—Amor, hoy podríamos invitar a cenar a mi hermano. De paso se conocen mejor, ya que para lo único que te ha hablado Kanade es para pedirte dinero — largó una risa ronca.
--
Kokone apoyó la cabeza en el hombro de él. Solo quería que Natsu y los niños fueras felices , aun si debía sacrificar la suya propia…
--
—Más te vale— dijo cantarinamente pero con una sonrisita falsamente tierna.