-¿Es eso solamente? Admítanlo, vi las bolsas de ropa de bebe en su habitación. La reina está preñada. Y sospecho que te embarazaste para sacarme de encima.
-Que te jodan – entrecerró los ojos – No traería a alguien al mundo solo para hacerle la contra a un imbécil. Aparte, si lo estoy, ¿Y qué? Es algo que se dio. Es nuestro fruto de amor.
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Miró la cicatriz.
-Sé que es peligroso… pero necesito sus servicios ahora para averiguar algo que mi madre no ha podido hacerlo en años. Y confirmar sospechas mías. Solo puedo hacerlo manipulándolo con ello.
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Grace se giró sin borrar su sonrisa.
-¿Se le ofrece algo señorita? Tendrá que esperar, ahora estamos ocupados – se volvió a dar la vuelta, dándole la espalda y ignorándola por completo… pero con clase.