Viernes
Sakura estaba indecisa, tenía dos cosas que hacer ese sábado ahora, debía ir a los estudios para empezar a ensayar desde ahora. Le habían explicado que en esos momentos Mark la mantendría en la mira y que no haría nada oficial hasta verla actuar completamente dentro del papel por él mismo . Lo otro era aquella llamada, era sospechosa , pero a la vez atrayente, por alguna razón creyó que el ensayo y la llamada estaban ligados y era un truco de Mark para confundirla y atraparla, pero por otro lado sentía que no era nada bueno aquello, que podría pasar de ser un truco a una trampa.
Se encontraba caminando por la universidad sin rumbo fijo, no tendría clases sino dentro de una hora o dos quizás. El profesor Kakashi siempre llegaba tarde. Por alguna razón todos la miraban y eso la ponía impaciente. ¿Qué tenía ella?
-Sakura Haruno- escucho su nombre, una chica se acercaba-¿Cómo te va con tu chico? Bueno, no tan chico.
-¿De qué me hablas Karin?
-¡Vamos! Que todos sabemos tu relación con el Uchiha, ni la pelea que disimularon anoche les sirvió- los ojos de la chica se abrieron a más no poder.
¿Ella con el Uchiha? Ni en sus mas fomes pesadillas, es que ese tipo tenía todo lo que una mujer no deseaba. Si al menos fuera amable, pero no, que no tenía ni una pizca de nada. A ella le valía el físico, era una cosa que la tenias hoy y ya mañana la podías perder y estábamos condenados a eso, pero la amabilidad no, eso no se perdía pero tampoco se aprendía de la noche a la mañana.
-Pues te puedo jurar que con el Uchiha ni a cien metros de distancia.
-¡Claro! Mejor cinco centímetros, ¿No?
Karin y Sakura siempre habían mantenido una rara relación, es decir, ni eran enemigas, pero tampoco estaban preparadas para considerarse amigas, era algo muy neutral. A Karin le encantaba molestarla con cualquier estupidez, pero aquel día cuando le habían hecho bullying en el baño de la universidad, ella la había rescatado. Si, parecía que no tenía algo mejor que hacer aquellas otras chicas, que meterse de a golpes con ella.
-Karin deja la bronca- la pelirosa sonrio- ese tipejo no es nada mío, ni lo será.
-Nunca digas nunca pequeño bombom del desierto.
-¿Te das cuenta que eso no tiene ningún sentido?
-Ya, Ya, mejor me voy antes que la fiera de tu amiga piense que te estoy acosando, ya sabemos muy bien que no me quiere ni aunque estuviera muerta.
-Ino sabe lo que me conviene.
-Yo sé muy bien lo que te conviene Sakurita, muy bien- la tomó suavemente por el mentón, se acercó, sonrió y luego se alejo – bueno, me debo de ir, mi siguiente clase comienza- miró su reloj de muñeca- ahora mismo- sin más se fue como alma que lleva el diablo.
No había pasado un minuto cuando sintió unos pasos tras ella.
-¡Sakura Haruno! ¿Qué hacías hablando con esa?- fue el saludo de Ino en un tono histérico.
-¡Dah! Vino a decirme tonteras. Mira que decirme que el profesor Uchiha y yo somos novios, - señalo por donde se había ido Karin- esa chica esta para llevarla a un centro de ayuda ahorita mismo.
-Esto…- Ino también había oído el chisme- la verdad todos andan hablando de ello, acaso tu y el profesor…- dejo la frase inconclusa, dando a ver el doble sentido de todo aquello.
-¡Para!- prácticamente grito la pelirosa- eso ni lo pienses, yo con ese no tengo nada, ni ahorita, ni mañana, ni en nuestra próxima vida, simplemente saca esas imágenes de tu cabeza señorita, nada de eso, para nada, el y yo, nada.
-Ya, vale, ya. Entiendo, pero eso no calla las malas lenguas, tendrás que hacer algo o terminaras siendo la nueva chica del profesor más guapo de este instituto- el ojo de Sakura comenzó a palpitar- calma muchacha, calma, retiro lo dicho .
