Gracias por comentar juankure, te dejo otro capitulo. En este termina la guerra por parte de la alianza, pero se abre el frente del Valle del Fin:
Capítulo 33: Cara a caraMadara observaba a los miembros de la alianza desde las alturas, mostrándose superior a todos los que tenía delante. Y con razón, ya que convirtiéndose en Jinchuuriki de Juubi, el enemigo superó la existencia humana y alcanzó un poder sólo comparable al de un dios. El Uchiha dedicó algunas palabras a los ninjas:
-Dejad de luchar de una vez, ya no podéis hacer nada por salvaros. Entiendo que hasta ahora hayáis tenido esperanza, pero... ¿Veis eso?
Madara extendió su brazo y señalo a la Luna:
-Cuando el eclipse termine, el mundo será mío, y nada podrá evitarlo. Se acabó.
El Uchiha podría haber entrado en combate allí mismo y acabar con la vida de todos los ninjas de un solo golpe, pero en lugar de eso se retiró al interior de la guarida de nuevo. Allí se dirigió al lugar en el que se encontraba Kabuto controlando a los resucitados:
-Siento un aura terrible alrededor de ti, veo que ya está hecho.
-Así es... Ahora nada podrá detenerme.
Madara se paseaba por la habitación mientras Kabuto se mantenía concentrado en su labor:
-Por cierto, Kabuto, Tu Edo Tensei... no se detiene aunque tú mueras, ¿verdad?
-Eh... no, ¿por qué lo dices?
El chico no pudo reaccionar ante la velocidad a la que se movió Madara para clavarle su espada en mitad del pecho:
-Bueno... yo tengo que ir a matar a Kaseiyo, y después disfrutaré de mi victoria al cumplir mi plan, así que no puedo dejar cabos sueltos antes de que todo eso ocurra.
Las gafas de Kabuto cayeron al suelo y se rompieron, mientras él sangraba abundantemente:
-T... teníamos un trato... ugh...
Madara le miró con malicia mientra sonreía para dejar ver que disfrutaba de lo que hacía:
-Oh, ¿en serio?. Vaya... debo tener otra de mis lagunas...
El enemigo empujó su espada hacia arriba y cortó a Kabuto por la mitad desde el centro del torso hasta la altura del hombro, tras lo cual una enorme cantidad de sangre salpicó por todas partes, alcanzando al propio Madara, que quedó cubierto de ella:
-Tsk... lo máximo que has podido hacer contra mí es mancharme la ropa.
Una vez muerto Kabuto, el enemigo se marchó de allí definitivamente y se dirigió al Valle del Fin para encontrarse con su enemigo jurado. Mientras tanto, los combates en el exterior de la base continuaron a pesar del mensaje de desesperanza de Madara. Los ninjas no se rendirían hasta el último momento, ya que el eclipse de Luna se llevaba a cabo muy lentamente y aún había tiempo, ya todo dependía de Kaseiyo.
El invocador del Edo Tensei estaba muerto, pero los resucitados conservaban el talismán en sus cabezas que les obligaba a luchar y contraatacar, por lo que los miembros de la alianza no tenían más remedio que seguir luchando hasta acabar con sus enemigos. Aunque esta vez tenían mucha más presión que antes; era una lucha contrarreloj. El grupo encargado de Jiraiya lo estaba haciendo bastante bien, pero el Sannin era duro de roer:
-¡Vamos, derrotadme ya, por favor!
-Tiene un repertorio de técnicas muy vasto, esto no será fácil...- murmuró Inoichi.
En cambio Shikaku se mostró impresionado, dentro de lo amarga que era la situación:
-Jiraiya, he intentado varias estrategias contigo pero las has repelido todas... No hay duda de que eres un ninja de Konoha que conoce mi forma de pensar.
El Sannin se abalanzó contra los ninjas haciendo un Rasengan en cada mano:
-¡Pues seguid probando hasta que alguna de ellas funcione!
Cuando Jiraiya estaba a punto de alcanzar a dos ninjas con su técnica, aparecieron varios clones del Zetsu blanco para protegerles y encajar el golpe. A continuación las copias se pegaron al Sannin y le inmovilizaron durante unos segundos. Entonces el verdadero Zetsu apareció:
-¿Estáis bien?
