-De acuerdo, acepto – sonrió – y la próxima semana me haré el test. Te lo prometo. - de pronto se empezó a reir - ¿Recuerdas esa vez...
El sonido de la batería era ensordecedor. Y eso que a la habitación le habían puesto un aislante de sonido en las paredes.
Se escuchaba todo desde afuera, haciendo retumbar la habitación, el pasillo, los otros cuartos e incluso la sonoridad llegaba al piso de abajo.
-Te irás al maldito infierno – murmuraba Meian mientras golpeaba el platillo miles de veces seguidas hasta que sus baquetas salieron volando en una de esas que elevó ambos brazos en el aire - ¡Joder, joder y mas joder y la re mil jodida perra! – exclamó a los cuatro vientos insultando sus baquetas que habían caído en la pila de instrumentos de la sala. Tenía ganas de patear el tambor y hacerlo trizas.
Estaba de mal humor porque ese día Miku la había ofendido en uno de los pasillos de la empresa, diciéndole que estaba en una categoría inferior a ella y que jamás en la vida iba a poder igualarla en nada, ni siquiera acercándosele un poco.
Lindas felicitaciones por sacar su primer disco al mercado.
Ella revolvía las cosas para intentar recuperar esas porquerías a las que también estaba comenzando a odiar si no las llegaba a encontrar.
-Donde habrán ido a parar esas mierdas - refunfuñó encolerizándose cada vez más - ¡INCLUSO USTEDES ME HACEN LA CONTRA! - En ese momento llevaba su traje Vocaloid y se le había enganchado la cola negra del traje con algo. Tironeó y se le rompió - Perfecto. ¡PERFECTO! - empezó a patalear en el piso con lágrimas de rabia en los ojos.
Alguien abrió la puerta de la habitación, entrando , seguramente para quejarse del ruido y no para felicitarla por su CD, encontrándola en ese estado , sin que ella se diera cuenta.
Oyó una risa masculina.
Se quiso morir.