Miró todos los postres, se sentía en el paraíso, hasta que sintió unas miradas sobre ella, eran de chicos, casualmente, que ella conocía demasiado bien.
Estos no dejaban de verla, eso la incomodaba.
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-Ha-hai- seguía aguantando, tenía una marea de recuerdos que atacaban su cabeza, pero ninguno se quedaba.