La guerra de los vocaloids

[Snade]

—Hoy haremos algo diferente — se acomodó el bolso — Iremos a recorrer Tokio, verás para que.

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—Bien, gracias — tomó los boletos.

—Emh… se quedó dormida — señaló a Kokone que estaba entre sus brazos.

Kanade miró el reloj de su muñeca.

—Es la hora de su siesta. Ya deberíamos estar en casa. Usen preservativo — alzó a su hermana.

[Hinata10100]

-Ok- sonrió.

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-Kanade...- soltó otro bufido al escuchar lo último.

[Snade]

La llevó fuera de la empresa y le dio el casco de su motoneta.

—Póntelo. Es más seguro así. Lo que a ti te hace falta, es salir.

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—Tu deberías darme esos consejos a mí, virgencito. Nos vemos otro día, adiós señorita — se despidió de Grace y salió hacia afuera con Kokone en brazos.

—Que simpático — Grace lo decía en serio — ¿Son algo tuyo? Los tratas como si fueran hijos.

[Hinata10100]

Se lo puso. Aunque se miraba divertida y a la vez tierna.

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-Son como mis hijos- dijo tierno, aunque con un deje un tanto hastiado por todo lo que le había pasado en sólo el rato en el que había estado con Lola.

[Snade]

La llevó a muchos lados. De compras, a la heladería, a la casa de instrumentos, a la feria, a ferias de artesanías, una exposición de arte y bares donde tocaban música  “de negros”. 
Todo para que se divirtiera y expandiera aun mas sus horizontes mentales.

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—Ambos son especiales — Kanade le hacía acordar a su hermano difunto — Te veo fastidioso. Si es por todo lo que dijeron, realmente no tiene relevancia para mí. Aunque me hace reír de todos modos. Y si eres virgen ¿Problem? Mejor para mi — sonrió picaronamente.

[Hinata10100]

Estaba maravillada por todos los lugares a los que habían ido. Pocas veces podía pasearse por ese tipo de lugares, y tenía que admitir que era algo muy estimulante. Al fin había salido del ambiente "refinado" en la que su madrastra la mantenía y obligaba a quedarse.

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-No es eso lo que me molesta. De hecho ya estoy acostumbrado- rió un poco, aunque sonrojado.

[Snade]

—Juguemos a la improvisación — en el bar pidió el escenario — Ven Song, cantemos Jazz improvisadamente inventando la letra con palabras al azar. Solo tienes que perder el miedo… haz de cuenta que estas personas no existen — le extendió una mano.

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—Entonces ¿Qué es lo que te molesta?

[Hinata10100]

Le dio en su punto débil, no solía cantar frente a multitudes, intento hacer como que no existían como Lola le había dicho.

-Bi-bien.

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-No es que esta molesto, lo que pasa es que desde que Lola me vio en la mañana me empezó a molestar, no me molesta el hecho de que me molesten, solo que el de que no me dejen ni un segundo de tranquilidad- dijo con una leve risa al final.

[Snade]

La música empezó a sonar. Las trompetas se hicieron presentes, junto con el saxofón, la batería y el exquisito acompañamiento de piano.

—En la noche, tú y yo
Recordamos nuestra pasión.

Sentimos nuestros corazones latir
Y nos confesamos sin mentir.

Empezó a improvisar.

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Sonrió.

—Cuando te falte tu hermana por alguna razón extrañarás esos momentos en que no tenías paz — ella sabía porque lo decía. Suspiró pesadamente con los brazos cruzados y corrió su mechón de cabello situándolo detrás de la oreja.

[Hinata10100]

Cuando estuvo a punto de seguir la canción se puso completamente helada, le vino un recuerdo a la mente que la golpeo más fuerte que un puñetazo.

No pudo cantar, salió corriendo del lugar. Se alejó hasta llegar a un parque, se sentó a raíces de un árbol, estaba llorando.

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-Lo sé. Yo quiero mucho a Lola, por eso siempre estoy preocupado por ella- sonrió un tanto melancólico.

[Snade]

Lola se quedó paralizada. Por un momento se sintió peor que basura y demasiado culpable.
Tiró el micrófono hacia un lado como si no fuera nada, dejando al instrumental sonando.
Corrió detrás de ella, pero le perdió rastro.  Se empezó a desesperar.

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—Yo también por el mío — tenía una leve sombra en los ojos.

[Hinata10100]

No dejaba de llorar, se sentía tan avergonzada, igual que en el recuerdo que tenía, lo que le había pasado en su otra escuela había sido demasiado traumante para ella.

Y eso le recordaba mucho a esa vez.

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-¿Y cómo se llama tu hermano?

[Snade]

Cuando Lola la encontró, la abrazó como si fuera su propia hija.

—Perdóname… 

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—Gregory— sonrió tristemente.

[Hinata10100]

No le dijo nada, no quería ni verla a la cara, estaba sumamente avergonzada.

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-¿Por qué no me habías dicho que tenías un hermano?

[Snade]

—No tienes porque llorar ¿Si? No debí exponerte tan de pronto así — sonrió y le secó las lágrimas con un pañuelo descartable.

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—Porque no se dio la oportunidad.

[Hinata10100]

Intento dejar de llorar.

-Pe-perdón, iba a cantar, pe-pero un recuerdo me detuvo- dijo todo entrecortadamente.

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-Bueno, ya me lo presentarás.

[Snade]

— ¿Prefieres contármelo? — se sentó a su lado.

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 —Claro, si es que no se pone celoso antes — sonrió. Hablaba de él como si estuviera vivo — Ahora, divirtámonos de alguna manera — cerró la puerta con traba disimuladamente. 

[Hinata10100]

-Para ese entonces tenía siete años...- siguió contándole, había sido una situación de lo más humillante, le habían lanzado tomates cuando había subido a cantar improvisadamente, estaba frente a unos chicos mayores, y se aprovecharon de que ella no se había podido defender para llenarla de tomates y pinturas que habían llevado. Para avergonzar a la primera persona que pasará a cantar.

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-¿De qué manera?- dijo de lo más inocente.

[Snade]

—Me pasó algo muy parecido de niña… porque, verás, no tengo una voz muy común y a veces puede sonar un tanto masculina, según para la ignorancia ajena.  Si te vas a dejar intimidar hasta el día de hoy por culpa de unos pobres idiotas que no tienen valores ni cerebro, entonces estarás viendo pasar la vida sin oír tu voz para cantar. Y eso para un cantante es un pecado — la miró seria.

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— ¿En serio quieres saberlo? — Le apoyó el dedo índice en los labios — No respondas nada aun.  Si en media hora viene alguien, dejaré de hacer lo que tengo planeado.  Pero si no viene nadie lo intensificaré.

[Hinata10100]

-Lo sé, pero por más que intente superarlo siempre fallo- su cara no tenia una sola emoción.

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Se quedo con la duda, aunque le daba mala pinta lo último que dijo.