—Papá— estiró sus bracitos en dirección a él, claro, sin antes darle un beso en la mejilla a su mamá.
Kaede alzó la mirada y al no ver a su nieta, se desesperó un poco. Aunque luego se tranquilizó cuando notó que estaba con sus padres. Entró a la casa y tomó el bolso de la niña.
Se acercó a ellos.
—Sakura le gusta mucho el piano, creo que debes enseñarle.