Hola, en primer lugar mil gracias por los coments, de verdad que me puso muy feliz que fuera del agrado de alguien jeje. Bueno, en este capitulo ya se comprenderá todo un poco mejor, espero que sea de vuestro agrado. Y sobre Madara, ya que no conozco demasiado su personalidad, temo que me salga un poco OCC, en ese caso por favor avisadme. Y aquí la Cont., gracias por leer.
Capitulo 2. Las espinas tras los pétalos.
Había sido un largo día en el instituto, largo y agotador. Me gustaba estudiar, siempre me considere una alumna ejemplar. Era una de esas chicas modelo, aquellas que sobresalían tanto en estudios como en deportes, y para variar le caía bien a casi todo el mundo.
Claro que, a diferencia de lo que se veía en el exterior, me costaba muchísimo mas esfuerzo que a la gente normal, es decir si sacaba buenas notas, era por que estudiaba el doble que los demás alumnos.
Pero, convencer a la gente de que las cosas no son como ella ve, es a menudo muy complicado, por no decir una labor casi imposible.
Por lo tanto en mi segundo año de secundaria abandone esa idea, si querían pensar aquello, era su problema, aunque en ocasiones la idea de que no valoraran tu esfuerzo, resultaba bastante frustrante.
Pero todo aquello era por el día…
Por la noche era otra cosa, por la noche el mundo era mío, por que no tenia que preocuparme por mi reputación, por mis notas ni por nada, en aquel momento desaparecían las rejas de mi jaula, en ese momento era libre.
Mire mi reloj, era lunes, por lo tanto mi padre estaría con alguna de sus “amigas” toda la noche.
Mi madre murió teniendo yo doce años, de eso ya hacía tres años, casi cuatro. Y respecto a mi padre biológico, era obvio que Itachi Uchiha no lo era.
Desconozco el motivo de porque se convirtió en mi tutor, en un principio me inquietaba, pero al igual que la duda de quien era mi verdadero padre, fue desvaneciéndose al pasar el tiempo.
Para mi las cosas eran claras, debía tener un buen comportamiento y unas notas sobresalientes en absolutamente todo, y delante de la gente debía de tener una imagen impecable y siempre presentable. Y por supuesto ser obediente.
Si cumplía con eso podría obtener todo lo que deseara con tan solo chasquear los dedos, pero en cambio si no lo hacia las consecuencias eran severas.
Itachi siempre fue conocido por tener poca paciencia y ser muy exigente. Pero de algún modo, después de sufrir una verdadera tortura por su parte para cumplir con lo que me exigía, creció un gran respeto hacia él. Al fin y al cabo, era el único padre que había conocido, por lo tanto me esforzaba por complacerlo.
Llegue a casa, y pude ver en el recibidor justo al entrar, colocados en un perfecto orden los zapatos de dos hombres más, por lo tanto me descalce y una vez deje en mi habitación mi cartera, me dirigí hacia el baño, estire delicadamente del listón de mi cabello, dejándolo completamente suelto y una vez considere estar presentable, me dirigí hacia el salón.
Toque dos veces la puerta con suavidad y abrí al escuchar la voz de mi padre contestándome con un suave pero firme “pasa”.
A penas entre pude ver como los dos hombre que acompañaban a mi padre se ponían en pie, eran casi idénticos…los tres.
-Estos son Madara y Sasuke Uchiha.
Tarde un minuto en asimilar la situación, pero respondí al percibir la mirada amenazante de mi padre, se notaba que no quería quedar mal.
-Mi nombre es Sakura, es un placer –dije haciendo una leve reverencia-
Y… continuara!! Jaja ¿les agrado? Espero que si, comenten por favor y denme su opinión, si estuvo bien y quieren que continúe, o si estuvo mal, en fin, criticas constructivas. XD
Gracias, por leer.