¿Una oruga puede ser sexy?
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Pero, ¿Quién se creía que era él para decirle a ella que era una oruga?
Para Sakura no era nadie. Absolutamente nadie.
Frunció el ceño, apretó los puños, y gruño entre dientes. Literalmente, matándolo con la mirada. Y maldiciéndolo en aterradores susurros casi diabólicos.
Sasuke solo sonreía, como un niño que se burlaba de la niña que le gustaba.
‒ ¡Vete al diablo, maldito Uchiha! ‒ Grito sumamente enfadada. Tirando la taza semi-vacía hacia el moreno, el cual la esquivo moviendo su cabeza hacia un lado, con una media sonrisa. Haciéndola chocar contra la pared. Dejándo pequeñas manchas marrones sobre ella. Y cientos de pedacitos blancos cortantes en el suelo.
>> ¡Mierda!, eh fallado <<. Pensó Sakura, apretando los puños >> ¡Ja! El definitivamente el marrón no combina con el azul >>. Afirmo burlona, un poco complacida de su acción.
Tal vez se estaba comportando como una niña bruta, al tirarle una taza enfadada. Pero, ¿Qué más podía hacer? Se encontraba débil por la falta de sangre en su cuerpo. Y aunque lo desee, no podía golpearlo. Uno; Él era más grande y fuerte que ella. Y dos; se encuentra muy cansada como para correr, seguramente se desmayaría al instante.
¡Mierda!
‒ Veo que tu actitud es un poco… Salvaje. Pero igual me agradas ‒ Comento Sasuke, recogiendo los pequeños trozos blancos del suelo con sus manos ‒. Ahora vuelvo con tu desayuno… Voy a tirar los restos de mi taza favorita ‒ agrego, yéndose.
Ella sonrió, que suerte que por lo menos era su taza favorita. Algo de daño le hiso, ¿no?
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‒ ¿Por qué te comportas tan bien con migo, idiota? ‒ cuestiono Sakura, dándole una mordida a su pan tostado con dulce de leche.
Él solo la miro un poco sorprendido. Hace unos minutos ella le había gritado y tirado una taza hacia su cabeza para dañarlo. Y ahora se encontraba tranquila, sentada y no se había negado al desayuno que le había ofrecido. Una de dos; o tenia mucha hambre, o sufría de bipolaridad. Y si no lo era; estaba a muy pocos pasos de serlo.
Suspiro, y se sentó en los pies de su cama. Lo suficientemente lejos para que ella no lo pateara, por si las dudas.
‒ ¿Sabes? ‒ comenzó, con un tono de voz triste ‒. Yo tenia un hermano mayor, se llamaba Itachi ‒ aclaro, entrelazando mas fuerte sus dedos ‒. Él era un chico rebelde y siempre estaba de mal humor. Lo quería mucho, porque era mi única familia. No comía, siempre salía y siempre estaba solo. Nuestros padres adoptivos estaban preocupados. Siempre hablaban con él para entenderlo. Itachi nunca nos dijo; creo porque no nos quería ‒ trago grueso ‒. Y un día… Él, él acabo con su propia vida.
Y agacho su cabeza, cubriendo sus ojos con sus lizos cabellos. Unas finas y saladas lágrimas cayeron hacia el suelo. Mientras cubría su boca con la palma de su mano. Tratando de silenciar su propio llanto.
E instintivamente Sakura lo abrazo por detrás. No estaba consiente del porque lo hacia, estaba claro que lo odiaba, pero su cuerpo reacciono por si solo, deseoso de consolarlo. Apretó mas el agarre, él aumento más su llanto, ella solo se mantuvo en silencio.
Capaz que sentía pena por el, capaz que solamente lo hizo porque no sabia que hacer, capaz que los dos compartían un lazo; el lazo de perdida, muerte y sufrimiento.
Pasaron los minutos. Sasuke ya había dejado de llorar, y solo se mantenía hay inmóvil, incapaz de romper aquel suave y tibio abrazo que ella le ofrecía. Se sentía como un niño seguro y protegido. Recordó a su hermano, cuando él lo abraza fuertemente el día del fallecimiento de sus padres, tratando de parar el llanto de su pequeño y llorón hermanito menor. Solo había una diferencia;
Su hermano olía a vainilla y Sakura olía a cereza.
Ella solo se mantuvo quieta. Hacia años que abraza a alguien, desde el incidente de su madre. Disfrutaba la tranquilidad del ambiente, el suave olor a colonia que desprendía Sasuke, la calidez de poder rodearlo con sus largos y delgados brazos. Y el suave tacto a su cuerpo sobre la fina tela oscura que lo cubría.
Se sentía bien, muy bien.
‒ Te pareces mucho a Itachi ‒ dijo, tomando los brazos de ella y abrazándolos ‒. Su terquedad, personalidad, carácter, todo ‒ Sonrió tristemente ‒. Eres como una hermana para mi, su remplazo… Pequeña y tonta oruga.
