Helloes :3
Vengo a actualizar el fic.
Muchas gracias a PennyDraco y knde-chan por comentar
me alegro de que les gustara :)
Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de su creador, Masashi Kishimoto. Los utilizo sin fines de lucro en esta historia creada exclusivamente por mi desenfrenada imaginación, -y quizás alguna que otra experiencia personal- para entretención de los lectores.
El Primer Paso
por Fluoradolescent
Capítulo 2
"Metida de Pata"
Ino estaba loca. Completa y aterradoramente loca, y yo estaba aún peor, ¡tenía que estarlo! ¿A qué clase de persona normal se le podría ocurrir que semejante idea podría ser buena? ¿Qué clase de persona normal podría siquiera considerar algo como eso?
Suspiré, mientras miraba el techo, acostada en mi cama, sumida en la oscuridad de mi cuarto. Para ser sincera conmigo misma, estaba reaccionando exageradamente porque aún sentía fresco en mi boca el amargo sabor de la humillación.
Después de haber pensado exhaustivamente sobre el asunto, había llegado a la conclusión de que tampoco era algo tan malo; ¡no era el fin del mundo, tampoco! Los estornudos eran involuntarios, normales, ¿no? Podían sucederle a cualquiera, ¡de hecho sucedían todo el tiempo; madre mía! Y… respecto a los mocos… bueno, todos teníamos moco dentro de nuestras fosas nasales, no era nada de otro mundo, ¿verdad?
Me di vuelta, acurrucándome sobre el suave colchón, cubriéndome el rostro con las dos manos. ¿A quién quería engañar? Ese pequeño incidente que me había hecho ir a la universidad un poco más tarde los siguientes tres días para evitar verlo seguiría atormentándome cada vez que lo recordara. Quizás llegaría el día en que podría reírme de ello… quizás no.
Suspiré una vez más. Al menos, tenía la determinación suficiente como para no seguir llegando tarde más. Y la idea de Ino… bueno, tenía que admitir que no era tan descabellada, pero aún así...
-¿Tienes todo lo necesario?
-Ino, hablas como si esto se tratara de una misión secreta.
-¿Y acaso no lo es?
Es OFICIAL: Mi mejor amiga está loca de remate. Rodé los ojos.
-Sí, tengo todo -murmuré de mala gana.
-Perfecto. -Su sonrisa triunfal me dio ganas de estrangularla- Entonces iré adelantándome. Ni bien llegues al salón vas a contarme TODO.
Y se fue caminando rápidamente hasta perderse de vista. Yo tomé aire y la imité con más lentitud. Y, al comenzar a subir los escalones que llevaban al segundo piso, vi que él estaba de nuevo sólo un poco más arriba.
Mi mente se dividió entre salir huyendo escaleras abajo, o correr hacia él. No hice ninguna de las dos cosas. Me quedé parada en mi posición, mirándolo con cara de estúpida. Esperaría a que se alejara, y luego le diría a Ino que no lo había visto. Estaba decidida a hacer eso, pero, como siempre, mis planes se vieron truncados en cuanto -sin una razón aparente- él volteó y me vio, una pequeña sonrisa de lado dibujándose en su cara.
-Puedo sentir cuando la gente se queda viéndome -dijo- y es un poco incómodo.
¡Genial! ¿Por qué rayos no se abría el piso y me tragaba?
-Lo siento -murmuré- es que… quería hablar contigo, bueno, no hablar, precisamente… -los nervios empezaban a traicionarme, mis manos sudaban- sino que…
Él bajó hasta posicionarse frente a mí. ¡Señor! Si era tan lindo que se me había secado la boca.
-Quería agradecerte los pañuelos del otro día, y darte estos.
Le extendí el paquete nuevo de Kleenex que había comprado la noche anterior, y me esforcé por componer mi mejor sonrisa.
-Vaya, qué atenta -él sonrió también, tomando los pañuelos- Mi nombre es Itachi Uchiha -agregó, extendiendo su mano hacia mí.
-Sakura Haruno, mucho gusto -estreché su mano, y, de inmediato, supe que había sido un error.
Él retiró su mano con una expresión de desagrado y se la miró. Estaba mojada... ¡De mi sudor!
-Sólo espero que eso no haya sido moco -dijo; ninguna sonrisa en sus labios, y se secó la mano contra la tela de sus pantalones de mezclilla.
¡Maldita sea! ¿Por qué no aparecía alguien con una pistola y me daba unos cuantos tiros?
-Claro que no… -contesté- es sólo que mis manos sudan cuando estoy nerviosa.
-¿Por qué habrías de estar nerviosa?
Responder algo como: "Porque eres tan atractivo como un Dios Griego y estás demasiado cerca" no era una opción.
-Lo siento, llego tarde a clase -farfullé en cambio, y salí disparada escaleras arriba, sin detenerme hasta el momento en que estuve dentro del salón, cuyo reloj, por cierto, y para empeorar las cosas, indicaba que aún faltaban poco más de diez minutos para la hora de entrada.
