Luego de un mes, lo que al principio podría considerarse una relación amorosa y sentimental rara, ahora era una fuertemente lujuriosa condimentada por un toque dulce y hogareño.
Después de unos buenos masajes en los pies, cena romántica, caballerismo de por medio y un par de copas de más… la cosa no podría haber terminado mejor.
Meian abrió los ojos forzosamente al oír el fuerte tono de mensaje , que era un cover en el que ella interpretaba al fantasma y Shaine a la soprano.
Sintió cabellos que no eran suyos en la cara. Los quedó viendo un tiempo, sin mostrar signos de molestia; al contrario, amaba el pelo de ese hombre.
Un confuso Kanade aun trataba de asimilar puntos de su vida. Estaba en su práctica con Leon , la típica hora cambiada de turno.
En vez de cantar, solo lo miraba con admiración…