— Deja, yo le voy a preparar algo. Tu ve a dormir, que estás más cansado que yo.
Cuando le preparó, se fue a dormir.
Sakura se quedó con Kagura, aun cuando este estaba solo en bóxer en el sofá tapado con una sabana. Ella le estaba encima mirándolo fijamente, sin tener la más mínima intención de despegarse de él.
Pasó toda la noche molestándolo.