Los ninjas le agradecieron su ayuda y se dispusieron a sellar a Jiraiya, pero el enemigo uso su técnica de la melena salvaje para librarse de las copias y a continuación atacar a los ninjas que le iban a sellar con la misma melena, que adoptó la forma de un león, y los engulló violentamente. Los gritos de dolor podían sentirse en el interior, hasta que cesaron definitivamente. En ese momento el Sannin empezó a hincharse progresivamente hasta que su cuerpo explotó salpicando una extraña sustancia:
-Esto es... ¿Aceite?- dijo Inoichi.
El verdadero Jiraiya apareció de repente dispuesto a atacar:
-¡Katon: gran bala de fuego!
Un enorme incendio se propagó rápidamente por toda la zona gracias al aceite y prendió a varios ninjas, incluidos Shikaku e Inoichi, aunque gracias a la rápida actuación de uno de los hombres del fallecido Yusei, que ejecutó una enorme técnica de agua, pudo extinguir las llamas y limpiar parcialmente el aceite para que no diera más problemas. Algunos ninjas no soportaron los daños, pero la mayoría se salvaron de morir, aunque no sin sufrir algunas quemaduras:
-Eso ha estado... demasiado cerca- dijo Inoichi.
Sin perder un segundo Jiraiya se preparó para su siguiente movimiento:
-¡Kuchiyose no jutsu!
Pero la técnica no tuvo efecto alguno, ya que el contrato de invocación desapareció al morir el Sannin, por lo que ahora no podría invocar nada aunque estuviera vivo de nuevo, ni tampoco entrar en Modo Sennin. El Edo Tensei tuvo un error que hizo vulnerable a Jiraiya por un momento, y los ninjas lo aprovecharon. Zetsu apareció por detrás saliendo de la tierra y agarró al enemigo por las piernas para arrastrarlo hacia el interior del suelo, dejando al descubierto sólo la cabeza. Jiraiya oponía mucha resistencia y no tardaría en liberarse, por lo que el Zetsu negro actuó enseguida. Su pecho se abrió dejando ver que en el interior había una esfera de pequeñas dimensiones y de color verde brillante que lentamente empezó a salir hacia el exterior, quedando justo delante de su torso. Zetsu empezó a acumular una gran cantidad de energía y chakra, que se canalizaba por todo su cuerpo hasta la parte central de su pecho y se unía a la esfera, que cada vez adoptaba un tamaño mayor y más brillante:
-Creo que con esto será más que suficiente...
Zetsu puso sus manos alrededor de la bola como si tuviera intención de agarrarla, pero en realidad no era eso lo que quería, sino que simplemente servía para indicar la dirección del ataque, el cual apuntó directamente a la cabeza de Jiraiya. Finalmente un enorme rayo de energía pura salió disparado desde el pecho de Zetsu e impactó de lleno contra Jiraiya, el cual quedó decapitado por completo. El ataque fue tan fuerte que sacó al Sannin del suelo y lo empujó decenas de metros, dañando gran parte de su cuerpo. La técnica de Zetsu era algo especial, ya que a medida que rozaba el suelo algunos árboles fueron creciendo formando un pequeño bosque, ante la mirada atónita de los ninjas:
-Eso no es sólo chakra... también tiene gran parte de energía vital.
El enemigo empezó a regenerarse enseguida, pero los ninjas actuaron rápido y lo sellaron definitivamente:
-¡Genial, lo logramos!- exclamó un ninja.
-Buen trabajo, Zetsu- dijo Shikaku.
-Aún es pronto para relajarnos.
Inoichi se acercó a los ninjas:
-Toda la razón, vayamos a ayudar al resto.
Ya sólo quedaban tres ninjas resucitados, aunque eran de los más temibles. Los hermanos de la Nube y Kagami Uchiha con su implacable técnica del espejismo eran el último empujón antes de poder irrumpir en la base enemiga y rescatar a Naruto. El Hokage y Darui estaban intentando lidiar con la velocidad de sus enemigos y sus ataques combinados casi perfectos, fruto de una vida de trabajo en equipo que les hacía carecer de prácticamente algún defecto. Incluso a Darui, que fue durante mucho tiempo la mano derecha del anterior Raikage, se le acababan las ideas para hacer frente a semejante bestia:
-¡Te falta velocidad para ser Raikage, Darui!
-Lo siento, no había nadie mejor que yo en la aldea para ocupar el cargo, señor...
