Bueno, no me quedó tan chulo como otros, pero espero que os guste.
____________________________
Se encontraba en un alto, como de costumbre, dejando a descansar las piernas.
Pero notaba algo raro. Estaba sudando. Vragon nunca sudaba. Tampoco tenía las piernas firmes. Le temblaban. Pero nada grave. Eso no le preocupaba. Acababa de tener un pequeño accidente deportivo. Quiso saltar un seto que le entorpecía el camino. Pero dudó. Y el resultado fue una aparatosa caída. No le preocupaba el daño. Le preocupaba el haber dudado. La duda era su peor enemigo, sin duda.
Y por eso sudaba. Porque dudaba. “¿Qué diablos hago de mi vida?”
No era una respuesta fácil. No. Era una respuesta imposible. Para contestar una pregunta necesitas conocer su significado. Pero en este caso ¿Que significa la vida?
Comenzó a llover.
Se fue antes de mojarse, y se llevó sus pensamientos para casa.
Sin cenar, siguió dándole vueltas en la noche. Antes de que acabara esa noche debía saber que hacer respecto a las posibilidades que se le presentaban. Respecto a la empresa Banner. Era una buena oportunidad. ¿Por qué desconfiaba tanto?
“La suerte sonríe a los que se mueven. No puedo quedarme quieto. ¡Pero es que no se que hacer! Si no se que dirección escoger, ¿como voy a moverme en algún sentido?
Estaba claro lo que necesitaba. Un amigo. Un consejo. Antes de que se diera cuenta el teléfono ya estaba llamando.
-Hola?- se escuchó una voz masculina pero estropeada por el tabaco y por el alcohol.
Vragon colgó. No sabía que debía decir. Tampoco quería traerse su pasado con él. No es que fuera tormentoso ni nada de eso. Simplemente no quería. ¿Que decir? Esa no es la cuestión ¿Cómo decirlo? Esa si que lo era.
Tenía que hacer, nunca mejor dicho, un par de llamadas, cada cual más dificil. Remarcó el mismo número. El número de su viejo amigo Matheus.
Matheus era un joven que amaba la música y la pintura. Y como buen artista. Se había dedicado en cuerpo y alma a la música y a la pintura. Y a las sustancias psicotrópicas.
-Hola Capullo!- dijo Vragon.
-Bueno bueno bueno! Pero si es Peter Pan llamando desde Nunca Jamás. Menos mal que aún recuerdas mi número!- dijo la misma voz cascada de antes.
-Lo miré en la guía. Me ha costado encontrar una guía de otro país. Pero por suerte este lugar no es un pueblo perdido de la mano de a saber quién. Aquí hay recursos. Es la gran ciudad!
-Si. Ya veo. Recursos... ¿Pues por qué no los utilizas para que te solucionen los problemas? Sólo llamas cuando necesitas ayuda, cabronazo.
-Se nota que me conoces, capullo.
-Pues vayamos al grano. Las llamadas entre países no son baratas. Además estas no son horas!- contestó el amigo de Vragon.
-Si tu siempre te acuestas tarde, traidor!- dijo Vragon bromeándole el engaño
-BOH! Vete al carajo.
-Las damas primero.
-Hablando de eso, a ver, ¿que pasa esta vez tío? ¿Nenas, drogas o dinero? Aunque si falta dinero falta lo otro también...
-Me insultas pensando así. ¿Desde cuando yo me dedico a cualquiera de esas cosas?- contestó Vragon indignado mientras pensaba “La confianza da asco”
-Ese es tu problema! Eres demasiado sano! No eres normal! Tanto cuidarte en cuerpo y mente te van a dejar tonto. ¿No piensas en nadie más? ¿Ni siquiera en tu viejo colega?
-Ya sabes. Nuevo país, aunque sea el de al lado. Nuevas calles, nuevas caras. Y nuevas cosas me han pasado, en fin.-dijo Vragon, queriendo decir mucho más, acerca de los problemas acontecidos hasta entonces. Pero con un “En fin” lo dijo todo, quedándose escaso.- Es la gran ciudad.
-¿Y cual es el fallo? Tu eres el que dice que los cambios son buenos.
-¿Eso decía?
-Si, eso decías cuando te marchaste a estudiar. Pero yo ya estaba seguro de que tu no te lo creías.
-Eso abrá que demostrarlo. Seguro que acerté con el cambio. Quedarme en esa pequeña aldea se me quedaba pequeño. Necesitaba conocer más mundo. Aprender y crecer. Si no cambiaba mi situación jamás mejoraría.
-BOH! Dejemos de remover el pasado. - la voz hasta ese momento despreocupada y estropeada, se volvió grave y profunda. Un escalofrío recorrió la espalda de Vragon.- ¿Que es lo que querías?
-¿Te acuerdas que vine para aprender en la universidad? Pues que sepas que no aprendo nada. La magia me parece aburrida. Las cosas concretas que llaman mi curiosidad no aparecen en los libros.
-Si ya sabía yo que eras hombre de mundo. Siempre de un lado para otro. Es una lástima que tu padre no lo comprendiera.