Bien, la cagaste Sasuke Uchiha.
‒ ¡Idiota! ‒ grito soltándolo. Al mismo momento que lo empujaba y lo hacia caer sobre el frio suelo. Con ella encima ‒ ¡No eres mas que un tonto, estúpido y retrasado…! ‒ comenzó a golpearlo a la cara. Aunque sin la fuerza que ella hubiera querido, aun se encontraba un poco débil.
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Cuarenta minutos después…
Se ve a Sasuke vestido con una remera que le quedaba un poco grande azul oscuro, pantalones deportivos negros y zapatillas blancas. Con los cabellos un poco desordenados como siempre. Y unos pequeños moretones en su cara, junto unos cuantos rasguños y el labio partido.
Sakura se encontraba a su lado, con el ceño fruncido. Llevaba el uniforme escolar, que consistía; en una remera blanca, una pollera roja con líneas negras, medias largas negras y zapatos negros. Y si no fuera porque se encontraban casi en verano. Estaría usando una campera roja con la insignia de la escuela negra en la manga derecha.
Caminaban apresuradamente por la calles. Ella porque quería llegar lo mas pronto a su casa. Y él porque quería saber donde vive.
‒ ¡Deja te seguirme! ‒ ordeno alterada. Dejando de caminar, para mirarlo enfadada.
‒ Sabes que no lo hare, no te tengo miedo ‒ aclaro, sonriendo ‒. Admito que eres fuerte aunque estés débil pero igual te seguiré.
‒ Puto ‒ susurro, para luego suspirar cansada. Aunque se negara, lo maldijera, le gritara o lo golpeara. Él seguramente la iba a seguir. Así que no valía la pena insultarlo mas de lo que ya lo había echo.
Caminaron unos cuantos minutos mas, hasta llegar a una enorme y modernizada casa en el centro de la ciudad. Sakura busco sus llaves dentro de la mochila, mientras Sasuke silbaba sorprendido.
‒ ¿Quién iba a creer que una oruga iba a vivir en una mansión? ‒ pregunto burlón, mirándola divertido.
Ella solo rechino los dientes, apretó los puños y le miro desafiante. Conteniéndose las ganas de golpearlo o asesinarlo. Ella era de todo, menos una asesina, capaz.
‒ ¡Aléjate de mi!, ¡estúpido mal nacido! ¡Ya conoces mi casa, así que vete! ‒ Le grito, mientras apuntaba la calle con un dedo. Y con la otra mano abría la puerta.
‒ Gracias por abrirme la puerta ‒ dijo, entrando velozmente hacia adentro.
‒ ¡Maldición Uchiha, llamare a la policía!
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‒ Sabia que no ibas a llamarlos ‒ afirmo Sasuke, acomodándose mejor el enorme y cómodo sillón beige, sonriendo complacido.
‒ Estúpido ‒ susurro enfadada. Mirando al suelo y recordando lo que había pasado hace apenas minutos atrás.
‒ Hola policía. Hay un chico que entro a mi casa, no lo conozco y parece peligroso. ¿Podrían venir y echarlo a golpes?
‒ Muy bien señorita, enseguida vamos. ¿Podría decirnos su nombre y dirección? ‒ Pregunto con un tono de voz grave el policía que había contestado.
‒ Sakura Haruno y vivo en…
‒ ¿Sakura Haruno? ‒ Le interrumpió, enfadado ‒ ¿Eres la chica que esta involucrada con la venta de drogas en el club Konoha de la semana pasada y que también…?
Pip, pip, pip…
Era mucho mejor tener a ese molesto chico en su casa, que tener que estar un largo tiempo en la cárcel por venta ilegal de droga y demás “cosas” en los boliches y clubes.
Y pasaron los minutos sentados cada uno en sus perceptivos sillones. Sasuke estaba sumamente relajado, con los ojos cerrados y apunto de dormirse. Y Sakura solo se mantenía sentada, tomando un poco de agua, matando literalmente con la mirada a su molesta e indeseada visita.
Y de pronto se escucho abrirse la puerta principal de casa. Ella sorprendida solo dejo su vaso a punto de terminar sobre la mesita ratonera, tomo el brazo del adormecido chico y corrieron escaleras arriba. Hacia su habitación.
‒ ¡Sakura! ‒ se escucho gritar escaleras abajo a un hombre, aunque no se entendió muy bien como pronuncia el nombre de la chica.
‒ Quédate quieto, no hagas ruido, no importa lo que escuches… ¡no bajes! ‒ le ordeno nerviosa, antes de desaparecer de la vista atontada del moreno.
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‒ Así que estabas aquí puta, pensé que te habías ido, ya que no apareciste a la tarde ‒ pronuncio difícilmente el hombre de cabellos castaños, con las mejillas sonrojadas y tomando un poco de wiski de su copa de cristal favorita.