El anterior Raikage se disponía a golpear a Darui con todas sus fuerzas:
-¡Tranquilo, tienes muchas otras cualidades!
Darui fue capaz de esquivar el ataque de un salto y se reagrupó con Kakashi, el cual también parecía bastante cansado:
-Esto se pone feo por momentos, Darui...
El Raikage asintió con la cabeza y tras coger algo de aire se dirigió al Hokage con tono muy serio:
-Sólo se me ocurre una cosa más que probar, pero...
-¿Aque te refieres?
Darui miró fijamente al doujutsu de Kakashi:
-Usa tu Mangekyo Sharingan cuando te de la señal.
Entonces el Raikage ordenó a todo el mundo que se quedara en la retaguardia y se dirigió él solo contra los dos enemigos, que se prepararon para recibirle. Mientras corría Darui hizo varios sellos y ejecutó una técnica de rayos negros que tomaron la forma de dos panteras enormes que atacaron a los resucitados. El anterior Raikage pudo esquivar fácilmente a la que iba a por él gracias a su velocidad, pero Killer Bee tuvo problemas para lidiar con la otra, por lo que eso le mantendría ocupado durante unos segundos. El anterior Raikage había desaparecido pero no tardo en hacerse notar, ya que atravesó a Darui por la espalda con su brazo derecho:
-Nos has hecho nada por esquivar el ataque... ¿Por qué, Darui?
-No se me ha ocurrido nada mejor para salvar el mayor número de vidas...
Kakashi tenía preparado el Mangekyo Sharingan, pero estaba enormemente sorprendido:
-Así que eso era lo que planeabas...
En ese momento Darui agarró al anterior Raikage con fuerza y además también ejecutó otra técnica de rayos negros por todo su cuerpo para mantener inmovilizado a su rival con mayor seguridad:
-¡Ahora Kakashi, hazlo, no vaciles!
Muy a su pesar, el Hokage ejecutó su técnica ocular y usó el Kamui, que se dividió en tres bucles al igual que la última vez que lo usó. Dos de ellos los dirigió a Darui y al anterior Raikage, con lo que ambos fueron absorbidos; y el tercer bucle lo utilizó para atacar a Bee, que estaba distraído con la pantera de rayos. El Hokage sólo pudo arrancarle una pierna al enemigo, por lo que no fue suficiente para derrotarlo. Kakashi cayó entonces al suelo sobre una de sus rodillas debido al cansancio por haber usado el Sharingan. A continuación la pantera de Darui desapareció y Killer Bee, que no tardó en regenerarse, cargó contra los ninjas a toda velocidad mientras un manto de chakra residual del Hachibi le cubría todo el cuerpo, cosa que le daba un mayor poder. El resucitado se dirigió directamente contra Kakashi:
-¡Lariat!
Pero justo cuando estaba a punto de acabar con el Hokage, apareció Naruto por el aire y golpeó a Bee por la espalda con un Rasengan tan potente que tiró al enemigo al suelo y levantó una gran cantidad de escombros. El resucitado quedó tan maltrecho que finalmente sí pudo ser sellado y derrotado. Kakashi se levantó de repente sacando fuerza de donde no las había y puso sus manos encima de los hombros del rubio:
-¿¡Naruto, estás bien!?
-Sí... pero el Kyubi...
-No te preocupes por eso, aún tenemos tiempo de arreglar las cosas. Debemos confiar en Kaseiyo...
Naruto se mostró sorprendido:
-¿Te refieres a ese hombre tan extraño?
-Así es, ahora es nuestra única esperanza.
-Maldita sea, entonces he estado inconsciente demasiado tiempo...- pensó Naruto.
Una vez que los resucitados fueron derrotados, el silencio reinó en la zona. Darui se había sacrificado para derrotar a sus enemigos, y con ello un sabor amargo acompaño a la victoria de los ninjas, los cuales no pudieron dedicar demasiado tiempo a las lamentaciones, ya que todavía quedaba un enemigo más que derrotar. Todos los miembros de lo que quedaba de alianza acabaron congregándose ante Kagami Uchiha, al cual nadie de los allí presentes había logrado tocar todavía. Cuando Naruto le vio no pudo evitar hacer algún comentario:
-Ese es... ¡Ese es el que me capturó!- gritó mientras lo señalaba.
