Y si, allí estaba Kanade.
—Chicas, Sakura tiene el celular apagado. No sé el número de los gemelos… sino los rastrearía a ellos, aunque seguramente también lo tienen apagados. Será mejor que alguna agarre el coche y empiece a conducir por la ciudad.
--
Abrió los ojos de repente sumamente sorprendida y con un rubor en sus mejillas.
—¿Casarse? ¿Conmigo? — sonrió nerviosa.