Se rió. Le daba gracia hablar todo en diminutivo.
De pronto tocaron la puerta de la casa con rudeza. Meian fue a abrir, pero lo que recibió fue un tirón fuerte de cabello.
-Con que cortándome el teléfono, perra.
-No me obligues a romperte la cara, pedazo de animal.
Meian mientras tanto fue a atender el delivery que ya había llegado con las pizzas encargadas por su padre. Esa noche iba a ser muy tranquila.
-¿Sabes? Gakuko-chan se está tardando mucho.
Oyuky miraba para todos lados con ganas de querer salir corriendo. Había muchas personas que la estaban mirando y eso le causaba un pánico enorme. Se aferró fuertemente al micrófono.
-¡Vamos Oyuky-chan que tu puedes! – le gritó Sakura sin importarle nada.
La mencionada la buscó con la mirada y sonrió. Enseguida empezó a sonar la música y pondría lo mejor de sí misma para arrasar con todo.
Kagura sacó la filmadora y la encendió.
Resultaba que tenía la misma voz de Meian , igual de gruesa. Ponía caritas para que todos se derritieran y digamos que conseguía lo que quería. A pesar de ser tan timida , tenía actitud.