—Cuando yo era niña… crecí en un hogar estricto. Pero lo eran más conmigo que con mi hermano, por el simple hecho de que yo debía comportarme como la supuesta señorita que era. Pero siempre fui rebelde y diferente, nunca me podían parar el carro del todo de todas las locuras que hacía o se me venían en mente. En la escuela me iba mal con las relaciones sociales justamente por eso. Y sufrí mucho acoso que me dejó varias veces en el estado en que estás ahora… o peor.
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Se acercó y le rozó la nariz con la suya.
—¿Qué quisieras hacer conmigo en un futuro?
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—No ha pasado nada, en serio. Ya no tienes porque soñar esas cosas — lo alzó y recostó en su pecho.
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—Con la cara extraña — Aun no le habían sacado los vendajes y no se había visto en el espejo.
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— ¿Eh? Solo quería saludarte. Hace meses no nos vemos desde que me fui de vacaciones con mamá y papá. ¿Y Sakura-chan? — intentó buscarla con la mirada.
—No están más juntos. Y parece que Shouta se rindió, ¡IDIOTA! —le gritó a Shouta y se soltó del agarre de Taily , yéndose corriendo y llorando para el lado contrario en busca de su bicicleta que estaba encadenada por ahí.