-Mejor vámonos, no tienes clases a esta hora ¿Cierto?
-Ciertísimo, en un día como este, a esta hora, fue que te conocí.
-Sí, estaba perdida y me dijiste a donde era la clase del profesor Turner. Que ahora se ha convertido en mi segundo profesor favorito- dijo aquello con sarcasmo.
-¿Y quién es el primero?
-¿Cómo me vas a preguntar eso? Obvio que Sasuke Uchiha, ahora se posiciono en el numero uno de mi lista, ¿A que es genial?- una falsa sonrisa adornaba aquella cara- además que como bono especial, se ha convertido en mi “novio”, esto no puede llegar a ser mejor.
-¡Mujer! Calma, que estas que que mas tus cuadernos con solo sostenerlos.
-Lo sé, debo calmarme, pero esto es ridículo e impasable, mejor cambiemos el tema, ¿Qué tal te fue con Kankuro?
-¡Ah! Kankuro, me fue bien, aunque me hubiera ido mejor sin la parte donde creaba una marioneta con senos grandes y trasero pomposo, ¡Dios! Yo solo quería un maniquí, que me ayudara a tener mi propio estilo, le dije mi idea y lo que quería, le di las medidas , y ahora tendré que hacer ropa para mujeres con senos enormes y culo respingón, y lo peor ni siquiera me hizo el maniquí, hizo un marioneta.
-Permiso para reírme- pidió Sakura que no podía aguantar la risa. Ino respiro hondo.
-Concedido- una fuerte carcajada resonó por el lugar- ha ganado la apuesta, de seguro.
-¿Apuesta?
-Sí, la apuesta, lo oí el otro día hablando con otros chicos sobre hacer una marioneta de esas proporciones, ya sabes para que la querrán, pero el reto era que tenía que mostrarla en clase de alguna forma , y mira tú como decidió hacerlo.
-Este chico, me hubiera dicho al menos, y ahora yo me quede sin maniquí.
-Pues tratare de decirle.
-¿Cómo es que tu sabes todo esto?
-Ser invisible tiene sus ventajas, la cosa es que si ahora según soy la novia del tipejo ese, estoy en boca de todos , lo que ocasiona que, bueno, quizás mi invisibilidad se vuelva más visible y quede más expuesta… ahora daré razones para que se rían de mi.
-Y yo tengo razones para cortar ciertos miembros, ahora que lo veo, creo que iré a darle un saludito a Kankuro por mí misma.
-Bueno, entonces ve.
-Adiós, y no te acerques a la calentorra de Karin, ¿Ok?
-Si jefa.
De esa forma, cada una se fue por su lado.
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-Akamaru, ataca- musito Kiba a su mejor amigo.
Chouji estaba acostado en el sofá cama de Kiba, y un brazo guindaba de él, Akamaru termino encima del chico.
-¡Ahhh! Mojado, mojado- la lengua de Akamaru estaba justo en el cuello de Chouji. De un momento a otro se levanto sobresaltado.
-Buenos días, compañero- saludó Kiba.
-Estas mal de la cabeza, definitivamente- Chouji se restregaba los ojos, todavía tenía sueño.
-Necesitamos trabajar amigo, no estas acá de gratis y por supuesto que el problemático tampoco, oye, ¿Ya no fuma?
-Sí, sigue con ese vicio, ¿Por?
-Es que, Akamaru le ladraba cuando llegaron, no sé, me pareció raro, siempre le ha tenido aprecio a ustedes, nunca les ladra, nunca nada- se quedo pensativo un rato- además , cuando le nombre lo de no decir la palabra problemático, reaccionó, pero no exactamente como Shika lo haría, no pareció espontaneo , pero, ¿A fumado desde que llegaron?
-La verdad no, es poco raro como tú dices, puesto que lo hace cuando está nervioso y se le veía, se le veía nervioso en un momento y luego calmado, ya… eso paso, luego se calmo, así que no necesitó hacerlo, dejemos de hacer esto.
-¿Hacer qué?
-Sacar conclusiones y justo de él, se supone que él las saca ¿No? Esa es su posición en el equipo.
