Meian se tiró en el sofá boca arriba y miraba el techo.
De repente se le ocurrió la maravillosa idea de querer que todo fuera como antes, cuando aun ella no era nadie y estaba haciendo audiciones para ganarse un lugar.
—Ahora iré y me tomaré todos los licores que tienes en la alacena. Oh si, se perfectamente donde guardas cada una de tus cosas — Con tal de hacerse la traviesa fue a buscar los licores, pero ya no estaban allí — ¿Desde cuándo tu corres tus cosas de lugar ahora?
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—Hay que ver si nos la quieren dar. Va a ser difícil mientras Natsu esté convencida que no la queremos… No solo nosotros, sino también sus hermanos. Y cuando le dijiste todo lo que le dijiste lo interpretó como un “Soy la menos importante de los cinco. ¿Para qué me quieres aquí?”