Me derrumbé en mi asiento.
-Dime cómo fue que arruinaste mis perfectamente elaborados planes esta vez -Ino cruzó sus brazos sobre el pecho.
De nuevo, procedí a contarle absolutamente todo, en especial cómo Itachi se había secado la mano en su pantalón con aquel gesto de repugnancia y confusión, al igual que la absurda forma en que salí corriendo, dejándolo ahí parado, solo, y seguramente pensando que yo estaba loca.
-Si serás tarada -Ino me dio un golpe en la cabeza. Normalmente, la habría golpeado también, pero esta vez me lo merecía, así que sólo me hundí más en la silla.
Ella tenía una mirada calculadora en los ojos, pero no me dijo nada.
-Ino, ahora sí es oficial, voy a pasar el resto de mi vida escapando de ese chico, y no hay nada que puedas hacer para revertir mi decisión -dije a modo de advertencia. Seriamente, ya estaba, lo había intentado y no había resultado. Era como si el destino me estuviese diciendo que ese chico no era para mí. ¿Qué más podía hacer al respecto esta insignificante mortal?
-De acuerdo, frentezota -dijo Ino, restándole importancia con un gesto de su mano- Es tu vida. Tú decides.
Su respuesta casi me desencajó la mandíbula de la sorpresa. ¿En serio esa era Ino? ¿O me había equivocado de persona?
-Oye, ¿te sientes bien? -pregunté, realmente extrañada. Ino no solía actuar así.
Volteó hacia mí con un brillo raro en sus ojos.
-Mejor que nunca -me guiñó el ojo- Ya sabes, mis "asuntos" están yendo mejor de lo que imaginaba…
-¡TIENES QUE CONTARME! -exigí, en parte un poco molesta porque no me había dicho nada antes, y a la vez sintiéndome un poco culpable porque había estado todo el tiempo preocupada por mí misma sin pensar en ella.
-Su nombre es Sasori -comunicó con tranquilidad- también estudia en esta universidad, y es absolutamente perfecto.
En los siguientes minutos, ya me había enterado de que el tal Sasori era un chico alto, musculoso, de pelo rojo y unos grandes ojos grises que, según Ino, parecían faros que alumbraban el mar de su vida sumida en las tinieblas. También me había dicho que lo había conocido en la biblioteca y que no habían tardado en intercambiar números de teléfono para enviarse mensajes y quedar en varias ocasiones.
-¿Cómo es que me ocultaste vilmente todo esto, cerda? -le reclamé, interrumpiéndola mientras me comentaba de lo afines que eran sus gustos.
-Ay, frentona, ni te quejes -me regañó- quise contarte antes, pero ya sabes que no me gusta hablar de mis conquistas hasta que no estén definitivamente conquistadas -sonrió con altivez, a la par que me guiñaba el ojo con complicidad.
-¿Y cómo sabes que ya está definitivamente conquistado, eh? -pregunté, alzando las cejas.
-Bueno, pues… -enroscó un mechón de su precioso cabello dorado entre sus dedos- me ha invitado a una fiesta para presentarme a sus amigos.
-¡Eso es maravilloso! -exclamé- Quiere decir que va en serio contigo.
-Exacto -me dijo- e incluso quiere que lleve a algunas amigas, para conocerlas. Me pidió específicamente que te llevara a ti... verás, le he comentado un poco de ti y piensa que has de ser una chica genial.
-¿Le has hablado de mí? -yo estaba algo ruborizada. A saber la clase de anécdotas "tan graciosas" para ella y tan horrendamente vergonzosas para mí que le había contado.
-Sí, sí. Será el sábado, así que iremos a comprar algo de ropa hoy a la salida, ¿qué te parece?
-¡Yo ni siquiera he aceptado todavía!
-Pero vas a aceptar -me miró de forma amenazante- Es la oportunidad perfecta para que conozcas a un nuevo chico y dejes de pensar en las metidas de pata que tuviste con Itachi.
No respondí en seguida. No estaba segura de querer conocer a alguien más, pero, al mismo tiempo, las probabilidades de éxito en la misión "Conquista a Itachi Uchiha" eran bastante reducidas; y aún más considerando el pequeño incidente de ese día.
-¿A quién más vas a invitar? -pregunté entonces.
-Pensaba invitar a Hinata y Tenten -dijo bajito, ya que el profesor acababa de entrar al salón.
No respondí nada. Ino estaba en lo cierto. Necesitaba olvidarme de lo que había sucedido en estos días ¡o acabaría por tirarme a un pozo!
Tararán! Eso ha sido todo. Espero haberles arrancado por lo menos una pequeña sonrisita xD
Por favor, dejen sus comentarios con sus impresiones, críticas, sugerencias, comentarios... vegetales destinados a estrellarse contra mi cara... lo que deseen.
Me voy yendo. Nos leemos!
Cambio y fuera~