-No me lo recuerdes... Me echó de casa! Menos mal que me dejó recoger mis cosas y algo de dinero. Si no ahora en vez de vivir entre estas cuatro asquerosas paredes viviría bajo un puente.- Se quejó Vragon. Miraba las paredes de su habitación. Ni si quiera se había esforzado en decorarlas. Sin embargo siempre le había gustado el arte. Lo que pasa es que él era incapaz de crearla. Ni pintura ni esculturas. La literatura prefería leerla, que para eso estaba. Y de tocar música ni hablar. Seguro que si lo hacía creaba tormentas.
-Hey, que hay puentes muy bonitos!- dijo su viejo amigo Matheus Mozart.
-jejeje- Se rió Vragon.
-Bien, cambiaré de camino. Ups, que hora es. Tengo cosas que hacer. Me voy. Y a ver si haces algo de tu vida!
-No lo haría y lo sabes! Diciéndolo pareces tu padre!-dijo rimando cada frase el artista echado a perder.- Seguro que te va bien. La suerte está siempre de tu parte!- volvió a rimar demostrando sus dotes de rap.
Colgó y miró al teléfono con una sonrisa estúpida. Sabía que no debía haber llamado. Demasiados recuerdos le atacaban. Se miró su brazo, rodeado por distintas cintas de cuero. Cada una con un deseo. Dejó de reflexionar, no tenía tiempo, quería llamar antes de las 12.
__---
-Izumi!! Despierta!- gritó Ozura en mitad de la noche.
-Eh! Que es lo que pasa?-Dijo Izumi despertándose de golpe de la cama.
-Estabas teniendo un sueño... Como el de la otra vez. Me dabas miedo.
-Aveces me pasa. ¿Desde cuando sabéis que tengo premoniciones?
-Desde la pelea del bar.
-Sabes, puede parecer muy útil soñar con el futuro. Pero en realidad no me sirve de nada. No recuerdo nunca los sueños. Y lo que sueño nunca son cosas que quiero saber. No puedo elegir lo que sueño. ¿Escuchaste algo de lo que dije?
-Pues si. Ahora que lo dices tienes razón. No conoces ningún tal Matheus. ¿No?
-Pues no.- contestó la pitonisa confusa. Pese a ello se sentía segura. Ozura, pese a ser bastante peligrosa cuando se enfadaba, desprendía un aura de protección. Como Ko. La presencia de Ozura era la misma que la de un animal que se movía por instinto, pero que defendería con garras y dientes aquellos a quienes quiere.
-Pues estabas soñando con un artista llamado Matheus. Parece ser que su vida sería muy problemática. Pos un lado haría canciones. Pero acabaría en la pobreza. También era pintor. Pero soñaste que solo vendería un cuadro en su vida. Y también que perdería una oreja en una pelea de borrachos. Había más. Pero esa parte no la entendía muy bien.
-Durmamos. -bostezó Izumi- Mañana tendremos que ir a estudiar. ¿Porcierto, tu que estudias, Ozura?
-Yo est...
Izumi se había dormido, y no escuchó la última parte.
__---
Ahora Vragon debía hacer la verdadera llamada. No podía hacerlo. Necesitaba algo de ayuda. Intentó pensar como su amigo. Diría algo como: “ya sabes el alcohol no es una droga, es una herramienta!”
Pues en esta ocasión, y probablemente en ninguna más, le daba la razón.
No tenía bebidas alcoholicas en casa. No podía infundirse valor de ninguna forma. Bueno, parecía que la suerte quería darle la razón a Vragon y a su filosofía. Tal vez no hacía bien siguiendo el consejo recibido. ¿Pero que hacer si no?
Lo que no podía era quedarse dudado. La duda era su enemiga. Por eso había comenzado a estudiar en la universidad.
Lo dejó todo para aprender los fundamentos del mundo. La física y la magia. Quería conocer lo suficiente para poder explicarlo todo. Iluso. Ahora se daba cuenta de que jamás lo conseguiría.
Marcó el número. Movido un poco por la rabia. Eso si que le daba fuerzas. Ese fuego en sus ojos se desvío a su boca y pronunció esas palabras tan imposibles:
-Padre, se acabó. Lo dejo.
-Hijo!- por un momento parece que había felicidad en su voz. Después de todo era su padre. Por mucho que le exigiera, en el fondo le quería. Pero eso no impedía que su sentido del deber desapareciera- Sabía que no tenías lo que hay que tener desde el principio! No tienes los pies en la tierra! Eres un iluso! ¿Que vas a hacer ahora? Te dejé los recursos para que cumplieras ese sueño estúpido! Ahora ha sido dinero quemado! No esperes más ayuda de mi parte! Sin los pies en la tierra no puedes ni trabajar, ni aprender. No puedes vivir!
-Siempre con lo mismo! No confias en mi!-arrancó Vragon con un nudo en la garganta.
-No, no confío!
-Si siempre he echo lo correcto! Me cuido y me esfuerzo! Ya sabes, como me enseñó mi madre!