-Ninguno de nuestros ataques le afecta, es como si nos diéramos la vuelta de repente... - explicó un ninja.
Naruto asintió con la cabeza:
-Sé de qué hablas, se llama Técnica del espejismo, es algo que lo hace intocable. No se me ocurre nada para derrotarlo.
Entonces apareció Zetsu junto a Naruto:
-Naruto... me alegro de que estés bien.
-Zetsu...
-Como bien dices, ningún ataque afecta a Kagami, su espejismo le rodea completamente sin dejar puntos ciegos, lo que significa que mientras la tenga activa nada de lo que hagamos servirá. Es básicamente invencible ahora mismo...
Los ninjas atacaban al enemigo sin parar pero nada servía contra él, y los que se atrevieran a acercarse morían en el intento. No se podía hacer nada y cada vez quedaban menos aliados. Pero lo que los ninjas no sabían es que en el interior de la guarida enemiga estaba pasando algo que supondría un golpe de suerte para la alianza, y es que los restos de Kabuto se estaban regenerando muy lentamente hasta que al final el enemigo volvió a la vida, aunque estaba extremadamente débil y no tardaría en morir:
-Maldito seas... Madara... ¿no creerías de verdad que me matarías tan... fácilmente?
El joven se arrastró por el suelo hasta una pared, en la cual apoyó su espalda y quedó sentado:
-Esto es lo máximo que puedo hacer, el resto es cosa tuya, Kaseiyo... Hazle pagar.
Kabuto hizo varios sellos y detuvo el Edo tensei, con lo que Kagami desapareció del campo de batalla ante la confusión de los ninjas que presenciaron la escena. Al ver que no quedaban enemigos varios escuadrones irrumpieron en la guarida y la registraron a conciencia. En el interior sólo encontraron los cadáveres de Sasuke y Kabuto, el cual murió segundos después de detener su propia técnica. Kakashi y Naruto se acercaron a Sasuke:
-Lo siento, Naruto...
El rubio estaba muy triste, pero en parte entendía que todo había ocurrido como tenía que pasar:
-Yo también lo siento, pero Kaseiyo me lo advirtió...
Entonces apareció Sakura gritando el nombre de Naruto, el cual justo al darse la vuelta se encontró a Sakura de frente, que lo abrazó con fuerza mientras lloraba. El resto de compañeros de Naruto aparecieron acto seguido:
-Me tenías muy preocupada... ¡No vuelvas a irte así!- dijo Sakura.
-Lo siento Sakura, te prometo que no volveré a hacerlo.
Entonces la chica vio el cuerpo de Sasuke tirado en el suelo, pero ella ya no sentía nada por él, así que supo soportar la tristeza, que no fue más allá de la que siente una persona al perder a un compañero. Esa parte de la guerra había terminado, por lo que ahora sólo quedaba el frente de Kaseiyo, el cual sería el más duro de todos. La alianza no podía hacer nada por ayudar a nuestro hombre, ya que la batalla que se iba a librar a continuación iba más allá de lo humano.
Lejos de allí, Kaseiyo ya se encontraba en el Valle del Fin, sentado encima de la cabeza de la estatua de Hashirama y esperando pacientemente. De repente el hombre notó un tenebroso chakra que se acercaba cada vez más, efectivamente era Madara, que finalmente apareció y se posó encima de su propia estatua. Ambos rivales quedaron mirándose fijamente; Kaseiyo fue el primero en hablar:
-Ya creía que te habías acobardado y no vendrías.
-Eso es lo que te hubiera gustado, ¿verdad?
Kaseiyo vaciló:
-¿Crees que te tengo miedo alguno?. Yo te reté a venir aquí, si no hubieras aparecido me habría encargado personalmente de buscarte.
-Habrá que ver si eres capaz de derrotarme...- dijo Madara.
En ese momento nuestro hombre sacó su Katana, en señal de que estaba listo para empezar el combate:
-Me encargaré de borrar toda oscuridad que supones para este mundo.
La imagen es un montaje que me hizo un amigo y que servira para que veas por fin como es Kaseiyo fisicamente. Ademas lleva la ropa y accesorios que describi hace poco. Ahora entenderas por que no he puesto el capitulo en spoiler, no queria arruinarte la sorpresa antes de tiempo xDDD
Que empiece la batalla final... Si todo sale bien, sera el combate mas epico que habre escrito nunca.
Un saludo.