—Gakupo sigue trabajando en Yamaha, no está en ninguna otra empresa. Y nunca firmó la carta de renuncia porque a él le parece esto una estupidez. Es más, lo despidieron — le mostró una foto de los papeles que Gakupo le había mandado por mail — Y tiene tu firma y sello. Si no lo hiciste tú ¿Quién lo hizo? — Tenía un rostro realmente triste. Y cuando se sacó los lentes de sol, peor, por la hinchazón de sus ojos.
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—A veces si , a veces no— la levantó y acurrucó en sus brazos — Cuando tenías apenas unos días de vida , Yo te alimentaba. Te daba de comer de mi pecho. Pero tuve un accidente y tu papá se fue de casa.
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—¿Y tu no te sentirías orgulloso de ser padre?