Un joven tano había recibió un proyectil perdido en la noche de fin de año. Los médicos están sorprendidos porque 19 de 20 casos similares, terminan con la muerte.
En momentos que los cirujanos se preparaban para intervenirlo, Darco Sangermano, de 28 años, expulsó de un estornudo por las fosas nasales la bala perdida que le había impactado en la cabeza, en un caso médico sin precedentes.
Este insólito suceso se registró en el hospital en Nápoles donde el joven había sido internado para para una intervención de urgencia tras ser impactado en el cráneo por una bala perdida durante la celebración del Año Nuevo.
El parte médico señala que el proyectil entró en la cabeza y pasó por detrás del ojo derecho para luego incrustarse en una fosa nasal, pero milagrosamente no causó daños graves.
Según la especialista en temas de salud de BBC Mundo, María Elena Navas, 19 de cada 20 disparos a la cabeza son mortales. No obstante, los médicos que atienden a la víctima italiana le pronostican una recuperación total.
La BBC informa que Sangermano estaba pasando el 31 de diciembre con su novia en Nápoles para celebrar la llegada del Año Nuevo.
Los médicos explicaron que la bala redujo su velocidad cuando chocó contra el cráneo, lo que muy seguramente le salvó tanto la vista como la vida.
Se espera que Sangermano sea sometido a una cirugía ocular con láser para corregir el daño a la retina de su ojo derecho.
Fuente
Lo único que puedo decir respecto a esto es que es increíble.
Y a la vez un poco gracioso,
pero de todas maneras, me alegro de que el hombre se esté recuperando.