-Váyanse, tomen un caballo y váyanse ya, si ven a Kiyoteru no pasará nada bueno- eran los ex compañeros de equitación de Kiyoteru.
Kiyoteru también sabía del peligro que estaba tras esa puerta.
Tomó a Yuuma de la mano y lo sacó, aún no superaba el miedo a los caballos, pero en ese ocasión era necesario.
-Toma las riendas yo llevo la silla- le dijo. Sabía que también la agarrarían contra Yuuma y el no quería que le dijeran nada malo.
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-Yo los he tomado toda mi vida, ya me acostumbré-
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-Yo también quiero comer- tomó una tostada con toda la tranquilidad del mundo.