Compartían mutuamente el sentimiento de confianza.
-Cuando me conozcas mejor podrás decírmelo – por lo menos estaba conforme. Ya habían dado el primer paso… y mucho más que eso, sin que se dieran cuenta.
Meian seguía observando el techo, ni siquiera miraba la película. Se sentía algo rara y fuera de lugar. No sabía qué hacer, ni cómo reaccionar, aunque solo debía girar la cabeza en dirección a la televisión.
-Está bien, pero no coman mucho – les advirtió – Luego les duele la panza y no pueden dormir. Aparte deben aprender a cuidar su salud.
-De acuerdo mami. Pediremos el cono chico : 3 .
-¡Auch! – miró a Oyuky – cuidado con esa parte de mi cabeza. Es muy sensible – chilló malhumorado.
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Grace lo miraba, haciéndose la sorprendida, cosa que le salía a la perfección. Después de todo, para que la compañía la contratara, no solo debía saber cantar, sino bailar, actuar y ser “carilinda”.
-Vaya sorpresa – murmuró. Luego sonrió apartándose el pelo hacia otro lado.