‒ Sabes perfectamente que aún no puedo irme, soy menor de edad. Y si lo hiciera, en un cerrar y abrir de ojos ya estaría aquí ‒ afirmo si mirarlo, le tenia miedo y le aterraba las cosas que él podría hacerle ‒. No te preocupes, falta poco para que sea mayor. Asi desapareceré de tu vista y vida.
‒ ¡¿Como te atreves a hablarme así, mal nacida?! ‒ exclamo. Golpeándola con su puño fuertemente, dejando un gran marca roja en la mejilla de ella, como siempre lo hacia ‒. ¡Vete de aquí, que hoy traeré a una de mis putas, que valen mucho mas que tu vida!
Sakura no dijo nada, solo mantuvo la cabeza baja y corrió escaleras arriba.
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‒ ¿Qué sucede? ¿Por qué tu padre estaba gritando? ¿Por qué no me miras? ‒ cuestiono preocupado el moreno, al verla entrar corriendo e ir hacia el enorme ropero de algarrobo que se encontraba en una esquina.
Si lo supieras Sasuke, si lo supieras…
Agarro algunas prendas de su ropero, junto a unas sandalias plateadas tacón aguja que se encontraba en el suelo y corrió hacia su baño privado. Bajo la alterada, preocupada y atontaba mirada del moreno.
A los minutos después salió del baño, dejándolo con la boca abierta.
Un pequeño y apretado vestido blanco con tiras del mismo color cubría su delgado y pálido cuerpo. Haciendo resaltar sus pequeños y lindo pechos, sus encorvadas caderas y su firme trasero perfecto.
Sus piernas se veían más largas gracias y los largos tacones de esas hermosas sandalias. Y su altura había aumentado.
Cubrió un poco la herida del golpe con maquillaje. Se delio nos ojos haciéndoles ver mas grades y resaltantes. Y su labios se encontrabas brillantes y húmedos, gracias a su brillo labial sabor a fresa
Era hermosa, extraordinariamente muy hermosa.
‒ Vamos ‒ ordeno, caminando hacia la puerta.
‒ ¿A-adonde vamos? ‒ balbuceo, un poco embobado por ella.
‒ Al Club Konoha.
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Después de un largo y silencioso recorrido por taxi, al fin llegaron al mas reconocido club de la cuidad.
Sakura bajo primero, con la cara sumamente seria.
Sasuke le pago al taxista, aguantando las ganas de golpearlo por la mirada lasciva que él le daba a su amiga.
Caminaron juntos hacia el grande y corpulento guardia que se encontraba en la puerta de entrada. Tenia una cicatriz al lado del ojo izquierdo, era pelado y tenia una barba sin afeitar por aparentemente cuatro días. Ese hombre daba miedo, seguramente nadie se atrevería a siquiera molestarlo o hacerlo molestar.
‒ Hey, Tenyu, ¿tiempo sin vernos, no? ‒ saludo sonriente la chica, como si no le importara que él sea mucho mas grande que ella, y que la podría aplastar son un solo dedo.
El gigantesco hombre solo la miro enfadado, Sasuke trago grueso asustado, y sorprendentemente; Tenyu sonrió.
‒ Nos vivos antes de ayer Sakura, hace mucho tiempo ‒ contesto alegremente, haciéndose a un lado ‒. Pasa, “ella” te espera.
Sakura solo bufo, miro al moreno e hiso señas con los ojos para que la siquiera. El cual corrió literalmente detrás de ella. No si antes, ver a Tenyu, el cual lo mataba con la mirada. Sasuke trago grueso por segunda vez en la noche.
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La música sonaba a todo volumen, la gente bailaba alumbrada por las palpitante y brillantes luces de diferentes colores. Algunas parejas se besaban, otras se tocaban, siendo visto por algunos desafortunados solitarios que bebían y deseaban ser ellos.
Sakura se encontraba sentada, mientras bebía un poco de vodka, Sasuke le hacia compañía, pero no tomaba tanto. Él no era bueno con el asunto del alcohol.
‒ Según recuerdo, este club es solo para los mayores de dieciocho años, ¿Cómo conseguiste entrar? ‒ le pregunto gritando en moreno, ya que la música sonaba muy alto y no se podía escuchar casi nada.
‒ Es por la dueña del club, Ella esta “encaprichada” con migo ‒ contesto, dándole un sorbo a su bebida.
‒ ¿Encaprichada?
‒ ¡Sakura, amor mio! ‒ grito una bella mujer pelirroja, abrazando por detrás a la chica de ojos jade, la cual ni se inmuto ‒. Te eh extrañado ‒ agrego, tomando gentilmente la cabeza de la joven y dándole un apasionado beso. Frente a la sorprendida mirada del joven que se encontraba al frente de ellas.
¿Qué onda?
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Fin del cap. Espero que le haya gustado n_n