—Sí, se nota — respondió con sarcasmo. Entró al lugar y le pidió al encargado que le diera una llave. No, no haría nada con Shouta, solo era una excusa para buscar a Saito. Le preguntó al tipo si había entrado una pareja de hombres jóvenes de edad escolar y les dijo que sí. Enseguida fue disparada hacia la habitación donde estaba.
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Entre fuertes gemidos roncos le fue correspondiente rápidamente, más de lo que había planeado.
Entre un toqueteo previo y el otro , le nalgueó el trasero para que se relajara.
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Sakura no soportaba los ruidos de las habitaciones que la rodeaban. Era un lugar que ella en su vida jamás pisaría, definitivamente.
Cuando por fin encontró el número de la puerta y la abrió, vio a Saito y el hermano de su novio en pleno acto sexual. Totalmente enfurecida y con el cinto en mano, empezó a darle cintarazos por la espalda a Saito, haciéndolo gritar del dolor.
— ¡YA TE VAS A ENTERAR! ¡HACIÉNDOLE DAÑO A MI HERMANA EN PLENO TRATAMIENTO PSIQUIATRICO, MALDITO INFELIZ! — le gritó ella cerrando la puerta tras de sí y acorralándolo en una esquina para seguir dándole cintarazos — ¡¿Quién te piensas que eres?! ¡¿EH?! ¡No voy a permitir que le vuelvas a levantar otra mano a Oyuky!