-Es que, no sé, me pareció raro, raro, no sé cómo decirlo, pero no sentí que fuese él, hay algo que me lo dice.
-Deja ya eso, solo son cosas tuyas, ya, deja de pensar, ¿Qué comeremos?
-¿Sabes cocinar no?
-Sí.
-Allí está la cocina- apunto hacia ella.
-Entiendo, pero cuando te quedes a dormir en mi casa, ya sabemos quién será el empleado oficial.
-Akamaru, ata…
-Ya entendí, ya entendí.
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-¿Qué tal te fue en el viaje?- preguntó Sasuke a su amigo.
Había llegado y hasta ese día en la mañana no había podido hablarle. El chico se había tenido que dormir como Choiji en la sala, puesto que el departamento a duras penas tenía dos habitaciones.
-Digamos que mas fue la impaciencia que el tiempo que duramos allí arriba.
-Ya veo, y trajiste a Choiji, ¡ Ah pillín!.
-Sí, sí, traje al gordito- Sasuke no paso por alto la forma de llamar a Choiji, pero no quiso hacer caso.
-Pues bien, ¿Y cómo haremos?
-¿Cómo haremos de qué?- el pelinegro comenzaba a sentirse tonto.
-Pues de las amenazas de tu madre, con mi padre, tu, yo, trabajar juntos, mi película.
-¿Podrías hablar bien? Estas haciendo un enredo.
-Que mi padre me dijo algo de que según tendrás que participar en mi película, ya ves, que habló con tu madre.
-Creo que no fui muy informado de eso, ¡Ah sí!, cierto, cierto, muy acertado lo que dices- aquel gesto de sorpresa no le pareció muy genuino a Sasuke, claro, el era un director, trabajaba con actrices, de esas reacciones las sabía muy bien-por cierto, Sasuke, ¿Dónde queda el parque Central?
-Tengo la leve sospecha, que en el centro- dijo con sorna.
-¿Podrías llevarme allí mañana? Tengo asuntos que resolver.
-Depende de a qué hora, luego de las once tengo que irme corriendo al estudio.
-Tranquilo, nueve de la mañana, es todo lo que necesito.
-Muy bien, entonces te acompaño con gusto.
-Perfecto.
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Hinata Hyuga se paseaba por aquella habitación de un lado a otro sin parar un segundo, se sentía ansiosa, lo que muchos confundían con nerviosa, pero no, estaba lista, en cualquier momento seria su espacio para llegar, solo debía de estar atenta a todo lo que aquel Shikamaru hiciera y si llegara a aquel lugar, tendría la excusa perfecta para poder verle. Quería ver a aquel rubio, siempre anhelaba verlo, estaba harta de verlo siempre en sueños ¡Y qué sueños!, quería verle en persona y aunque sus palabras se atragantase en su garganta, solo le importaba, eso… verlo. Y lo haría.
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Naruto estaba sin rumbo fijo por aquellas calles, pensando en nada y a la vez en todo. Su vida nunca había sido fácil, desde que era pequeño había tenido responsabilidades, y lo peor es que nadie de su familia las conocía, ni las podía saber; la ignorancia era la mejor arma que les podía dar. Sin embargo él, se había preparado para muchos cosas, había creado y destruido muchas cosas en su vida, y es que él no era normal, no quería serlo y nunca lo seria, quería sincerarse, decirle a su hermana el porqué de tantas cosas pero no podía. No quería exponerle a una verdad, no estaría preparada, pero algo presentía, que aquel secreto no estaría siendo un secreto para siempre.
Suspiró lento y pausadamente.
También había otra cosa en que pensar, en la posición que ahora era en su familia, el gay, el homosexual, el diferente, si, si antes su vida era un rollo, ahora había subido un escalón muy alto, y no podría bajarse de el, no, ahora sí que tendría que seguir con aquello y no mirar atrás, si lo hacía podía perderse. Mejor era seguir andando y no pensar en nada, le habían dicho que cuando le necesitaran le iban a llamar , así que esperaría, y sobre todo, estaría atento a que nadie se le acercara a su familia.
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-¡Quiero ver a mi tío Sasuke! Lo quiero ver-suplicaban varios niños.
