Tú y yo, ¿Alguna vez fuimos pareja? ¿O un par de amantes carnales?
Porque si fue así, me llevo más de una decepción con respecto a ti hacia la tumba.
Si alguna vez fuimos algo, entonces puede decirse que solo eran dos personas, una de ellas, fingiendo ser el amor de mi vida; envueltos en una relación hipócrita, metidos en algo más vacío que el espacio mismo.
En las garras de tu eterna apariencia de ángel caí. En las promesas vanas que salían de tu boca creí. En el movimiento sensual de tus caderas me fijé y en tu perfecto exterior fue lo único que mis ojos pudieron contemplar.
Solo de apariencias vivías, de deseos te alimentabas y llamando la atención con tu maldita imagen provocativa era la única forma de obtener lo que deseabas.
¿Y luego? Nada. Resultaste ser una cascara, una fruta seca, más amarga que la hiel y hueca como aquel árbol viejo que contiene un nido de víboras en su interior.
Así es como eres tú.
Ya no volveré a cometer el mismo error, no contigo, no con otra mujer.
También fue error mío envolverme con una muchacha a la cual solo le importaba el barniz rojo de sus uñas, la cual no tenía como meta futura tan común como formar un matrimonio feliz.
¿Superficial? Lo fui, ya aprendí mi lección.
Por eso digo: nunca más.
Le diste al amor, un mal nombre.
Otro de la coleccion.
FAIL