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Autor Tema: Hermanos - Capítulo 7  (Leído 8871 veces)

AiixChaan Desconectado
« en: Noviembre 11, 2015, 07:41 pm »

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Hermanos - Capítulo 7
« en: Noviembre 11, 2015, 07:41 pm »
Capítulo 7: un a triste tarde de primavera.

Luego de volver del centro, con varias bolsas y un delicioso helado en sus manos, la dos jóvenes regresaban a sus casas despues de un día de compras. Hablaban sin parar de varias cosas, Hoshiko le había contado detalladamente lo que había pasado con Hiroto, que estaba preocupada y que no sabía que le había pasado. Entre charla y charla, Mei le confesó que...
- Hiroto? - Hoshiko miró desde lejos a una pareja de muchachos que estaban sentados en un banco de la plaza que debía cruzar para llegar a su casa. Descubrió que no solo era Hiroto sino también Yota. Tomó de la mano a su amiga y corrieron a su encuentro.
El peliazul, todavía con la sonrisa socarrona tan peculiar, marca Uzumaki Naruto, sintió como alguien se precipitaba sobre él y lo abrazaba firmemente. También sintió unos pechos que se presionaban sobre su espalda y enrojeció cual tomate bien maduro.
Al voltear se encontró con la mirada preocupada de la señorita de pelos color cacao.
- Hiroto estaba tan preocupada, que pasó ayer? Estas bien?
- Ho.. hoshiko... eh yo... estoy perfectamente, no me pasa nada… Es solo que estaba llegando tarde a casa je je je...
Yota suprimió una risita y miró para otro lado. Esa reacción estúpida y tímida de su amigo siempre lo hacía reír.
Hoshiko sonrió satisfecha y volvió a apretar todo su cuerpo, junto con sus perfectos senos, contra el que ahora era su novio.
Mei saludó a ambos y sonrió. Ella también disfrutaba ver a su amiga así, era graciosa verla preocuparse tanto por un chico, cuando dos años antes había jurado que los odiaba.
Yota y Mei cruzaron miradas y descubrieron que ambos se reían de sus amigos. Un leve rubor apareció en sus mejillas y no apartaron la vista el uno del otro hasta que descubrieron que estaban completamente solos. Miraron para ambos lados, luego adelante, atrás y caminaron unos metros alrededor de la plaza para ver si encontraban a sus amigos, sin embargo no había rastros de ellos. Cuando desistieron de buscar, el celular de Mei vibró y ella pegó un brinco. Lo sintió inesperado aunque ella ya sabía quién era.
"Mei-chan, has tu mejor esfuerzo" Solo esas palabras hicieron sonreír a Mei. Aunque era algo tímida agradecía a su amiga por haberla dejado sola con Yota...

- Espera, espera, espera, Hoshikoooo
La Nara clavó los pies y freno bruscamente. Recuperó un poco el aire y giró para ver al peliazul.
- Por qué corrimos tanto?
- No es obvio? Creo que necesitan estar un tiempo a solas...
- A solas? Oye, tú también sabías que...
- ... Mei gustaba de Yota? Claro... es mi mejor amiga... Acaso ella también te lo dijo?
- No claro que no me lo dijo yo... ESPERA - Hiroto abrió sus ojos como platos, conectó las neuronas que Hoshiko le hacía desconectar, se concentró y se dio cuenta de que...- MEII GUSTA DE YOTAA??!!
- Pues si tonto... Sino porque los iba a dejar solos... espera, ESPERA, si tú no sabías que Mei gustaba de Yota, entonces... YOTA GUSTA DE MEI?!!!
La parejita se miró sorprendida. Inspiraron hondo y entendieron lo que pasaba. Se sintieron Cupido y comenzaron a reír. Rieron como dos niños que son cómplices de una broma, aunque más que una broma fue una coincidencia, una coincidencia extraordinaria.

- Otra vez nos abandonan - Bromeó el Uchiha - Te distraes un minuto y se escabullen...
- Ajam... - La morena de ojos como el cielo sabía lo que tenía que hacer pero la ansiedad y los nervios no la dejaban hablar. Sonreía para que sus facciones no delataran su preocupación.
Yota río un poco, pero luego noto algo extraño en Mei: su sonrisa. Era la de siempre, pero su semblante no era el mismo, algo ocultaba... probablemente alguna preocupación o tristeza... él lo sabía.
- Mei, no tienes que sonreír si no quieres... te pasa algo Mei?
Su cara color porcelana se ruborizó dándole un parecido a una muñeca, de mejillas rojas y grandes y lindos ojos. Tragó saliva y su sonrisa desapareció dándole lugar a una expresión nerviosa.
- Mei, dime lo que te pasa... Odio que tu rostro muestre una sonrisa falsa...