-Yo quiero que nos siga contando lo que paso en aquel cuento, ¡Sí! Si- una niña de cabello castaño saltaba mientras decía aquello.
-Niños, su tío Sasuke está muy ocupado, luego le diremos que venga, pero por ahora está muy ocupado.
-¿Y nuestro tío Naruto? ¿Dónde está?- hablo ahora un pequeño con cabello muy oscuro.
-¡Konohamaru, ponte los calzones niño! ¡Saca eso de tu cabeza!- gritaba TenTen mientras veía como el niño ponía pose heroica, mientras que sus bóxer se instalaban en su cabeza y una capa roja, se amarraba a su cuello y ondeaba. Pero a pesar de todo eso, el niño estaba completamente desnudo.
-¡Libertad! ¡Libertad! – grito mientras Neji se preparaba para correr detrás de él.
-¿Por qué debemos cuidarlo? Recuérdamelo- preguntó a su pareja.
-Es el hijo de quien nos salvo la vida alguna vez, eso- el niño empezó a correr y Neji tras él.
-¡Mami!- se acercaba aquella pequeña de ojos claros y cabello marrón y suelto. Tenten la tomo en sus brazos.
-¿Aprecias a estos niños?- apunto hacia cada uno de ellos.
-Si mami.
-Muy bien, mientras escuche eso, tengo razones suficientes para atenderlos- más que hablar con su hija, hablaba consigo misma.
-Tía Ten- se acercaba otra niña de cabellos castaños y ondulados, mientras se sentaba en una sillita y se cruzaba las piernas como si fuera una adulta.
-Si dime, guerrerita.
-¿El tío Kiba donde esta? ¿Y Shikamaru?- genial, ahora preguntaban por todos- el tío Chouji es el único bueno, ha venido, a jugado con nosotros, nos ha cuidado y ellos no, ¡Injusto!, es ¡Injusto!
-¿Y qué somos nosotros? ¿Estamos pintados o qué?
-Pero es que a ustedes siempre los vemos.
-Está bien, está bien, ¿Quién quiere comer pastel de chocolate?
-¡Yo quiero! ¡Yo quiero!- gritaron todos eufóricos, Tenten se dirigió con aquellos nenes, hacia la cocina.
Tenten y Neji, tenía a aquella hija en común, no habían podido casarse, solo eran pareja, pero el amor estaba allí, nadie se los podía quitar y nadie podía olvidar aquel tesoro que tenían. Eran muchas las leyes que habían roto en el mismo momento de su unión y hasta en el mismo momento de haberse enamorado el uno del otro, pero ahora, nada importaba, que viniera quien viniera no los podría separar, mientras tuvieran una razón de vivir, no había mortal o no mortal, que pudiera contra aquel lazo.
-Le has puesto un short, es un gran avance- dijo burlonamente Tenten, cuando Neji venía con Konohamaru en brazos.
-Esta es una de las batallas más difíciles de mi vida, pero lo he logrado, ¿No merezco un premio?- la chica le sonrió y con un dedo le hizo ademan de que se acercara. Le dio un beso, que mas que un beso, se estaba empezando a volver espectáculo, hasta que sintieron que algo se estrello contra su unión.
-¡Vayanse en privado!- reprendió uno de aquellas niñas de pelo castaño y ondulado, mientras le tiraba pastel en la cara.
-Mami y Papi se quieren- habló aquella niña, sonriente, mientras veía a sus padres.
-Claro amor, sino, no lo aguantaría- señaló al chico frente a ella.
-Ni yo a ella.
-¡Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!- gritaba uno de los nenes, este tenía un color de cabello rubio. Estaba dando vueltas alrededor de la pareja.
-¡A comer!- ordeno Konohamaru.
-Está bien, está bien, comeremos.
Aquel pastel dejo de existir en algunos minutos, todos comieron y disfrutaron de aquel postre. Era un disfrute total estar con aquellos niños, aquellos pequeños que luego serian la siguiente generación, uno no sabía, muchas cosas podían suceder en la vida de ellos, pero por ahora, disfrutarían del momento.