica volvió a mirarla, clavándoles los ojos, como si con ello pudiera atravesar a la mujer de mirada malévola.
—¡Eres una chiquilla insolente! —Reparo Shinney apretando los dientes, claramente ofendida—. Sabes quien soy y aun así te atreves a retarme. Te arrepentirás de haberlo hecho.
Shinney en un impulso de rabia desenfrenada se abalanzo en contra de la joven. Ella sin inmutarse la esquivo sin el menor esfuerzo, sabia que aquellos que se dejan llevar por la ira son poco hábiles en el combate aunque estén llenos de fuerza. Al darse la vuelta apunto directo a la cabeza de Shinney, esperando dar un tiro certero que la derribara de un solo golpe o por lo menos volarle la cabeza, para que dejara de moverse. Con precisión tiro del gatillo esbozando una tenue sonrisa que demostraba que ya la tenia en la mira; disparo, pero antes de que la bala cargada de veneno explosivo pudiera llegar a Shinney, se detuvo en seco partida por la mitad. Cuando observo con detenimiento sin demostrar que aquello la había sorprendido, vio que delante de la mujer demon, había una chica de cabellera azul la cual sujetaba con firmeza una katana de empuñadura morada que en ese momento cambio de color a un azul intenso partiendo en dos a Shinney. La demon se volvió cenizas brillantes en un momento desvaneciéndose frente a los ojos de ambas jóvenes. La mirada de la chica de pelo azul, era intensa, determinada, pero con cierta aflicción escondida y una calidez apagada.
—Konnichiwa —dijo ella saludando—, tu debes ser Void-chan, lo supe por la expresión tan alegre en tu rostro…soy Yu…quiero decir Litio —Yume no intentaba sonar de forma burlona cuando menciono la “alegre expresión” en el rostro de Void, simplemente estaba siendo amable. Void lo noto de inmediato percatándose que aquella sonrisa no era falsa—. Sumimasen no pretendía interrumpir, lamente haberme escabechado a tu presa, estoy segura que a Rack-san no le gustara que hallamos eliminado a uno de sus mejores elementos —sonrío analizando la mancha que había dejado la combustión de Shinney sobre el piso de loza del la sala de espera.
—No importa, de igual forma el objetivo se ha cumplido —soltó sin animo Void, con una voz inexpresiva guardándose detrás, en la espalda la pistola.
—Valla seriedad, me recuerdas a alguien, je —Litio volvió a sonreírle aunque Void la veía con cierta desconfianza, era mejor prevenir cualquier tipo de ataque sorpresa y no estaba segura de que alguien con esa apariencia dulce y tierna fuera una Assasin Rain. Podría tratarse de otra treta puesta por Shinney antes de desaparecer. —Que tal si sonríes un poco…va-mos, asi mira —se acerco a Void y estirándole con las manos las mejillas hacia los lados para que la chica mostrara un poco de animo.
—¡Ooo…ye que haces! —musito Void alargando un poco las palabras debido a la posición en que estaba.
—Litio-sempai esta bien —Kara llego junto con Oberón detrás de ellas. Litio soltó la cara de Void que volvió a su estado normal, con las mejillas sonrojadas en los lugares donde Yume la había pellizcado.
—Estoy bien gracias a nuestra compañera. Ella es Void-chan.
Sin mas que decir Void simplemente los observo, se dio la vuelta y estaba apunto de retirarse cuando escucho los quejidos de mas gente del otro lado de la sala. Gritos de horror y angustia se esparcieron en un eco.
—Eso es…—balbuceo Litio por lo bajo—. El ningyo de Shinney aun debe estar con vida —se refería al hombre de aspecto cadavérico que Riper había divisado desde la sala VIP.
—Quieres decir que su marioneta aun esta conciente —añadió Kara con cierto desprecio.
Litio asintió y le dirigió una mirada amigable a Void.
—Debemos ir…—dijo Oberón entusiasta pero con aire sombrío al percatarse que desde ese ángulo podía ver cuerpos destrozados volar por los aires.
—Yo sugeriría que no, ustedes quédense aquí podrían ayudar a la gente herida a salir—Litio pretendía alejar lo mas posible Oberón de aquella masacre, después de todo seguía siendo un pequeño, y pretendía proteger la inocencia que aun le quedaba.
Ambos asintieron.
—¿Y que harás tu?…
—Buscare si hay algún otro demon por aquí cerca. No quiero más destrucción y que se pierdan más vidas. Estoy segura que Rip-kun y Mani-kun se encargaran del títere.
—Y ella que hará…—quiso saber Oberón observando a Void con curiosidad.
—Etto…Void-chan podrías pedirte por favor si ayudas a los chicos, ambos son como nosotros y no desconfío para nada de sus capacidades, pero ya que yo me lleve a tu presa…quiero decir objetivo, entonces así podrás liberar un poco de adrenalina —pidió amablemente sin que sonara como una orden directa.
—Bien, iré hacia allá y haré lo que tenga que hacer, pero no lo tomes como un favor sino como una advertencia. La próxima vez que te interpongas no me detendré ¿correcto? —se limito a decir ahora con cierta frivolidad y se encamino hacia la segunda mitad de la sala.
Continuara….[spoiler]
Tema: [Reapertura] ">|||Assassin Rain|||<" [Aviso] (Leído 24015 veces)