A unas cuadras de la frondosa plaza dos jóvenes caminaban agarrados de la mano. Estaban totalmente callados sin saber que decir, pero de vez en cuando miraban de reojo al otro.
El celular del Joven de ojos claros vibró en el bolsillo de sus jeans.
- Hola, papá.
- Hijo... En dónde estás?
- Estoy bien, eso es lo que importa.
- Deja de contestarme así que dormirás con tus hermanitas y no la detendré si quieren jugar contigo a "llena todos los espacios vacíos con maquillaje"
Naruto no estaba enojado, solo quería que su hijo entendiera.
- Ya no es gracioso. La última vez, casi salgo a la calle pintado como florcita del jardín.
Ambos rieron, tenían una gran relación padre e hijo. Además Naruto nunca permanecía enojado, era muy volátil. Hiroto era de aquellos que permanecía furioso varias horas o hasta días, pero ahora estaba con Hoshiko así que nada mas importaba.
- JAJAJA, con tu madre reímos todas las noches recordando eso... Escucha no estás metido en ningún problema verdad?
- No... Basta ya, estoy bien, no me pasa nada y dile a mamá que no se preocupe, sé que estoy en altavoz.
De fondo se escucharon las risitas de Hinata y sus dos hijitas. Se sentían "atrapadas".
- Bueno no llegues tarde a casa, nosotros vamos al parque a encontrarnos con Sakura y Sasuke...
- Bien papá, adiós. - Cortó luego de que su padre se despidiera y una sonrisa tímida dejo embelesada a la castaña.
- No estarás el problemas chiquillo, verdad?
Hiroto río. Hoshiko también lo hizo. Se miraron fijamente con dulzura. Eran ya las 12 del medio día y nadie estaba en peligro... por ahora.

Naruto cerró la tapa de su celular y dio marcha atrás con su Mercedes. Salió del garaje y se dirigió al gran parque de la ciudad.
El parque tenía unas enormes arboledas, varias lomitas de pasto y un pequeño rosedal lleno de rosas de distintos colores. Debajo de un árbol, agitando la mano se encontraba Sakura comiendo algo junto a su marido y su pequeño Ryuto, quién era una versión pequeña de su hermano mayor.
- Hola, Sakura, Sasuke - saludó Hinata mientras las niñas salían a jugar junto con Ryuto. - Hemos traído algo de comer y beber, hace mucho esperan?
Ambos negaron y Sakura sonrió a la rubia que los acompañaba. Sasuke la miró con cautela.
Los niños, por su parte, corrieron hacia los rosedales donde también abundaban los árboles y arbustos, buenos lugares para esconderse.
- Que les parece si jugamos a las escondidas? - Propuso Aiko - Yo no pienso contar!
- Ni yo - acotó rápidamente Akira.
Ryuto abrió la boca para hablar pero ya era muy tarde. Bajó sus hombros desilusionado y se dispuso a contar, pero escucho como una voz los llamaba desde lejos.
- Ryuto, Akira-chan, Aiko-chan!!!
Los tres niños voltearon. A lo lejos se acercaba corriendo uno de los pequeños primos de las gemelitas, Haru Hyuuga.
-Haru- chan, que haces aquí? - preguntó animada Aiko.
- Vinimos todos al parque. Yo me subí a esa loma y las vi desde lejos.
- Quiere decir que el tío Neji y la tía Ten-Ten están por aqui? - Akira se puso de puntitas de pie para ver mejor, lo que no ayudaba porque la loma la superaba en altura.
- Si...
- Pero y Sora- chan y Aoi- chan? - pregunto extrañada Akira.
- Aoi se ha quedado con mis papas, quería comer un poco más. Sora se fue a buscar rosas al interior del rosedal para dárselas a mamá y yo vine a investigar - las niñas rieron. Era todo parte de un juego que se acaban de inventar.
Haru era uno de los trillizos más juguetón y extrovertido. Era el del medio, pero parecía el menor por las tonterías que hacía. Sin embargo sus primas lo querían y se divertían mucho con él, aunque también les encantaba jugar con sus otros primos de vez en cuando. El pequeño Aoi era el más pequeño y tímido. Le encantaba jugar con sus primitas pero era bastante reservado. Sora era inquieto pero siempre hacía caso a sus padres y no le molestaba estar solo de vez en cuando, aborrecía alguna de las cosas de las que hacía su hermano del medio, pero claro, él también se divertía. Era el mayor y el más maduro y sensato, para ser solo un niño.
- Ven, vamos a avisarles a nuestros padres que estas aquí y jugaremos juntos...
Haru y los tres niños caminaron tranquilos y sonrientes hasta el lado de Naruto y Hinata.
- Mami, tío Neji esta aquí! - chillaron al unísono las mellizas.
Hinata sonrió y saludó a Haru. Naruto le agitó los cabellos y preguntó por sus padres.
Cuando el pequeño se disponía a contestar, unos pasos agitados y turbulentos se escucharon detrás de ellos. Neji y Ten-ten llegaban casi sin poder respirar al lado de los Uchiha y Uzumaki.
- Oh Dios mío, pensé que tu tampoco ibas a lograrlo... - Ten- ten abrazó a su hijo del medio como si no lo hubiera visto hacía meses. Haru la miró extrañado pero le devolvió el abrazo.
- Neji? - Hinata conocía esa mirada perdida de Neji - Pasó algo?
El muchacho de ojos perlados asintió algo aturdido, la miró a su mujer y ésta rompió en llanto.
- Sora... ha sido secuestrado.

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