-Ah, claro... tu madre. Ella siempre tan optimista. Saliste con todos sus defectos, ella es solo una mujer y tu vas y le haces caso!
-Desagradable, machista e irrespetuoso, no se como te aguanta!- Vragon golpeó la pared. Sus nudillos comenzaron a sangrar. Y algo destelleó en su espalda. Sus dedos se curaron al instante. Y su mente se enfrío al momento. Desapareció el nudo de su garganta y notó la energía en forma de cruz.
Con la herida, el cross se activó por un momento. El mejor momento. Necesitaba enfríar la cabeza. Enseguida desapareció el efecto del cross. La cura de los Ishida funcionaba casi a la perfección Y menos mal, si no Vragon estaría muerto. Por suerte la sanación de Ishida había resultado casi perfecta.
En seguida desapareció el efecto del cross. Pero le sirvió para olvidar sus sentimientos y concentrarse un momento:
-Dejo de estudiar, pero no de aprender. Tengo un trabajo.
Por que sin los pies en la tierra es imposible que seas un hombre de verdad, serás siempre un...¿Cómo has dicho?
-...PIII...PIII...PIII- Vragon había colgado.
Podia ser una mentira. Pero no. Acababa de tomar la decisión. Al final había sido fácil. Simplemente no había que pensarla demasiado. Había tomado la decisión, pero ¿la correcta?
__---
Rick llamó a Yume. En mitad de la noche. En realidad muchas horas después de medianoche. Le contó sin detalles lo acontecido en el despacho del director. Estaba seguro de lo que hacer, pero necesitaba asegurarse. Seguro que Yume estaría segura al respecto.
-No lo hagas. Por lo que mas quieras. No.
__---
A la mañana siguiente se presentaron en el despacho.
-¿Cuales son vuestras respuestas?
Vragon: SI! -Dijo convencido de que Rick también aceptaría.
Frederick: No!- dijo convencido de que Vragon también se negaría.
-Entonces está decidido. Venga conmigo, señor Tempos.
Salieron del lugar y se dirigieron al nuevo lugar de trabajo del ahora “Señor Tempos”. El camino lo llevaron a cabo en un coche flotante de alta gama. El viaje fue en silencio. Un par de preguntas para romper el hielo del hombre de negro y un par de datos sobre la empresa, de poca importancia. Aun así a Vragon lo que le preocupaba era su decisión. La dejó en manos de la suerte. Ni las emociones ni el raciocinio habían tenido voto. Seguro que se equivocaba. La suerte nunca le amparaba. La meta del viaje era un gran edificio de cristal.
La entrada era lujosa, y había ajetreo, grandes sonrisas. “Lo que tenga que ser será!” pensó Vragon, y por fin dejó de dudar. “El destino esta escrito, ya me enteraré otro día cómo” se dijo para consolarse por haber dejado plantado su sueño de algún día comprenderlo todo.
__---
-Venga Ozura! Duermes como un oso!
-Orgh Orgh Despierta! Org!- dijo Ko, quien había adoptado la forma de un loro muy estridente, tanto en voz como en colores.
-Siempre igual!- Dijo Ozura corriendo a vestirse y a buscar su violín. En cambio Izumi, con su sencillez, ya estaba arreglada y lista para salir.
-Era visto que pasaría algo así. Jajaja- contestó Izumi.
-Porque.. ¿lo viste predestinado?- preguntó Ozura algo más calmada. Con tanta prisa, aún le sobraban a ambas mujeres una docena de minutos.
-Que va! No siempre acierto. Yo lo que veo son los caminos que se le presenta a la gente. A dónde llevan. O eso creo. Al final cada uno es el que elige que quiere hacer. Recorrerlos o no. Aveces incluso cambiarse de golpe.- Izumi miró a los ojos a Ozura.- Por favor. No digas nada de esto.
-Tranquila- dijo Ozura recordando el odio que le tenía a cierto grupo de personas. Curiosamente Izumi también los odiaba. Ambas sabían que era mutuo. No hacían falta las palabras para saber lo que sentían y por quién lo sentían.- Yo también los odio y te protegeré de ellos. Además, todos tenemos secretos.
Pese a la seriedad del momento. Ambas se fueron con una sonrisa.
------------------------------
Espero vuestros comentarios.
Actualemente no se quien anda por aqui y que este libre para escribir!
Dizz! que siga ellla! A no, que no está XDD
¿Quien tiene tiempo entonces? Yume, tu decías que podías, no? Animo!
A los que se pregunten por que no aparece Aimee, les animo a que relean la historia y establezcan paralelismos.
Y otra cosa! Seria importante decir en los siguientes capitulos que estudia cada uno.
Candy, una vez preguntste que hacía Aimee en la unviersidad, verdad? Ahora yo pregunto: ¿Estudia bellas artes, no? XDD
y hablar un poco del pasado introspectivo de los personajes. A ver si podemos cerrar una Primera Temporada, y asi abrir para que se unan nuevos escritores.
Tambien, si hay lectores que no son escritores, animo a que posteen sus observaciones y vivencias.